viernes, 2 de enero de 2015

YOKO TAWADA [14.393] Poeta de Japón


Yoko Tawada

Yoko Tawada nació en 1960, en Tokyo. A los doce años escribió su primera novela y la distribuyó en fotocopias. En Japón estudió letras, especialmente la literatura rusa. Desde el año 1982 vive en Hamburgo, Alemania, donde se licenció en letras alemanas. Más adelante se doctoró con una tesis sobre Juguetes y magia de palabras en la literatura europea. Su primer libro de poemas y prosa fue publicado en Alemania en 1987 (Nur da wo du nicht bist da ist nichts. Traducción del Japonés de Peter Pörtner). En Japón se publicaron en 1991 los relatos Sanninkankei. Desde el año 1991 Yoko Tawada escribe en japonés y en alemán y tiene hasta la fecha numerosos libros publicados en los dos países. La escritora abarca con igual maestría géneros tan diferentes como la poesía, el relato, el ensayo, la obra teatral y el drama radiofónico. 

Galardones: Recibió, entre muchos otros premios, en 1993 el Akutagawa - Sho, el galardón japonés más prestigiado de la literatura y, en Alemania, en 1996 el Premio Adalbert von Chamisso que se otorga a distinguidos autores extranjeros que publican en alemán.

Yoko Tawada es una de las escritoras más particulares y originales de la nueva generación que no se presta a ser absorbida por ninguna de las modas literarias recientes, y mucho menos se le haría justicia con la etiqueta de "literatura de los inmigrantes". Aunque es cierto que muchas de sus observaciones o fantasías se alimentan de la diferencia experimentada entre la cultura oriental y la occidental, esta experiencia no delimita los contenidos de su literatura sino da pie a una nueva realidad que es la del lenguaje. El lenguaje poético de Yoko Tawada fluye entre lo real y lo surreal, lo exterior y lo interior, lo racional y lo fantástico y crea mundos nuevos. En este mundo miran, hablan o piensan, en su mayoría, mujeres. La escritora se adentra en experiencias femeninas, tanto en las físicas como en las intelectuales, muchas veces poniendo en cuestión nuestros valores tradicionales.

Yoko Tawada también tiene vínculos con España donde el grupo teatral Lasenkan estrena obras suyas.



Invitación a la Boston Tea Party 

Disfrazada como indio
lancé las cajas de té al Atlántico
Hojas marchitas se abren de nuevo en agua salada
La ceremonia del té más incómoda
del último siglo
No quiero que me controlen,
dijo el barco de vela, que se había convertido en una voluminosa isla
No alargar la espera, no beber nada
Trecientasveinticuatro zambullidas
en el líquido amniótico de la abuela
No hace mucho del día de la llegada
En aquel entonces yo dibujaba todavía olas triangulares en el 
[planisferio
Dentro, gaviotas y un monstruo con rostro de pescado 
Ahora queda solamente una línea temblorosa
Territorios sobre el pastel de los terroristas
La Independencia
no vale la pena
Una enciclopedia americana comienza con A y termina en A
Entre un comienzo con A y otro comienzo con A aún anterior
Entre una manzana del pecado con A y una manzana de la 
[computadora con A
se encuentra mi buen humor
En el camino, adobé británicamente a un niño huérfano,
por aburrimiento
Entonces me vino la fiebre
en la húmeda fría flor de mayo 
El mástil de enfrente mantiene juntos a los impacientes pasajeros
En una cabina, cada noche tiene lugar un transplante de voz
Nos multiplicamos, para poder asesinar de nuevo
Gaviotas que se burlan de nosotros y ponen sus huevos-plástico entre 
[las olas
Me he quedado de nuevo dormida en el sueño 
El ocaso se retrae hacia el húmedo borde de la cama
¿Qué sirena aún no está autorizada?
Pronto se colapsa el cielo
El Error de Programación Número Dos: un acontecimiento nocturno
Escucho sollozar una nave espacial
Por suerte su fuselaje es tierno e insignificante
en este cosmos autoirónico
Inmortales, muchos signos zodiacales traicionan a su amo
y beben entre corales
Comienzo otra vez con la letra A
Con dedos escoriados y, sin embargo, curiosos
Dejar que se rompan las palabras, soplarlas
balbucearlas, y que zozobren los labios
Mi mentira tiene diez piernas
Son cortas pero resistentes al agua
Nací de una prueba multicelular
no tengo padres a quienes matar
Una foto de infancia:
Un barco de vela que golpeaba sus raíces en el océano
Un barco era antes un mensaje, una biblioteca, un hospital,
una escuela, un refrigerador
Un barco era un teléfono
Sobre cubierta, cuerdas vocales de extranjeros
Lo que aquí vibra, se convertirá en algún otro sitio en idioma
Elegir un número
mágicamente unido a ellas 
Suena
Se interrumpe
Se desliza por ahí
vuela rápidamente
no tiene nombre
Navega en una 
No-Palabra
El viento astaba frente a mí
sin un plan, navegando puntualmente
tal vez de espaldas
Ancho como un torbellino
Todo lo que huele y cruje
enumerar y coleccionar
Hacer, para el día de la celebración,
una lista de asombros:
1. beber una clara arquitectura
2. amar las lámparas
3. no retraerse
4. entender un chiste incomprensible
5. no comer siempre con alguien
6. mantener la palma de la mano caliente
7. poder abrazar espontáneamente a alguien
8. expresar sólo lo extremo
9. ser adicto al e-mail
10. llevar consigo pequeños, controlados libros de citas
11. afinar cada línea y al mismo tiempo dibujar cada vez arcos más 
[grandes

