Alfonso Vallejo
Alfonso Rodríguez Vallejo (nacido en Santander en 1943), más conocido como Alfonso Vallejo, es un dramaturgo, poeta, pintor y neurólogo español.
Sus obras se han representado en muchas ciudades de Europa, Estados Unidos y América del Sur. Han sido traducidas al francés, inglés, alemán, árabe, italiano, portugués y búlgaro. Ha obtenido diversos premios en el ámbito nacional, por sus obras de teatro.
Alfonso Vallejo nace en Santander en 1943. Estudia el Bachillerato francés y el español en el Liceo Francés de Madrid. Licenciado en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid (1961-66), obtiene el título de Especialista en Neurología en 1970 y el grado de Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Madrid en 1977.
Obtiene el Foreign Medical examination (ECFMG) en 1968. Ha trabajado en Hospitales de Francia (París), Inglaterra (Londres), Alemania (Heidelberg y Berlín), Bélgica (Amberes) y Dinamarca (Copenhague), donde además ha tomado contacto en profundidad con el teatro y la pintura que se hacía en ese momento en dichos países.
Fue médico Adjunto de Neurología en el Hospital Clínico de Madrid (1971-73); Profesor Asociado de Neurología (1976-85)(Universidad Complutense); Título de Especialista en Medicina Interna (1989); Profesor Titular de Patología Médica en la Universidad Complutense (1985-2013); Jefe Clínico de Neurología (1973-2013) en el Hospital Doce de Octubre de Madrid (Servicio del Dr. Portera).
Alfonso Vallejo empezó a escribir poemas y obras de teatro en 1957. Su primera obra fue Cycle (1961), la cual puso en escena en 1963 con actores franceses en el Instituto Francés de Madrid.
Director de Teatro Universitario en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, entre 1962 y 1964.
Desarrolla su faceta artística en los campos de la literatura, poesía, narrativa (dos novelas largas y varias cortas) y teatro todo esto lo complementa con otro arte, el de la pintura.
Premios
Accésit al Premio Lope de Vega (1975) por Ácido sulfúrico.
Premio Nacional Lope de Vega (1976) por El Desgüace.
Premio Internacional Tirso de Molina (1978) por A tumba abierta.
Fastenrath de la Real Academia Española (1980) por El Cero Transparente, que constituyó el libreto de la ópera Kiu (1983) de Luis de Pablo.
Opiniones, comentarios y críticas
Francisco Gutiérrez Carbajo, Catedrático de Literatura en la UNED (España), ha sido un estudioso habitual de los libros de Alfonso Vallejo. Además de editor y prologuista de muchos de ellos, Gutiérrez Carbajo ha publicado una edición crítica y antología de su poesía : La poesía de Alfonso Vallejo: desgarro, esencia y pasión. Edit. Huerga y Fierro. (2005) y un libro sobre su teatro: Teatro español contemporáneo: Alfonso Vallejo Editora UNED Ediciones.(2001)
Otros muchos escritores y críticos han dado su opinión sobre sus obras, como el director teatral estadounidense William Layton en A propósito de El cero transparente (1980).
Obras
Publicaciones de teatro
El cero transparente, Ácido sulfúrico. El desgüace. Ed. Fundamentos, 1978. Prólogo: José Monleón.
Monólogo para seis voces sin sonido, Infratonos, A tumba abierta. Espiral teatro - Fundamentos, 1978. Prólogo: Miguel Bilbatúa.
Cangrejos de pared, Latidos, Eclipse. Ed. De la Torre, 1980. Prólogo: Enrique Llovet.
Monkeys, Gaviotas subterráneas. Ed. Fundamentos, 1985. Prólogo: Ángel Fernández Santos.
Orquídeas y panteras. Ed. Preyson, 1985.
Slaughter (Latidos). The Scene, n.º 4. Nueva York, 1977.
A tumba abierta Traducción al búlgaro de Stephan Tanev. Antología de Autores Contemporáneos. Sofía (Bulgaria)
Gabbiani Soterranei (Gaviotas subterráneas). Teatro Spagnolo Contemporaneo. Volume Secondo. Edizioni Dell'Orso. Ed. Emilio Coco (2003)
Espacio interior, Week-end. Ed. Fundamentos, 1987. Prólogo: Enrique Llovet.
A tumba abierta. Biblioteca Antonio Machado, 1988.
La espalda del círculo. Universidad de Murcia, 1988. Prólogo: Alfonso Vallejo.
