viernes, 16 de enero de 2015

LUIS BUÑUEL [14.508] Poeta de Aragón


Luis Buñuel - Poeta -

Luis Buñuel Portolés (Calanda, Teruel, Aragón, España; 22 de febrero de 1900 - Ciudad de México, México; 29 de julio de 1983) fue un director de cine español, nacionalizado mexicano.

A pesar de los hitos cinematográficos logrados en su país natal con películas como Viridiana (1961) o Un perro andaluz (1929), la gran mayoría de su obra fue realizada o coproducida en México y Francia, debido a un exilio forzoso por la dictadura franquista.

Es considerado uno de los más importantes y originales directores de la historia del cine.

Sus primeros años

Luis Buñuel nació en Calanda el 22 de febrero de 1900. Su padre, Leonardo Buñuel González, originario del mismo pueblo, donde tenía un negocio de ferretería y armas, había conseguido una pequeña fortuna en Cuba y en 1898, al estallar la guerra hispano-estadounidense, liquidó sus negocios y volvió a su pueblo natal, donde se casó el 10 de abril de 1899 con María Portolés Cerezuela, de diecisiete años, veintiocho más joven que él, con la que tuvo siete hijos: Luis (1900), María (1901), Alicia (1902), Concepción (1904), Leonardo (1907), Margarita (1912) y Alfonso (1915). De todos estos destacaron Leonardo, que fue médico, pediatra y radiólogo, y Alfonso, un arquitecto y diseñador gay con inquietudes artísticas que destacó como autor de collages surrealistas.

A los tres años del nacimiento de su primogénito, la familia se trasladó a vivir a Zaragoza y a partir de entonces pasó a repartir sus vacaciones entre Calanda (donde regresaban en Semana Santa y a veranear) y en ocasiones a San Sebastián.

Así pues, Luis pasó toda su infancia y adolescencia en Zaragoza, donde cursó la educación primaria y secundaria, primero en Corazonistas (con mayoría de franceses) y en 1908, durante siete años, en el colegio jesuita de El Salvador, al comienzo del paseo de la Constitución, donde hoy se encuentra la sede principal de Ibercaja, cerca de la plaza de Aragón; como alumno a media pensión, no vestía el uniforme completo de los internos, sino solamente la gorra con un galón. Sus notas eran generalmente excelentes.

Lo que se sabe sobre las primeras películas que vio procede de las declaraciones del propio Buñuel, y son imprecisas y contradictorias. En 1975 dijo a Pérez Turrent y José de la Colina que había visto de niño «cine parlante y en colores, en la sala Coine, de Zaragoza», aludiendo al cinema parlante que Ignacio Coyne Lapetra regentó entre 1905 y 1909; recordaba una película donde «se veía un cerdo, con faja de comisario de policía y sombrero de copa, cantando una canción. Era un dibujo animado con colores muy malos que salían de las figuras, y el sonido venía de un gramófono», pero también a los mismos autores les comunicó que en la primera película que vio había un asesinato cruento.6 Por otro lado, en sus memorias, tituladas Mi último suspiro, afirmaba que en 1908 asistió por primera vez al cine Farrucini, que remite a la barraca de feria Nuevo Metensmograf Cinematógrafo Farrusini del feriante barcelonés Enric Farrús, quien se estableció en Zaragoza en 1908 al calor de la Exposición Hispano-Francesa de ese año que conmemoraba el centenario de los Sitios de Zaragoza. Recordaba, asimismo, haber visto en esa época muchas películas cómicas de André Deed, que en España era conocido como Toribio, y el Viaje a la luna de Georges Méliès.

En Calanda daba funciones con un teatrillo de personajes de cartón que sus padres habían comprado en París y espectáculos de sombras chinescas con una linterna mágica. Acudía regularmente al teatro y a la ópera, pues los Buñuel tenían, como familia acomodada que era, palco en abono en el Principal, uno de los cuatro que entonces había en la capital aragonesa. Su niñera le llevaba también al teatro Circo que ofrecía comedias, dramas de detectives, melodramas, farsas, sainetes y zarzuelas; posiblemente allí contemplaría una opereta basada en Los hijos del capitán Grant, que Buñuel tenía como uno de sus mejores recuerdos, por la espectacularidad de su escenografía. Ya de adolescente, en 1915, asiste en el teatro Principal a numerosas funciones de teatro y ópera La vida es sueño, El alcalde de Zalamea, Don Álvaro o la fuerza del sino, La Favorita, Lucía de Lammermoor, el Fausto de Gounod, Rigoletto, El barbero de Sevilla, Carmen...

Desde los diez o doce años comenzó a tocar el violín y a estudiarlo desde los trece. Al año siguiente salió por primera vez de Aragón y viajó a Vega de Pas (Cantabria) y San Sebastián, donde veranearía a menudo. En 1915 fue expulsado por los jesuitas del colegio y se matriculó en el Instituto de Enseñanza Media de Zaragoza (más tarde llamado «Goya») como alumno libre. En esa época leyó El origen de las especies, de Darwin, además de libros de la nutrida biblioteca de su padre Leonardo, como el Jean-Christophe de Romain Rolland, obras de los librepensadores franceses Rousseau, Diderot o Voltaire y clásicos españoles como Quevedo o Benito Pérez Galdós, además de novelas de detectives (Nick Carter, Dick Turpin) y una novela que le dejará huella: Robinson Crusoe.

