ALAN GONZÁLEZ SALAZAR
Alan González Salazar (Pereira, Colombia 1987). Egresado del Grupo Escuela de Teatro del Instituto de Cultura de Pereira, promoción, 2006, bajo la dirección de Claudia López. Cofundador de la Revista Polifonía y miembro del comité editorial de la revista Portafolio Cultural. Premio Nacional de Novela Ciudad Pereira 2012, con la obra Anónimos. Poemas suyos han sido incluidos en las antologías: Poetas del Gran Caldas (Alcaldía de Neira, 2013). Libro de agua interminable (Antología de cuento y poesía, Klepsidra Editores, Pereira, 2014). Lecturas Urgentes de Poesía (Ediciones Grainart, Santiago de Cali, 2015). En la actualidad ejerce el periodismo cultural en varios medios del país.
En la orilla del río
en sus aguas que guardan la vanidad de los dioses
veo en mis ojos fijos
tus ojos fijos
y me sumerjo
tibio palpitante
¡ebrio de luz!
Mírame y ámame dicen
al reflejar los míos
en los que eres otra
en los tuyos
en los que soy otro
y los dos
que no somos
sino la muerte.
❧❧
Cuántos soles y qué de olvidos.
Ahora que hemos hecho de la curiosidad
trampas,
venimos
a rompernos el alma en los ojos,
a enmarañar los sentimientos y jugar con ellos,
a matar el sueño,
ese río subterráneo de la noche
que nos abandona
en la mañana imposible
donde el olvido es una piedra
que levantas amenazante como el mundo.
Yo te quiero, niña tonta,
imaginándote.
Así te conozco,
por sendas sutiles e indirectas
y sé, sé con pasmosa certeza
que tu naturaleza es de viento
¿qué pueden mis manos, entonces?
La oquedad de mi vida.
❧❧
Eres color azul
yo rojo y negro
a veces amarillo
de hambre.
Ven blanca mía
hemos de fundirnos
en violeta.
❧❧
En la orilla del río
en sus aguas que guardan
la vanidad de los dioses
veo en mis ojos fijos
tus ojos fijos
y me sumerjo
tibio
palpitante
¡ebrio de luz!
Mírame y ámame dicen
al reflejar los míos
en los que eres otra
en los tuyos
en los que soy otro
y los dos
que no somos
sino la muerte.
❧❧
Cuántos soles y qué de olvidos.
Ahora que hemos hecho
de la curiosidad
trampas
venimos
a rompernos el alma en los ojos,
a enmarañar los sentimientos
y jugar con ellos,
a matar el sueño
ese río subterráneo de la noche
que rumoroso nos abandona
en la mañana imposible
donde el olvido
se parece a la piedra
del mundo en remolino.
❧❧
Yo te quiero, niña tonta,
imaginándote.
Así te conozco,
por sendas sutiles e indirectas
y sé, sé con pasmosa certeza
que tu naturaleza es de viento
¿qué pueden mis manos, entonces?
La oquedad de mi vida.
❧❧
Pereira es una ciudad turbulenta, mi vida. Aquí se ofrecen a los altares de la miseria esos cuerpos linfáticos, triturados por el hambre y las drogas. Tras las vitrinas los comerciantes ven el cielo encapotarse y en esos edificios las hojas y las firmas y el teléfono no paran. Yo paseo largamente estas calles como otros tantos sin objeto alguno, me siento a tomar un café, entretenido e inútil, y veo ascender serpientes de humo, seseantes como la locura, como este grito sordo de la ciudad, en la que eres perfume y silencio…
❧❧
Finjo dormir.
El fogón encendido, la luz,
hacen del cuarto un farol.
Sola se queda mi madre
como la noche en
la ventana abierta,
donde huye el vapor
de tanto café disuelto
entre trastos, cortinas,
el viejo trapero.
A mi costado ronronea el gato,
afila sus pupilas en las sombras.
Ya no se oyen sobre el techo
chillar las ratas
ni bajan a roer las paredes
donde el bahareque
muestra sus úlceras.
Ronronea el gato, sonríe apenas
sueño y sueño.
Saldremos en la madrugada
a despedir a mamá.
Presentamos un adelanto de su libro Noche en tu silencio, próximo a lanzarse.
Noche en tu silencio
Reflejos,
ventanas,
y sobre los tejados
gatos, ropas tendidas,
entretejidos los cables y las líneas del verso.
Otro maullido,
tantos árboles y gente
en las calles ciegas donde sólo llegan las balas
o varados en los cafés, en los bares
encerrados en sus colmenas del delito
son luceritos colgando de la ventana,
viento, viento y delirio.
❧❧
Trampa de humo
esta tristeza
donde muere el aire.
❧❧
Noche última de marzo
se van en procesión
sobre un río de luces
santos y mártires
el pueblo orillado.
¡Suenan las trompetas!
Marchan los militares
sus dioses pordioseros.
Noche última de marzo
¡cuántas flores para los muertos!
-
No hay comentarios:
Publicar un comentario