Jean Turpy
(Iguala, México 1957), poeta y editor. Ha tenido bajo su responsabilidad varias revistas de Sinaloa como Tinta fresca, La Revista, Clío y Generación 90. Textos suyos han aparecido en diversas publicaciones impresas y digitales. Es autor del poemario Escombros (1994). Actualmente estudia el doctorado en Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de Sinaloa.
Jamás escribí carta alguna a mi padre
Jamás escribí carta alguna a mi padre. Lo nuestro era mirarnos, y poco. De él copié lo de hablar sin mirar a quien le hablo. Como considerando una imprudencia verlo de cerca, y encima decirle algo, lo que sea. Nos vimos poco. Si yo lo veía, él dejaba de verme; o al revés. Ahora que no puedo hablar con mi padre, puedo verlo de frente. Y aunque cierre los ojos lo sigo viendo.
S.O.S.
De prisa, muerte
que estoy a punto de sucumbir
ante la vida
Sueño en Culiacán
No escribo
sueño que escribo
En realidad el sueño me escribe
soy lo escrito
Apenas una palabra
una exclamación
(mis labios duermen)
El sueño sueña
Me inventa me borran me corrige
(la realidad bosteza)
Las paredes son sombras fugitivas
Estoy en Culiacán
la ciudad es una frase tachonada
vasta constelación de letras de agua
Culiacán
río de garabatos transparentes
(bebo de sus agua
Me enveneno)
Las calles hablan y hablan y hablan
Las banquetas
lanzan gritos de júbilo a las alcantarillas
En las esquinas
el viento detiene su paso de fantasía
“…una rata murió esta madrugada
No se sabe de qué pero se sabe”
Rosales
El general Rosales y su caballo y su espada
y el pretérito fulgor de su espada
miran a la Obregón
El héroe mira sin ver
el general zacatecano
el vencedor de los franceses
el del bigote almidonado
mira sin ver
Otra vez la palabra
Su majestad La palabra
la puta inconsolable
puta divina
puta a secas
puta
La palabra me asalta
arriba las manos
arriba el silencio
arriba el cielo
(dispara un vértigo
lo eludo)
Quién escribe las pausas de este texto
Quién me dicta estos abismos
Quién (que aún no ha nacido) leerá los versos que hoy me
escriben
Palabras ciegas caminan a tientas por la mesa
tropiezan con mis dedos
se rompen la madre
y se tragan sus ayes para no despertarme
Ciegas de oro cantan colores
el azul de Sinaloa
es un silencio
el rojo de sus crímenes
un silencio
el verde furtivo de sus campos
silencio
sueño palabras
son insectos trazando líneas ebrias en mi cuerpo
Una palabra
(dice llamarse Sinaloa)
En un mar de murmullos metálicos consulta el diccionario
ríe como pendeja
y no reconoce su rostro en el espejo de letras
Estoy en Ángel Flores
(otro general de bronce)
Ángel Flores dos treinta y dos oriente
mi cuerpo está en otra calle
(en otra calle)
((en otra calle))
(((en otra calle)))
No sé por qué escribo estas cosas
Pronto despertaré
Los gallos han comenzado a insultar a la luna
Yo tampoco hablaré del holocausto
a Heller y Fehér
Yo sólo he sufrido
la pena de unos ojos que se cierran
(apenas vi cómo se cerraban)
¿Qué podría entonces contra la oscuridad?
Esta vez
Hay una muchacha de ojos grises a punto de llorar
una pequeña ventana desde donde la miro
un jardín de sombras bajo la ventana
Casi siempre
hay un mismo Dios que todo lo permite
Todo es nada
Todos los hombres son animales
Todos los animales son seres vivos
Todos los seres vivos tienen forma
Todo lo que tiene forma quiere ser visto
Todo lo que quiere ser visto quiere ser nombrado
Todo lo que es nombrado deja de ser
Todo deja de ser por el verbo
Todo deja de ser para seguir siendo
Todo es
Amapola de papel
¡Hic rhodus, hic salta!
