lunes, 16 de mayo de 2016

CLAUDIO RIZZO [18.713]


CLAUDIO RIZZO 

(Novi Ligure, Italia, 19/08/1944) Claudio Rizzo nace en 1944, Italia, un año antes del fin de la Segunda Guerra Mundial. Claudio estudia en un colegio católico, del cual posteriormente es expulsado, a pesar de sus excelentes notas, continuando sus estudios en un colegio laico. En 1962 abandona Italia, y después de viajar por toda Europa se establece en Copenhague, donde continúa sus estudios humanísticos. Durante todo ese tiempo se especializa en autores europeos y americanos. Su lectura se concentra especialmente en Dostoievski, Franz Kafka, T.S. Elliot, Mellarme, Proust, Camus, y la filosofía existencialista, terminando por acercarse al nihilismo. Su pasión por la música empieza en la niñez oyendo la radio durante ocupación americana en Italia, su pasión por la música sinfónica se intensifica a fines de los años 60. Actualmente su preferencia es la música de Chaikovsky, Bethoven y la música barroca italiana. Desde la adolescencia se hace experto en en cinema, música, literatura y humanismo.

En 1966 Rizo se establece en Las Palmas de Cran Canaria, España. A fines de la década de los años sesenta, en un rápido viaje a Italia, se dirige al periódico italiano L’Unita, fraguando una amistad con su director, David Lajolo, que le concede los derechos de traducción de su ensayo sobre la vida y el suicidio del escritor italiano Cesare Pavese, titulado Il vizio assurdo. Lajolo es a la sazón uno de las grandes figuras de la cultura italiana y europea, durante tres décadas seguidas. Pero tambien Cesare Pavese marca, con su obra,la adolescencia de Claudio Rizzo, textos de Pavese que todavía lee y relee.

Durante aproximadamente ese, año Claudio Rizzo se dedica a traducir poetas italianos como Montale, Pavese, Gatto y Quasimodo, entre otros.

En 1970 se publica el primer poemario, Tal vez mañana, (1970,Inventarios Provisonales),por intervención del poeta Eugenio Padorno, con buena acogida crítica del autor catalán Salvador Espriu, que lo relaciona con editoriales de la Península Ibérica. En efecto, en 1970 la editorial Vosgos publica, Con un cuerpo dos cuerpos, (1970, Editorial Vosgos). Rizzo mantiene un contacto epistolar con Salvador Espriu hasta su fallecimiento en 1985.

Entre 1974 y 1978 también se dedica a trabajos en vídeo, tales como Obturación del deseo, película de casi una hora, y Poemas Visuales.

En 1975 la exposición de poesía visual, Signos en negativo, es prohibida en España, y su libro, Con un cuerpo dos cuerpos, también tiene serios problemas con la censura de aquella época. Traslada entonces Signos en negativo a la Gallería de Arte Palazzo Doria, Génova, recibiendo una excelente critica. Es allí que inicia una profunda amistad con Edoardo Sanguineti, que dura hasta el día de su muerte en 2010.

Breve fue la época productiva de sus trabajos en poesía visual, que luego abandona radicalmente, al negarse a la venta de los mismos, a pesar de haber hecho exposiciones en varias galerías de arte y círculos culturales.

Edoardo Sanguinetti encarga a Claudio Rizzo la composición del primer número de Il Cervo Volante, y, a posteriori, también el primer número de Bolletario, con poemas de Claudio Rizzo y otros autores. Ambas publicaciones italianas se encontraban exclusivamente en las librerías Fertrinelli, así como en selectas librerías de Europa y Nueva York. Hay que mencionar que, alrededor de 2004, Bolletario hace una edición especial, conmemorativa y numerada, en italiano y Español, del texto Qué preguntaste cuando la ciudad murió? cuya primera edición data de 1978, Editorial Picazo, Barcelona.

