sábado, 21 de febrero de 2015

IZUMI SHIKIBU [15.010] Poeta de Japón


IZUMI SHIKIBU

Izumi es considerada la mayor poetisa de la historia de Japón. Otros la consideran la mayor poetisa de la historia en general.

Izumi Shikibu (和泉式部?) fue una poetisa japonesa de waka que vivió a mediados de la era Heian. Es miembro del Chūko Sanjurokkasen (中古三十六歌仙?) y del Nyōbō Sanjūrokkasen (女房三十六歌仙?). Fue contemporánea de Murasaki Shikibu y Akazome Emon.

Fue la hija de Ōe no Masamune, gobernador de Echizen. Su madre fue la hija de Taira no Yasuhira, gobernador de Etchu. A la edad de 20 años se casó con Tachibana no Michisada, quien se convirtió en gobernador de Izumi. Su nombre, al igual que para las mujeres de la era Heian, es un compuesto de "Izumi" del nombre de la provincia que tenía a cargo su esposo y la designación oficial de su padre como maestro de ceremonia o shikibu (式部?). Su hija Koshikibu no Naishi fue también una conocida poetisa. Izumi Shikibu acompañó a Michisada en la provincia por un tiempo, pero se aburrió del estilo de vida y regresó a la capital.

Tuvo una serie de sucesos amorosos en la Corte. Al inicio, antes de casarse con Michisada, se pensó que estaba en la compañía (algunas fuentes como esposa) de un hombre llamado Omotomaru de la corte de la Emperatriz Viuda Shoko. Cuando estuvo casada con Michisada, se enamoró del tercer hijo del Emperador Reizei, el Príncipe Tametaka y tuvieron un amorío público; teniendo como resultado un escándalo en el que se divorció de su esposo y fue desheredada por su padre. Posteriormente el Príncipe Tametaka murió en 1002 por consecuencia de una plaga, dándole un tinte místico a este escándalo.

Después se relacionó con el Príncipe Atsumichi, hermanastro del Príncipe Tametaka. El primer año de su relación fue descrita en su novela semi-autobiográfica Izumi Shikibu Nikki (和泉式部日記?). Como en la mayoría de los diarios de esta época, la narración fue hecha en tercera personas y con algunas escenas ficticias. Se cree que el motivo de Izumi en escribir este diario era para explicar su amor hacia ciertos cortesanos. Al igual que con el Príncipe Tametaka, su relación también fue cesada en secreto y la esposa del Príncipe Atsumichi abandonó con enojo su hogar. Izumi se mudó a la residencia del Príncipe Atsumichi y ambos tuvieron una relación pública hasta la muerte del príncipe en 1007 a la edad de 27 años.

En 1008, asistió a la corte de Fujiwara no Shoshi, hija de Fujiwara no Michinaga y de la Emperatriz Ichijō. Izumi Shikibu Nikki fue escrito en este período, junto con la mayoría de sus obras importantes recopiladas en el Izumi Shikibu Shū (和泉式部集?) y en las antologías imperiales. Su vida de amor y pasión le hicieron ganar el apodo de La Dama Flotante (浮かれ女 ukarejo?) por Michinaga. De hecho, su poesía está caracterizada por una pasión desbordante y sentimiento abrumador. Su estilo es totalmente opuesto al de Akazome Emon, aún cuando ambas estaban en la misma corte y eran amigas cercanas. En la corte tuvo rivaliad creciente con Murasaki Shikibu, quien tenía un estilo poético similar. La poesía emocional de Izumi Shikibu ganó la admiración de muchos en la corte, incluyendo a Fujiwara no Kintō.

Estando en la corte, se casó con Fujiwara no Yasumasa, un comandante bajo las órdenes de Michinaga y famoso por su valentía, y abandonó la corte para acompañarlo en la provincia de Tango. Se cree que vivió por mucho tiempo, pero su año de muerte es desconocida. La última correspondencia imperial de ella fue en 1033.





Estos son algunos de sus Tankas.

No puedo decidir 
Cuál es cuál:
El luminoso
ciruelo brotado es
la luna de la noche de primavera.


*


Esta noche
Sin nadie a quien esperar,
¿Porqué mis pensamientos
Se ahondan
junto con el atardecer?


*


Cuando llega el invierno
Que congela las aguas,
Las cañas flotantes parecen enraizarce,
Como si la quietud
Fuese su propio deseo.