Train to Kiu, (El cero transparente). Traducción de Rick Hite. Estreno, Contemporary Spanish Play, 1995.5
Tobi-después. Art teatral, nº3 (1991)
Crujidos. Ed. Fundamentos, 1996. Prólogo: Ursula Aszyk.
Túatu. Ed. Fundamentos, 1996. Prólogo: Ursula Aszyk.
El cero transparente. Dialog nº6. Varsovia. Ursula Aszyck
Jindama. Ed. Alhulia, 1998. Prólogo: César Oliva.
Kora. Biblioteca Antonio Machado. (1998) Madrid.
Ebola Nerón. Ed. ESAD de Murcia, 1999. Prólogo: María Francisca Vilches de Frutos.
Panic. Ed. La Avispa, 2001. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.6
Greta en la confesión. Ed. AAT/Teatro, 2001.
La inmolación. En Maratón de Monólogos, 2002. Ed. AAT/Teatro.
Hiroshima-Sevilla. 6A. Ed. La Avispa, 2003. Prólogo: Enrique Llovet.
Jasmin. En Maratón de Monólogos, 2003. Ed. AAT/Teatro.
Soraya. En Maratón de Monólogos, 2004. Ed. AAT/Teatro.
Irstel.En Maratón de Monólogos, 2005. Ed. AAT/Teatro.
Katacumbia. Universidad de Alcalá de Henares. Prólogo: Mar Rebollo Calzada.
¿Culpable? Psss. Ediciones Dauro. Editor José Rienda. Granada (2005). Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Una nueva mujer. Ediciones Dauro, n.º 111, Granada. Colección dirigida por José Rienda. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
El escuchador de hielo. Ed. AAT, 2007. Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
¿Culpable?. Caos Editorial, 2010. Libro electrónico [13].
Ka-OS. El Teatro de Papel. nº 13, 1/2011. Primer Acto.
Duetto (Diez asaltos y un desliz, para un actor y una actriz) (2013). Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo
Tiempo de indignación (2013). Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo
Nagashaki-Macbeth. Ediciones Bohodón (2014). Madrid. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo
Poesía
El lugar de la tierra fría. Ed. Ágora, 1969.
Moléculas. Ed. Castilla, 1976.
Fuego lunario. Ed. Ayuso. Colección Endymion, 1988.
Más. Ediciones Endymion, 1990.
Carne interior. Ediciones Libertarias, 1994.
Matérica Luz. Ed. Libertarias/Prodhufi, 1994.
Claridad en acción. Ed. Huerga y Fierro, 1995. Prólogo: Francisco Nieva.
Sol Azul. Ed. Huerga y Fierro, 1997. Prólogo: Carlos Bousoño.
Fin de siglo y cunde el miedo. Ed. Alhulia, 1999. Prólogo: Óscar Barrero Pérez.
Eternamente a cada instante. Ed. Huerga y Fierro, 2000. Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Blanca oscuridad. Ed. Huerga y Fierro. Madrid, 2001. Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Plutónico Ser. Ed. Huerga y Fierro, 2002. Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Brujulario Astral. Ed. Huerga y Fierro, 2003. Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Labirinto-Indagine 40 (en I Quaderni Di Abanico). Traducción de Emilio Coco. Antología de poesía traducida al italiano con selección de los últimos catorce libros. 2003. Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Transconciencia y deseo. Ed. Huerga y Fierro, 2004. Edición y Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Esencia y prerrealidad. Ed. Huerga y Fierro, 2005. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Intuinstinto y verdad. Ed. Huerga y Fierro, 2006. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Fantasía y sinrazón. Ed. Huerga y Fierro, 2007. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Intramundo, quimera y pasión. Ed. Huerga y Fierro, 2008. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Enigma y develación. Ed. Huerga y Fierro, 2009. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Transvivencia y plenitud. Ed. Huerga y Fierro, 2010. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Tiempo silencio y verdad. Ed. Huerga y Fierro, 2011. Edición y Prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Avventura-Verità.50.(en I Quaderni Di Abanico). Italia. Bari. Traducción de Emilio Coco. Antología de poesía traducida al italiano. 2011. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Ser, cerebro y realidad. Ed. Huerga y Fierro, 2012. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Utopía y realidad. Impreso en Nuevo Zorita S.L (2012). Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Sin principio ni final. Ed. Infocultiva Libros. (2013). Edición y prógo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Homo ciber digitalis. Ed. Infocultiva Libros (2013). Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo.