Versión de Marco Lagunas 
Einladung zur Boston Tea Party



Als Indianer verkleidet  

warf ich die Teekisten in den Atlantik  
Welke Blätter öffnen sich wieder im Salzwasser 
Die ungemütlichste Teezeremonie  
im letzten JahrtausendIch will nicht mehr gesteuert werden, 
sagte das Segelschiff, das sich in eine sperrige Insel verwandelt  
hatte 
Nicht abwarten, nichts trinken 
Dreihundertzweiundvierzig Sprünge  
ins Fruchtwasser der Großmutter 
Der Tag der Ankunft liegt nicht weit zurück  
Damals zeichnete ich noch dreieckige Wellen in die Weltkarte 
Dazu noch Möwen und ein Monster mit Fischgesicht 
Jetzt ist nur noch eine zittrige Linie übrig 
Territorien auf der Torte der Terroristen 
Unabhängigkeit 
lohnt sich nicht
Ein amerikanisches Lexikon beginnt mit A und endet auf A 
Zwischen einem Anfang und einem noch früheren Anfang 
Zwischen einem Apfel der Sünde und einem Apfel des Computers 
liegt meine Heiterkeit 
Ich habe ein Waisenkind britisch gebeizt  
Unterwegs, aus Langeweile 
Dann bekam ich Fieber 
in der nasskalten Maiblume 
Der Vordermast hält die ungeduldigen Passagiere zusammen 
In einer Kabine findet jede Nacht eine Transplantation der Stimme statt Wir vermehren uns, damit wir wieder töten können 
Möwen lachen uns aus und legen ihre Plastik-Eier zwischen zwei  
Wellen Im Schlaf bin ich noch einmal eingeschlafen 
Die Dämmerung zieht sich in die feuchte Bettkante zurück  
Welche Meerjungfrau ist noch nicht habilitiert?  
Bald stürzt der Himmel ab  
Der Programmfehler Nummer Zwei: ein nächtlicher Fall 
Ich höre ein Raumschiff schluchzen 
Zum Glück ist sein Rumpf weich und winzig, 
in diesem selbstironischen Kosmos 
Unsterblich viele Sternzeichen verraten ihren Chef 
und ertrinken zwischen Korallen 
Ich fange noch einmal an, beim Buchstaben A 
Mit wunden Fingern und dennoch neugierig 
Worte brechen, blasen 
lallen und Lippen umkippen lassen 
Meine Lüge hat zehn Beine 
Sie sind kurz aber wasserfest  
Ich bin aus einer Zellenprobe geboren  
habe keine Eltern zu töten 
Ein Foto aus der Kindheit:  
Ein Segelschiff, das seine Wurzeln in den Ozean schlägt  
Ein Schiff war früher ein Postbote, eine Bibliothek, ein Krankenhaus, eine Schule, ein Kühlschrank  
Ein Schiff war ein Telefon 
Auf dem Deck Stimmbänder der Fremden 
Was hier vibriert, wird woanders zur Sprache  
Eine Zahl wählen magisch verbindet sie
Es läutet 
Es unterbricht 
Es gleitet hinüber  
rasch fliegt es ist namenlos 
Es fährt in ein  
Nicht-Wort 
Der Wind stand mir gegenüber 
ohne einen Plan, genau gefahren  
vielleicht rückwärts 
Alles was duftet und rauscht 
aufzählen und sammeln 
Für den Tag der Feierlichkeit 
Eine Liste der Bewunderungen aufstellen:  
1. Klare Architektur trinken  
2. Lampen lieben
3. Nicht zurückziehen  
4. Einen böhmischen Witz verstehen 
5. Nicht immer mitessen 
6. Handfläche warm halten  
7. Jemanden spontan umarmen können  
8. Nur das Extreme aussprechen 
9. E-Mail süchtig sein  
10. Kleine, gebundene Notizbücher dabei haben  
11. Jede Linie verfeinern und dabei immer größere Bogen  
zeichnen





De la lengua materna
a la madre de la lengua

Durante mi primer año en Alemania dormía más de nueve horas diarias para recuperarme de las muchas impresiones. Cada jornada en la oficina era para mí una cadena de misteriosas escenas. Como cualquier otra que trabaje en un despacho, estaba rodeada de distinto material de oficina. De esta forma no me resultaba extraño mi nuevo entorno: un lápiz alemán apenas se diferenciaba de uno japonés. Sin embargo, ya no se llamaba enpitsu , sino Bleistift . La palabra Bleistift me daba la impresión de que me hallaba ante un nuevo objeto. Tenía una ligera sensación de vergüenza cuando lo llamaba por el nuevo nombre.

