lunes, 23 de febrero de 2015

LORNA DEE CERVANTES [15.028] Poeta de Estados Unidos


Lorna Dee Cervantes 

Nacida el 06 de agosto 1954 en San Francisco, California. Es una galardonada poeta Chicana, nativa americana (Chumash), feminista poeta, activista que se considera una de las principales poetas chicanas de los últimos 40 años. Ha sido descrita por Alurista, como "probablemente la mejor poeta chicana activa hoy en día." Lorna Dee Cervantes nació en 1954 en California. Ella creció en San José, con hablantes de Inglés. Esto se aplica estrictamente por sus padres, que permitieron sólo el Inglés que se hablaba en casa por ella y su hermano. Esto fue para evitar el racismo que estaba ocurriendo en su comunidad en ese momento. Lorna Dee Cervantes fue profesora asociada en la Universidad de Colorado en Boulder hasta 2007. Ella se considera "una escritora chicana, una escritora feminista, una escritora política" (Cervantes). 

Obras publicadas:

Ciento: 100 100-Word Love Poems (2011; Wings Press )
DRIVE: The First Quartet
From the Cables of Genocide: Poems on Love and Hunger ( Arte Público Press , 1991)
Emplumada (1981; American Book Award ).
Red Dirt (co-editor), a cross-cultural poetry journal
Mango (founder), a literary review
Unsettling America: An Anthology of Contemporary Multicultural Poetry (eds. Maria Mazziotti Gillan and Jennifer Gillan, 1994)
No More Masks! An Anthology of Twentieth-Century Women Poets (ed. Florence Howe, 1993)
After Aztlan: Latino Poets of the Nineties (ed. Ray González, 1992).

Premios:

Patterson Prize For Poetry
Battrick Award For Poetry
Latino Book Award
Latin American Book Award (Second Place)
Denver Book Award (Finalist)
Pushcart Prize (x2)
California Arts Council Grant for Poetry (x2)
Hudson D. Walker Fellowship Award at The Fine Arts Work Center
Colorado Poet Laureate (Finalist)
Vassar Visiting Writers Award
Mexican-American Studies Center Visiting Scholar Award
The National Association for Chicana and Chicano Studies Scholar Award
San Jose State University Outstanding Alumnus
San Jose Community College Outstanding Alumnus
The White House Third Millennium Evening with Poets Laureate Attendee (invited by President and Hillary Clinton as one of the best 100 poets in The United States)
Library of Congress Reading (x2)
American Book Award (1982)
National Endowment for the Arts Fellowship Grants for Poetry (1979 and 1989)
Lila-Wallace Reader's Digest Foundation Writer's Award (1995) [ 9 ]



Poema para el joven blanco que me preguntó cómo yo, una persona inteligente y leída, podía creer en la guerra entre razas  


En mi país no hay diferencias.
Las políticas de opresión sembradas de alambre
han sido derribadas hace mucho. El único recuerdo
de batallas pasadas, sean ganadas o perdidas, es el leve
surcado de los fértiles campos.

En mi país
la gente escribe poemas de amor,
llenos de nada más que felices sílabas infantiles.
Todos leen cuentos rusos y lloran.
No hay fronteras.
No hay hambre, ni
graves hambrunas ni gula.

Yo no soy una revolucionaria.
Ni siquiera me gusta la poesía política.
¿Piensas que puedo creer en la guerra entre las razas?
Puedo negarla. Puedo olvidarla
cuando estoy segura
en mi propio continente de armonía
y amor, pero no vivo
ahí.

Creo en la revolución
porque en todas partes arden las cruces,
certeros pistoleros gamados esperan tras las esquinas,
francotiradores apuntan a las escuelas …
(Sé que no me crees.
Y que piensas que no es más
que exageración transitoria. Pero eso
es porque no te disparan a ti.)

Estoy marcada por el color de mi piel.
Las balas son discretas, diseñadas para matar lentamente.
Mis hijos son su objetivo.
Estos son los hechos.
Déjame mostrarte mis heridas: mi mente trabada, mis
disculpas constantes, y esta
agobiante preocupación
por sentir que no estoy a la altura.

Estas balas pueden más que la lógica.
El racismo no es una cuestión intelectual.
No puedo curar mis cicatrices con la razón.

Al otro lado de mi puerta
hay un enemigo real
que me odia.