Magnitud y dimensión (2013). Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo
Aire, tierra, mar y... sueños (2014) Editorial Abey. Edición y prólogo: Francisco Gutiérrez Carbajo
PRIMEROS POEMAS
La carne gris y el papel doblado
La carne gris,
el papel doblado,
y las praderas.
Se meten las praderas
de la sangre
por las venas
y panteras de hemorragia
erguidas
sobre torrentes de ramas sanguíneas
muerden
un sol abierto en canal.
Por el cielo neutro
de apache
o de hierba fresca
donde el alma se estanca,
donde el alma no llega,
tan cansada como está,
sutil
y silenciosa
viene la muerte,
toda la muerte,
la muerte entera,
en bloque,
la muerte masiva del alma.
Los vientos medulares,
cuando la tarde
se nubla en jugos caídos,
dejan la carne fría
y el corazón inclinado.
Y el alma
tan sola,
el alma tan muerta
bajo el árbol de la bilis
queda
quieta.
Si fueras vino del Sur
Cuando la mañana
con sus manos rotas
se cuelga de los naranjos en el patio,
se te despierta en la carne
como un suelo de pájaros
y te pones a temblar
como una niña,
con tu carne de uva
y tus peces de sangre.
Parece
como si toda la tristeza
se hubiera parado en las charcas de tu mirada,
como si los peces verdes
se hubieran muerto en tus ojos.
Pero si fueras vino del Sur
fíjate
vino del Sur
o balcones en la arena,
te pondría en el pecho
un lujo de maderas quietas
y en el carnaval de agua
te diría que te quiero.
El viento
ya no levanta polvo del camino.
Hermana
dame la mano y descansa
sobre las cosas muertas.
Mira
ya ha salido la luna.
EL LUGAR DE LA TIERRA FRÍA
En 1969 aparece en la colección Ágora de la editorial Alfaguara (Madrid)
Casi ni entró ni salió
Se fue como el dintel
Sin haber entrado.
Como la luz del palomar,
casi sin abrir las alas.
Como la puerta trasera abierta a la casa y al frío.
Las calles de alrededor
permanecieron bloqueadas
de tapias y jardines,
las ventanas cerradas,
las maderas puestas.
Casi ni entró ni salió
ni pasó ni quedó fuera.
Se fue como el dintel sin haber entrado.
Se quedó a las afueras,
en el umbral de la puerta.
Casi ni entró ni salió,
no movió ni las ramas superficiales.
El fuego crepitaba,
fue un sonido lento y continuo
como de lluvia
que consumió la madera
y tapó los ruidos de la playa.
Le cortaron las ruedas
Le cortaron las ruedas
y el carro cayó por la pendiente
como un peso muerto,
como un carro sin vida.
En Dahlem el eje,
más allá los puntales.
Al llegar a Mariendorf
sólo quedaba un gran silencio entre los campos
sin presencia de carro ninguno.
Por la puerta abierta,
por el jardín abierto
había un temblor
una intranquilidad en las hojas,
un continuo movimiento de ramas.
En las ramas, frutas
y más allá,
en las horas más calientes del mediodía,
una tristeza mineral.
Las ventanas eran blancas,
suaves los ruidos;
hasta la calidad misma del aire era sorprendente.
Uno movió la silla,
otro ladeó la cabeza.
Yo quedé en la sombra,
oculto entre las flores de la mesa.
MOLÉCULAS
publicado en 1976 en Ediciones Castilla (Madrid)
Fue corrido a la sombra
Mientras
fue corrido a la sombra,
sentado en su silla.
Mientras iba muriendo.
Y moría en la sombra
y la muerte iba cerrándolo
parte a parte,
dejándolo, de pies a cabeza,
vacío.
Y por fin
mientras,
al pie del agua y la fruta,
la muerte
lo cerró como un libro.
FUEGO LUNARIO
Fuego lunario, publicada en la editorial Ayuso (Madrid, 1988)
Madrid es amar
Viernes, 10 de Diciembre.
Carne de barco,
ventanas abiertas,
Madrid huele a mar.
Se sienten por dentro
nervios muy finos
tirando de un barco
camino del mar.
Los ojos son claros,
los dientes muy blancos,
los labios muy rojos,
Madrid es amar.
Viernes 10 de Diciembre.
La quilla va entrando en el agua,
por sábanas frescas
camino del mar.
Y el mar va entrando en la quilla,
moviéndose juntos
el barco y el agua,
Madrid es amar.
MÁS
Más, publicado en Endymión (Madrid, 199O)
Penetraron tenazas en el cuarto
Penetraron tenazas en el cuarto
y arrancaron los rincones.
El sol en un instante
desentrañó la tierra,
la hizo brotar de sí,
aparejo caliente, piedra mordaz y fugitiva
creciendo con el cobre y el zinc,
dando vida carbonada, jungla y marisma,
inteligencia neuronal, proceso celular superior,
y al final palabra.
Entonces todo pudo pasar de la sustancia al nombre,
la ideal al verbo, ir, venir, rebotar, multiplicarse
en la memoria. Nacer.
El mundo pudo trasladarse
de la lengua a la retina,
del cerebro al papel, a la pantalla,
al número y a la ecuación.
Entonces se levantaron las planicies del sonido,
las playas se poblaron de lanchas
que hablaban de pájaros carniceros,
mar como signo, como vela, metáfora y destrucción.
Todo volvió a nacer, trepidante,
señalado, descubierto, reinventado,
señal y concepto.
Y luego ya para siempre, la mente,
exquisita función cerebral, se salió de sí, habló,
rompió lo negro,
se volvió temblor de labios y dedos,
palabra humana.
Razón.
CARNE INTERIOR
Carne interior (Huerga y Fierro, Madrid, 1994)
Ha llegado Septiembre
Ha llegado Septiembre
al alma de las hojas.
Llueve sin llover en el jardín;
todo late y respira,
todo se detiene y concentra,
matemática luz en la sombra,
claridad en acción.
Los árboles impasibles
sujetan el cielo pensativamente
con su atómica estructura
de madera y viento.
Aire y oscuridad, día vencido,
yo desplazo mi existencia paso a paso,
por el tiempo del Retiro.
Va conmigo mi querido silencio,
mordiéndome por dentro, sabiamente
como un buen perro amigo.
La alfabética estructura
de una intuición de vida plena,
me ampara,
línea cordal,
fuente de lino.
El rumor de una reticular conciencia,
fuente carismal del aire,
dulce furtivo clamor de tierra
y eléctricas membranas,
me arrastra hascia las grandes esferas
del sentido
y los altos volúmenes de la imaginación.
Ha llegado Septiembre
y llueve sin llover
en el parque del Retiro.
Cojo un papel y escribo:
Un parque así,
tan instantáneo y llovido
sin llover, tan real,
bien se merece un Dios,
fuerte y generoso,
casi divino.
MATERICA LUZ
Matérica Luz (Libertarias /Prodhufi, Madrid, 1994)
Esto es como un castigo
Esto es como un castigo,
casi como un destierro,
como un golpe bajo dado sin piedad,
casi como una manta negra por los ojos,
como si te quisieran tapar la respiración de la tráquea
y cubrirte las pupilas con papel.
Es como partirse los labios contra las puertas,
pillarlos con las ventanas
y suspender la luz
justo en el momento de querer hablar.
Colgarte la palabra de ganchos salados
para que se seque,
partirla, trizarla, disecarla,
hacerla fibra de silencio
de tanto ignorarla.
Si hablar es esto,
si escribir es esto y así tiene que ser,
si todo cuelga de tan poco,
si hay que ponerlo ahí, como te ordenan
los que ordenan,
frente a la misma pregunta,
con la caja torácica así, sin aire
para que no vibre la voz
y se mutile,
entonces
casi mejor pronunciar lateralmente la lengua
y dejar el alma entre las encías, quieta,
mezclada a la saliva.
Y sin embargo no se puede. Hay que seguir.
Se necesita seguir.
Porque, la verdad, si no hubiese gente alrededor
se diría que esto es como hablar
a una pared sin oídos
o a un sordo en coma.
CLARIDAD EN ACCIÓN
Claridad en acción (Huerga y Fierro, Madrid,1995)
La oferta Mugrel total
La oferta Mugrel personal,
la entrega total de todo el paquete visceral,
de toda el alma de golpe,
así, como quien lanza un tizón al fuego
o da un grito de dolor.
La oferta Mugrel total,
el metódico punto del punto central,
el núcleo propio, el centro del centro entero
la llave en carne viva, entera y de golpe,
así, abierta en trozos vivos,
expuesta a la luz.
Todo lo secreto y propio,
la carne más carnal y sangrante,
la intuición de planos inclinados y espinas,
las alambradas picudas y los metafísicos pistones
en acción,
todo, la vida y la materia más sublime
con sus sistemas aleatorios, ilusión y sufrimiento,
también.
Todo lo entregué sin guardar nada,
nervaduras mentales, cables y circuitos,
panorámicas irrealidades
de intrincada significación,
el halcón tendido y la manivela rota,
incluso la sombra y la revelación,
así, de golpe,
como la ofrenda de un hombre
que necesitaba expresar su vida letra a letra
para vivirse
y ser.
SOL AZUL
Sol azul (Madrid, Huerga & Fierro, 1997)
La gran aventura humana
La gran aventura humana
es descubrir la verdad.
Observo el plato verde que nunca existió,
el lápiz invisible en medio del cuarto,
los huecos imprevistos que atacan la materia
desde los ocultos microscopios blancos.
Miro el infinito espacio del tiempo
por la efímera hendidura que me ha tocado vivir.
Todo gira y crece, todo se transforma y estalla
matemáticamente
como un jeroglífico milagro permanente.
La cuerda rota, sin extremos,
colgada del suelo.
La cara serena del enfermo terminal
pensando el cielo.
La gran aventura humana
es el arte y la ciencia,
la justicia y la piedad.
Pero el gran salto de la mente,
el desafío genial
desde lo oscuro a lo vivo,
detrás de los nervios de las piedras,
más allá del dolor y el miedo,
después de las estrellas,
delante incluso del viento,
debajo incluso de la vida y el cerebro,
más allá de todo,
incluso detrás de la verdad,
es descubrir a Dios.
FIN DEL SIGLO Y CUENDE EL MIEDO
Fin de siglo y cunde el miedo (Alhulia, Salobreña (Granada), 1999)
Azar-Omagh
Su vida acabó por azar.
Murió por mirar al suelo
cuando no debía mirar.
De hecho pensaba irse de vacaciones con una amiga
a Melbourne.
Pero el padre de la amiga
había sufrido un accidente de tráfico
y en el último momento tuvieron que cancelar los billetes.
El padre de la amiga había sido arrollado
por un motorista enloquecido
en la prueba de alcoholemia.
Había dado simplemente: coñac.
Ella simplemente tropezó. Y miró. Al suelo
cuando no debía mirar.
Fue una milésima de segundo. Lo que se dice: nada.
Un abrir y cerrar de ojos.
Y vio la publicidad de un viaje a Irlanda en el suelo
cuando no debía mirar.
Abrió los ojos cuando los tenía que cerrar.
Pero había tropezado irracionalmente, simplemente
por un descuido irracional
al poner el pie sobre la acera.
Casi por casualidad.
Y pasaron por Omagh por azar también.
No tenían que pasar. Y menos, parar. Pararon por azar.
Porque a ella se le ocurrió de pronto comprar algo
al padre de la amiga
arrollado al coñac,
algo alegre y con muchos colores,
para que le hiciera pensar que todo no es una locura irracional
ni fruto de la casualidad.
Bajó a mirar en Omagh. Pero no tenía que bajar.
Ni pasar, ni parar. Ni mirar en esos almacenes.
Precisamente allí.
Fue una milésima de segundo. Nada.
Lo que dura la explosión de un coche bomba.
Menos que nada.
El tiempo de arrancarle la cabeza de cuajo en Omagh.
Menos que nada. Menos que una milésima de segundo.
Hablo del tiempo en otros términos, claro,
del tiempo que se tarda en apretar un botón a distancia
tan lejos de casa, tan fuera de su tierra,
tan a destiempo,
en contra de lo que dictan las leyes de la más irracional
irracionalidad,
la casualidad más casual
y el más puro azar.
Murió por mirar al suelo
cuando no debía mirar.
ETERNAMENTE A CADA INSTANTE
Eternamente a cada instante (Madrid, Huerga & Fierro, 2000)
Es posible lo imposible
Es posible lo imposible.
El oxígeno difícil,
el trozo de realidad floral
a través de la ventana,
la imparable energía del jardín.
Y el sosiego.
Posible la línea berbiquí,
el alto nivel de actividad cangrejera por dentro,
las oceánicas rutas y rumbos
también. Sí.
Y el silencio.
Posible la noche cleral,
el ser pulsar
y el calcio negro por la lengua.
Posible la expresión compleja
y el arte combinatoria de moléculas y pistones,
marcando el tiempo.
También. Sí.
Lo complejo y lo cierto.
Y tú mismo
subido al ruido de tus huesos,
puedes asomarte a tu vida
y verte desde ti mismo. Sí.
Aunque te llames Ramón,
y seas ateo o masón
eres bioquímica viva,
un milagro estadístico
sobre suelas en acción.
BLANCA OSCURIDAD
En Blanca oscuridad (Madrid, Huerga & Fierro, Madrid, 2001))
Dulce veneno verde de tu mirada azul
Revienta de repente la bola roja del verano,
se rasga una pared
y pienso en ti.
El dulce veneno verde de tu mirada azul
ocupa el calor central
de tu ausencia y hueco.
Y una impresión marina
se establece en el aire
como si estuvieras presente
aquí mismo
frente a mí.
Rojos reptiles como instintos
cruzan el trigo.
Vibra el cereal por donde penetras tú
hacia el punto cardinal
de la brújula primera.
¿Estás ahí en el jardín?
¿O allí en aquel hueco
de aquel punto abierto?
Pero qué importa la sangre ya,
la cicatriz abierta
y el hilo para coser el cielo.
Bloques de insectos
y eléctricas carreras felinas
en el aire parchís
hablan de ti.
Estás aquí, lo sé.
Y en la blanca carnicería donde vivo
siento el dulce veneno verde de tu cuerpo azul,
el reparto incendiario de la luz,
la retina y la memoria
el deseo y el amor.
PLUTÓNICO SER
En Plutonico ser (Madrid, Huerga & Fierro, 2002)
Todo y nada al mismo tiempo
Todo y nada al mismo tiempo,
existir y estar muerto,
simultáneamente en blanco,
como una acción conjunta
de igual naturaleza.
La misma invisible raya
rompe lo blanco y lo negro,
la zona de la luz opaca
abriendo la oscuridad.
Y el firmamento se aleja,
vuela el cielo y las estrellas,
se hunde la realidad.
Todo y nada al mismo tiempo,
simultáneamente en blanco,
escapando a la razón
por ángulos y flechas.
La misma invisible raya
dividiéndolo todo,
separando al mismo tiempo
la mentira y la verdad.
Será quizás ilusión
o simplemente deseo
amarte por dentro y fuera
simultáneamente en blanco
siendo todo bipolar.
Y amparado en lo blanco
de este cuarto de hospital,
pensar que este ser no muere,
y la agonía no existe,
todo y nada al mismo tiempo
tan sólo alucinación.
BRUJULARIO ASTRAL
Brujulario astral (Madrid, Huerga & Fierro, Madrid, 2003)
Había en el cielo ayer
Hace un tiempo ayer
hubo un ser aquí
que ya se ha ido.
Recuerdo su voz por dentro
como alguien ajeno a mí
que yo mismo nunca fui
ni nunca seré ni he sido.
Había en el cielo ayer
hojalata y negra lava
colgada del techo
y seres enfermos
que ayer mismo murieron
en el blanco hospital.
Yo estaba en el tiempo ayer,
de pie frente a blancas puertas
después del amanecer.
Y fui testigo ocular
de la vida escapando
por larguísimos pasillos
que hoy no puedo recordar.
Yo estuve aquí y hablé.
Recuerdo la voz de ayer
como algo que llevo dentro
sin haberlo sido nunca.
Como si hoy ya fuera otro
y las puertas y pasillos
después del amanecer
acabaran de morir.
Lo recuerdo desde lejos
con la blanca extrañeza de una ausencia
a punto de aparecer.
Como si hoy ya fuera otro
y todo se repitiera
siempre de forma distinta
entre estas blancas paredes,
en el tiempo desde ayer.
Observo el milagro de la vida
a través del blanco cristal.
Algo respira a lo lejos.
Todo crepita y circula.
Todo late y espera.
Todo acaba de nacer.
TRANSCONCIENCIA Y DESEO
Transconciencia y deseo (Madrid, Huerga & Fierro, 2004)
Transconciencia y verdad
Hay conciencia por detrás de la conciencia.
Y más allá
un territorio sin espacio ni espacio
que captan misteriosos receptores, detrás de detrás.
Y detrás de la realidad, más allá de la piel,
por detrás de la visión y el oído,
más allá de la eléctrica percepción sensorial,
otro nivel de esencia, una dimensión transconsciente,
que captan profundos receptores internos, detrás de detrás.