*



Arranco
Un racimo de azaleas de roca
Para guardarlas: en sus flores
Veo nuevamente
Las batas teñidas de rojo que mi esposo usaba.


*


Por más salvajemente
Que broten las flores de cerezo este año,
Las veré 
Con el aroma de los ciruelos
Llenándome el corazón.


*


Desde una oscuridad
hacia otra oscuridad
pronto deberè ir.
¡Ilumina el largo camino que me espera,
luna del borde de la montaña!


*


(Enviado a un hombre que cada noche decía
que la visitaría pero nunca lo hizo)

Si sigo con vida
para esperar esta noche, entonces otra vez
me sentiré de este modo-
lo cual me hace desear que mi vida termine
antes de que llegue la noche.


*


En mi pereza
me vuelvo a mirar el cielo-
aunque no pueda ocurrir
que el hombre que estoy esperando
vaya a descender de los cielos.


*


Ni el más helado 
viento de otoño
podría herirme
como esta tormenta primaveral
de pétalos dispersándose.


*


El tiempo pasa
un hombre olvida
y ya no regresa;
así y todo
dependo de sus promesas.


*


En una noche
en la que la luna
brilla tanto como ésta,
los pensamientos inhablados
aún del corazón más discreto deben ser visibles.



*


¡Qué fácilmente,
partiendo de mi casa,
atraviesa él
la textura brocada
de las hojas de otoño!


*



Aún si te viese
una sola vez
te extrañaría
a través de mundos
y mundos.



*


Sin uso alguno
estos capullos de cerezo floreciendo
alrededor de mi casa.
Ya que es a la dueña del árbol
a quien las personas vienen a ver.


*


Por ahora estoy aquí,
¿pero se puede confiar en el futuro?
No, no en un mundo
que nos enseña sus maneras
con la gloria de la mañana.


*





(Escrito luego de la muerte de su hija Naishi,
quien a su vez dejó una hija recién nacida):

Después de dejarnos,
ella estará lamentándose,
¿pero por quién en mayor medida?
Sin duda por su propia niña,
como yo lo hago por la mía.


*


¿Qué he de hacer
si el hombre que he estado esperando
viniese a mí ahora,
no queriendo que las pisadas perturben
la nieve de mi jardín?


*


¿En qué difieren, realmente,
el arder visible
de la polilla de verano
y este cuerpo,
transformado por el amor?


Despierta por el perfume
del ciruelo floreciente...
La oscuridad
de la noche de primavera
me colma de nostalgia.


*


Nada 
en el mundo
es habitual hoy.
Esta es
la primera mañana.


*


Ven enseguida- tan pronto como
se abren los capullos,
caen.
Este mundo existe
como el viso del rocío sobre las flores.


*


Verte es el hilo
que me ata a esta vida-
si ese nudo
se cortase en este instante,
no tendría ningún pesar.


*


Insomne
velo
por la noche de primavera-
pero ninguna cantidad de guardia
es suficiente para hacerla permanecer.


*


¿Qué sucede
con esta hora de crepúsculo?
Aún el sonido
de una brisa casi imperceptible
traspasa el corazón.



*


La gota de rocío
sobre una hoja de bambú
permanece más tiempo
que tú, que te esfumas
al amanecer.



*


Este corazón,
extrañándote,
se parte
en mil pedazos-
no quisiera perder ninguno.


*



En mi soledad
parto y quemo
ramitas en el crujiente fuego-
en este villorio invernal de la montaña,
esperando que al menos el humo no se vaya.


*


(Uno de los Tankas de duelo por el Príncipe Atsumichi)

Uno por uno,
al final del día,
los pájaros alzan vuelo
en todas las direcciones-
¿cuál podría conducirme hasta vos?



*


sé que voy a morir,
pero me gustaría llevarme al más allá
un postrer recuerdo,
¿por qué no me concedes
una última cita?


*


ahora voy,
dijiste, y tus palabras
también se ajaron
¿dónde podrá posarse
noche a noche el rocío?


*


es este mundo
lo mismo que una sombra
en el espejo,
que no está donde está
ni ahí deja de estar


*


lejos del mundo,
por el oscuro sendero
he de marchar ahora;
¡vela sobre mí desde lejos,
oh luna de la montaña!








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