En 1979 publica Concierto de Papel, edición bibliófila de solo 1000 copias. El tomo incluye, aparte de Claudio Rizzo, a escritores como Salvador Espriu, Edoardo Sanguineti, Eugenio Padorno y Joaquín Marco, entre otros. Peculiar edición la elaborada por Claudio Rizzo, en forma similar a los antiguos Long Play, de ahí el título Concierto de Papel. El primero numero de Cervo Volante y Concierto de papel se adquieren actualmente solo en establecimientos de anticuarios europeos.

En la década de los años ochenta continúa con lecturas públicas, mostrándose siempre esquivo hacia la cultura oficial.

En 1981 se publica Neón, Ediciones Picazo, Barcelona. Cinco años más tarde, en 1985, la editorial Anthropos rescata sus libros publicado en España, y edita Seppuku, incluyendo en el mismo el hasta entonces inedito Blizard. La colaboración con la Editorial Anthropos, Barcelona, continua con Popocatapetl - Texto Irreal, (1989, Editorial Anthropos, Barcelona).

Poemas perdidos en los últimos días de Gloria - CNOC AN DHU, y Blackout,(1996, Editorial Anthropos, Barcelona).

En 1997, Leopoldo María Panero invita reiteradas veces a Claudio Rizzo para escribir un libro a dos manos. Claudio Rizzo se ve obligado a trasladarse a Mondragón, donde, en el hospital psychiatrico del mismo pueblo, reside Panero. En el Hostal Chirrita donde Claudio Rizzo se ve obligado a hospedase, se empieza y termina el texto Tensó,(Hyperion,1997).

Por esa fechas, Claudio Rizzo dando conferencias en universidades y círculos literarios, con casi total falta de interés. Blackout se presenta en el Circulo de Bellas Artes de Madrid, evento organizado por la editorial Anthropos. Es allí donde Rizzo conoce personalmente, después de muchos años, a los responsables de la Editorial con los cuales anteriormente había tenido contactos solamente por fax y teléfono. Durante la presentación de Blackout se pone de relieve otra
faceta de la compleja personalidad de Claudio Rizzo, no haber viajado nunca a Barcelona para conocer a personas
que luego encuentra por primera vez en Madrid durante el evento.


Otra faceta de Claudio Rizzo es haber escrito solo en castellano, dejando abandonando así a su proprio idioma. Como hicieron en su momento Conrad, Nabokov y otros pocos. En el 2010 el alcalde de Las Palmas, Jeronimo Savedra, invita a Claudio Rizzo a ser miembro del jurado del Festival Internacional de Cine de Las Palmas. Rizzo logra imponer, como presidente del jurado, a Francesco Maselli, uno de los máximos exponentes del cine italiano, con quien fragua una profunda amistad, y comparte con él la teoría de un nuevo humanismo. En Roma, y a través de Maselli, se reúne con Carlo Lizzani y Ugo Gregoretti, ambos también importantes personalidades del cine y la televisión italianos. Otra tema que ha tenido un importante papel en su vida es el psicoanálisis. Durante estos últimos seis meses, si hubiera podido encontrar a Claudio Rizzo en el Hotel National de Moscú, tomando vodka Beluga y fumando cigarrillos Kool...  

Actualmente está convencido que el silencio absoluto sea hoy sinónimo de escritura.



(Leopoldo María Panero y Claudio Rizzo, Tensó, Hiperión, Madrid, 1997).


¿Por qué los hombres lloran? ¿No es peor el silencio?
¿No es peor que la barba y su sonrisa húmeda de borrachos
que escupe sobre el poema y arde en la hoguera feroz de la nada
en donde Dios embiste, embiste con usura, atado a la raíz
feroz de la noche, el cisne del poema en donde Dios no
existe sino para llorar a la sobra de la nada?


*


Once días siguiendo el hilo de Ariadna y asesinar al Minotauro
Nadie nos oyó:

sólo nosotros y un ovillo de palabras vivas para luego reencontrarlas inevitablemente remuertas.