Era comparable a la sensación que me embargaba cuando tenía que llamar a una amiga casada por su nuevo apellido. Pronto me acostumbré a escribir con un lápiz –y ya no con un Enpitsu. Hasta entonces no había sido consciente de que la relación entre el lápiz y yo era una relación idiomática.

Un día escuché cómo una compañera insultaba a su lápiz: “¡Será idiota! ¡Está loco! ¡Hoy no quiere escribir!” Cada vez que le sacaba punta e intentaba escribir con él, se le rompía la mina. En la lengua japonesa no se puede personificar un lápiz de esta manera. Un lápiz no puede ser tonto ni puede estar loco. En Japón nunca he oído que una persona insulte a su lápiz como si éste fuera una persona.

A pesar de todo me parecía que el lápiz estaba vivo. Y además se me antojaba masculino, porque era el lápiz. En japonés todas las palabras son asexuales. Cierto es que pueden dividirse los sustantivos en diferentes grupos, pero nunca puede aplicarse el criterio masculino y femenino: existe, por ejemplo, un grupo de objetos planos o un grupo de los alargados y otro de los redondos. Casas, barcos y libros configuran cada uno un grupo propio. Existe naturalmente el grupo de las personas: hombres y mujeres pertenecen a él. Visto desde una perspectiva gramatical, ni siquiera un hombre es masculino en japonés.

El pequeño reino del escritorio se iba sexualizando poco a poco: el lápiz, el bolígrafo, el rotulador –las figuras masculinas yacían allí masculinamente y se erguían masculinamente cuando las tomaba con mi mano.

Había también un ser femenino sobre el escritorio: una máquina de escribir. Tenía un cuerpo ancho y tatuado, sobre el que se podían ver todas las letras del alfabeto. Cuando me sentaba delante de ella, tenía la sensación de que me ofrecía un idioma. Su ofrecimiento no cambiaba el hecho de que el alemán no fuera mi lengua materna, pero obtuve una nueva madre de la lengua.

A esta máquina femenina, que me regaló un idioma, la llamé madre de la lengua. Bien es verdad que sólo podía escribir los signos que ella de antemano llevaba por dentro y por encima, es decir, escribir no significaba para mí más que reproducirlos. Sin embargo, a través de ello pude ser adoptada por la nueva lengua. Naturalmente, eran cartas comerciales y no poemas lo que escribía en el despacho. A pesar de todo, sentía a menudo alegría al teclear. Cuando tecleaba un signo, aparecía enseguida erguido sobre el papel, negro sobre blanco y misterioso a la vez. Cuando se tiene una nueva madre de la lengua, se puede vivir una segunda infancia. En la infancia se toma la lengua en sentido literal. De ese modo, cada palabra cobra vida propia y se independiza de su significado dentro de una oración. Incluso existen palabras que están tan vivas, que inventan sus propias biografías cual figuras mitológicas.

Yoko Tawada nació en Tokio, Japón en 1960. Estudió Letras y desde 1982 reside en Alemania, primero en Hamburgo y, desde 2006, en Berlín. Escribe en alemán y japonés. En Alemania lleva publicados más de una veintena de libros, abordando diversos géneros, ensayo, poesía, narrativa, teatro y drama radiofónico. El texto está tomado del libro Talismán , 1996 .

Versión de María Eugenia de la Torre



Die dritte Person 
 “La tercera persona”


Él lleva sus viejos tirantes
ella su sostén blanco.

Un Yo sin embargo, corre desnudo alrededor.
Un Yo puede llamarse Marie, Mariko o Mario.

Él soporta a su insoportable madre
ella a su padre
Ella lleva dentro de ella un útero
Él, sus testículos.
TÚ no llevas nada, salvo las letras T y U.

Un Tú puede llamarse Cain, Cathy o Keiko.

“Yo” no tiene que pagar impuestos ya que “Yo” no es ningún nombre civil.
“TÚ” no tienes que ir al ejercito. Un soldado que se llama TÚ, no mata.

 http://lalinternadediogenes.wordpress.com/2014/11/29/creer-en-uno-mismo/


THE FLIGHT OF THE MOON

I was singing on the toilet
when the moon
came rolling in

bare naked
on a bicycle
racing through a forest of metaphor
the moon came to meet me.

Along the road outside
a beautiful woman walks by, brushing her teeth.
On a park bench
a man in a maternity dress is drinking apple juice.
At the end of the century health is always in full phase.

A hole in the sky drops open.
Distress like the moon, a gloom like the moon are gone
and the likes
fly brightly round and round that hole.

The deep folds of the abyss smooth.
Across the now-blank suffering face
poets start to skate.

The moon... mine... another.

TRANSLATED BY BRUNO NAVASKI











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