I
Arrastro la pluma
y me arrastro
tras mi ausencia
Carezco de cuerpo
araño el cielo
Me sumo en el sueño juguetón
de tu perfume
disuelto
disperso
entre las nubes
Te acaricio
(sueño tu fragancia)
me recuesto sobre tus pétalos ajados
Deliro
Hablo
el lenguaje de las aves
que dialogan con el viento
mientras agito tu cuerpo tranparente
flor de agua
artificio febril
que despliega la magia de su vuelo
Flor de tinta
insomnio
y humo
Tu herida es mi cielo
tu sangre
mi abrevadero de sueños
Soy el murciélago
que danza enloquecido
saludando tu soberbia
soy un ángel nocturno
golpeado por el sol
cegado por el día
Me inclino ante ti
caigo ruedo
no soy nada estoy vacío
Ámame
flor mujer
hembra silenciosa
Duermo
Al abrir los ojos
te encuentro cobijada entre mis brazos
tibia
con el calor de la muerte y de la vida
Llévame a poblar tu mundo
de mariposas cantoras
peces de alas vespertinas
insectos de colores tenues
Que vagan describiendo círculos concéntricos
Llévame donde el río se viste de silencio
y el arcoíris
descubre su fortuna
acumulando el sueño
de un sol en cada gota
Deja que busque mi placer perdido
en tu amable cuerpo inmerso
juntura de terciopelo y tacto ciego
Déjame gritar
No puedo más
¡me hundo
me hundo!
(me hundo)
Tus manos de seda virgen
estrangulan con tristeza
la palidez de mi mirada
Alguien grita
¿o es tu silencio el que escucho?
De un lado a otro
me golpea
se desborda
una frase escrita
en el fluir de mi sangre:
“Nadie se suicida dos veces
en el mismo río”
II
Amapola de papel
corola de pasiones exquisitas
dardo somnífero
punzante
festivo
alado
Proyectil de hiere al Zenón incrédulo
Terco
que me habita
y asoma diciendo
“Una ilusión
mi cuerpo no está rasgado”
…y ríe inconmovible
Agazapado en mil figuras
acaricio
La luminosa silueta de tus páginas
galopo
el ritmo estático de tus pétalos
El humo es música
muero de sonidos
¡baila!
¡baila!
Reptil de venenoso aliento
sierpe del ensueño
destroza la helada rigidez de mi flauta
encanta con tu festiva danza
las fugaces notas
que nacen para morir
y mueren vivas
(((((((((la música se esconde)))))))))
no
no te alejes
¡detente!
…giras
eres otra
tu sonrisa en una oración
que mi memoria abrazar no puede
y se desliza como miedo en la carne
De pronto
una frase salta
duda
se ufana:
“El río de detiene
a coquetear con la orilla”
III
Llego ante ti
huyendo del paraíso cotidiano
maldito
desquiciado
irremediable
vengo de una lugar que no existe
y nunca olvido
emerjo de un pasado que no es mío
que nadie reclama suyo
de un tiempo que se repite infatigable
que no cesa de imitarse
…
Besarte
es como hacerse de otra piel
y volar
volar sin rumbo
enamorado del abismo y sus nostalgias
¡Oh ninfa del Eleusis!
Diosa del vicio y la palabra que seduce
laberinto de humo
Mi sangre se anega de tu sabia irreverente
Soy la bestia que guarda
las invisibles puertas
del castillo de sombras y alaridos
el cancerbero del verbo
Afuera
el mundo es inocente
cruel
y desdichado
Mañana
los niños acudirán temprano a misa
rezarán
para salvarme de tu infierno
unirán
las palmas de rosadas manecillas
temblorosas
y exclamarán desde el fondo
de su beatitud necia
“¡Sálvalo
Oh Cristo
del embrujo de la flor profana
que adorna los caminos del crimen
y el pecado
ayúdale a salir del reino de las sombras
donde la canalla
ofrece su cuerpo tibio y putrefacto
impúdica
purifica con tu llanto dulce y casto
las fauces
que se niegan a bendecir tu nombre
Hijo de Dios
Padre Nuestro
arráncale de la cruz
Que condena al mundo a la desgracia
¡Sálvalo!
¡Bendito seas!
Amen”
…cretinos
criaturas enfermas de piedad
hijos de Rubor y de Vergüenza
carroña del cielo
Te condenan
flor de tinta
sonriente estigma
en la armoniosa esfericidad del vientre divino
Te culpan de mi alegría
les dañas la elegancia
con que destruyes mi cuerpo
mi alma
la unidad del verbo
les duele que al amar devores
con ansiedad sublime
Amada Mantis Religiosa
condenan nuestro amor
porque destruye
los límites de la pasión
que palidece con el fuego
No atiendas sus plegarias
no hagas caso
flor de sombras
trágame
convierte mi aciaga humanidad en risa loca
mientras mi agonía escribe en tu mirada:
“En esta orilla el suicidio
En aquella el nacimiento
En el centro tu cuerpo
…sediento”
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