*


Tu voz, su voz,
las voces todavía en mis laberintos cerrados, nuestras voces se confunden,
no se unen a la mía otra vez y todavía.
(Voces anónimas, voces sin sonido, voces sin eco, voces huecas como los hombres huecos: voces sin voz).
Eres mi sudor que tú mismo diluyes con tus dedos.
Otra vez intento recordar cuando te volviste el otro,
cuando mis pupilas divisaron aquel rayo unir en dos las nubes
que semejaron los cuerpos fundidos.
¿Cuándo sucedió?
Cuando la noche dejó paso a la luz del alba: la penetración
produjo un destello distinto.
De repente la escarcha, toda la escarcha se licuó a su alrededor.
¿Y la nieve?




'Tensó': poema a dos voces en el abismo

Leopoldo M. Panero y Claudio Rizzo sobreviven a su combate poético, que publica Hiperión

Por Miguel Mora 

Dos hombres unidos por la soledad acaban de conocerse. Se citan en el hotel Txirrita (Trovador, en euskera), a unos 200 metros del sanatorio psiquiátrico Santa Águeda de Mondragón (Vizcaya). Aún no lo saben, pero van a pasar juntos 12 días. Una foto borrosa los retrata sentados en el sofá del hostal. El de la derecha es Leopoldo María Panero (Madrid, 1948), ha llegado andando desde su casa -vive en ese psiquiátrico desde hace 20 años- y cree que Ia poesía sirve para demostrar que la locura no existe". El otro es Claudio Rizzo, nació en Novi Ligure (Génova) en 1944 pero habita en Canarias desde los años sesenta y ha hecho 4.000 kilórnetros con los tres pequeños tomos de sus poesías completas (editada por Anthropos) como único equipaje.

Entre ambos suman cientos de poemas publicados, pero casi nadie los conoce por eso. Antes de la cita, Rizzo sólo sabe de Panero por la lectura de Locos: "Cuando lo leí, enseguida quise conocer a aquel tipo que en cierto modo me recordaba a mí mismo. Le llamé y me presenté en Mondragón". La idea es embarcarse en una tensó, palabra provenzal que define una lucha dialéctica entre dos o más poetas, ver lo que sale y tratar de publicarlo. O no.

Oscuridad y riqueza

"Hubo relativa disparidad entre nosotros, pero eso no importaba: estábamos metidos en una lucha por ver quién era más oscuro y más rico", dice ahora Panero entre interferencias, largos silencios y llamadas de los enfermeros de Santa Agueda para que acuda a comer. "Trabajamos en medio de un frío perro, rodeados de locos. Pero de locos auténticos, no como Leopoldo, que es afectivamente desequilibrado pero en absoluto loco", explica Rizzo desde Las Palmas.El resultado de esos días al lado del abismo, escribiendo y callando entre bromas y vasos es Tensó, un libro de apenas 50 páginas que publica Hiperión. Poema a dos voces que son en realidad una, anda lleno de imágenes insólitas, versos inquietantes y preguntas como ésta: '¿Por qué los hombres lloran? ¿No es peor el silencio? / ¿No es peor que la barba y su sonrisa húmeda de borrachos / que escupen sobre el poema y arden en la hoguera feroz / de la nada en donde Dios embiste con usura ...?'

Desde la dedicatoria inicial y doble el lector sabe que ese fuego se apagó solo, pacíficamente: A Claudio Rizzo, il miglior fabbro (el mejor herrero -verso del Infierno de Dante-); a Leopoldo Panero, il mio amico. "Sí, nació una amistad tremenda", explica el poeta italiano. "Yo nunca había conocido una ternura y un humor como los de Leopoldo. Tengo muy pocos amigos íntimos, pero ahora él es uno de ellos".

"Si es que yo de loco no tengo nada" se, irrita Panero. "Si acaso soy telépata, ahora que estoy jodido en este ring de boxeo lo entiendo mejor. Los locos me pegan cuando me llaman por teléfono: se creen que soy importante y eso les envenena. Pero Claudio es diferente. Y ahora me va a llevar al manicomio de Canarias".

Hijo del conocido poeta falangista del mismo nombre, Leopoldo Panero ha vivido desde joven en el lado oscuro: rodeado de psiquiatras, pastillas -"ahora sólo me dan Leponex para dormir"-, poemas y películas como El desencanto 1 y 2, testimonios de la decadencia de una familia ilustrada -el primero en pleno franquismo, el segundo en la democracia- que airearon las heridas más íntimas del clan. Hoy, el segundo hermano parece haber olvidado a su familia -"De Michi sólo sé que está muy jodido, que parece demolition man- y ya ni siquiera declara creer en la locura: "Pensaba que los locos eran santos, los crónicos sobre todo, porque han soportado duchas, electrochoques, tipos diciéndoles 'sácate la mierda de la cabeza'... Ahora sé que cuanto más sufre uno, más hijo de puta es".

Pero al mismo tiempo, sorprendentemente, sigue trabajando con dedicación de monje. Escribe poemas solo -'La visita se ha ido, / quedan sobre la mesa pétalos de ceniza"-; dicta conferencias -"ahora doy una sobre elegías medievales, eso tan gracioso que narraba cómo el Espíritu Santo le entraba a la Virgen por la oreja"-; redacta textos antipsiquiátricos, está a punto de publicar una obra de teatro titulada Carne vale y habla en la radio, en el espacio de Javier Sardá, "si al señor Cassamajó no le da por dejarnos sin prograrna".

En esas circunstancias encontró Rizzo a Panero. El genovés dice que "la cosa funcionó porque teníamos muchas cosas en común: los dos hemos vivido radicalmente, lejos de las normas, los dos creemos en la poesía como transgresión, y los dos rompemos la tradición española: preferimos La tierra baldía, de Eliot, a la generación del 27, estamos más cerca de Dylan Thomas que de Lorca. Y además nos hemos dedicado a escribir, no a llamar por teléfono a los críticos".

La colaboración se tambaleó durante los primeros cinco días -"antes, Leopoldo no me tenía confianza"-, pero finalmente es difícil distinguir quién escribe qué. Será tal vez, como sugiere Panero en el prólogo, que "el hombre no pertenece a la página. Y la muerte del autor lleva a esa poesía colectiva". Pero Panero y Rizzo están vivos: se llaman cinco veces por semana, planean hacer Tensó 2, Rizzo quiere traducir al italiano el corpus entero de Panero y sigue prometiendo llevárselo a Canarias. "Si el director de Santa Águeda nos deja".

* Este articulo apareció en la edición impresa de ElPaís, Miércoles, 9 de abril de 1997



¿COSA DOMANDASTI QUANDO LA CITTA MORI? 

(da Seppuku, 1986, traduzioni a cura di Mariangela Scaringella)


Le ore delle sere e delle mattine arrivano in punta di piedi senza
niente di nuovo da aggiungere all’ abitudine.
Sapere che tuttavia il principio
non è stato toccato dall’acqua della pioggia:
solo capelli biondi sfioravano le mie dita
nell‘abbandono che segue alla piccola morte
con ombre di foglie cadute ancora in silenzio. *
Gli uccelli senza ombre volano alto in esso
ronzano solo il mare e il riverbero '
confonde i colori la carta tomò ad essere carta
spopolata di

Ci guardiamo mentre gli oblii
non possono aggiungere tradimenti in questo deserto
dove la gente non applaude Mr. Jones
che muore solo senza raccontarlo a nessuno;
le dune sono interminabili e il mare
e più in la del pensiero (un cavallo perde
il suo cammino nella prateria del tempo
senza colore)
che termina alle tre del pomeriggio
e resta sfnito in un marciapiede senza neve.
Sussurrare parole mai udite a questa morte silenziosa.

* E tutto questo resterà per domani. Oggi
l'immaginazione si arresta prima dell'indefinito. Nella sillaba incisa
dalle parole senza suono che anticipa
L'arrivo di un linguaggio che non accetta sinonimi. Cercare
il vuoto totale e parlare del ritorno del niente dal niente, cosi tuttavia
poter fissare lo sguardo su di un titolo immaginario posteriore a tutte le insignificanze.
Ancora continuo a cercare in un essere asettico il mistero
di un terribile miraggio formato da ipotesi e intercalato da sogni
spezzati dalla disunione delle sillabe nelle vene,

invisibile fiume che confluisce in labbra mone e risorge
in parole taciute.
come la caduta del pensiero.
Sillabe sopra parole (un corpo sta ancora dormendo
fra il tepore di mani sconosciute)
che si separano sole.
Questo antico sole di un nuovo giorno
mi dice che già il suono delle ore inutili
e ritornato con la sua ferita più profonda.
Tutte le sere
scopro che anche la malinconia ha un nome
che niente è stato necessario
per essere tanto distante,
per convertirsi in ricordo palpabile
l'aria che abbraccio,
il vuoto interiore proiettato nelle cose.
L'oscu.1ità ha il colore del tuo inguine
che mai fu mio;
perché il passato appartiene a nessuno
ed è solo il niente con nomi diversi
ciò che abita i corpi
in dolori ripetuti,
Il calore animale ha perduto la sua forza,
quadri astratti riempiono la vetrina
di un antiquario, passi di danza
tra vecchi violini e corde senza suono.
Una donna balla sola,
i capelli sparsi cadono sul suo petto eretto,
le braccia si dirigono in alto,
quindi cadono unite
fra le cosce;
uno spillo unisce tutti i ?li.
La donna senza musica è la statua di pietra.
e' la roccia, La musica è il mio alito
nel frastuono.
Conobbi come un anticipo gli occhi
più belli di chi suonava con mani
d'oro il violino,
l'altro, più serio, la viola

mentrel’u1timo in un trono di musica
simulava suonare il clavicembalo,
sfiorando i tasti (mancava, aveva detto,
di vocazione musicale, quantunque fosse attore),
e e parlava di un vento tra le foglie
e di fantocci che passeggiavano per un ponte
trasformato in scena.
Pero il trio in smoking suono Madrigali Barocchi
in un mare rosso, con l’acqua
fino alle ginocchia
per un pubblico di bagnanti
e per un solo nuotatore.
In altri tempi, durante altre lunghe stagioni,
fu normale. Pii1la polvere copri gli strumenti.
Solo il nuotatore seguita la sua traversata.
Direttori di banche e portieri di hotels
confondono i loro smoking, tacciono, c’e pericolo,
per tutti, adesso.
Morire e un pericolo in questi giorni d’estate,
Non mi dimenticate,
quel fuoco fatuo seguiterà a brillare
nella distanza
e assomiglierà alla luce morta di occhi, *
sguardi che tempo fa furono una ragione in più
per vivere;
anche se forse vivere é fermarsi prima del silenzioso ostacolo
[di una virgola

* Sì disintegra il seme (Panimale rincontra
l’ animale): così potere eiaculare ancora parole rotte, crepe
nella parete, ferite di un essere morto in un giorno senza
data. I muri crollano perpetui (i mattoni caduti sono una
fittizia sopravvivenza, testimoni di vecchie rovine) per la
violenza del vento. Gli avvenimenti fanno sanguinare le
pietre durante il ntio cammino verso la riva del.
Sei il niente e il tuo tacere la morte. E' difficile
congedarsi in silenzio (camminare cortese fra i tavoli) mentre i più
si concedono al coito delle conversazioni e i gesti.

O essere sospinto da un 'auto in un angolo
mentre le labbra d’altri dividono una sigaretta;
non mi dimenticate,
Aprile continua ad essere l”inverno.
Nella sera delle sere
seguito a guardare dai tetti delle case
tutta questa acqua che cade senza terminare mai
e tornerò ad unirmi con l 'ombra delle tue ombre
intravista nelle gocce che si uniscono
nelle lenzuola umide;
quindi, da lontano, tu che non sei, vedrai
la punta rossa della mia sigaretta accesa
ri?esso muto del tuo sguardo caduto
nell'abbandono di un profondo lago senz’acqua. *
Quell 'estate nella quale mi Sarebbe piaciuto permanere se
n 'è andata,
o forse ?i un autunno caloroso
e?immo ingannati dai giorni
(il COI`pO per le scale
di nomi Stagionali)
e arrivò un inverno sconosciuto, fuori dal tempo
inesistente
pieno di forme
e binari
dove i giorni fmntumano il suo carico di incognite.
Un arti?cio pagano calma questa sete inesauribile **
* Che silenzio ora, leggere nella prossima pagina(luce, giomo>
quello che vorrei ascoltare.Le linee si uniscono soltanto una volta
(quindi si convertono) irreali come musica senza note.
L’ombra è li a due passi nonostante sembra troppo lontana.
** E' stato ?ioco, legno bruciato, e dalla terra
sorgi; l”acqua ti arriva ?no alle spalle, i capelli sparsi sulla fronte
senza rughe mentre i tuoi occhi guardano l’irische osserva le onde
si ripetono le stesse abitudini ei tuoi capelli fra la tepidezza del
tempo (momenti sotto un freddo sole) altri fecero parlare di miti.
Ti trattieni, ti unisci insieme alle bolle d *avorio che le cose trattenute concedone.

Resta quello che di me
mai ho avuto in questo
senza luce.
Le pagine sono chiuse
e questa mattina e
qualcosa di sconosciuto,
accarezzato al margine.
Tutto é diverso nella oscurità.
Anche questa spiaggia immaginata '
contiene le cavita di un paesaggio lunare
domani, per i più, questo rifugio sarà
una piazza piena di gente);
pero tu nella none continuerai ad essere tua,
il tuo sguardo trattenuto sul bordo l
vede un paesaggio secco,
piano,
lampo: finestra di un treno
e anche il mio volto é diverso '
e nasconde l’orrore di una nuova,
vicina parola.
 Quindi ritorno a
e abbracciamo il fantoccio umano che senza aprire la bocca
ci sussurra le ultime e prime parole
del nostro dizionario.
Balliamo e facciamo l’amore con l ’eclissi,
perseguo quell ’ombra marrone,
io, morto,
cerco la dimensione nuova.
Come un rimorso
mi perseguita,
corre, mi precede,
e ti vedo scomparire in una Valle
più in la' delle mie colline,
galoppi nelle mia mente,
calpestano i tuoi zoccoli la terra dei miei,
sei un selvaggio amore che invade un piccolo universo,
e ne nell' angolo profondo
del tempo che riesco a trattenere,
ti vedo
stesa (sospesa sul fragile lo
della memoria impersonale) sopra letti eterni
con i tuoi capelli uniti ad altri capelli
mentre giri sopra i tuoi giovani anni infiniti.
Il tuo corpo si anticipa perché io invecchi.
La maschera della nuova civilizzazione
fu l' unico testimone di fiori profumati
in un balcone proiettato verso un patio pieno
di palme avvolte da un mare silenzioso.
Il ricordo di baci già assaporati
spezza la chiarezza di tura luce lontana;
la vicinanza è la parola mai detta,
adesso,
domani, domani, ancora domani, quando i capelli biondi
coprano altri luoghi: la terra è il tuo unico amante.
Terra, alcohol e olio di campa
ci uniranno ancora quando saremo
l'uno di fronte all' altro.
E restarono due parole
sfuocati ricordi
di linee ondulate di una pianura
corporale
(la natura taglia il cordone al suo stesso essere)
e il vertice penetra sulla cima della S-I e R-I
come se fosse ancora possibile sussurrarle,
come in un bacio.
E desiderammo parlare dell’amore
nei brevi momenti di un dialogo squisito,
e ci restarono solo
S-I e R-I
che neppure una breve parola
possono risparmiare alle mie abitudini perdute,
leggera tela di ragno
portata da un debole soffio;
anche il silenzio assoluto
si spezzò quando la silfide e l’ombra
del corpo dei tuoi corpi
lasciarono questo luogo vuoto.
Ti vesti di assenza.
di chi vive di noi, di chi necessita consumarci
corpi trasfigurati in un corpo.
Esistiti,
passiamo tra i fogli del calendario,
come piccole fiamme di un unico fuoco.
Tu sei l'identità cangiante
nel centro delle stagioni,
fra la moltitudine ammutolita: solo il tuo segreto lì parla
proiettato su una tendina rotta
dove le nostre immagini sono deformate da.
Nel mare
(proprio dentro al mare) si incontrano le parole di.
lì dove tu stai ne nell'aspettativa
che io (tutti
sono riuniti nello stesso essere)
fecondi la tua dimensione con un soliloquio
fra binari che si intersecano
nella corta longitudine di una superficie piana
una massa vuota
nel tunnel delle emozioni rubate.
Niente nel niente, solo frammenti di frammenti,
pezzi di un vaso rotto, lacci sciolti di un’ altra realtà;
in un’ altra oscurità, di fronte
a evanescenti fianchi:
amaro sapore
in una sera d'estate,
fra pareti di cemento,
odore di asprezza
freddo del corpo
- sprazzo di un prossimo fine -
-mentre là in alto
le mie ceneri non continuano a consumarsi nel rogo
e i raggi del sole entrano, lievi, dalle fessure.
Solo gli affogati riescono a fumare sotto le onde
a servirsi da una bottiglia rotta più schiuma.
Tu ritorni liquida e tiepida
persino i movimenti lenti assomigliano
a quando i giochi dell' amore terminano.
Persino l'erba non è sufficiente per distinguere
o dipingere un quadro senza cornice;
iniziare un' altra volta è impossibile nel giardino
di chi fugge per sempre e da. Sono sceso ?no al limo
di parole
dalla chiusa dei grandi naufragi.
C'è una parola che resta sempre
muta
nella bocca di chi ha rincorso le rive
senza orme.
Il centro è troppo lontano
per giungere fino a.

