jueves, 7 de mayo de 2015

FRAN IGNACIO MENDOZA [15.894]


Fran Ignacio Mendoza 

Poeta nacido en Orellana –Badajoz-. Residiendo en Mallorca la mayor parte de su vida, a excepciones de temporadas en Londres, Sao Paulo, Madrid, Barcelona, Las Palmas…, y ahora la vuelta a Extremadura, a caballo entre Mallorca.

Además de poesía, escribe relatos y algunos  guiones para cortos. Otra faceta artística que le identifica es su pasión por la pintura, así fue seleccionado por Fundación Barceló -Palma de Mallorca- en 1994 con la obra “Carne del amor”. Algunas portadas de sus poemarios son parte de su obra pictórica.

Ha colaborado en eventos tipo ‘Spoken Word’, ‘Life on Mars’ entre 2011 y 2014, en Palma. ‘MartePoético’  y las tertulias del Ateneo de Badajoz en 2014-15. Y en Cáceres en ‘Los recitales de Los 7 Jardines’ 2014-15. Narración para cortos en 2013: “Addareah de los siete cielos” de Juan Carlos Elvira y en exposiciones de pintura  con Carlos Danús (www.carlosdanus.com): ‘Todo está en continuo movimiento, nada es como aparenta ser…’

Ediciones:

Poemarios:

‘Terminal Babilonia/En aras de un susurro’. 1999. ‘Los países profundos’. 2000. ‘El trastero del corazón’.  2003 + libro de autor en 2010. ‘Opus XXI’. 2011. ‘Las palabras justas/Pequeñas grandes máximas’. 2012. ‘Herramientas’. 2012. ‘La eternidad efímera’. 2012. ‘El exilio voluntario/Terminal Babilonia’ –Updated- 2013. ‘Los colores vividos’. 2014.  ‘El lenguaje interior’, marzo 2015 con Letras Cascabeleras de Cáceres.

Colaboraciones:

'Un mar de poemas solidarios'. Con ‘Atrofia’. Editorial Afers, Valencia  2012.
El relato 'Los países profundos' y el poema 'Color blanco' en la revista  La bolsa de Pipas, nºs: 85 y 86. Ediorial Slopper, Palma de Mallorca, 2012.
Relatos Selección Casa Eolo 2013: 'Asesino en sueños', Zaragoza 2013.
Poemas al director. Poemas Solidarios. ‘La palabra justa’. 68 poetas seleccionados entre miles junto a nombres como: Federico Mayor Zaragoza, Luis Eduardo Aute, Ángel Petisme, Inma Luna, Fernando Berlín, J.Carlos Mestre, etc.  SoyPoeta.com/ 2013.



Poesía de perros

La poesía ladra en los parques,
Palabras dormidas en los salones,
Fieles como perros, husmean todo rastro.
Acosan todo corazón sin tregua,
No dejándole un respiro.

Jadean en la tarde oculta ante el despecho,
Atacan  por la espalda y esposan la sonrisa.

Yo no tengo la culpa del odio sembrado,
Fértil semilla que se propaga en las ciudades,
Sermón olvidado que marca editoriales,
Disolución instantánea de la razón,
Con pocas razones...

El verso se vomita en los parques húmedos...
Renglones de aire que el aire aspira.
Masacradas ilusiones que pierden brillo,
Ante la fría mirada occidental,
Acostumbrada a las masacres.

Ed.Osiris, 2012. De 'Todas las herramientas'




déjame escanearte

Déjame escribirte,
aleccionarte en la materia que me honra,
volar alrededor del humo exhalado
de tus labios, presintiéndome.
Déjame someterte a la tortura de mi falo,
adormecerte, humedeciéndose la noche entera.
Quiebra la espalda, agoniza la espera,
impulsa, esculpe caricias de mi sombra,
come falanges, átate a mi vello... 
Duerme sedado mientras los relámpagos
nos busquen.
Déjame escanearte,
empaparte, invadirte, 
sucumbir...

de ’Opus XXI’, Bubok,2011

*


de El trastero del corazón

Calma, calma, calma…
Clama la voz interior,
dice el alma a los pies, calma.
Dicen los pies al alma, calma…



Apertura I

El vacío es mirar, una vez perdida la ilusión,
 por los rincones, el auge del desorden,
cómo el polvo va ocultando el fondo,
ácaros del sueño, libros inacabados, notas,
difuminado el ímpetu impulsor de ayer…

El vacío se aloja en el corazón desierto,
aviva la llama de lo abominable y traduce
lenguajes oníricos: quejas localizadas y hondas,
deseos ocupando el sitio destinados a no serlo,
imágenes muy vivas:

verme desnudo
y ya sin la costra del pasado a cuestas,
liberado del peso de los chantajes:
siendo simple admirador
 de lo que admiro.