Lo que parece tan simple, resulta ser muy complejo.
Lo prueba la ciencia yendo más allá, volviéndose transconsciente,
descubriendo un territorio sin espacio ni tiempo,
haciéndose realidad, matemática cierta,
demostración contundente, evidencia transconsciente,
simplemente verdad.
Y tú, lector, que haces lo que puedes con tu vida,
que te tocas a escondidas,
y te meas en la playa fingiendo que el agua está fría,
ten cuidado: ¡no te salvas ni con alas¡
El día que menos piensas, has dejado de pensar,
y te vuelves caca, algo que parece polvo, aire o recuerdo,
simplemente nada. Ye has ido y te vas.
No sé si Dios existe o no.
Pero sí que existe la fe.
Conclusión:
Descubre a Dios en la vida.
Come, duerme, jode y reza,
y no pierdas la cabeza.
Deja a un lado la tristeza,
ama el sol y la certeza,
y antes de cualquier vileza,
mira la naturaleza.
Come, duerme, jode y reza.
P.S: y si quieres salvarte, vete a Cieza.
ESENCIA Y PRERREALIDAD
Esencia y prerrealidad. Ed. Huerga y Fierro, 2005
Estoy perdido y me alegro
Estoy perdido y me alegro
dijo Cuquito a la Chana.
Porque le pudo a la mar y no se ahogó,
agarrado en Cádiz a un madero, después de naufragar.
El Coleta venció la maldición de su familia, cantando.
Cambió el rumbo de la voz,
convirtió lo insignificante en grande
tan sólo con la garganta.
Aprendió a poner el infortunio a su favor,
y quejándose, se libró de matar.
No tendrás acceso a nada, le dijeron a Maluco el Mudo.
La palabra te será negada. Sólo tendrás soledad.
La escritura y la sintaxis le fueron arrebatadas.
Y el mundo se volvió disfásico,
disártrico y disfémico, pura jerga sin sentido.
Pero él pudo hablar con los dedos.
Tan de como por igual contigo sin ti de nuevo,
dijo con el pulgar.
Y también que la vida es Arte a pesar del silencio,
que somos lo que hacemos de nosotros.
Lo dijo con las uñas y los labios, mirando al mar.
Y yo, desde tan lejos, pensando en ti llegué hasta Hungría.
Cruce montes y distancia sin siquiera enterarme,
ajeno como estaba a todo lo exterior.
Y ya en Budapest, al encontrarte,
cuando se hizo roja la luna al salir el sol,
sólo se me ocurrió decir:
Estoy perdido y me alegro.
Mira si te quiero bien
que lo que tú quieras, quiero.
INTUISTINTO Y VERDAD
Ed. Huerga y Fierro, 2006.
La vida es casi un milagro
La vida es casi un milagro,
un enigma sin respuesta,
cambio y permanencia en un instante,
memoria y consciencia al mismo tiempo.
La vida es transformación, dijo.
Y el cristal de la ventana cayó hacia el exterior.
Las puertas no existen,
el universo es azul como el fuego,
rojo como un desierto,
amarillo como el amor, dijo.
Y la blanca pared saltó en pedazos.
Yo no respiro aquí sino en otra parte.
Estuve aquí pero no del todo.
Sentí lo ajeno como mío,
fui poco y mucho al mismo tiempo,
todo y nada de una vez, vigilia y sueño con algo de realidad, dijo.
Y la cama se partió como un hueso.
Yo estuve aquí. Pertenecí a mi cuerpo,
a la materia viva que siente la plenitud del ser,
del antes y después hacia delante y atrás.
Pude imaginarlo todo, tener la ilusión total y cierta
del mundo que me tocó vivir.
Vine desde muy lejos y voy más lejos todavía.
Soy amante consciencia de ser vivo,
intuinstinto de verdad, dijo.
Y de pronto, inesperadamente, mientras las gotas de un frasco
caían sobre el silencio
quedó mirando a un punto al que ella llamaba Dios.
Pensó en sus hijas primero,
y después en un gran amor que tuvo en algún momento.
Y entonces el cuarto entero,
con sus blancas sábanas y extrañas botellas con suero,
como en un sueño, voló.
Tiempo silencio y verdad
Ed. Huerga y Fierro, 2011.