Juventud. Madrid y la Residencia de Estudiantes

A los 17 años, terminado el bachillerato, partió a Madrid para cursar estudios universitarios. En la capital se alojó en la recién creada Residencia de Estudiantes, fundada por la Junta para la Ampliación de Estudios, heredera del espíritu del krausismo pedagógico y la Institución Libre de Enseñanza, donde permaneció siete años. Su propósito, inducido por su padre, era estudiar Ingeniería Agrónoma. En esta época se interesó por el naturismo y llevó una alimentación y vestimenta espartanas, gustando de lavarse con agua helada. Tomó parte de las actividades del cine-club de la Residencia y trabó amistad con, entre otros, Salvador Dalí, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Pepín Bello y Juan Ramón Jiménez. También participó en las tertulias ultraístas y, todos los sábados desde 1918 hasta 1924, en las del Café Pombo, dirigidas por Ramón Gómez de la Serna.

En 1920 inició, con el doctor Ignacio Bolívar, estudios de entomología, que abandonó para matricularse en Filosofía y Letras, rama de Historia, ya que se había informado de que varios países ofrecían trabajo como lector de español a licenciados en Filosofía y Letras, lo que suponía una oportunidad de cumplir su deseo de salir de España.

Con sus compañeros de la Residencia hizo sus primeros ensayos de puesta en escena, con versiones delirantes del Don Juan Tenorio en las que actuaban Lorca, Dalí y otros compañeros.

En 1921 visitó por primera vez Toledo, ciudad que causó una profunda impresión en Buñuel y sus amigos. También tuvo conocimiento en estos años de las tendencias internacionales más importantes del pensamiento y del arte, y mostró interés por el Dadaísmo y la obra de Louis Aragon y André Bretón. Y, por supuesto, siguió asistiendo con regularidad al cine.

Desde 1922 escribe poemas, prosas poéticas y cuentos en diversas revistas literarias de la época, fundamentalmente aquellas que sirvieron de vehículo para el ultraísmo y la Generación del 27, como Ultra, Horizonte, Alfar, Helix o La Gaceta Literaria.

En 1923 murió su padre en Zaragoza, inició el servicio militar y publicó su primer artículo, al que siguieron cuentos y poemas en revistas de vanguardia e incluso preparó un libro que los recopilaba bajo el título Un perro andaluz. Muchas de las imágenes de sus escritos de estos años, previos al surrealismo francés, pasaron a su cine. El día de San José de ese mismo año de 1923 fundó la paródica Orden de Toledo y se nombró a sí mismo condestable. Para ser caballero había que emborracharse y estar toda la noche sin dormir. A ella pertenecieron, entre otros, Dalí, Pepín Bello, Alberti...

En 1924, año en que Dalí le realiza su primer retrato, se licenció en Historia y renunció al doctorado, decidido a marcharse a París, la que por entonces era capital cultural de occidente.

París y el surrealismo

En enero de 1925, después de asistir a la conferencia que da Louis Aragon en la Residencia de Estudiantes, Buñuel abandonó Madrid rumbo a París. En la capital francesa asistió a las tertulias de los inmigrantes españoles y se acerca cada vez más al grupo surrealista. Su afición por el cine se intensificó y veía habitualmente tres películas al día, una por la mañana (generalmente proyecciones privadas, gracias a un pase de prensa), otra por la tarde en un cine de barrio y otra por la noche.

El pianista Ricardo Viñes le propuso la dirección escénica de El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla, que, estrenada en Ámsterdam el 26 de abril de 1926 y representada también al día siguiente, supuso un importante éxito. Esta experiencia le llevó a escribir una pieza de teatro de cámara de vanguardia titulada Hamlet en 1927, que fue representada en el Café Sélect de París.

Su conversión total al cine se produjo tras ver la película Las tres luces (Der müde Tod), de Fritz Lang. Varias semanas después se presentó en un rodaje al conocido director de cine francés Jean Epstein y se ofreció a trabajar en cualquier labor a cambio de aprender todo lo que pudiera acerca del cine, y Epstein acabó permitiéndole desempeñar el cargo de ayudante de dirección en el rodaje de sus películas mudas Mauprat (1926) y La caída de la casa Usher (La chute de la maison Usher), de 1928.

Comenzó a colaborar como crítico en varias publicaciones de cine y arte, en las que dejó constancia de sus iniciales concepciones cinematográficas, como la francesa Cahiers d'Art y española La Gaceta Literaria, de la que fue director de su sección de cine desde 1927. El director de esta revista, Ernesto Giménez Caballero, le propuso fundar un cine-club en la Residencia de Estudiantes. La idea se llevó a cabo y Buñuel, viajando ocasionalmente a Madrid, promovió en España el cine de vanguardia y las ideas surrealistas.

También en estos años colaboró como actor en pequeños papeles, como el de contrabandista en la película Carmen (Jacques Feyder, 1926) con Raquel Meller, y en La sirène des tropiques (Henri Étiévant y Mario Nalpas, 1927) con Joséphine Baker. Todo este bagaje le familiarizó con el oficio cinematográfico y le permitió conocer a buenos profesionales y actores que después habrían de colaborar con él en Un perro andaluz y La edad de oro, sus dos primeras películas. Como crítico, elogió el cine de Buster Keaton y atacó, por considerarla pretenciosa, la vanguardia cinematográfica francesa, en cuyas filas militaba el propio Jean Epstein. Es conocida su ruptura con este al negarse el aragonés a trabajar en el nuevo proyecto del más reputado de los directores vanguardistas franceses, Abel Gance, de cuyo Napoleón había escrito Buñuel recientemente una crítica muy dura.

Cada vez más interesado por el grupo surrealista de Breton, comenzó a trasladar a sus compañeros de la Residencia de Estudiantes las novedades de esta tendencia, escribiendo poemas de un surrealismo ortodoxo e instando a Dalí a que se trasladase con él a París para conocer el nuevo movimiento. En 1927 escribía un libro de poesía surrealista, que no llegó a editar, cuyo título inicialmente era Polismos y más tarde Un perro andaluz, que fue el que más tarde recibiría su primera película.

