miércoles, 21 de enero de 2015

MANUEL MOSQUERA [14.544] Poeta de Perú


MANUEL MOSQUERA 

Perú
Estudió antropología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Como antropólogo desarrolló la docencia y la investigación en la Amazonía Peruana. Pertenece al colectivo Macondo y como parte de la labor poética de dicho colectivo, ha trabajado en la organización de Palabra en el mundo.
Tiene publicado el poemario: “Documento de identidad”



Balada

Hallé aquel día radiante
Su mirar en el dorado crepúsculo
Por donde
Solo puede avanzar la ilusión
La emoción me estremeció
Nacía en su contemplación
La señal que ilumina
El recorrido de la mar
Y la noche se convirtió
En solaz refugio
Llegó la vida! –Dijo mi corazón
Se erigió sobre la luz y el viento
Abrazó al arco iris e inició
Su camino
Por el valle primaveral de la pasión




MELANCOLÍA

Explícame mujer, cómo he de llegar a ti, si todavía cae la ventisca y me he quedado sin posada y ya, ni mi imagen se ve en el espejo. Hay soledades que duelen, hay tiempos en los que se vive con un escalofrío intenso, y qué nos queda, contemplar la noche, sentarse a la puerta de las horas, para ver pasar el cadáver de las noches muertas.

Hay en toda historia, las palabras que nunca se dijeron, los besos que no se sintieron. Es un sordo rumor de melancolía, deshojando los pétalos, la búsqueda incesante del lenguaje, para no naufragar en puertos, buscando el pedregal que esconde la hojarasca del idioma. Pero, la realidad nos abofetea, queremos escapar de su tiranía, y nos sentimos convalecientes ante ella.

Qué he de hacer, con tu recuerdo, hoy que la distancia entre la ilusión y el verano son tan grandes. Que incomodo es encontrarse vacío, en esa azul intenso con el que te proteges, contra la insanía que devora, aquella la esencia vertida por el mar. Y, hoy sólo deseo despojar de su bastón al lenguaje, vertir sobre el agua hervida aquellas consonantes con las que rabiabas y encontrar entre las junturas de mi pecho, tu letra, redonda, nerviosa, amante. En ti y en tu letra, siempre empezará para mí, el nuevo mundo.




JAVIER HERAUD

Jubiloso y armado por los sándalos del rocío
Amando enlucida gesta… marchaste vigoroso hacia el cenit
Viste la intensidad en el vórtice del estruendo
Entonaste optimista el himno que canta la algarabía gloriosa
Resurgiste en el mensaje dejado por el caudal tremante del alba

Horas hay en que el hombre encuentra en la palma de su mano
El designio terrenal de ascender hacia la luz y aniquilar el averno
Radicalizando el sueño hasta convertirlo en sonora cúspide llameante
Anunciando la llegada de la estación creciente en la brisa que guillotina
Unidad del céfiro con las ideas de la luciérnaga subterránea/ Y es ahí
Donde el hombre vuelve prístino a encontrarse con la armonía imaginada




MIGUEL HERNÁNDEZ

Macabra fue la danza con la que la horca y la cruz
Invadió al heraldo amanecer labrado por gigantesco pueblo
Gritó la guadaña sus órdenes a la sierpe franquista y holló a sangre y fuego
Una a una la acerada alameda defendida por el verso y el coraje planetario
Elévose heroica la enseña que abrazaste/Hecho hoz y martillo viviste
Lírico en la trinchera de los mártires Ahí viste nacer tu alma y la de España
Hasta ahora tu cósmica esencia discurre con el sol la pólvora y el No pasarán!
Eso lo recuerda muy bien tu pueblo que envuelto en tu poesía
Recibe el silbo solar y enciende pedernales
Atalaya en la que inmerso en la gloria existes y como el Ebro
Navegas hacia la desembocadura del amor y la primavera
Zagal que cabalgas cual lirio fulminante






BALADA

Tras una balada
Vamos soñadores por la vida
Sentimos en nuestra alma
Las manos forjadoras del sol y las estrellas gravitantes
Y en este transitar por travesías abruptas
Cruzamos los mares
Trepamos por cornisas cordilleranas
Cogemos aquellas historias
Erguidas en las copas de los árboles
Y nos nutrimos de ellas
Desde la raíz de la tierra
Nos llega abrazada a la acción y al pensamiento
La luz vertebral
La fogata mítica abre el despertar de nuestros ojos
Marcados por el canto desafiante de los gallos
Salimos erguidos del rebaño
Convertidos en hombres y águilas
Dejamos atrás los silencios
Convertimos en vestigios extraños las palabras estériles
Avivamos el fuego que consume el fragor de las tinieblas
Convencidos que la primavera nos brinda nuevas sendas
Nos afirmamos en la balada que recorre el orbe y le da brío
Al hombre




CLARO DE LUNA

Sobre la pianola encontré tu foto
Y la última composición que creaste
La noche aquella en la que tu cuerpo
Danzó apasionado el concierto Escrito por el fuego
El claro de luna de aquella madrugada de junio
Iluminó tu amorosa alegría
Los tizones de la chimenea
Unían tu bouquet primaveral de mujer
A la palabra Amor
Con los que mis labios
Ascendían por tus montes Venusianos
La pianola
Todavía recuerda el calor de tus ojos
Tocando en el silencio nocturno
La melodía acariciada por los amantes





MANUELITA SÁENZ

Majestuosa se levantó tu fanal en los poros de la centella
Armada por homérica visión Un nuevo mundo acarició tus ojos 
Noches hubo que bebiste el galardón de los fusiles y Cabalgaste novelesca 
Ultimando siglos cautivos Viviste naciendo en la alborada y la pólvora
Eludiendo los cepos de la muerte/Se creó un nuevo ejército en la fortaleza de tu gloria
Libertadora del Libertador/ Épica prosa insurgente
Intacta/En estos tiempos mal paridos/Se halla tu inspiración abrasadora
Trajinando fecunda y radiante/Vas en el estro redimido por los pueblos
Americanos/Que te aman/Como ama el sol el suspiro de la rosa
Sensible como el aura otoñal/Pétalo aurífero en la pasión de Bolívar
Amaste su figura de espada Su galope victorioso
Estableciste la arenga de la Patria Grande... Unidad victoriosa del océano y las estrellas
Nace en tu cuerpo/Luciente verdor/Y ante tu talante 
Zarpan los pueblos a demoler/La lúgubre parodia de los buitres.





FLORA TRISTÁN

Asentaste tu mirada
Lozana y amorosa en los
Oprimidos / A los que amaste
Rozagante como el florecimiento brotando
Apasionado e insurrecto contra los amos del oro cruel
Trajiste una nueva enseña Proletarios de Todos los Países Uníos
Rojo clarín/Nuevo signo con el que abriste las ventanas del orbe
Inmaculada y radical pusiste en la fragua
Siglos de dolor
Tenemos aun en la piel aquel suspiro tuyo
Ardiendo cardinal en el latido acorazado
Sembrada de rosas vuelves con el horizonte





BAUDELAIRE

Bello pájaro del aire
César Moro

Bajo el puente de azufre corren aguas embriagadas
Atadas van a la ciega noche apuñalada
Urden historias que cuentan ácidos centauros
Dan a las estrellas apagadas lluvias de pétalos renacientes y tú
Escatológico rescatas el amor crucificado en perverso madero
Las sombras iracundas persiguen tus amapolas
Alzan sobre los ojos de la piedra donde vuela un pez
Imprecaciones a los dioses sabios y lujuriosos
Artesanos celestiales siguen las huellas en tu hereje corazón
Reciben alborozados la furia de los hombres

Estamos contigo/ Dinamitero de estériles árboles










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