Jaime Villanueva Donoso
(Viña del Mar, 1978). En la obra del poeta, el poema se descubre con una cierta ambigüedad, voluntaria o involuntaria, nace y existe en una doble apertura o necesidad nunca saciada, la de la realidad que pide ser nombrada y la de la palabra incapaz de hacerse, fuera de sí, realidad.
Es posible encontrar una cierta raíz de penetrante ironía, ya que la ironía es su manera de mantener vivas las tensiones, sin anularlas, de afirmar y negar, al mismo tiempo, porque se ama (el mundo y la poesía), con cierta desilusión. En este conjunto de textos se impide la enunciación de las verdades absolutas, está en la aseveración, el umbral de negación, preservar la dosis de escepticismo que evita declaraciones de fe.
Más aún, Marcia Espinoza-Vera habla de la poética de lo incierto, trata de explicar el no-hecho, es como si se abordara la contradicción. Entonces en Donoso Villanueva, encontramos la ambivalencia, terreno seguro para indicar la dualidad de situaciones, dualidad de sentimientos, y dualidad de valores éticos y estéticos de Los silencios bien guardados.
Es esta una poesía escéptica, desencantada, un testimonio de la experiencia desolada del poeta.
Un libro que merece ser leído.
Los silencios bien guardados / extracto
Tranquilidad y hermosura, al interior de tu estatura
Si me adviertes de una jungla
desparramada
en el orden matinal,
brillante por la neblina,
me puedo perder en las cosas que no son cuando están
en ti
al interior de tu estatura
Si tú vienes, yo espero
saber exactamente lo que no
sabemos
y pretender que el largo
del silencio
se asemeje a la cara más instantánea
de los días prestados a la noche
que no pasa,
si no es en un abrir y cerrar de
ojos sentados al piano,
puede ser una buena señal
de tranquilidad
hermosa,
incluso mejor que aquellos damascos cercanos
que dibujaste en la parte de atrás de tu cuaderno,
que siniestra escena
yo contigo,
tu sin mí,
el aire sin la atmósfera
y aquello que es un color y además es rojo
en el centro del fuego de los días de los abrazos de tu pelo
y sin embargo
hablo tranquilo,
si no bailas
no vuelo
La película ya había empezado
Y entramos de golpe a una historia que ya sucedía,
que antes que quisiéramos
ya corría (…) como la vida
no nos dimos cuenta
que esta película ya estaba rodando,
que tú y yo estábamos dentro del relato
y el relato éramos.
que también somos las fotos que
no nos vamos a sacar
porque no hace falta,
así como no es necesario contar una historia
para que seamos esa misma historia.
la película ya había empezado,
incluso antes de verte por primera vez
en esa escena, yo estaba
en otro día
con una flor artesanal en la mano
y tú estabas llorando y era un martes
y era otro año pequeño que comenzaba
y yo no sabía
y entramos de golpe a una historia que ya sucedía,
y corrimos por calles distintas, pero iguales
y cuando nos vimos
la película ya había empezado
En comparación
El libro que le presté ya se lo regalé
Eso es armonía perfecta
en comparación a
que un día o
una noche
El enemigo entra por la ventana de mi casa
rastrojea unos cuantos escenarios
da vuelta todo, rompe cosas
y se lleva
El Libro, única y exclusivamente El Libro
y yo me quedo sin nada
sin libro, sin ti y sin haberte
regalado el libro que te presté
y que no leíste
es preferible que en tus manos
quede
y que en tu cajón se aburra,
de sueño
a la espera del día
en que te encuentres con él
lo abras y al leer veas en la primera página
tu nombre,
el nombre de una ciudad verde,
el dibujo de una virtud,
el autógrafo del escritor de aquella novela de ficción
llamada diccionario
y el relato con ventaja
de tu escena principal,
mi enemiga principal
No sé si contarte o no
En realidad sí. Puedo hacer una carta a media noche,
pero para que complicarme
con devaneos de esa índole,
sería más fácil hacer
lo que se hace en estos casos,
salir a la calle al día siguiente
e ir personalmente a decir
lo que hay que decir
lo más difícil de decirte todo
es que tal vez no sea necesario decirte todo
hace un par de horas
han sido cerradas todas las puertas de todas posibilidades
de cruzar hasta acá,
tu silencio será bienvenido
una vez dicha
la bancarrota
de estas cosas
Ojalá que se llame Alicia
Qué linda es Alicia,
-eso, si es que se llama Alicia.-
desde aquí puedo ver
su jardín.
ojalá que el tiempo no me falte
ojalá
preguntarle el nombre
ojalá que las cortinas no me escondan
de sus sueños a quemarropa
(acá suena una linda melodía de guitarra suave
mientras la ventana le mira la cara)
saluda a quien quieras
de espalda al sol
y dame (despliega) valentía
para seguir atado a mi propia vida
qué triste se ve Alicia,
con una tijera en las manos
y pienso,
ojalá que se llame Alicia,
más por su bien
que por el mío
Que la noche se disuelva en una taza de vidrio caliente revuelta por una cuchara para siempre
Y que no quede rastro
de que alguna vez hubo noche acá,
que se piense y que
parezca que el día no avanzó,
que el calendario se mutiló a sí mismo
Que sea el día más largo de la vida,
que la noche se disuelva
hasta que parezca día,
Como el café en la taza de leche
Que siempre sea de día
para que los demonios que vienen de noche
se queden en la espera,
se queden en la potencia
de una noche que nunca llegará
que atrapados exploten de locura
hasta que sean sanos
y efectivamente
sean capaces de aparecer
un día sin noche
desarmados lindos
y cuando sea de noche nuevamente
se vuelva una y otra vez, ves
Acá no hay mentiras
Por eso te digo
todo
No me asusta que sepas
lo que pensé de cada uno
de los momentos,
incluso podría hasta parecer confesión,
pero no lo es…
digo lo que es correcto decir
aunque eso no me deje bien
frente a la opinión pública,
eso sí, explicaciones no doy,
ya estuvo bueno con lo del otro día
y las sobradas vueltas a los temitas
de poca importancia
Si buscas, no vas a encontrar ninguna mentira,
así pongas estas páginas de costado
patas pa’ arriba
y las remuevas y sacudas
ninguna mentira va a caer de acá
y yo sé que las vas a buscar,
en último caso
buscarías errores para
hacerlos pasar como falso testimonio ex-profeso,
pero así y todo… No,
no vas a poder creer
que acá no haya mentiras
porque acá no hay mentiras
acá,
donde ya nada es verdad
no hay mentiras
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