En 1928 preparó un guion cinematográfico sobre Francisco de Goya con motivo del centenario de su fallecimiento, patrocinado por una comisión zaragozana. El proyecto no llegó a buen término por falta de presupuesto, como tampoco otro basado en un guion de Ramón Gómez de la Serna que iba a titularse El mundo por diez céntimos, en el que el hilo conductor iban a ser los sucesivos cambios de dueño de una moneda, o bien, diferentes narraciones que se hallaban en un periódico. Gómez de la Serna le envió finalmente el guion de Caprichos (su nuevo título), aunque no se ha conservado, ya que entre octubre y noviembre de ese año abandonaría el proyecto al comenzar a trabajar con Dalí en el de Un perro andaluz.

Un perro andaluz y La edad de oro

En enero de 1929, Buñuel y Dalí, en estrecha colaboración, ultimaron el guion de un film cuyo proyecto se titularía sucesivamente El marista en la ballesta, Es peligroso asomarse al interior y, por fin, Un perro andaluz, una vez desechada la publicación con este título de su proyectado poemario surrealista. La película se comenzó a rodar el 2 de abril con un presupuesto de 25.000 pesetas aportadas por la madre de Buñuel. Se estrenó el 6 de julio en el Studio des Ursulines, un cine-club parisino, en el que alcanzó un clamoroso éxito entre la intelectualidad francesa, y permaneció en exhibición nueve meses consecutivos en el Studio.

A partir de la proyección de Un perro andaluz, Buñuel fue admitido de lleno en el grupo surrealista, que se reunía diariamente en el Café Cyrano para leer artículos, discutir sobre política y escribir cartas y manifiestos. Allí, Buñuel forjó amistad con Max Ernst, André Bretón, Paul Éluard, Tristan Tzara, Yves Tanguy, Magritte y Louis Aragon, entre otros.

A fines de 1929 se volvió a reunir con Dalí para escribir el guion de lo que sería más tarde La edad de oro, pero la colaboración ya no resultó tan fructífera, pues entre los dos se interpone el gran amor de Dalí, Gala Eluard. Buñuel comenzó el rodaje de la película en abril de 1930, cuando el pintor se encontraba disfrutando de unas vacaciones con Gala en Torremolinos. Cuando descubrió que Buñuel ya había acabado la película con el sustancioso mecenazgo de los Vizcondes de Noailles, que deseaban producir una de las primeras películas sonoras del cine francés, Dalí se sintió marginado del proyecto y traicionado por su amigo, lo que originó un distanciamiento entre ellos que se fue incrementando en el futuro. A pesar de aquello, felicitó a Buñuel por el largometraje, asegurando que le había parecido «una película americana». El estreno tuvo lugar el 28 de noviembre de 1930. Cinco días más tarde grupos de extrema derecha atacaron el cine donde se proyectaba y las autoridades francesas prohibieron la película y requisaron todas las copias existentes, comenzando una larga censura que duraría medio siglo, pues no sería distribuida hasta 1980 en Nueva York y un año después en París.

Hollywood y el Madrid de la República. Las Hurdes

En 1930 Buñuel viajó a Hollywood, contratado por la Metro Goldwyn Mayer, como «observador», con el fin de que se familiarizara con el sistema de producción estadounidense. Allí conoció a Charles Chaplin y Serguéi Eisenstein. En 1931 llegó a España, en vísperas de la proclamación de la Segunda República. La edad de oro se proyectó en Madrid y Barcelona. En 1932 asistió a la primera reunión de la Asociación de Escritores Revolucionarios (AERA), se separó del grupo surrealista y se afilió al Partido Comunista francés. Contratado por la Paramount, regresó a España y trabajó como responsable de sincronización.

En abril de 1933, financiado por su amigo Ramón Acín, comenzó a filmar Las Hurdes, tierra sin pan, un documental sobre esa comarca extremeña. La derecha y la Falange Española comenzaban a rebelarse en España y la película fue censurada por la joven y débil Segunda República Española por considerarla denigrante para España. Ese mismo año firmó un manifiesto contra Hitler con Federico García Lorca, Rafael Alberti, Sender, Ugarte y Vallejo.

En 1934 visitó en París a Dalí, ya casado con Gala. Dalí se mostró indiferente con Buñuel, con lo que se incrementó su distanciamiento. El 23 de junio se casó con Jeanne Rucar, a la que había conocido en casa de su amigo Joaquín Peinado en 1925 cuando estudiaba anatomía en París, y que había sido medalla de bronce de gimnasia artística en las Olimpiadas de París de 1924. La boda se celebró en la alcaldía del distrito XX de la capital francesa, sin invitar a la familia, con tres testigos improvisados (uno de ellos, un transeúnte desconocido) y, después de comer, Buñuel volvió a Madrid, ya que había aceptado trabajar para la Warner Brothers como director de doblaje. La pareja tendría dos hijos, Jean Louis, nacido en París, y Rafael, que lo haría en Nueva York.

En 1935, con ayuda de algún dinero familiar, fundó, junto a Ricardo Urgoiti, la productora Filmófono, que competía con la Cifesa de los hermanos Casanova, principal productora española de los años treinta. Filmófono produjo películas como Don Quintín el amargao, donde debutó en el cine la gran bailaora Carmen Amaya, La hija de Juan Simón, ¿Quién me quiere a mí? o ¡Centinela alerta!, y la única condición de Buñuel para producirlas era, curiosamente, no aparecer en la ficha técnica, pues a sus ojos no eran más que "melodramas baratos". Todos estos largometrajes fueron rentables y supusieron la consolidación de la industria cinematográfica española de los años treinta. Sin embargo, la Guerra Civil abortó este proyecto.

