(Coronel, CHILE 1979). Ha participado en diversos talleres literarios de Balmaceda 1215, en el taller de José Ángel Cuevas durante el año 2000 y Lila Calderón en el mismo año. Organizador del Primer Encuentro de Jóvenes Poetas, Poquita Fe. Participante del Foro de Escritores. Ha sido invitado a eventos literarios en Chile y el extranjero. Poemas suyos han aparecido en revistas de Guatemala, México, Perú. Ha recibido el Premio Armando Rubio Chile Poesía por su obra, además de la mención honrosa del concurso de poesía de la Feria Internacional del Libro de Santiago.
Ha publicado los libros:
Cobijo (LOM Ediciones 2005)
Arquero (Editorial Fuga 2008)
Fosa Común (Editorial Fuga 2009)
Trenes (2010).
Cobijo (LOM Ediciones 2005)
Arquero (Editorial Fuga 2008)
Fosa Común (Editorial Fuga 2009)
Trenes (2010).
Magnolia (Ajiaco Ediciones, 2012)
ARQUERO
Editorial Fuga Valparaíso 2008
TIRANTES EN LA NOCHE
Y tirando con su norte en la cola se puso todo de comisión el cielo
y vistos así parecían estrellas azules en el Olimpo
Pero era el cielo de Valparaíso el que los recibía
Y con todos sus mundos de celofán se hicieron oír los estruendosos
vientos en su hondear y eran banderas las que ninguneaban las
atadas muertes de los perros que ladrando se perdían
Porque si eran esos los bastidores que miró en su vuelo cuando el
azul se hunde en las olas y queda sumergido la comisión demencial
de estas ñeclas
LA MALA SED
Como si supiese qué rival le tienen en su mirada la noche se hizo
lunar y el sol dibujo en esa estela un brío magnánimo
En los torrentes de Valparaíso se escuchó venir el porvenir en el
megáfono de un payaso pero no quedó tiempo antes de volver a
mirar el rostro petrificado de la luna
Si yo pudiese ir sería elegante pero no hay por qué
LUDO
Un paisaje irreconocible cruzaba su mirada como si sus papeles
llenos de antecedentes arrojados al mar le dijesen que los bancos no
lo esperan
Y en ese baile le dijeran que los mimos disfrazados de historietas le
reciben el desocupado esplendor de Casa Blanca como una latitud
horizontal del paraíso de Chile
PAVA
Porque lo vieron escucharse esas matrices del mar mostraron sus
paños al aire girando sobre el estancado puerto
Y si lo vieron muerto al razante mariposa quién lo haría ver esas
guirnaldas alzadas en lo alto como pavas sin cola en el día de la
Patria
Y si lo vieran alzado raspando se iría con ellos
Pero sólo un bello instante antes de la pura muerte que los viene a
levantar de su mal rato
PENAL (Ediciones Tienda Vendas, Santiago 2011)
Por Felipe Ruiz
Penal
Suena el silbato y todos salen
Al patio
Comodín
Escoba
Talcahuano
Después de una guerra
La paz si puerto, sin rumbo
Después de una guerra
Un trofeo de puerto
El guano de Talca
Morros y morrales
Poema de Amor a Japón
Sepultadas bajo toneladas de arena/
las plantas
Roma es amor
Amor es Roma
Roma es Amor
Amor, Roma
Como el llanto de Remo
Como el canto deja que decante el poema
Como el verso al revés
La leche
Canta el amor
Canta Honesto
Como Justo, el Justo
Sabia plena
En los monumentos de la gracia
la belleza de las estatuas
En las gestas de esos héroes
monumentales
sin brazos ni cabeza
Cuando suena el son
Y Roma Canta
Y el Amor Canta
Cuna del Canto
Papa
Purita Nido
Nido de purita
Leche que te doy en brazos
Nido de ramas
Niña purita, dice
Cuando sostiene él la niña en brazos
Dice agú, dice guagua, dice agua
Dice:
Papá
Mundo extraño
Las porristas son porras
La cartera del trabajo
Prudentes son los carteristas
Pocos dados a los juegos de azar
Colores sustantivos
Lila, Violeta, Rosa, son colores sustantivos
Como la pintura Cereza
Tu tono
Olivia
Olivia,
tu llanto lo guardan
en una cantimplora en los frentes,
y canta, implora,
por un refugio donde esconderte.
Es como si tus mantas
fueran gasas
y vendas que cubren
las heridas de tus hijos,
Oh Libia
Bolivia
Olivia.