Apertura II

Ahora que conozco la sombra del vacío,
me apresuro con mi hacha de luz aún,
a socorrer los interiores oscuros de mi ser,
haciendo añicos los marcos
para que no me pongan ventanas en los ojos,
a descomponer  la inercia habituada,
y a pernoctar de nuevo, aunque esté solo,
bajo un cielo nítido que restaura la mente.




Apertura III

Se han ido los largos días de la negación,
los angostos pasillos de la impaciencia,
los cajones vacíos de recuerdos inservibles,
las manos que estrangulaban la ansiedad.
Y con ellas,
el rechazo que no justificaba la pobre angustia.

El rapto lento de mi alma
hacia los fondos pantanosos
de la locura tan débil...
y los amigos sin alma...
se han ido

Y en su lugar se instaura
la luz ansiada en trazos y  sueños,
la pulsión viva de lo definido... al fin,
la inmensa llanura de serenidad creciente.
El sorbo dulce de un beso esperado sin tristeza.

La inagotable sensación de haber nacido desde dentro,
despertando el ángel que detenido se iba muriendo,
ahora cobra vida y recupera el aire,
alojándose y cómplice entre mi sangre,
adhiriéndose cual horma a mi corazón.




Apertura V

Son los segundos.
El frío de las paredes.
Acuarela pálida de la memoria.
Son inaudible del pasado,
que graba la piel
y disipa el alma.

Son las paredes.
El frío en la piel.
Memoria  monocroma
 del recuerdo
que cuartea la visión
y  absorbe el alma.




De "Terminal Babilonia"

Mirada sola

Muda la sala,
sola, designada a almacenar
memorias silentes adheridas
a este aire encerrado.

Destellos de locura gravitan
y pululan donde la sola invasión
de lo celeste, entonase melodías
en aras de un ayer glorioso.

Mirada perdida en los cajones,
agua vertida en plantas que mueren ya.
El corazón asiste empujado a visionar
lo indecible y temblando arroja
y acarrea maldiciones en sombras,
en huellas inevitables.

Mirada que fuerza al sol de la alegría,
obcecada bajo tormentas repentinas.
Dependiendo siempre de un cómo.
Sola, de inicial denegada.

Muda y auscultada,
perfora aquello que jamás compresor pudiera.
Destapa la trampa familiar que ordena
cuestiones plomizas, perdones, odios…,
y excusas que no tienen pero.

Ahora a lomos de la duda,
evita enfrentamientos y elude lo certero.
¡Pronta la mañana que el olvido rescate
el pesar que acuoso fluye,
impidiendo cicatrizar la herida que acusa!

Pronta la luz que abarque esta sala
y recuperen su color todas las cosas.





De "Los colores vividos"


Color Blanco

Blanco, blanco,
más blanco,
diera a los dientes ese resplandor,
cuando en la duda reflejas blanco,
con el olor que tú imaginabas
un día en pleamar...,
blanco de luz que abarca
el brillo del sol en tus ojos,
y no en la sombra de tu ombligo.

Concebía blanco el color,
pálido jamás,
o rosa que..., rosa como..., rosa acaso,
que luego no permaneció a tu orilla,
en tus renglones atropellados,
en tu afán de abrazar más
y aun más blanco,
como la espuma reciente en los hombros,
como el peso blanco de la nube azul,
que no será jamás el hato de culpabilidad
que cargamos inocentes.

Blanco, blanco,
casi transparente,
en la sien la certeza de la luz blanca,
esa que no cabe confundir,
que no permite escape hacia el abismo.
Blanco el cielo, el mar, la noche,
que destellada en tu memoria se amarillenta,
la imagen decisiva, rotunda y física,
los años escuchados y vencidos,
el puro blanco de la nieve
que no cubrirá la cordillera del corazón.






De "Del color que destila afortunadamente 
la pureza"

Día pleno

Tu dolor está pleno de besos callados.
Es la tarde al caer sin esperar respuesta,
es la luz que alumbra al alma,
O al barco que no encuentra la costa.

Vendrás un día pleno de orgullo propio
y los acantilados queridos,
aclamarán tu regreso
al despertar.

Los gallos del mundo cantarán,
y todos los caminos del mundo
conducirán a l templo de sueños
que la muerte ni siquiera podrá disipar.





De "Pequeñas grandes máximas"

A las 9

Será cierto que no nos evita el misterio
y que recién levantados,
nos acaricia el agua
y la mano inexistente
del silencio adormecido aún.