La Guerra Civil. Estados Unidos

El golpe de estado franquista sorprendió a Buñuel en Madrid. Así como Dalí se alineó con Franco y simpatizó con el bando nacionalista, Buñuel siempre permaneció fiel a la Segunda República. No obstante, no dejó por ello de ayudar a amigos suyos del bando franquista cuando estuvieron en peligro de muerte; así, logró que liberasen a José Luis Sáenz de Heredia (primo hermano de José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange), que simpatizaba con Franco, pues habían trabajado juntos en Filmófono. El 18 de agosto de 1936 es asesinado Lorca.

En septiembre de 1936 salió de Madrid en un tren abarrotado hacia Ginebra, vía Barcelona. Allí lo había citado para una entrevista Álvarez del Vayo, ministro de Asuntos Exteriores de la República, quien lo mandó a París como hombre de confianza de Luis Araquistáin, embajador en Francia, para realizar diferentes misiones, principalmente de inteligencia. Supervisó y escribió junto a Pierre Unik el documental España leal en armas. Realizó su bautismo aéreo en varios viajes relámpago a España, en misiones de guerra.

Durante 1937 se encargó de supervisar para el Gobierno republicano el pabellón español de la Exposición Internacional de París. Dalí le pintó su segundo y último retrato: El sueño. El 16 de septiembre de 1938, ayudado en los gastos de viaje por sus amigos Charles Noailles y Rafael Sánchez Ventura, viajó a Hollywood de nuevo, esta vez encargado por el Gobierno republicano de la supervisión, como consejero técnico e histórico, de dos películas acerca de la Guerra Civil que se iban a rodar en Estados Unidos.

Terminada la Guerra, en 1941, cuando comenzaba el rodaje de Cargo of Innocents, la asociación general de productores estadounidenses prohibió toda película en contra de Franco, lo que significó el fin del proyecto en el que estaba implicado Buñuel. Sin trabajo y con poco dinero, y ya con su mujer e hijos reunidos con él, aceptó el encargo que le ofrece el Museo de Arte Moderno (MOMA) de Nueva York, como productor asociado para el área documental y supervisor y jefe de montaje de documentales para la Coordinación de Asuntos Interamericanos, que dirigía Nelson Rockefeller. Su misión era seleccionar películas de propaganda antinazi; tenía despacho propio y personal a su cargo. Su primer trabajo para el MoMA consistió en la reedición de El triunfo de la voluntad, de Leni Riefenstal, con el fin de hacerla más breve y accesible a miembros del Gobierno de Estados Unidos para que viesen el potencial del cine como instrumento propagandístico. Pero fue despedido en 1943 a raíz de la publicación del libro La vida secreta de Salvador Dalí, donde el pintor tachaba a Buñuel de ateo y hombre de izquierdas. Un periodista del Motion Pictures Herald atacó a Buñuel en un artículo donde advertía acerca de lo peligroso que resultaba la presencia de este español en un museo tan prestigioso. Buñuel se reunió con Dalí en Nueva York para pedirle explicaciones y esa entrevista significó la ruptura de sus relaciones.

Volvió a Hollywood y se puso a trabajar para la Warner Brothers como jefe de doblaje de versiones españolas para América Latina. Acabada la colaboración con la Warner en 1946, se quedó en Los Ángeles en busca de un trabajo relacionado con el cine y en espera de que le concedieran la nacionalidad estadounidense, que había solicitado.

Etapa mexicana

Cuando Luis Buñuel aún estaba viviendo del dinero que había ahorrado el año anterior, la casualidad quiso que en una cena en casa del cineasta francés René Clair se encontrara con Denise Tual, la viuda del actor ruso Pierre Batcheff (protagonista de Un perro andaluz, quien se había suicidado en 1932). La mujer, que se había vuelto a casar, con el productor francés Ronald Tual, le ofreció trabajar en el nuevo proyecto que tenía intención de realizar: La casa de Bernarda Alba, que dirigiría Buñuel. Tual, que había llegado a Los Ángeles con el interés de conocer mejor la industria estadounidense del cine, tenía intención de realizar la película entre París y México, para lo cual aprovechó su regreso a París para hacer escala en México y concretar algunos asuntos con el productor francés de origen ruso Oscar Dacingers, exiliado en ese país. Una vez allí se enteraron de que los derechos de la obra habían sido vendidos a otra productora que había pujado más alto.

Truncado el proyecto, Luis Buñuel tuvo la suerte de que Dacingers le ofreciera otro trabajo: dirigir Gran Casino, una película comercial con el conocido cantante mexicano Jorge Negrete y la primera figura argentina Libertad Lamarque. Buñuel aceptó y, una vez arreglados todos los papeles de residencia e instalado con su esposa y sus hijos, ingresó en la industria mexicana del cine. Esta primera película de su nueva etapa constituyó un rotundo fracaso16 y durante los tres siguientes años se vio obligado a mantenerse del dinero que le enviaba su madre todos los meses.

En 1949, a punto de abandonar el cine, Dacingers le pidió que se hiciera cargo de la dirección de El gran calavera, ya que Fernando Soler no podía ser a la vez director y protagonista. El éxito de esta película y la concesión de la nacionalidad mexicana animaron a Buñuel a plantear a Dacingers un nuevo proyecto más acorde con sus deseos como cineasta, proponiéndole, bajo el título ¡Mi huerfanito, jefe!, un argumento sobre las aventuras de un joven vendedor de lotería. A esta oferta siguió una mejor respuesta por parte de Dacingers, la realización de una historia sobre los niños pobres mexicanos.