Pecho
Mi corazón
Su pecho
La leche
A los jóvenes de Chile
Me quiebro la cabeza pensando
Y me quiebro
Puerto varas
Nunca vares en ese puerto
Mi amor
En una pensión
Nació mi hijo
Ahora
Mi deber
Es darle mes a mes
Una pensión
La de lengua suelta
Suéltala
Los clavados
Primer remate
Segundo remate
Tercer remate
Y muere
Recolector
A Aedo
Recolector de pinceles
Servicios
En la mesa los servicios
Están
Como los servicios
Que uno presta a la vida
Un tenedor y una cuchara
Bajo una servilleta
Sírvase
Tenga la bondad
De prestar a la vida un servicio
Como prestado es el servicio
Que a Ud. ofrecieron
Mundo mágico
Un pequeño
País
Destruido
En las puertas
De la batalla de Maipú
Un pequeño país
Destruido
como después
De un golpe
Mi dolor es real
No aparece en las correcciones de la Rae
La falla
En el nombre de los países muertos
Los que emergen de la guerra
Guerra tras guerra
Nueva Guineas
Nuevos países
Nuevas colonias
Pero la misma muerte
Sorpresa
Hay niños
Cuyos
Únicos
Juguetes
Son
Los que vienen
En las sorpresas
De los cumpleaños
Donde los invitan
A ver al cumpleañero
Abriendo
Sus regalos
De todas formas
De felicidad
Deben ser los más sorprendidos
Hilar
Hilar sin pausas
Hilar es hilar
Dar una vuelta sobre lo mismo
Hilar sin pausas y abordar el poema
Bombón
- uno dulce
- uno dulce como un bombón
- un poema que hable de cosas dulces, cosita.
Corrector
Corregido con Liquid Paper
Líder
Presto
Préstamos
Presta plata
Rápido
Como si fuese fácil
Pagar después
Cuando ya no tienen apuro
En que recorras
El supermercado
Monos
Todos los monos
Son animados
Y se animan
Con los que tampoco
Saben leer ni escribir
Centella
Yo creí dejar Coronel para siempre
Porque aquí me prometieron pepas de oro
En vez de carbón y pescado
Pero tú siempre fuiste más rápido que los trenes
Centella
Amigo mío
Y volabas como el viento dispuesto a todo
Te perdí la pista de recortar hace más de veinte años
Pero guardo de ti la memoria incauta
De mi cada vez mayor deseo de volver
Porque los años en que posé mi vista sobre las “custiones”
Del mundo parecen no tener fin
Centella mío aún caminas por el patio de mi casa
Sobre el barro de las lluvias
Y un charco en el fondo me estremece
Al verte reflejado
Siempre fuiste más veloz que el resto
Y te encantaba correr descalzo
He llegado a preguntarme por tu suerte
Tierno centella
Si fuiste campeón de alguna Olimpiada
O si te hiciste uno más de las estadísticas
De desempleo en la región
Sea como sea un paso de esta historia
Ha sido dada por ti amigo y no somos los que nacemos unidos
En el látigo quienes debemos padecer el sufrimiento encarnizado
No
Que se liberen tus pies y sigas corriendo
Por las calles de Coronel y que libertas las arenas te saluden el trote
Que en sus marcas las olas corras a la orilla para rozar tus pies de carbón
Centellante y negro
Dedicado a mi Hijo.
Y a todos sus hermanos.
I
ELLA LO AMA PERO NO ESTÁ ENAMORADA
ÉL OMITE ESO DE SER MEJOR AMIGO Y CONFIDENTE
OMITE ESO DE QUE LOS PADRES NO PREÑAN A SUS HIJAS
porque hay un tabú de amor
en todos los contratos proscritos en la ceniza
una ley en la primera piedra
la rosa nupcial abrió su botón,
y de allí brotaron las novias de América
los niños colitas de cerdo
en el sur de sures cobijé el espíritu de los sin patria
la madre abuela
el padre amante
los hijos de malva en la choza primigenia
preñada de luz
mi niña
rompió su botón
a fuerza de force
abrieron sus pétalos
alguien dijo
qué casa la nuestra
pero no
bruta farsa
allá lejos
llora
donde vive
no hay vida
pero tampoco acá cerca
allá lejos
no hay
nido ni sombra
en cuclillas aguardó
que el ritmo de su pecho le dijera cuándo
la respiración y la yema en llanto
se aleja su cuerda umbilical del lago de los dioses
abrazando la lengua madre tierra
lengua muerta madre
su pecho le dijo:
ahora de prisa!