Recuerdas frases que la noche de tu conquista
te parecieron realmente bellas,
pero en este repaso de la memoria,
nos llegan ajadas
 y vacías.

Los momentos nos aprisionan
lacerados, merecidos huecos en el corazón,
las secuencias recuperadas,
dejan el frío tacto del raso.
Los recuerdos del vino y las velas…

A las 9, los amantes respiran
después de compartir y filtrarse.
callan pensamientos que invaden la sala
 y se visten lentamente.
Restablecidos y serenados.

Los ojos en la solapa sin el brío de la juventud.




El ciclo infinito

Volveremos a pasar por este cauce,
en este cíclico devenir que nos empuja.
Nos volveremos a mirar con otros ojos,
y otras palabras sonarán con parecida nostalgia,
a otras que un día no atendimos.

Nos invadirán dudas superadas,
sufriremos amor
y perdonaremos
al cielo cuando absorbe etéreas miradas,
y al suelo cuando quema en lo certero.

Nos volverán a vestir de niño,
nos lavarán la cara con aquella agua fresca,
en la radio sonará la canción olvidada,
que tu madre entonaba en la cocina.

Y en el pozo cerrado, el corazón
retumbará como la piedra,
que dividirá y esparcirá el agua,
hasta concentrarse en una onda cíclica.

Entonces te volveré a sonreír…




De "El lenguaje interior"


El color de los abrazos

Se acerca en la tarde
el secreto que suplica
un ascenso a los marcos
y una intención justificada
de oscuras flores
que no acompañan ya.

Se refleja en los ojos
el gozo de la piel sentida
en el alféizar de los besos,
en un espacio libre
de  umbrales inacabados
en los reposapiés de las partidas.

Habita la pasión
en el color de los abrazos,
los más ansiados amarres
desprenden miradas al viento
y a las ráfagas de árboles
que pasan como instantáneas.




Cuando la pasión se vuelve verso y la poesía una terapia.

Por Faustino Lobato    

                 
En la tertulia del cuatro de abril tuvimos la suerte de tener a Fran un poeta extremeño, oriundo ede Orellana la Vieja (Badajoz) que durante mucho tiempo vivió en Mallorca. Este autor nos presentó trazos de su obra después de un rato de Cajón de Sastre.

                          
Los primeros poemas obedecen a una recolección de todo lo publicado en la Isla Balear. Influenciado por Vicente Alexandre y Luis Cernuda Fran Ignacio Mendoza nos dejó poemas que tienen mucho que ver con los impulsos de la juventud. Tenía, según nos cuenta, 17 años. Como este de Vida del poemario Eternidad efímera.
                       

Vida

 “Espadas como flores para los labios fríos,
Y flores como espadas para el carbón ardiendo.”
 Vicente Aleixandre.

...El mar, ola tras ola
sin un beso póstumo en tus labios,
carne amada día tras día,
sin una caricia que me derribe
y salpique el cielo.

El cielo, nubes que dicen,
vapor que sube y me elimina,
a ciegas por horizontes,
me encamino hacia fondos o cúspides.
(…)


             
Otros poemas que revelan ese ardor pasional de nuestro autor aparecerán sobre los años 70-80 en otro poemario llamado “El exilio voluntario”. De este recogemos algunas estrofas de uno de sus pòemas titulado Penúltima hora. Estos versos con tonos anafóricos nos envuelven en el sentimiento lírico del amor:


Anoche, rescatándome de los escombros vividos,
las horas se hacían cadentes y sin luz.
Juzgado por un tribunal sin rostros
en las vigas del techo…;
anduve de arriba abajo, revolviéndolo todo,
buscando entre mis cosas una paz extinguida;
mi cuerpo era una maleta pesada
y las tortugas se habían convertido en mis pies.
Las horas se hacían cascote en la mente.
Anoche, aún me sentía con fuerzas,
a pesar del inmenso rompecabezas
que ocupa mi vida desde siempre.
En los salones abandonados
y en la nota de equilibrio olvidada
en un pupitre, en el que no aprendí nada.

              
Más tarde en el año 1994 aparece el poema del Delfin:
(…)
                 

 http://fransilvania.blogia.com/


En realidad muchos de estos poemas pertenecen a ese hacer del surrealismo en el que nuestro autor se embarcó durante algún tiempo. Son poemas que se escriben mientras está en Manacor (Mallorca), como este de  “Terminal Babilonia” donde aparecen esos elementos, casi mágicos, que gustan al autor.

