martes, 30 de diciembre de 2014

NAÍN SERRANO [14.373] Poeta de Honduras


Naín Serrano 

(1985, Olanchito, Honduras) poeta y articulista
Poemario: “Caminando sobre el rostro del tiempo”.Ha sido aplaudido por varios críticos nacionales e internacionales.

El tiempo de la memoria en la poesía de Naín Serrano

Estos textos poéticos logran la calidad estética, y por eso trata de ser comunicativo al desplazar al hablante lírico a los oídos del lector. Estos poemas nos demuestran un mundo ilusorio, un universo donde se amalgaman la infancia, el barrio y el sentimiento materno, lo que produce una sensitiva evocación que subyace en el interior del ser humano. El poema empieza a tener vida desde el momento en que iniciamos esta lírica navegación.Uno de los aciertos de Naín, es la creciente catexis que se incrusta en el verso, es decir la fuerza lírica, por lo que hace las diferencia de no dejar un poesía plana o chata muy en común en algunos poetas de por ahí. Logra la construcción de imágenes topográficas y otros efectos gráficos, por ejemplo se da en los poemas: “Relato, cuerpo, retorno del ofendido, el barrio, la infancia y caserío”.



Memoria del Recuerdo

Por los días vencidos y que mi memoria rescata.
Pensando, soñando despierto; enredando palabras
en los árboles, en la sombra, en el alma.
Por mi madre y su permanente tranquilidad
ante los problemas cotidianos.
Por la extraña alegría que sentíamos juntos
cuando la vida nos envestía con dureza
(aún recuerdo la ternura de sus manos
en mi ropa recién lavada).
He vivido demasiado aprisa.
Siempre dejé mi corazón como un libro abierto.
Confieso que todas las novias que tuve
las amé, sin dejar nada por fuera.
A mis amigos que jamás los abandone en el pensamiento.
Por mi juventud que no fue de las mejores,
pero que fue mi mejor maestro.
Cuando muera no quiero lágrimas, ni recuerdos,
disimulen que existo, que vivo, que estoy cerca de ustedes;
cuando sientan que el viento
les roza las mejillas, las orejas,
soy yo quien les habla.




Nubes

Hojas flotantes. Pedazos de sueños.
Llanuras aéreas. Caballos de viento.
Sonrisas elevadas.
Humo que sale de la boca del cielo.





Residente

Resido en la noche en la que escribo.
Llegan de súbito
recuerdos de mi precoz infancia.

Estas paredes aprisionan los latidos
de mi juventud.

El ambiente acumula
voces desconocidas.
La madrugada se come los sueños.

Besos rítmicos, caricias de sol; el sexo
consumiéndose en los ojos y los cuerpos.

Naufragio de estrellas, sombras
deslizándose en las calles.
Y yo; residente del sitio de mis creaciones.





Poesía breve

La vida es una lágrima que no se cae del ojo.





Palabras a mi madre

Mi madre tiene gastados los pies.
Su brazo esta dormido.

Hace lo imposible todos los días.
Mamá es un cielo apacible
me escucha igual que el silencio.

Sueña lo que el destino le negó.

Da sus manos al tiempo
para que la vida no me sorprenda.
Hace lo imposible
mi madre es profeta de mis pasos.





Un día en la oficina

La llave insistente en abrir el día.
El calendario adelgazándose.
Pequeñas montañas de papeles y libros.
La taza de café que suda con impaciencia.
El retrato trastocado por los años.
La música helada.
La computadora pensativa en la esquina de la oficina.
El periódico abierto de par en par.

Salgo un rato afuera, me ilusiono con el aire,
las mariposas saludan.
La montaña con los ojos encima.
El viento vanidoso que se peina por las tardes.
El cielo se suelta el pelo
y me roza la espalda.




Caserío

Se despoja el caserío de sus antiguos habitantes.
Renueva o repite los nombres.
La belleza de las mujeres pesa en la mirada.
El aire tiembla de frío.
La pobreza sonríe con dientes negros.
Una llovizna de niños cruza la calle.
Las conversaciones se vacían a los lados,
recorren todo el pueblo.
Las hojas forman pequeñas islas.
Los potros corren amenazados por el ocio.
El cementerio luce alto y delgado
en las noches me parece que escucho
las viejas voces de los muertos.