Así, en 1950 Buñuel realizó Los olvidados, película con fuertes vínculos con Las Hurdes, tierra sin pan, y que en un primer momento no gustó a los mexicanos ultranacionalistas (Jorge Negrete el primero), ya que retrataba la realidad de pobreza y miseria suburbana que la cultura dominante no quería reconocer. No obstante, el premio al mejor director que le otorgó el Festival de Cannes de 1951 supuso el reconocimiento internacional de la película, y el redescubrimiento de Luis Buñuel, y la rehabilitación del cineasta por parte de la sociedad mexicana. Actualmente, Los olvidados es una de las tres únicas películas reconocidas por la Unesco como Memoria del Mundo.

En 1951 filmó Susana y Él, película que constituyó un fracaso comercial pero que sería revalorada en los años venideros. En 1952 salió de Ciudad de México para filmar Subida al cielo, cinta simple donde un sueño del protagonista da el toque surrealista de Buñuel y que le valió ir nuevamente a Cannes. Ese mismo año filmó Robinson Crusoe, primera película que se rodó en Eastmancolor (todos los días se enviaban las copias a California para comprobar los resultados), y, junto con La joven, que dirigió en 1960, una de las dos únicas películas que rodó en inglés y con coproducción estadounidense. En 1953 dirigió La ilusión viaja en tranvía, una de las películas consideradas "menores" pero que por su frescura y sencillez, y respaldada por escritores como José Revueltas y Juan de la Cabada, sobrevive al paso de los años.

En 1954 dirigió El río y la muerte y es elegido miembro del jurado del Festival Internacional de Cine de Cannes. En 1955, año en que filmó Así es la aurora en Francia (lo que le brinda la oportunidad de visitar a su madre en Pau), fiel a sus ideas, firmó un manifiesto en contra de la bomba atómica estadounidense, lo que, unido a su apoyo a la revista antifascista España Libre (posicionada en contra de EE. UU.), supuso su inclusión en la lista negra estadounidense hasta 1975. A partir de ese momento, cada vez que pasaban por EE. UU., tanto él como su familia eran interrogados. No obstante, Buñuel dijo que EE. UU. era la tierra más hermosa que había conocido. Cuando alguien le preguntaba si era comunista siempre contestaba que era un español republicano.

Tras Ensayo de un crimen (1955), en 1956 realizó La muerte en ese jardín, con guion de Luis Alcoriza y Raymond Queneau, que adaptaba la novela homónima de Lacour. The National Film Theatre of London realizó una retrospectiva de su obra. Nazarín (1958), Palma de Oro del Festival de Cannes de 1959, es la primera de las tres películas que realizaría con el actor Paco Rabal. Ese mismo año rodó Los ambiciosos, cine de compromiso político y social. En 1960 dirigió por última vez una obra teatral, Don Juan Tenorio, en México, y realizó y estrenó en EE. UU. La joven. Después regresó a España para dirigir Viridiana, coproducción hispano-mexicana con guion escrito junto a Julio Alejandro. La película fue producida por Gustavo Alatriste (por parte mexicana) y por Pere Portabella y Ricardo Muñoz Suay, por parte de las productoras españolas UNINCI (Unión Industrial Cinematográfica) y Films 59. Estuvo protagonizada por Silvia Pinal, Francisco Rabal y Fernando Rey.

Viridiana fue presentada a concurso en el festival de Cannes de 1961 como representante oficial de España y obtuvo la Palma de Oro, que recogió el entonces Director General de Cinematografía, José Muñoz Fontán. Sin embargo, después de que el periódico vaticano L'Osservatore Romano condenara la cinta, a la que tachaba de blasfema y sacrílega, la censura española prohibió la cinta y Muñoz Fontán fue obligado a dimitir. Viridiana no se pudo proyectar oficialmente en España hasta 1977. Fue ganador del Premio Nacional de Bellas Artes, otorgado por el Gobierno de México en 1977.

En 1962 rodó El ángel exterminador, una de sus películas más importantes y personales, en la que aludía a varias bromas privadas de su época de la Residencia de Estudiantes y del periodo surrealista transcurrido en Francia.

Etapa francesa

Ya en su etapa mexicana, Buñuel había rodado varias películas de producción francesa tras las elogiosas críticas europeas de Ensayo de un crimen, Así es la aurora o La muerte en el jardín, pero su verdadera reentrada en la cinematografía francesa se produjo en 1963 con Diario de una camarera (Le Journal d'une Femme de Chambre), adaptación de la novela de Octave Mirbeau. Comienza así su cooperación con el productor Serge Silberman y el guionista Jean Claude Carrière.

En 1964 filmó su última película mexicana, Simón del desierto, que no acabó como estaba proyectada por falta de presupuesto. Aun así, obtuvo el León de Plata de la Mostra de Venecia al año 1965, año en que, junto a Carrère, preparó las adaptaciones de El monje y Là-bas.

En 1966 Dalí le telegrafió desde Figueras ofreciéndole preparar la segunda parte de Un perro andaluz. Ese mismo año se estrenó Belle de jour, que obtuvo en 1967 el León de Oro en la Mostra de Venecia. Esta película obtuvo en Francia un extraordinario éxito de público y a partir de entonces los estrenos de Buñuel se convirtieron en acontecimientos culturales, lo que motivó que Silberman le concediera completa libertad creativa y los recursos suficientes para la producción de sus filmes, lo que caracterizó la etapa final de su obra. En 1969 la Mostra le otorgó el gran premio de homenaje por el conjunto de su obra.

En 1970 volvió a España para rodar, esta vez en régimen de coproducción, Tristana, protagonizada por Catherine Deneuve, que ya había desempeñado el papel principal en Belle de jour.

En 1972 se convirtió en el primer director español en conseguir el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, por El discreto encanto de la burguesía (Le Charme Discret de la Bourgeoisie), película que se iba a rodar en España, lo cual resultó imposible debido a la censura. Esta película, junto con La Vía Láctea (La Voie Lactée, 1968) y El fantasma de la libertad (Le Fantôme de la Liberté, 1974), conforman una especie de trilogía que ataca los cimientos del cine de narrativa convencional y el concepto causa-consecuencia, abogando por la exposición del azar como motor de la conducta y del mundo. Ese mismo año de 1972 visitó Los Ángeles, donde vivía su hijo Rafael, y George Cukor ofreció en su casa una cena en honor de Buñuel a la que asistieron, además de su hijo Rafael y Carrière, importantes cineastas como Alfred Hitchcock, Billy Wilder, G. Stevens, William Wyler, R. Mulligan, Robert Wise o Rouben Mamoulian.

En 1977 Buñuel puso el colofón a su obra con Ese oscuro objeto del deseo (Cet Obscur Objet du Désir), que recibió el premio especial del Festival de Cine de San Sebastián. En la película, que revisa temas tratados anteriormente en Viridiana o Tristana, Carole Bouquet y Ángela Molina interpretan al alimón el personaje femenino que da réplica a Fernando Rey.

En 1980 realizó su último viaje a España y fue operado de próstata. En 1981, 50 años después de haber sido prohibida, se reestrenó en París La edad de oro, fue hospitalizado por problemas de la vesícula, Agustín Sánchez Vidal publicó su obra literaria, el Centro Georges Pompidou de París organizó un homenaje en su honor y Un perro andaluz se proyectó en una pantalla colocada en el techo de este centro cultural.

En 1982 publicó sus memorias, escritas en colaboración con Carrière y tituladas Mi último suspiro.

Muerte

Luis Buñuel falleció en Ciudad de México el día 29 de julio de 1983 de madrugada, a causa de una insuficiencia cardíaca, hepática y renal provocada por un cáncer. Sus últimas palabras fueron para su mujer Jeanne: "Ahora sí que muero". Ese mismo año había sido nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza. Se mantuvo fiel a su ideología hasta el final: no hubo ninguna ceremonia de despedida, siendo en 1997, cuando finalmente fueron esparcidas sus cenizas en el monte Tolocha, situado en su pueblo natal, Calanda.

Filmografía

Como director

Entre 1929 y 1977 dirigió un total de 32 películas.19 Además, en 1930 rodó Menjant garotes ("Comiendo erizos"), una película muda de únicamente cuatro minutos, con la familia Dalí como protagonista.

Un perro andaluz (Un chien andalou, 1929).20
La edad de oro (L'âge d'or, 1930).21
Las Hurdes, tierra sin pan (Las Hurdes, 1933).
Gran Casino (En el viejo Tampico, 1947).
El gran Calavera (1949).
Los olvidados (1950).
Susana (Demonio y carne, 1951).
La hija del engaño (1951).
Una mujer sin amor (Cuando los hijos nos juzgan, 1952).
Subida al cielo (1952).
El bruto (1953).
Él (1953).
La ilusión viaja en tranvía (1954).
Abismos de pasión (1954).
Robinson Crusoe (realizada en 1952 y registrada en 1954).
Ensayo de un crimen (La vida criminal de Archibaldo de la Cruz, 1955).
El río y la muerte (1954-1955).
Así es la aurora (Cela s'appelle l'aurore, 1956).
La muerte en el jardín (La muerte en este jardín, La mort en ce jardin, 1956).
Nazarín (1958-1959).
Los ambiciosos (La fiebre sube a El Pao, La fièvre monte a El Pao, 1959).
La joven (The Young One, 1960).
Viridiana (1961).
El ángel exterminador (1962).
Diario de una camarera (Le journal d'une femme de chambre, 1964).
Simón del desierto (1964-1965).
Belle de jour (Bella de día, 1966-1967).
La Vía Láctea (La Voie Lactée, 1969).
Tristana (1970).
El discreto encanto de la burguesía (Le charme discret de la bourgeoisie, 1972).
El fantasma de la libertad (Le fantôme de la liberté, 1974).
Ese oscuro objeto del deseo (Cet obscur objet du désir, 1977).
Aparte de las películas que realizó como director o actor, o en las que colaboró de una u otra forma, también hubo una serie de proyectos que no pudo realizar.

Como asistente de dirección

Mauprat (Jean Epstein, 1926).
La sirène des tropiques (Mario Nalpas y Henri Étiévant, 1927).
La chute de la maison Usher (Jean Epstein, 1928).

Como productor o supervisor

Un perro andaluz (1929).
Don Quintín el Amargao (Luis Marquina, 1935).
La hija de Juan Simón (José Luis Sáenz de Heredia, 1935).
Quién me quiere a mí (José Luis Sáenz de Heredia, 1936).
Centinela alerta (Jean Grémillon, 1936).
España leal en armas (Jean-Paul Le Chanois, 1937). Documental propagandístico también conocido como España 1936 o Madrid 1936.
Como guionista en películas no realizadas por él[editar]
Si usted no puede, yo sí (Julián Soler, 1950). Guion de Janet Alcoriza basado en un argumento de L. Buñuel y Luis Alcoriza.
El monje (Le moine) (Ado Kyrou, 1965). Guion de L. Buñuel y Jean-Claude Carrière.
La novia de medianoche (Antonio F. Simón, 1997). Guion de L. Buñuel y José Rubia Barcia adaptado por Lino Braxe.

Como actor

Mauprat (Jean Epstein, 1926).
Carmen (Jacques Feyder, 1926).
La sirène des tropiques (Henri Étiévant, Mario Nalpas (codirectores), 1927).
Un perro andaluz (1929).
La fruta amarga (Arthur Gregor, 1931).
La hija de Juan Simón (José Luis Sáenz de Heredia, 1935).
Llanto por un bandido (Carlos Saura, 1964).23
En este pueblo no hay ladrones (Alberto Isaac, 1964).
Belle de jour (1967)
La chute d'un corps (Michel Polac, 1973).
El fantasma de la libertad (1974).