Soy una poeta
que ansía bailar en los tejados,
susurrar delicados versos sobre la alegría
y la bendición de la comprensión humana.
Y lo intento. Vuelvo a mi país, a mi castillo de palabras, y
cierro la puerta, pero la máquina de escribir no apaga
los sonidos de la ira sorda y palpitante.
Mi cara sigue recibiendo golpes.
Cada día se me recuerda con insistencia
que este no es
mi país

y sí lo es.

No creo en la guerra entre razas

pero este país
está en guerra.

Traducción de María López Ponz (Alcora, 1983)




El barco de refugiados

Como la fécula de maíz, paso desapercibida
a los ojos de mi abuela.  La biblia
a su lado, se quita los lentes.
El pudín se espesa.

Mamá me educó sin idioma.
Soy huérfana de mi nombre en español.
Las palabras son extranjeras, tropezándose
en mi lengua.  Veo en el espejo
mi reflejo: piel de bronce, pelo negro.

Me siento cautiva
en un barco de refugiados.
El barco que nunca atraca.
El barco que nunca atraca.



Amor de mi carne, muerte viva

Para García Lorca

Una vez no siempre fui tanta llanura.
Era plumas esparcidas en una cruz
de dunas, una extensión del océano
a mis pies, guirnaldas de gaviotas.

Sirenas y gaviotas.  No te pudieron sosegar.
Sabes tan bien como ellas: ser
paloma es sujetar el halcón
en tu pecho, en tus noches, en tus mares.

Mi miedo es simple, enfrentada ante el corazón
arriba de destellos de grabados, un linaje
en letras, mi súbita profunda mirada.  Eres tú.

¡Eres tú! Cantó el corazón en la ménsula de la 
pelvis.  Rubor de mi aliento, trampa de 
mi vista—bello pájaro—Eres tú.




Narcisos

Para Jay

            Verde, que te quiero verde
            —Federico García Lorca


Es verdad—amo 
el narciso, su suculenta
radiación. Todas las cosas
amarillas son buenas, dice la gente de Pueblo.
Eres maíz azul, el color 
de la vena norte que atraviesa tu muslo.
Eres azul, el color de un nuevo amanecer
cuando el péndulo de la tierra desiste,
cuando tu amor se eleva de su cama de piedras,
y el deseo, deseo sonámbulo de la bestia.

Deseo—es verdad—un manojo
de trigo que crece en el aliento de tu tumba,
que cubre tus huesos, fino con las largas 
uñas que ciñen esta flor.  Verde, que te 
quiero verde y la magia de
los dedos abriéndose camino hacia la vida,
hojas que se tornan amarillas en el invierno del 
sauce.  Mis ramas son brazos que sostienen,
mis manos completan la labor del río.

Y es verdad, recojo amor
como otros recogen aliento para lágrimas
y yo amo la dorada luz que pesa
en los pétalos de los narcisos.  Amo 
tus cielos cobaltos, la ligereza del aire
que llevas en tus puños.  Sostienes la cabeza
como cuando un narciso deleita en el sol.  Déjame ser
verano para ti, más allá de la profusión de hierba 
que una vez fui cuando mi alma morena charlaba
en su sepultura de invierno de tierra aniñada.








Una de las características más importantes de la poeta chicana es que ésta comprende la doble naturaleza del texto y a pesar de la inclinación ideológica, la poeta posee una aguda conciencia de la esencia imaginativa del poema. Para algunas poetas su trabajo funciona dentro de la poesía chicana, ya que conciben su poesía como arma socio-política y como vehículo de conocimiento; pero además, debido a la perspectiva feminista, su poesía intenta funcionar como medio para la toma de conciencia sobre la naturaleza de la mujer y como arma para combatir no sólo el racismo sino el sexismo tal como lo registra el siguiente poema:


I am a poet who yearns to dance on rooftops,
to whisper delicate lines about joy
and the blessings of human understanding.
I try, I go to my land, my tower of words and
shut the door, but the typewriter doesn't fade out
the sound of the blasting,
the screams, the muffled outrage...


(«Poems for the Young White Man Who Asked
Me How I, an Intelligent, Well-Read Person
Could Believe in the War Between the Races»
-Lorna Dee Cervantes)      



De esta manera los componentes extra-literarios mencionados, junto con el sentido de que la chicana pertenece a «la raza», producen un profundo impacto en la sensibilidad de la poeta chicana. Así lo registra Lorna Dee Cervantes cuando expresa la vulnerabilidad del mundo chicano amenazado por las instituciones que rechazan la diversidad cultural:



I believe in the revolution
because everywhere there is an enemy waiting,
sharp-shooting diplomats round every corner...
Their bullets are discreet and designed to kill slowly.
They are aimed at my children.
These are facts.
Let me show you my wounds: my stumbling mind, my
«excuse me» tongue, and this
nagging preoccupation
with the feeling of not being good enough.