al que madruga Dios no ayuda
aquí te espera
la madrastra
aquí los amigastros
aquí la esposastra
los hijastros
porque nadie es para nadie
primavera aún no
rosa sin genitales
rosa no
todavía roja
pétalos abiertos con forces
botón sin polen
donde una víscera
vena
masculla sangre
puede el corazón de la antropóloga sentir en el erótico roce de las madres desnudas, las erógenas tetillas perforadas y pezones lactantes, en vírgenes sacrificadas al Dios Padre, en los cuervos y los piscos derramados, una incesta comunión de piel y de amor,
en que la noche de las minorías y los márgenes sea cantón y no barranca de cadáveres?
en mi pecho palpita mi niño alado
su boca lechosa
beso sin arcás
ni hastío
no huele a tabaco
no huele a ruch barato
en el camarote
duermen
cruzados
cadáveres
cruzados
cadáveres
helados
en mi cara
los pies
de mi cuñado
en la noche
nos amamos
sin sexo
estamos juntos
antes de que se ahombre
porque mi ogrillo
lleva mi lunar de cáncer
lleva mi punto de carne
y mañana venderá mi alma por la diosa blanca
mas ora
no pagará el precio de estas velas
ni el mantel en la ventana
el frío
y la noche
de su padre
que es mío
que es el mío
mío el corazón en la rosa cenicienta
mío escarmiento de raza perdida en santa satán inquisición
mío el descaro del hambre en las bocas lechosas
rosal ceniza cerezo cesa
empolladora
triste de cuervos
el deseo
vuelto un animalillo
hambrío
busca manar de su seno
el crío viene de vuelta del asombro
y de pronto
todo es luminoso
de entraña a entraña
dentro de ella
para que la mujer
sea al fin mujer
NO SERÁS PACHA
- NO PACHA NÁ MAMITA -
COMIDA DE CUERVOS EN NEGRA CUENCA
II
NO DESEARÁS A TU MADRE
NO DESEARÁS A TU HIJO
pequeña sombra
la noche de nadie
crece
la flema
en la boca del niño
frío
esos óvulos
no tienen
derecho a quitarnos el pan
qué sería de la sangre
sin ser derramada
y su pequeño ser
padecía
un campo de exterminio
padecía un campo de exterminio!
quién pagará la culpa de nadie
cuando su crisálida estiró
como una tripa
el seso en sangre contrajo
unas madrigueras óseas
y ella pensó en la noche junto al hombre que pasó de bebé a padre
ella pasó la noche en vela llorando su hermana hija
III
UN CHALEQUITO AGUJEREADO DONDE IBA EL NOMBRE
UN N.N EN LISTA DE ESPERA DE LOS APARECIDOS
PURITA EN LECHE PARA SUS CRÍOS
pujó la sangre con uñas
brotar
en la piel como rasguño
las alas asomaron
un ángel caído no!
un mosco verde
la pestaña paralela abrió
la cabeza arrancaron
de cuajo
con un rastrillo removieron
la tierra
y lo enterraron
el niño
se desnudo frente
a su madre entre las piernas
un aire sopló fresco
hacia adentro
y trepo su pecho
impúber para mascarlo
punto a punto
crece mi chalequillo celeste
en la barriga
las manguillas de lana y manitas
el pecho que respira
y repita que no que sí
que no
que sí
el tejido crece
le bordaré su nombre
en el pecho
para que no se olvide
ya no recuerdo
el nombre que iban a ponerme
antes que me rasgaran
de los pies a la cabeza
qué camino seguirán las cigüeñas
con nuestros bastardos en sus garras
los arrojan
abajo los esperan
cunas de bronce
de mimbre
pesebres
y tiestos de basura
orfelinatos y perreras
su hijo es su hermano
un niño
que sus palillos tejieron
en otoño
tiene sus ojos puestos
por ellos verá un día los suyos sin vida
tiene la boca del padre
que es de ella también
bastartillo
crecerá con la mala leche
y el pan frío
aquí bienvenido no es nadie
todos patos feos
todos cisnes de zanjón
y nunca - escúchame bien, hijo - nunca
las Erinias serán Euménides
sólo crías guardadas
en formalina
una muerte
in vitro
sin vanagloria
al servicio de la ciencia y de la vida
padre y madre
abuelo y abuela
cuando vengas
trae mis cuadernos de poemas
todavía están guardados
lo sé
porque te he visto planchar mis camisas
cambiar el agua de mis frascos
humedece mi boca y bésame hasta que crujan estos labios que cantaron
hasta que crujan estos labios estos labios que te cantaron
recuerdo nuestros soldados trabados en la muralla china
recuerdo nuestras barcas de papel por la canaleta viento en popa
el sol reflejado en el charco de un grifo abierto
un sol como una uretra roja
un sol a barlovento que me dijo:
NUESTROS DÍAS PERVIVEN EN LA MEMORIA
QUE CANTEN LOS LABIOS CANTEN
Magnolia de Felipe Ruiz. Ajiaco Ediciones 2012