Obra literaria

Luis Buñuel realizó varias incursiones en diversos campos (teatro, literatura) antes y después de dedicarse al mundo del cine, si bien su más relevante aportación fueron los poemas y prosas surrealistas escritos entre 1922 y 1929 durante su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid.24 Sus textos de esta época pueden inscribirse entre las aportaciones más interesantes, junto con las de Juan Larrea (1895-1980), de la introducción del surrealismo como componente clave de la Generación del 27. Pero los textos literarios de esta época no solo están influidos por el surrealismo francés, sino que también traslucen los rasgos de la greguería de Ramón Gómez de la Serna y del ultraísmo de la vanguardia madrileña.

Muchos de estos textos iban a conformar un libro de textos poéticos y prosísticos surrealistas del que da noticias desde 1926 y se iba a titular inicialmente Polismos. Todavía en 1929, en carta escrita a Pepín Bello el 10 de febrero, tiene la intención de publicarlo, aunque ahora con el título Un perro andaluz, que finalmente se convirtió en el de su primera película.

Los textos más significativos son:

Textos iniciales

Una traición incalificable. Prosa. Publicación: Ultra, Madrid, n.º 23, 1 de febrero de 1922, [pág. 4].30 Primer texto publicado por Buñuel.
El guignol. Conferencia dada en la Residencia de Estudiantes sobre la historia del guiñol como presentación de una representación de títeres de Félix Malleu, posiblemente el 5 de mayo de 1922.
Instrumentación. Dedicado al musicólogo Adolfo Salazar. Definiciones de instrumentos musicales de una orquesta influidas por la greguería. Publicación: Horizonte, Madrid, n.º 2, 30 de noviembre de 1922.
Suburbios. Subtitulado «Motivos». Prosa. Publicación: Horizonte, n.º 4, enero de 1923.
Tragedias inadvertidas como temas de un teatro novísimo. Teoría estética de raigambre futurista. Publicación: Alfar, La Coruña, n.º 26, febrero de 1923.
Por qué no uso reloj. Subtitulado «Cuento». Prosa. Publicación: Alfar, n.º 29, mayo de 1923.
El ciego de las tortugas. Cuento. Publicado en la Revista Tyflófila Hispano-Americana los Ciegos.
Teorema. Poema inédito escrito en 1925.
Lucille y sus tres peces. Poema inédito escrito en 1925.
Diluvio. Prosa poética. Inédito escrito en 1925.
Ramuneta en la playa. Prosa poética. Inédito escrito en 1926.
Caballería rusticana. Prosa poética. Escrito en 1927.
Una historia decente. Cuento corto con epílogo titulado «Historia indecente». Escrito en 1927.
La agradable consigna de Santa Huesca. Cuento surrealista. Escrito en 1927.
Carta a Pepín Bello en el día de San Valero. Fechada en Madrid, a 2 de febrero de 1927. Se trata de una carta de carácter profundamente literario consistente en un relato surrealista.
Proyecto de cuento. 1927. Esbozo narrativo de carácter surrealista.
La Sancta Misa Vaticanae. 1927. Esbozo narrativo de carácter surrealista.
Menage a trois. 1927. Prosa poética.
Hamlet. Teatro surrealista. Original fechado en julio de 1927. Inédito escrito (según noticia de Buñuel a Sánchez Vidal) en el café Select de Montparnasse, donde fue representado por Francisco García Lorca, Augusto Centeno, Joaquín Peinado, Francisco Bores, Hernando Viñes, José María Ucelay, el hijo o hermano de Darío Regoyos y el mismo Luis Buñuel en el papel de Hamlet.

Textos del libro inédito Un perro andaluz

Los diez poemas del libro inédito, que inicialmente se iba a titular Polismos, fueron escritos hacia 1927. Algunos fueron publicados posteriormente.

Me gustaría para mí
Polisoir milagroso
No me parece ni bien ni mal
Al meternos en el lecho
El arco iris y la cataplasma
Redentora. Publicado en La Gaceta Literaria, n.º 50, 15 de enero de 1929, pág. 2.
Bacanal. Publicado con Redentora en La Gaceta Literaria.
Olor de Santidad. Publicado en La Gaceta Literaria, n.º 51, 1 de febrero de 1929.
Palacio de hielo. Publicado en Helix, Villafranca del Penedés, n.º 4, mayo de 1929.
Pájaro de angustia. Publicado con Palacio de hielo en Helix.
Otros textos[editar]
Una jirafa. Textos escritos en francés para una instalación. Publicados en la revista del grupo surrealista Le Surréalisme au Service de la Revolution, n.º 6, 15 de mayo de 1933.
El cine instrumento de poesía. Conferencia grabada y transcrita en la revista Universidad de México, diciembre de 1958.
La duquesa de Alba y Goya. Sinopsis escrita en 1937 en inglés para la Paramount en forma de relato corto del guion de su proyecto para el centenario de Goya de 1927.
Alucinaciones en torno a una mano muerta. 1944. Original en inglés. Guion para una secuencia de la película The beast with five fingers.
Ilegible hijo de flauta. Guion de 1947 en colaboración con Juan Larrea para un proyecto de película surrealista.





Poemas de Luis Buñuel

Todos los textos están contenidos en el disco libro Buñuel del desierto, obra del poeta y cantautor aragonés, Ángel Petisme. El trabajo se editó en el año 2000 con motivo del centenario de Luís Buñuel, por Aragón LCD-PRAMES.



