Gustavo Quesada Vanegas
Bogotá, Colombia, 1947. Licenciado en Historia de Colombia y Magíster en Filosofía, profesor universitario, historiador, ensayista, poeta, narrador, periodista cultural. Ha publicado múltiples ensayos críticos de temas literarios, filosóficos, pedagógicos e históricos. Además los siguientes libros: Filosofía del Descubrimiento y la Conquista, UNAD (2000); Identidad, nación, globalidad, Opciones Pedagógicas (2000-2002); Culturas clásicas de la antigüedad, Voluntad (2003); coautor del libro, 1810: Antecedentes, desarrollo y consecuencias, Taurus (2010); y A propósito del Bicentenario, ¿Otra vez el colonialismo europeo y español?, Cedetrabajo (2010). Ha editado los libros de poesía: Poemas de la incoherencia (1985), Cantata de los desnacientes (1988), Descender a la piel (1995) y Uno lleva su cuerpo.
Uno lleva su cuerpo - Gustavo Quesada Vanegas
Colección Los Conjurados(Común Presencia Editores).
EN LA TABERNA
Se oyen música y palabras
Todos quieren decir
Decir es saberse vivo
Éste cuenta su crimen
Aquel su amor
Otro la ausencia que le agobia
Cuando en la noche
Sabe de su cuerpo solo
Uno su odio
El razonable
Y necesario odio
La música contiene su envolvente
Hay que hablar sin parar
Las palabras esperan en el aire
Nadie las guarda
Pero todos hablan
Y por decir
Por tener algo que narrar
Se sienten remisos a la muerte
TODOS SE MUEREN
Tan sencillamente
Como pasar las hojas de los libros
Me aquieto en mi rincón
Me tomo el pulso
Me pregunto
¿Cuándo seré la hoja
Que termina el libro?
Pasan los días
Y sin embargo sigo respirando
¿Será la muerte
El hueco infame en la memoria?
VAMOS CAYENDO
A lo lejos alguien dice ¡Alerta!
Y el grito se dibuja como un pájaro
Sobre las nubes grises
Detenemos el paso
Para traducir el grito
Bullen las hojas
La brisa baila un tango
Aunque el alma permanece quieta
¿Será caer efecto de los pasos?
Ladra un perro
El ave se oculta entre las nubes
Vamos cayendo
ME ENCUENTRO MIDIENDO LA DISTANCIA
Acudo a tu mirada
Para saber cuánto me falta
Todos los días la peste asola una ciudad
Y mientras tanto
¿Tú cuentas las gotas de rocío
En la ventana?
¿No sabes que nos están cercando
Las montañas?
¿No has percibido
Que estos días son más cortos?
¿No observas
Las sospechas bailando en la ciudad?
Continúo midiendo la distancia
.
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