                 
El poemario “Los colores vividos” pertenece a los años que van del 99 al 2008. En el año 2000, según nos relata nuestro autor hay un cambio sustancial en su creación poética como lo demuestra con su poemario Opus XXI. Uno de los primeros poemas, expresan este cambio en la lírica de Fran:

                     

Avatar finis millenium

Uno piensa que ceder
este margen en equidad
podría trocar el azar,
pero la sentencia no varía,
sólo la importancia atribuida
y se nos muestra inflexible
en este avatar continuo.
             

Uno de los poemas de este libro, Atrofia, nuestro autor lo hace como colaboración a una asociación de niños con cáncer:


Atrofia es la ausencia de ternura,
es destrucción que avía el destino,
consejos inútiles e informalidad
que infectan cualquier asunto,
desconocimiento en suma
del sentir ajeno.

            
Otro de los poemarios, con un título intrigante, “El trastero del corazón”, nos muestra esas incidencias del amante en sus trazas del recuerdo,con tonos de desamor relata esta aventura del corazón. Así lo hace notar en este poema:



Apertura IV

 (Esquema de un rapto)

Vigilante la mirada se esparce,
repasa el material disponible...
Cómo no emanan lúcidas ideas
en desestimados momentos.
Cómo se impone la pereza
y desfigura el carácter.
Senilidad combate a la energía
y descienden del cielo
las grandes paréntesis,
cerrando la equis de la pasividad,
repitiéndose infinita,
cuando la inocencia aún procura
el salvavidas...

         
En todos los poemas, el autor pretende mostrar imágenes a través del juego de las palabras que configuran sus versos.
     
Más tarde a estos poemarios aparece otro “Todas las herramientas” que será traducido al catalán. No olvidemos que Fran Ignacio vive en el ámbito catalano parlante de la Isla Balear de Mallorca. El último de los poemas de este libro, Tras un tiempo, refleja estos cambios sustanciales de la poética de nuestro autor. Más decidido hablará de la poesía como una terapia, como una curación. La casa entera es otra, dice en uno de sus versos, otra la forma de hacer. Es un diálogo con un tú literario que le hace expresar esas emociones guardadas durante un tiempo:


Todo lo que tú ya sabes
y lo que nunca se dice,
todo cuanto he procurado
dejar al margen
y ser imparcial,
tras un tiempo alejado…
(...)
La casa entera es otra,
los secretos hace tiempo que se confesaron,
las miradas perdidas
han recobrado su enfoque.
y las noches ya no se pierden
ni se perdieron en su día…
Todo lo que he usado,
lo que nunca supe que tenía…
hoy se manifiesta y me recibe
en forma de poesía
como herramienta y cura…
(…)

En 2012, publica "Las palabras justas/ Pequeñas grandes máximas", dos poemarios separados por lo personal y lo social: hay poemas que son claro reflejo de los momentos tan duros que vivimos. Crisis impuesta, malestar ciudadano, déficits impensables, pérdida del poder adquisitivo, aumento de clases bajas e indigencia, y como contraste ricos pero con mayores fortunas. Y los de a pie, nosotros, acostumbrados  al balance de la prima de riesgo y la desesperación de los mercados y de los hermanos del dolor…


Palabra Clave

El fin de la búsqueda es el amor.
Palabra clave para invadir
este terreno poblado de horror,
desesperanza y aglutinación.
Las guerras no tendrían lugar,
si en vez de armas,
cargásemos almas,
si en vez de metralla, disparásemos calor,
Si en vez de desolación,
instaurásemos otra mirada…
Otra vuelta de tuerca a la realidad.
Otra vuelta de tuerca a la realidad.
Forzar la rosca para recuperar la unión,
destapar los oídos para escuchar el silencio,
abandonar las redes que apresan todo impulso.
y bombear el motor de los orígenes.

                     
En el poemario“Ritos presenciales" interferencias sociales se mezclan con un mundo erótico y pagano. También, en una reflexión dialogante entre el yo-tú líricos, el poema se desarrolla con versos endecasílabos y heptasílabos que le dan una cierta ligereza a las estrofas y hacen que el contenido sea más expresivo. Inédito.

Poemario hermanado con el anterior "Autopsia de la realidad", es la otra cara de la pesadilla, la realidad social y la disección a toda la injusticia y la hipocresía. Inédito.


Uno de los poemarios, como este de “ El lenguaje interior” está en proceso. Este es un poemario que refleja ese interior del poeta ya maduro con notas intimistas que hacen entender lo relativo de todo lo anterior. Nada es importante sólo lo esencial, el amor, en ese vivir en medio del mundo.


Repito vocablos como una oración
de forma insistente mientras te abrazo,
haciendo  conjuro al escarnio público
donde crecen esporas en toda superficie.





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