Palacio de hielo

Los charcos formaban un dominó decapitado de edificios, de los que uno es el torreón que me contaron en la infancia, de una sola ventana tan alta como los ojos de madre cuando se inclinan sobre la cuna.

Cerca de la puerta penda un ahorcado que se balancea sobre el abismo cercado de eternidad, aullando de espacio. Soy yo. Es mi esqueleto del que ya no quedan sino los ojos. Tan pronto me sonríen, tan pronto me bizquean, tan pronto SE ME VAN A COMER UNA MIGA DE PAN EN EL INTERIOR DEL CEREBRO. La ventana se abre y aparece una dama que se da polisoir en las uñas. Cuando las considera suficientemente afiladas me saca los ojos y los arroja a la calle.

Quedan mis órbitas solas sin mirada, sin deseos, sin mar, sin polluelos, sin nada.

Una enfermera viene a sentarse a mi lado en la mesa del café. Despliega un periódico de 1846 y lee con voz emocionada:

“Cuando los soldados de Napoleón entraron en Zaragoza, en la VIL ZARAGOZA, no encontraron más que viento por las desiertas calles. Sólo en un charco croaban los ojos de Luís Buñuel. Los soldados de Napoleón los remataron a bayonetazos.”




No me parece ni bien ni mal

Yo creo que a veces nos contemplan
por delante por detrás por los costados
unos ojos rencorosos de gallina
más terribles que el agua podrida de las grutas
incestuosos como los ojos de la madre
que murió en el patíbulo
pegajosos como un coito
como la gelatina que tragan los buitres
Yo creo que he de morir
con las manos hundidas en el lodo de los caminos
Yo creo que si me naciese un hijo
se quedaría mirando eternamente
las bestias que copulan en los atardeceres. 





Polisoir milagroso

En invierno caen al mar los gritos de los semáforos
acribillados de viento y de crucifixión
Un barco puede naufragar en una gota de mi sangre
de mi sangre cuando cae sobre el pecho
de una marquesa Luís XV de espuma

Ese paisaje se hiela menos sobre el espejo
que sobre las uñas de los muertos
que han de resucitar
con los dedos convertidos en flores
en flores de agonía extinta y de salvación

Partida como el valle de Josafat
les espera la raya de mi cabeza
Mientras Cristo condena
la Virgen María en peinador blanco
dará un pedazo de pan a todos los condenados
y pondrá un pájaro de caricias
en la frente de los que se salven.





Me gustaría para mí

Lágrimas o sauces sobre la tierra
de dientes de oro
de dientes de polen
como la boca de una muchacha
de cuyos cabellos brotaba el río
en cada gota un pececillo
en cada pececillo un diente de oro
en cada diente de oro una sonrisa de quince años,
para que se reproduzcan las libélulas
¿En qué puede pensar una doncella cuando el viento le descubre los muslos?





El arco iris y la cataplasma

¿Cuántos maristas caben en una pasarela?
¿Cuatro o cinco?
¿Cuántas corcheas tiene un tenorio?
1.230.424
Esas preguntas son fáciles.

¿Una tecla es un piojo?
¿Me constiparé en los muslos de mi amante?
¿Excomulgará el Papa a las embarazadas?
¿Sabe cantar un policía?
¿Los hipopótamos son felices?
¿Los pederastas son marineros?
Y estas preguntas, ¿son también fáciles?

Dentro de unos instantes vendrá por la calle
dos salivas de la mano
conduciendo un colegio de niños sordomudos.

¿Sería descortés si yo les vomitara un piano
desde mi balcón?




Una jirafa. Undécima mancha

En la undécima. Una membrana de vejiga de puerco reemplaza la mancha. Nada más. Tomar la jirafa y transportarla a España para colocarla en el lugar llamado “Masada del Vicario”, a siete kilómetros de Calanda, al sur de Aragón, la cabeza orientada hacia el norte. Romper de un puñetazo la membrana y mirar por el agujero. Ser verá una casita muy pobre, blanqueada con cal, en medio de un paisaje desértico. Delante una higuera, a algunos metros de la puerta. Al fondo montes pelados y olivos. Tal vez en ese momento, un viejo labrador salga de casa con los pies desnudos.

(Traducción del francés Max Aub)





TEOREMA

Si por un punto fuera de una recta trazamos una recta paralela a ella obtendremos una soleada tarde de otoño.
En efecto:
    El cielo todo ojos azules refleja el sueño sin peces de los estanques y estos a su vez bañan tibiamente la pereza de la tarde.
    Los árboles ciegos pasan en lenta procesión y en sus más altas ramas pía oro alguna hoja rezagada.
    Las calles en masa quieren salirse a pasear por el campo pero tan lentamente que pronto los viandantes se las dejan atrás todas estremecidas al sol.
    Campos amarillentos trepan por colinas y alcores y allí se tienden, con las piernas abiertas, en espera de la noche. Sólo unos chopos siempre inquietos, telegrafían un “Morse” de hojas.
    Acompasado respirar de la tarde y todas las cosas batiendo a su ritmo.
    Yo, traigo en la palma de mi mano mi bastón sin hojas.
    Un seno duerme runruneando al sol.
    Todas las ventanas tienen pestañas como mujeres.
La torre de la iglesia, como un índice, señala la última nubecilla blanca.
Después de un bordoneo un silencio y luego pasa Cristo vendiendo voces.
Las golondrinas besan el pico de las siete.
Una descarga de veletas por el aire.

Las orejas de aquel mulo –él no se apercibe- reabsorben la tarde.
Se extingue la luz en mis solapas.
Es la hora en que comienza el solitario parto de las farolas.
Alguien da media vuelta al interruptor de las estrellas.
Que es lo que no nos habíamos propuesto demostrar.





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