CARMEN CRESPO
(Cáceres, 1962). He participado en la antología de la XXV selección de Voces Nuevas 2012 (Ed. Torremozas), en las antologías publicadas por la organización del Día Internacional de la poesía en Segovia 2012 y 2014 y en la antología “Poemáticas naturales”, 2013, de ediciones Entricíclopes.
Formo parte también de las plaquettes colectivas “No sé”, “Kérkira” y “Travelling” de la colección Libros Mínimos.
Ganadora en el 2013 de la II edición del premio de poesía Bal Hotel con el poemario “Tal vez huésped”, publicado en 2014 por la editorial Devenir.
En noviembre de 2014 acabo de publicar una plaquette “Puro hueco” realizada por el artista pintor y grabador Manuel Ayllon, con grabados del mismo y textos míos. Una serie de 15 ejemplares firmados y numerados por Manuel Ayllon y por mí.
“Cuerpo o el corazón del mundo todavía”, breve poemario publicado en diciembre de 2014 por ediciones Sol y sombra poesía.
Asimismo colaboro en la revista digital de poesía conVersos, de la que soy miembro de su consejo de redacción.
de mi tacto el nido la cáscara caliente o las paredes como vendas
ajustándose al cuerpo que asciende que asciende hacia
la bóveda donde los caballos borran sus pezuñas con la carne de
las corolas o de los tréboles donde ruedas anclas donde
relojes des corazonados brillan al sol y padre me ofrece el
humo que exhala su mano abierta pero yo ya no ya no
(Inédito)
qué palabra qué signo inequívoco para enmarcar
el umbral el charco o esa onda que apenas resiste
que apenas avanza a su través
respira el corazón las raíces de las paredes
de las alcobas bajo una bóveda de agua
bajo una máscara de barro y luz
campana glotis órbita cielo
[le coeur du monde encore
y algo de saliva en la materia
lágrima]
(De “Cuerpo o el corazón del mundo todavía, Solysombra poesía)
Tal vez huésped - Devenir, 2014
(Premio BAL Hotel de Poesía 2013)
no ocultar la sombra
ni el musgo
ni el blanco de los mirlos
no desbrozar la senda
sólo
a través del liquen
avanza como escarabajo
el cuerpo
de hueso este dolor
que taladra la amígdala
espina blanca
o rosa
lo orgánico infectando
a lo orgánico
la voz se vuelve entonces
densa
casi aceite
La inquietud de los perros
enardece a esa extraña que dormita
bajo el frío, que hospeda
a las mimosas,
amarillas mimosas
amarillas.
un hueco extraño
en el que hurgar las paredes a tientas
lo impensable del viento
y esa necesidad velada
de guarecerse
el brusco momento de ser
la intrusa
que no sabe salir
En el corazón oxidado de la manzana
el mirlo espolea la carne.
Y no hay piel
ni lecho de semillas
sólo inmáculas formas
del cuerpo que lo fracturó.
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