E noi riuscimmo a conficcare le unghie
nel fondo più alto «
e nel concetto di. *
Il rumore di questa parola muta mi fa male,
interiori domande di labbra sempre aperte
* Da sempre ho lasciato questo luogo aperto per i
passanti sconosciuti. Andiamo verso il centro di quella
zolla per romperlo, osservare il nucleo e leggere le parole
che qualcuno lasciò dentro, là dove la terra si fonde con la terra.
Le mie mani cercano la carta,
ritorno muto alla fine del campo senza alberi. Nella terra
calpestata come una vecchia puttana non ci sono zolle.
che regalano l' insufficiente
mentre anticipandoci
ritomavamo all' amore
dall' amore.
L'assurdo non potrà mai essere solo.
Deambulare fra postriboli vuoti
in un atto senza forza,
esaurirsi negli accordi di una occasione immaginaria.
Riincontro della sterilità dell’essere
e non poter(ti) desiderare
mentre Sanguineti
parlando di Paz, Weber, Calvino e Pavese
domandava, rispondeva a varie ipotesi
(diverse però uguali fra loro)
che si ripetevano quanto è di più intimo.
Concretare con un fiume di parole
dirette a noi,
ai più (quantunque sconoscitori di poemi)
come te, (amata)
lontana, ancora più lontana nella tua propria distanza,
che non riesci a capire che amar(ti) deriva
dalle stesse radici,
lo stesso ACOITOMOR interrotto; e che tu sei anche
gli altri corpi incontrati.
La stagione più fredda è sempre stata al nostro fianco,
* restiamo in silenzio in attesa che questo mosaico
* Testo irreale, mare pietrificato come questo morbido panno e quando
Curiosi ci domandavano che cosa facevamo durante la notte,
rispondevamo annoiati: non dormiamo, giochiamo al biliardo con
bocce d’ avorio e aste argentate, facciamo colazione con tè cinese
senza zucchero per depurarci, poi torniamo al Testo irreale ancora più
irreale e parliamo amabilmente del niente, però soprattutto impariamo a
maneggiare come virtuosi bocce d 'avorio e aste
dorate (l 'argento non e sufficiente in questi giorni)
verde e rettangolare con sei buche dove potrebbero
trovar visi tutte le più belle e crudeli piante carnivore.
Consegua il suo ultimo pezzo.
Cammino solo per I ”ultima via oscura,
voglio tornare al principio come se niente fosse stato,
come in brevi parentesi di attore
(quindi forse oltrepassare
la temporaneità delle cose)
senza tuttavia passeggiare sulla riva del canale
senza nome ne acqua,
due brevi passi verso l'scurita totale
e le mie dita vogliono aprire il pezzo meccanico
(senza sarebbe inutile
come una parola spezzata)
di una bombola argentata
che potrebbe produrre quel sonno desiderato
come l'ultimo ventre caldo
dove appoggiare la testa:
dormire, dormire, dimenticare, smettere di desiderare
Tornare a nascere da quell' umano ventre,
che mai terminò il mio essere
e mi lasciò abbracciato al freddo metallo
dove si occulta
il lucido desiderio invisibile,
ultimo raggio di luce filtrato fra le mie
palpebre
Sono io che muoio,
e tuttavia mi sembra un dolore altrui.
Il mare non è profondo né eterno,
luce oscura cade nel verde velluto
di occhi spenti:
(1 'insignificanze dell' essere)
muore così pure la morte,
e il cigno di pietra azzurro
tornò al luogo che gli apparteneva;
il debole invisibile muoversi dell' acqua ferma,
lo fa girare nel centro della pupilla,
lo obbliga in spirale ad addentrarsi nell 'occhio
vento freddo lo muove
Ruvide rocce ( -mentre ricordo - Dedalo -
-in una costa verso l'irrealtà
di un mare senza spuma.
Resta tuttavia il mio essere puro e disteso,
avvolto tra le forme del silenzio
e durante il tempo il pensiero copre le parole
l'a1nante concede il suo sesso ai simili sconosciuti
forma il poema
mentre parte di me muore in silenzio).
(respirare fra due specchi:
fra loro
con ritmo proprio e comparato)
che mi conduce verso il rumore delle onde che amano
è il giuoco infinito del suono lontano
mentre il canto dei canti
prima della stessa sufficienza
una pelle che non è mai esistita,
con furore inesauribile
come le dita che strinsero il penultimo desiderio di vivere
(questo tempo tra ore incompiute)
ci sono occhi di legno che cercano le impronte
nel muro bianco di pietra levigata.
L' ignoto ha il colore del pallore,
sogni che si dimenticano fra piogge
al mattino del giorno dopo.
E resta l'acqua fredda di un immenso pensiero dimenticato.
L°ultima nota del cigno arriverà domani
al mio corpo estraneo, più estraneo
senza vita.
Mi incontrerò con te parlando fra gli alberi
dita di un giardino scomparso
presente al serrar delle palpebre.
I pensieri
(gli amori dimenticati e presenti)
sono lenzuoli bianchi portati lontano da un vento caldo
che squarta alberi, voci e fogli gialli
apparsi quando il dolore è solo dolore
e sono con le mie dita chiuse che cosi termineranno con me
lentamente come al principio di.
Vibra ancora nell 'aria il primo verso
con ritmo proprio
Oh forza antica
mentre per un breve interludio
le morti della morte i loro cammini rallentano.

 Ballare con l' osceno canto dell 'ultima sillaba
(musica
ancora musica di lettere incomprensibili),
mentre le tiepide mani cercano di trattenere un pugno di neve
e quindi i ritmi ondulati,
di perfette incomprensibili idee
(composizioni senza data
o parole sufficienti)
cadono, risalgono nelle curve della emotività
come fuggire in strade deserte:
e stendersi in letti pieni di fuochi spenti
mentre le sillabe si distruggono e si erigono
in labirinti
di specchi infiniti:
forse sarà un sogno nostalgico
alla fine del fiumne:
chissà, sarò morto e l'acqua mi porta
verso i turbini della realtà.





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