MI ABUELA

Mi abuela es un copo de nieve.
Cuelga el cielo de sus ojos.
Camina despacio,
dándole empujones a la vida.
En sus pupilas
hay un océano de recuerdos.
Pelea a diario con el olvido.
Por ratos duerme recostada sobre el ocio.
Habla un lenguaje estrellado.
Por sus gafas
pasa la vida en un caballo de niebla.
Sus oídos son como ventanas dormidas.
Cuando era joven
la belleza le beso el nombre.
A esta altura de la vida, 
la muerte la espera 
comiéndose las uñas.




NUEVO NACIMIENTO

No basta con incendiar su nombre.
Ni deletrear con esmero sus batallas.
Pero hace largos y pesados ratos
mi general Morazán,
estamos más solos que la misma soledad.
La sangre es un hábito cotidiano.
El pánico se fuma un cigarro
y nos lanza el humo al rostro.
¿Mi general no sabemos qué hacer?
Está la patria en un coma profundo.
El miedo nos hace llover el cuerpo.
Policías y militares reparten la vida
como fichas de ajedrez.
No da tregua el cinismo.
La justicia es como aquellas mujeres
que se juegan la vida cada noche.
Los políticos se arreglan el cabello
con el peine de la mentira.
Mi general Morazán,
necesitamos que nazca de nuevo,
para enseñarle a muchos;
a llevar de la mano la valentía
y la patria en el corazón.




LA CALLE

Regreso a esta calle
como regresar a la infancia.
El viento confunde mis pasos.
Por el muro baja la lluvia
Lamentándose de monotonía.
Las casas ya no recuerdan.
Los apellido, los vecinos son otros.
Ya no existe Peluche el perro
de mi tía Concha.
Todo esta dividido,
atrás solo quedan nostalgias y recuerdos.
Los años se lo comieron todo.




Vivir en un día

Hoy tengo ganas de vivir un poco más que ayer.
Persigo el rastro de una palabra.Camino sobre el rostro del tiempo.
La tarde esta deliciosa
para sorberla en el alma.
Quema el sol sus últimas brasas en el cielo.
El tiempo duele como un uñero.

Nos duele la vida con fiebre.
Se vive sin sabor.
Los recién nacidos lloran con ánimos minúsculos.
Las calles ingenuas se coronan de agua y polvo.
Mi reloj se detuvo sin gracia
y cuando más lo necesitaba.

Mi habitación, cortina de sílabas
que a medianoche me despierta.
El calor arde de insomnio.
Me llenaré de vida o de nada,
pero es preferible vivir.

El día se fue de vacaciones y aún no ha regresado.




Yadira

La tarde es una lluvia naranja.
Una niña bella nos trae flores con raíces de ternura.
Mi amada tiene un arco iris en los ojos.

Nos une el amor con anillos de alegría.
Consumimos el tiempo
en abrazos sin límite y besos de fuego.

Estamos rodeados de nosotros mismos.

Las palabras buscan refugio en los huecos
de la pared.
Gotea suspiros la grama, el corazón del patio
llega a nosotros.
Dejo que el cuaderno y el lápiz descansen.
Nos perdemos en un mar de sonrisas.
Su mirada es un relámpago que tiembla.

La pasión es la forma de muchas formas.
Yo descubrí que de su pecho nace el atardecer.




CASA

Siempre me recibe con una sonrisa joven.

En las ventanas
se sienta el tiempo a mirarse.
Dentro se está, en un ambiente sin debilidades
ni problemas.
Chispea a cada paso la armonía.
Las puertas sueñan.
Crecen en los rincones los libros, se adelgaza el silencio.

Hablar con y del patio,
es ver la vida recoger frutos.
La brisa saltar de rama en rama.
El cielo descendiendo
con un poco de mar en los ojos.







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