(Monterrey, México 1987), es pasante de Letras Hispánicas por la UANL. Ha publicado Apocalipsis Juanito (luegoluego editores, 2014), Piedra (Ed. Atrasalante, 2014) y Un mal karma (UANL, de próxima aparición).
Premio Nacional de Poesía Salvador Gallardo Dávalos, 2014.
[en un vagón del metro]
Tú y yo en un vagón de metro a punto de arrancar
te digo vamos por un helado me dices bien
no tenemos dinero así que sólo llegamos a contemplar el sitio
decidimos quedarnos a mirar la nieve derretirse
tú y yo nos quitamos de las vías del metro
tú y yo abordando a un taxista que no nos saca plática
brincamos en los topes y nos reímos
para la foto que alguien sacaba de otras personas
ojalá encontremos la foto me dices te digo tengo hambre
y te abrazo y después del abrazo hemos avanzado varios kilómetros
seguimos en el taxi no nos dimos cuenta nos bajamos sin pagar
le dimos su merecido a la democracia
tú y yo no fuimos a votar nos quedamos mirando la televisión
subimos a un piso demasiado alto y desde ahí pudimos ver
cómo anochecía en otras partes me dijiste mueve la cabeza para que las cosas cambien
te expliqué que la tierra era un enorme cuerpo humano
ahora estamos en la única parte en la que no hay reacción al estrés
el frío es apretar las manos que te sostienen
tu casa es un refrigerador descompuesto te digo y no te ríes
en lugar de eso me dices ven por aquí pasan vagones de metro
convertidos en hieleras vamos a ser gelatinas tú de cuál quieres
elijo quedarnos para que anochezca en este lugar
el cuerpo humano es una parte de la tierra leíamos en el suelo
teníamos buena vista en otro sitio terminó de anochecer
y entonces vimos cómo las cosas iban perdiendo calor
y ganando luminosidad te dije esa es la noche
te quedaste callada y luego pensamos en un taxi con clima
yo bajaba el vidrio cuando el conductor nos preguntaba para dónde
yo del suelo en los semáforos recogía las envolturas de los años felices
como guardar las envolturas de los regalos
porque son parte del regalo
decidimos entrar a casa tú y yo corriendo
nadie tomó nuestro tiempo porque los cronómetros se averiaban
cuando pasábamos riendo la gente decía de qué se ríen
me explicas el funcionamiento del agua que sale de los ojos
y te explico la reacción del cuerpo cuando le pasa que se olvida de la hora
inventa un reloj me dices
que dé una hora diferente cada vez que lo mires
y yo te digo para calcular el sitio exacto realizo una operación
que consiste en abrir la boca y acercarte para formar figuras
la teoría del caos no es válida en esta parte de tu rostro
aquí sí
pero acá no
tú y yo en el centro todas las personas se quitan cuando caminamos
algo anda mal se dicen pero no saben cómo tienen volteado su reloj
que sirve para mirar las cosas algo anda mal te digo con mi cabeza
y entonces me crecían las ojeras porque olvidábamos dormir
y tuve las ojeras en el suelo tenía un carrito para transportarlas
tú me preguntas si no es cansado yo te digo que si me veo mal
y te ríes de nervios porque te acuerdas del reloj averiado de las personas
que nos veían te repito la pregunta y me dices que empujar ojeras
me da personalidad
me regalas un helado lo compré con el dinero que el taxista nos dio
por abrirle los ojos decía que manejar a oscuras era peligroso
tú le explicaste la manera de alejar los párpados
abres el congelador y luego ya no te veo me acerco y me haces psst
y estás adentro y te quieres dormir y me haces espacio y a la mañana siguiente
toda la casa es un iglú que hicimos dormidos
patinamos no porque nos guste o porque sepamos
patinamos porque el piso es de hielo
entonces yo veo una grieta y tomo un libro pesado y la golpeo hasta hacer un hoyo
uso la escoba como una caña y junto pescados que no saben a pescado
porque tú los cocinas de una forma en la que al morderlos decimos
sabe a pizza y terminamos llenos.
