ATZAED ARREOLA
Atzaed Giovani Arreola Alcántara. México D. F. (1983). Licenciado en Creación Literaria por la UACM. Cocompilador y autor del libro Poetas de reserva, antología poética San Lorenzo Tezonco (2013). Publicaciones: Poema, “Algoritmo”, en revista C2 Ciencia y Cultura, Enero-Febrero, número 5 (2015). Reseña, “A la sombra de una narrativa violenta”, en Laberinto, suplemento del periódico Milenio, número 603 (2015). Minificción, “Antes del flamenco”, en revista Manifiesto azul, número 15, España (2014). Minificción, “El chanfle”, en antología Futbol en breve / microrelatos de jogo bonito, Ed. Puerta abierta (2014). Ensayo, “El arte de llorar por un zapato” en la revista AlterTexto (2014). Participante en lecturas en voz alta en: la XXXIV Feria Internacional del Libro del Palacio Minería y en la Feria Internacional del Libro en el Zócalo de la Ciudad de México (2010). Actualmente, participante en un proyecto de antología de relato, titulado Travel-sía, próximo a publicarse.
Hogar
Ciudad dulce, diabética
Ciudad condenada a vivir entre escombros
Ciudad que tu apellidas Insomnio
pero que te llamas Resaca a la luz del día
Ciudad me irrita sentirme diminuto entre tus calles
aunque me complace encontrar amor barato en cada esquina
Ciudad entraña
Ciudad letrina
Cuidad almohada que sueña, que sueño
Vida en pareja
Tenemos todo
menos a nuestros amantes
aún así sonreímos por la mañana
Ella
piensa un sólo hombre
hecho a semejanza de sus expectativas
Yo
sólo en aquellas con frentes dotados de hermosura.
Mientras hago ejercicios de jardinería
sostengo que me gusta perderme en su cabellera
La sé tan bien
que
cuando finge no verme
me obsequia un poco de su ternura
Para ella
soy un perrotorpe en la mesa
pero tiene una afición
gusta de sostener mi mano
Depravado me dice
suripanta contesto
(es bien sabido que son muestras de cariño)
A veces notamos que no nos da miedo
estar separados
entonces desempolvamos interiores
Ronda
Sólo quiero transitarte
que me dejes perder 5 kilos en tu cruce
No intentes decir que estoy lleno de futuro
con la intención de que viva acurrucado en tu pecho
es decir
sí quiero tener tus senos junto a mí
pero con los capullos abiertos
No me tomes de la mano
ni pretendas que viaje contigo hasta que caiga el sol
Sólo quiero que contonees lo que nunca has sido
Dispón de mis pasos en día de asueto
porque no sé andar en bicicleta
y no creo poder avanzar por el sendero de tu corazón
Inmovilidad del parque
El viento susurra inquietudes de medio día
un conjuro de voces sugestivas
describen la sombra de tu mirada
mis miembros decaen ante su profundidad
Inmóvil
no puedo obsequiarte una palabra
Eres tan eterna que me sudan las manos
mi entraña retumba torpe
un juego de imposibilidades
Escapas a mis aún juveniles garras
Inmóvil
lamento la distancia de nuestros cuerpos
La hora es la misma en la que no te alcanzo
en que la te pierdo Ansío sonrojar tu hombro
con mis dedos y así me lleves en tu bolso
pero estoy incapacitado siquiera para degollar un flor
Inmóvil
desnudo tu figura mientras me abandonas
La reina
Sé que es usted.
Me hace reír cuando susurra
“no he conocido a un insecto parecido a ti”
Succiona de mí el néctar
tratamiento dulce que rejuvenece
Bajo sus órdenes
perdido fuerza en las piernas
pierdo hilo de la vida
pierdo la agudeza de mis aleteos
Soy sólo un bocado
para su apetito mujer abeja
aún así consumiremos mil colchones
y malgastaremos el polen de las rosas
hasta que se colme su sed
o hasta que pierda el aguijón
Días de ocio
Las ganas de levantarte de la cama han desaparecido
La somnolencia está debajo de tu almohada
El cuerpo hecho trizas esparcido en toda la escena del crimen
Las piernas no tienen fuerza para la huida
Sólo se puede alejar del colchón para comer e ir al baño
El tiempo parecer estar sólo en las sucursales bancarias
Los síntomas se agrava
Y la mujer regresa a la habitación sonriendo traviesamente
Acústica
El ritmo agrieta el concreto
y por fin sintonizamos nuestros caminos
La melodía fértil hace que te quite la ropa al abrir la puerta
nada importuna ni el rezo de las vecinas
El alma se diluye mientras se acarician los trastes
te abarco con mis manos aunque desafino cuando recorro tus piernas
La temperatura a condición de Harvest moon
me otorga gracia para descifrar los acordes tatuados en tu brazo
El bajo escala cinco decibeles penetra la piel
el vaivén de nuestros cuerpo aumenta todo es escombros a nuestro alrededor.
La octava esperada suena dentro de ti
sólo queda desear que el sol no haga su aparición en escena
El aire se lleva el eco de los coros
al mirarnos nos descubrimos llenos desnudos y afónicos
http://circulodepoesia.com/2015/04/poesia-de-mexico-atzaed-arreola/
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