CUESTIONAR LO INCUESTIONABLE
La cuestión incuestionable
es sólo lo gigantesco,
lo que escapa a la razón,
lo imposible de entender.
Es territorio incompleto
sin fisuras ni fronteras,
lleno de enigma y silencio
donde todo es realidad.
Cuestionar lo incuestionable
supone tan sólo soñar,
tomar conciencia del hueco
y alcanzar la irrealidad.
El tiempo siempre se escapa.
Lo vivo sin embargo queda,
resumido en un latido
o una palabra de amor.
FALSA CERTEZA Y VERDAD PARCIAL
Tus ojos son ciertos,
verdes como el azul transparente del mar más profundo
cuando desaparece el sol
y se vuelve irrealidad.
Tu mirada, sin embargo, es aérea, fíjate,
como el líquido vuelo de un pájaro detenido
en un mundo sin consistencia
que nunca llegara a existir.
Me refiero simplemente a ti, a la inserción de tu sombra
en la luz instantánea del día.
No tengo total evidencia
de que estés al lado mío y pueda escuchar tu voz.
El margen de duda es a veces tremendo.
Y casi angustiosa la inseguridad.
Porque nada corresponde a una incógnita por resolver.
El tacto de tu piel se escapa.
Tu cuerpo casi no pesa.
Y el rastro que dejas en la arena
no corresponde a la física concreta de un cuerpo
matemáticamente evidente
que me indique dónde estoy.
Eres casi invención,
efímera percepción de tiempo,
espacio sin concluir,
armónica materia invisible
producto de la imaginación.
No eres verdad ni mentira.
Ni trayecto ni invención.
Por eso voy como voy, a trozos sangrantes sueltos,
por el borde de una noche sin estrellas,
sin brújula ni dirección,
en la extraña incertidumbre de la media luz.
El mundo es parcial y completo. Absoluto y transitorio.
Tan sólo falsa certeza y verdad parcial.
El cielo se está moviendo.
Nada nunca se detiene.
Y tú te quieres parar.
Sentirte vivo por dentro.
Y entender tu realidad.
La luz y la oscuridad
Diseño de Colección: Huerga y Fierro
Primera edición: 2012
LA VIDA ENTERA POR HACER
Un lenguaje que comprendes:
el murmullo de las hojas,
por poner sólo un ejemplo.
Después un ritmo que conoces:
manos que suenan,
suelas que interpretan por las calles,
detectando pasos por las sombras
sin dificultad,
los portales que te hablan,
el dialecto de la ciudad donde vives.
Luego, palabras que te dicen y entiendes,
sonidos claros y calientes,
silencios de amor a veces,
incluso tiernas caricias que traduce tu cuerpo
y van directamente al corazón.
Y entre esos puntos fijos
que te sirven como referentes
para situarte ante el espejo,
la infinita masa de signos que pesan sobre ti,
el impacto de lo irracional,
el lenguaje de lo desconocido,
la vida entera por hacer.
SI DIOS DE PRONTO EXISTIERA
Me gusta hablar con los gatos, los perros y las farolas,
preguntarle a las esquinas por dónde has pasado tú,
cuánto falta para Agosto
y si es posible
la paz.
Me gusta salir al campo y observar los girasoles,
el aliento de la tierra y el rumor de la arboleda.
Voy tan sólo como puedo, dándole vueltas a todo,
con alguien pegado a mí que se llama como yo,
sin teorías ni creencias, sin ciencias ni filosofías,
guiado por la intuición.
Llego hasta el borde de mí y me paro,
como un transeúnte más
en busca de un poco de luz.
Recorro China y Australia,
cruzo el mar y llego a Ibiza tan sólo por verte a ti.
Estás desnuda en la playa
tomando Martini al sol.
Observo tus largas piernas,
tus caderas y tus pechos rebosantes
como dos latinas ofrendas al turismo japonés.
Estás para devorarte.
Lo que llaman coño “los vulgares”,
que no hablan inglés ni latín
responde al nombre de vulva
y no se debe comer.
¡No es materia comestible!
y sí es fuente de pecado.
Puedo pensarme y pensar,
soy yomismo y estoy vivo.
Comprendo el lenguaje del bosque
porque lo puedo inventar.
Y me pregunto temblando,
lleno de emoción y deslumbrado,
¡coño¡
si Dios de pronto existiera
y fuera posible un milagro
¿cómo sería tu cuerpo?
¿cómo brillaría el mar?
.
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