(«Poem for the Young White Man
Who Asked Me How I, an Intelligent,
Well-Read Person Could Believe in the War Between Races»
-Lorna Dee Cervantes)   



Aún escuchamos su voz como poeta en busca de su identidad cultural cuando nos dice:



mamá raised me with no language
I am an orphan to my spanish name
the words are foreign stumbling on my tongue


(«Refugee Ship»
-Lorna Dee Cervantes)

              

El conflicto de identidad cultural se manifiesta igualmente dentro del país hermano como lo indica el siguiente poema:



But Mexico gags
«ESPUTA»
on this bland pochaseed
I didn't ask to be brought up tonta!
My name hangs about me like a loose tooth.


(«Heritage»
-Lorna Dee Cervantes)     



Hasta ahora hemos visto cómo la poesía de la mujer chicana se inserta dentro de la ideología general de la poesía chicana. A pesar de esto, existen diferencias que, en algunos casos residen en la amplitud de la exploración lingüística, en el control de las imágenes y en la complejidad de la visión de la realidad. Sin embargo, los dos grupos de poetas se ven forzados a vivir las contradicciones y las injusticias a diario y en algún momento coinciden en la creación de una resistencia política y cultural a través de la fuerza cabal de su trabajo. La chicana se sintió excluida de los esfuerzos por formar una sociedad nueva:


you speak of the new way,
a new life...

Pero your voice is lost to me carnal,
in the wail of tus hijos,
in the clatter of dishes
and the pucker of beans upon the stove.
Your conversations come to me
de la sala where you sit,
spreading your dream to brothers...


(«Para un revolucionario»
-Lorna Dee Cervantes)               





A un Desconocido

I was looking for your hair,
black as old lava on an island   
of white coral. I dreamed it   
deserted you and came for me,   
wrapped me in its funeral ribbons   
and tied me a bow of salt.

Here’s where I put my demise:   
desiring fire in a web of tide,   
marrying the smell of wet ashes   
to the sweet desert of your slate.
My intelligent mammal, male
of my species, twin sun to a world   
not of my making, you reduce me   
to the syrup of the moon, you boil   
my bones in the absence of hands.

Where is your skin, parting me?
Where is the cowlick under your kiss   
teasing into purple valleys? Where   
are your wings, the imaginary tail
and its exercise? Where would I breed   
you? In the neck of my secret heart   
where you’ll go to the warmth of me   
biting into that bread where crumbs crack   
and scatter and feed us our souls;

if only you were a stone I could   
throw, if only I could have you.

“A un Desconocido” by Lorna Dee Cervantes was first published in Drive: The First Quartet (San Antonio: Wings Press, 2006).




"Love of My Flesh, Living Death"

after García Lorca

Once I wasn’t always so plain.
I was strewn feathers on a cross
of dune, an expanse of ocean
at my feet, garlands of gulls.

   Sirens and gulls. They couldn’t tame you.
You know as well as they: to be
a dove is to bear the falcon
at your breast, your nights, your seas.

   My fear is simple, heart-faced
above a flare of etchings, a lineage
in letters, my sudden stare. It’s you.

   It’s you! sang the heart upon its mantel
pelvis. Blush of my breath, catch
of my see—beautiful bird—It’s you.

"'Love of My Flesh, Living Death'" by Lorna Dee Cervantes, from From the Cables of Genocide: Poems on Love and Hunger. Copyright © 1991 by Lorna Dee Cervantes, Used with permission of Arte Público Press, 



Emplumada

When summer ended
the leaves of snapdragons withered
taking their shrill-colored mouths with them.
They were still, so quiet. They were
violet where umber now is. She hated
and she hated to see
them go. Flowers

born when the weather was good - this
she thinks of, watching the branch of peaches
daring their ways above the fence, and further,
two hummingbirds, hovering, stuck to each other,
arcing their bodies in grim determination
to find what is good, what is
given them to find. These are warriors

distancing themselves from history.
They find peace
in the way they contain the wind
and are gone.

"Emplumada" from Emplumada, by Lorna Dee Cervantes, © 1982. All rights are controlled by the University of Pittsburgh Press, Pittsburgh, PA 15260. Used by permission of the University of Pittsburgh Press.





No hay comentarios:

Publicar un comentario