Las espinas de la Magnolia
Por Marcelo Guajardo Thomas
Son tiempos ingratos para la poesía. El poeta está asediado por el intercambio masivo y muchas veces irritante de contenidos de lenguaje. Arrecia la palabrería y en este exceso el lenguaje termina devorándose a sí mismo. Arrecia la palabrería pero la palabra se vacía de sentido, en la mentada era de las comunicaciones, cada vez estamos más sordos y más mudos. Qué puede hacer la poesía en este momento, o más bien, hacia dónde. El libro que tenemos al frente no es sino una respuesta a esta hostilidad. Quienes hemos leído a Felipe Ruiz durante esta década nos daremos cuenta que Magnolia es la puerta de salida de una zalagarda agobiante. A pesar de la desesperanza que cruza el poemario la sola publicación de este nos habla de un caudal que continúa a pesar del ruido ambiente. Sucede con la poesía lo mismo que con la naturaleza devastada. Consigue retomar su curso, se reconstituye y vuelve a decirnos algo. En Magnolia noto un nuevo ocultamiento. A la aridez del contexto Felipe Ruiz opone un deslumbramiento silencioso del fenómeno. Versos miméticos en el follaje de escrituras, disonantes, de ritmo personalísimo, la torpeza como estrategia de lucha. Porque cobijo / no hay / en esta cuna / de tildes / comas / arrancadas de raíz / para que tiemble el llanto / de su pequeño / de quién / del dolor. De modo contradictorio, la presencia dolorosa del lenguaje es al mismo tiempo la única salida del atolladero. El mismo poemario se encarga de marcarnos la ruta de salida. De la construcción oblicua de los acontecimientos hasta el escape retórico final, montado en un verso de mayor amplitud y respiración, pasando por la fábula rítmica de la vida cotidiana. Un ejercicio razonable es tomar los títulos de las tres secciones del libro e intentar un análisis desde allí. De antemano me parece que funcionan como un mini sistema de referencias y son un poema en sí mismos, pero veamos. Guarda en este frasco tu pequeño Olimpo, Hortensia, Morimos como los unicornios. La primera afirmación deja en claro el camino de repliegue que impondrá en texto. Al pequeño frasco transparente dónde la poesía se conserva para el futuro. En su Olimpo almibarado de lenguaje fundido a altas temperaturas. En ese verso que asume su rol de título está la declaración de principios que anima al poemario. Más tarde, en Hortensia, el llamado a la cotidianeidad y su contorno sagrado. Sí, sagrado. En esta parte del texto Felipe Ruiz parece convertir el fenómeno diario en sacramento, su relato se aproxima con parsimonia y algo de furia su verso la interpela a ella, al recién nacido, a ambos, en la agridulce esfera de la vida conyugal. Desprendido del habla, el verso encuentra el esqueje en su tallo y brota a la luz. Tiene la mollera blanda dice él / y ella piensa en su fragilidad / en su delicado corazón / su trigo / que es como un grano / mil brazos / en el cereal de la mañana. Con este capítulo, el primer soliloquio de inicios del poemario, adquiere la forma de los eventos. Como una primera huella de agua que escarba la piedra, el mismo torrente suma la sustancia al siguiente compartimento. Lo que era relato se vuelve diálogo, lo que era diálogo se vuelve épica. Me refiero a la tercera sección del poemario.Morimos como los unicornios, que completa el camino hacia la salida a través de un pasadizo encontrado en el follaje de los acontecimientos. Así pues, recibimos el ritmo trepidante de los últimos poemas como una declaración de esperanza en la poesía. Un despliegue en la palabra que escaseaba en las secciones anteriores pero que a la luz de la naturaleza rítmica del poemario está plenamente justificado. Un molto vivace que con habilidad y siguiendo el mismo dictum consigue la articulación razonable de sus sentencias. Como en La vida moderna.- Te puedes morir con el televisor prendido. Te puedes / hacer añicos la cabeza contra las murallas de un edificio. / Si es preciso, tu sed, la calmará una vertiente de plástico / afuera del restaurante. La esperanza de Magnolia está cifrada en la palabra poética, no en el mundo que nos rodea.
Santiago, octubre 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario