Marco Antonio Paneque Gamboa
Nació en Manzanillo, Cuba el 21 de Agosto de 1971. Dr. en Medicina graduado en la universidad de Granma en 1995. Perteneció a la Asociación Hermanos Saiz hasta el 2001.
Desde en 2012 reside en Argentina donde se ha vinculado estrechamente con escritores de la localidad y participando activamente de la vida literaria de la ciudad de Río Gallegos.
Galardonado en concurso Poesía de amor 1994 y 1997 en Manzanillo.
Mención de Honor en el concurso internacional “Unidos por la palabra” 2014
Publicó poemas en la antología Unidos por la Palabra del XLII Concurso de Poesía y Narrativa que convoca el Instituto Cultural Latinoamericano
Posee el libro inédito Pedradas al Espejo
Canción de desagravio
Tú que vienes con los ojos llenos de vacío
a sortear las estampidas del miedo
moldeando las palabras que te abrazan
como fogonazos de dientes
ladrando a tus espaldas
Tú
complacido y delirante
no siempre real
dando puñetazos a los sueños
cuando te acontecen inmóviles
cuando parecen un engaño en tu propia voz
más cercana al cataclismo del olvido
Tú
con la excusa del aplauso
que retumba ante la trampa
primitivo en eso de sembrar hojas para otoños
huellas para los pies de la muerte
para construirte un balcón frente al horizonte
y vivir demasiadamente lúcido
en tu paraíso humano de sinrazones
Polis Mater
La ciudad que me vio escapar es mi madre
con insolente altruismo
escribió la historia que me maldice
cantando estoy esas lagrimas
frente al MAR que rompe y cruza
mi tristeza grande
la ciudad no es solo la ciudad
es una doncella loca
que sonríe y dice adiós a quien pasa
su sombrero rojo de chica fatigada
retoza con su perfil
en los muros descoloridos de la memoria
Medea de todos los nombre suicidas
recortas tus hijos
sin bordes ni prohibiciones
En el pan interminable del recuerdo
tiendes encrucijadas de un solo destino
Sobre tu mesa
un convite con peces alucinógenos
que venden la mentira
como ojos posibles al paisaje
la felicidad a quemarropa en el mismo plato
en el mismo vaso de calmar la sed
Después el adiós un espacio de sal que te traviesa
te lleva y yo con él a enfundar en otro vientre
Partes iguales
Ese odio que eres dobla las esquinas
el rostro de la ciudad y sus escombros
los aviones y los peces más predilectos
el pico del ruiseñor y también su canto
la elegía de los árboles que columpian los muertos
los faros que el tiempo derriba
cada casa
cada cicatriz sin importar donde empieza
el dolor acusador del índice
la infancia remendada a tal punto insomne
las victimas de tus dudas
las nubes inmóviles en el espacio
la insinuación del ojo y sus designios
el crepitar de cada hoja en su caída
las luces incandescentes en mi cabeza
el miércoles de ceniza
las arrugas en el rostro de la perfección
el miedo que no es tu miedo sino el anverso
el planeta apuñalado en tus caninos
y a veces,
solo a veces
mi odio sempiterno
Gerko.te
Se enciende tu voz como una herida
y quiero tu nombre donde quiero tu cuerpo
donde puse mi cadera para extrañarte
tu lengua que enfunda mi falo
erectadamente procaz
desordenar la floración
que te nace por la espalda
cuando ya estoy estremecido de piernas
cuando desesperadamente
rompa el borde de tu prudencia
tropiece desnudo con tu brazos
mansos de renunciar a no abrazarme
cuando sin otro pretexto también te abrace
y te atraviese
y cristifique
el espacio carnal de tu entrepierna
Transmutación
A pesar de que no es lo mismo ser yo
en una esquina
o ser el otro en el centro de la recta
no soy mi fantasma
sino dos paralelos
donde termina mi cuerpo
y comienza la tentación de ser el alma
Sobrevivir
Entonces
sobrevivir es comprarse un cuerpo impermeable
bailar un discurso revolucionario
de rojos desatinados
que arman y desarman la plaza enemiga
Es tiempo de azote
los hombrecitos tenebrosos de julio
desgarrando sus banderas
como caos en el punto mismo de irrefutable
Sobrevivir es el delirio
admitir la recién inaugurada manera de morir
aplastado por el pentágono
por las ampollas hermanas que resultan menos
enemigas
es no volver el rostro a las estatuas sospechosas de conspirar
recalcular los puntos cardinales
sobrevivir también es escapar
A modo de explicación
No se trata de la ausencia que ha sido su tumba
de naufragar todos los días y celebrar ese cuerpo
que ahora concurre en otro rostro para morir de nuevo
borrar las aristas del asesino
mientras se enfría despacio
y se traga su muerte ficticia
debió susurrarle con desmesura
que no se puede confiscar el sobresalto
aunque las puertas se separen
los laberintos de destrezas colapsen
Dédalos reclame los arcángeles del estuario
como ciegos dioses del suicidio
arranquen sus alas de plumas alevosas
en el sueño del hijo roto
que no comprendió el espejismo de morir
el argumento de ser Dios en la estrechez de mil fantasmas
No se trata de la ausencia que ha sido su tumba
el vientre
el latido del guijarro
la vida agazapada tras la ventana
en las mortajas de una ciudad
tragaluces y discursos de salvación
es la idea la que te aplasta
construye aullidos con retazos de bisagras
embriones de héroes intrascendentes
Has desperdiciado lo que podía ser efímero
alguien instituyó deliberadamente la mentira
que es simulacro de un puente sobre
otro puente impreciso
donde constela el vientre tutelar de la vida
el sur de los días donde la muerte regresa a veces
a agazaparse como un pez
Cuando me he parecido a lo que recuerdo
Ya sé que fue tu instante de victorias y flores
cuando pusiste el pecho a la intemperie
para morirte de mi voz
a quemarropa
a desflorar tu desnudez
afilada como una palabra
que ya no es el diptongo o el susurro que consagró la primavera
la palabra intemporal de uno contra el otro
púbicamente bélica
en el otoño que se escapó donde el tiempo ha sido asesinado
Soy la contraparte de todo lo que dice ser tu boca
el que ya no es más el pasado
el niño de la Habana que apostaba a la suerte
a los veranos en Paris
se moría de glamour en una esquina de Infanta
con toda la ciudad en fuga frente al mar con su nombre
Como todo enamorado
puse en tus labios un big-ban de aguaceros que devoraste con júbilo
como nadie
en su papel de muchacho agradecido
cuando la vida se sentía donde viven confiados cronopios y esperanzas
donde las supernovas son apenas luciérnagas
que no serán estrellas
ni yo el amante aunque sea
quien siempre vuelve en el próximo recuerdo
Instinto
Giraba
así construyó su sombra
y fue un instante la euforia
la iniciación de caer vivo
de resbalar sobre su carne
engalanada de piel
Como animal recién peinado
salió a mirarse en los charcos
suelto de voz aulló su mano izquierda
se confesó vivo
bostezo complaciente
mirando a otros animales felices
que salieron a su paso girando su espantamuerte
pequeño ritual de sobrevivir
era necesario mostrar los dientes
Nadie como yo…
Nadie como yo habitó los bordes
vio al hombre devorar al hombre
como cosa habitual de la devastación
Nadie se abalanzó sobre los retratos
y su insospechado olor a cuerpos incendiados
lloró el parnaso
arrodillado ante los ojos de un Dios moribundo
ni vio la vida desnudarse
como trozo de mujer acribillada
por ojos robando sus caderas
Me persigue el remordimiento
la quietud que ningún arcángel conmueve
ese extraño deseo de mar por delante
donde la huella y cada vuelta es un inmenso delirio
nadie me duele en la memoria
ni esa grieta que divide mis recuerdos
pone lejos la idea milagrosa de la redondez
de un sol calcinando una ciudad que apenas reconozco
Han sembrado derrumbamientos en mis recuerdos
una plaza sobrenadada de cadáveres y elegías
nada peor que la muerte culpable
que se insiste atroz
por el rabo de su ojo amordaza el equilibrio
que puede romperse
e improbable ante la multitud instituir la felonía
como forma sagaz de vivir
Alguien escribe sin nombres sobre mi el olor de las paredes
el inevitable grito que no es la excepción
sino canibalismo de parecer insustancial
devorar esas bestias también insaciables
ambiguo sucederme más allá de los barrotes
en la envoltura de aquello que pareciera ser un HOMBRE
Decreto
Prohibido prohibir ser otro
todo es un cuerpo que se abalanza
desde el ombligo hasta caer de bruces
Cualquiera puede construir sus soles
trepar sus calvarios con absurdas estrellas colgadas
de las manos
presentirse pájaro sino hombre o flecha la revés
acechar su propia muerte
o confiar demasiado
Cualquiera puede llover flores de su costado
redentor de sus miedos y emboscadas
acomodar los latidos en otro pecho dispuesto
entre cantos y abrazos como manjares
todo admite lo soñado
la piel como trono en la madrugada de orgias
la voz del concilio y las abjuraciones
la novicia galopando penitencias
el anticristo masturbándose en la ventana
todo
todo puede ser un argumento
De muertos y muertes
Ellos me visitan donde se escribe mi nombre
llueven las pupilas
hojas
pájaros
amigos
los muertos insisten tras la memoria
sus aullidos me hablan de las cosas más disimiles
desiertos como jardines posibles en medio de la nada
ventajas que crujen como galletas de tarde
juegos y dioses que vuelven su rostro en las altas horas
y sigo acá escuchando sus temores
vocalizan sus alaridos pidiéndome consejos
se sientan a la mesa
me cuentan su boca oscura
sus credenciales
sus zapatos de pasacalles
hasta del miedo que la fría noche les ofrece
No puedo hablarles de coherencia
ni prometerles la objeción al decir la última palabra
disimular estar muerto con canciones de miedo
ellos siempre saben
no es ninguna ventaja huir
nunca para de llover en cualquier esquina
Sobrevivir III
Para sortear la flecha
tendrás que caminar en círculos
un día y otro día postergar tu lasitud
que el cazador no introduzca el puñal en tu vientre
ni se beba la sangre bajo el sauce
clave su sonrisa en los distritos del alma
es temporada de caza
muy cerca de la luz
subjetivamente hablando
pareces un unicornio
caes en la muerte como en los ojos
con sermón en la saeta insiste el gesto
por tocarte
y mientras agonices
solfeará tu nombre agujereado
hasta el óbito
simulará conciencia por la pérdida
puede que alguna lagrima contingente
no se resista
Pero es temporada de caza
el cazador sabe bien su oficio
A modo de soñar o un vivir ajeno
Y cuando cierras los ojos
la noche se derrumba en los parpados
en posición de morir
te sigue una fragilidad propia del desnudo
la nada flagela todos los sueños litúrgicos
disfrazándose de criatura feliz
entre espejismos que son evocaciones
de un ángel que nunca llora
Tu golpe de pecho rueda como un escalofrió
lo que fueron puertas se vuelven llaves
en un rezo abiertas para siempre
salón de comensales
para valses de odaliscas y faquires solitarios
Ah!!!!
ellos han dispuesto la mesa para matarte
arrastran sus uñas rabiosas sobre las paredes
sus dientes bañados de sangre
son puñales que observan desde su misma punta
festín para siete hombres blancos
y una chica negra que toca el piano
espanta sinfonías con horrendos sostenidos
mar de minués para arcángeles asesinos
Han pintado un espejo que espera tu rostro
para desmembrarte
como retórica construcción de un muerto
una cama para despertarte
beberte el día hasta el último disparo
para regresar al tropo donde siempre sobrevives
Subsidio
Pasas por mi como un subsidio
que me hace mortal la inocencia
nadie escribe su voz miserable en los portales
los horrores que escapan de su ojo
predica sus desdichas hacia dentro
Soy ese árbol que se quedó sin pájaros
abrazando señales de retornos
cantos en las ramas o reencarnaciones
de otros cantos aunque fueran moribundos
Llevo un vestido de golondrina transparente
para ocultar o mudar mi odio
el vuelo impreso en cada tarde
me descubro cursi
arrojando mi corazón a la distancia
cabalgando con él
más fiel que lentamente
el futuro
un amparo
discurso que abrazo
con añoranza de mariposas y cocuyos
de amigos que maldicen su casa
su retrato de opulencia sólo en la pared
se disfrazan para cruzar esa burbuja que habitan
que yo también sueño de vez en cuando
Ente
Te iras muriendo sin morir
sin nadie que detenga tu holocausto
porque entre morir y muriendo hay una pausa
un lapsus argumentado con tristeza de cuerpos
anárquico
troglodita
Ahora serás un neologismo
un hombre reverso en la barriga del destierro
sin frutas que juntar
ni estrellas maduras
un hombre infranqueable
con aroma de caos en los ojos
Primavera
No maldigas las flores que crecen tras los vidrios
disimula agazapado en las ventanas
donde puedas amoblar tus ojos
con su geometría inaudita de colores
no tales la primavera
no intentes desarmar sus matices de eclosión
el fanal inviolable de la luz
Es un estallido de anuencias estivales
el tiempo construido por los espectros de los jardines
su promesa más fiable es la hora del limonero
constelación de la tarde
como paisaje huidizo de puntos amarillos
No interrumpas al zorzal
gotea su pecho inundado de voces
en otros sonidos ajenos
saborea su canto de un mordisco
su sueño estepario
sus alas caminando el viento del este
No derribes la primavera
ni prendas flores en el asfalto
la nieve cuelga de tu ombligo
pulsa tu aire como un hijo prodigo
no escupas el vidrio
disimula agazapado
donde puedas amoblar tus ojos
hasta que el invierno te pise la espalda
Para matar un destino…
Para matar un destino
mastica su cerebro
su sangre caliente de animal tridimensional
ensaya las ventanas
la felicidad aparencial de alguien que construye
sus sueños sin jaulas
las flores de la última batalla
despierta vertical
imposible de miedos
más que una línea causal
que se detona como ciertas líneas suicidas
Reserva el hoy
el elogio de perseguir la felicidad
desaforadamente
cotidianamente
desesperadamente
XVI
No soy Walt Whitman
pero canto a mi mismo
todas las endechas que cabe en la garganta
VIII
La noche construye puertas
ponerse a caminar los sueños
siempre
todavía
LC
Ese camino posible tan al sur
donde un muchacho pide el viento que pasa por su rostro
LCII
He olvidado rezar
mi mente llena de palabras
todo es verdad en el silencio
DCII
El alcohol ayuda a soñar tus labios
a saber la felicidad
mientras tiemblo
XXXVI
Creímos siempre la misma mentira
la casa
la otra muerte
la luz infinita sobre los huesos
XXII
Una mujer se desnuda sobre el charco
se cree hermosa
por su propio bien mira de reojo
Aforismo
Una negra en blanca/rota
es una pretenciosa afirmación racista
Dios hizo trampas
eligió el camino al que llamó albedrío
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