[En medio de toda esta basura]
En medio de toda esta basura
cómo puede existir la vida
explicaciones
el día en que el presidente negro se casó
el día en que nuestros amigos se casaron
el día en que te masturbaste por primera vez
todo sucedió el mismo día
pero tu memoria no pudo archivarlo bien
y repartió tu vida a lo largo de los años
los recuerdos son pequeños indicios en un mapa
que te lleva a ningún lado
lo sostienes frente a una pared
como yo lo sostengo frente a una pared
inventé una teoría científica sin fundamento científico
el día en que amaneciste convertido en un ciempiés
y te subiste a la placa
para asustar a los vecinos
el día en que ingeriste veneno para ratas
porque tu familia
era alérgica a tu desempleo
el día en que soñaste con la hemorragia interna que
ahogara por dentro los órganos
inútiles
la esperanza es un término en la medicina alternativa que aún no tiene definición científica
como el hombre que cayó por la placa mientras jugaba a ser un ciempiés
masturbándose con cincuenta de ellos
y metiendo en su rudimentario ano
los cincuenta pies restantes
buscaba asesinar al dolor desde adentro
pero se escondía
no tengo una teoría que justifique todo lo escrito
no he leído suficiente
sobre la forma de capturar instantes a través de palabras que otros ya usaron
no entré a clases
todos me veían afuera
todos me veían afuera cuando ellos estaban adentro
desde adentro puedes observarlo todo
desde afuera no quieres observar nada sólo quieres recostarte
en medio de toda esta basura
para ayudarle a empacar sus cosas a mi padre
para enseñar a los gordos andar en bicicleta
para tenerle miedo a las caídas y a los derrumbes
para llorar por los animales que nos muerden
para legitimar la obra invisible de mis invisibles amigos
para toser sangre y fingir que nada pasa delante de nosotros
para golpearse la cabeza con un libro pesado
para ir a quemar lugares que permanecen vacíos
para ser asaltado y ofrecer la resistencia por si les sirve también tengan
para el miedo a salir vivo cuando ya no quieras salir sino quedarte
para arrepentirse de la ropa que usaste en una fiesta
para conocerte y para quedarme solo
para un sábado para un viernes para un lunes total
para declamarse brincando en la cama
para memorizarlos como tablas sin sentido
para apretar los sucios granos del silencio
para olerle el pelo a una mujer
para tomarle el pelo a un calvo
para gastar en cosas que se tiran
para gastar en cigarros que se apagan en las manos
para burlarme de la seriedad con que me tomo la vida en los bares
para cuando estás feliz y quieres arrancarte la cara y ponerte un vaso
para mezclarlos con música y con risas y decir que estamos vivos pero no es cierto
para esperar en urgencias con calma
para tirarlos y que sólo nos alcance la vida con el dinero y el dinero con la vida
para leer en voz baja para asustar a los niños
para dejar a las causas con las defensas perdidas
para extrañar las cosas en forma de olas
para los desencantados que dejaron de pedir ayuda
para los ilusionados que dejan la computadora encendida toda la noche
para que alguien los lea llorando porque le recuerdan que la caga muy seguido
para que la gente que nunca te abraza desee hacerlo por una sola vez
para sonámbulos pintarnos a nosotros mismos bigotes en la cara y reclamarnos y hacernos pleito y querer dejar de hablarnos para intentar estar tranquilos
para la gente que confía en los números porque ellos están más cerca del poema
para derramar en tu vestido y debas quitártelo si no quieres que se quede la mancha del poema
para que pase un coche muy ruidoso y me digas así deberías escribir
Escribir buscando el códec:
partitura accidental de un código binario
en otro idioma:
es decir
la representación física de un estado en desorden.
El dolor de la caída
en el códec rescribirlo
usando un órgano en vestigio que derrama tinta
y nunca se vuelve una falla
una grieta.
Abrir las ventanas
cerrarlas a gritos
a golpes de pecho
Pero el códec permanece inconcluso:
hay formatos que no acepta
hay leyes que no aceptan ser violadas
mas la violación del códec no pide un consenso:
la violación lo quiere todo
para descargarse para ser un accidente
un error de dedo:
no se le teme a la violación
sino a la libertad que ésta otorga:
Tu vida es un flujo de datos:
nunca descargas el mismo códec
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