lunes, 7 de julio de 2014

JERÓNIMO DE LA OSSA [12.190] Poeta de Panamá



Jerónimo De La Ossa 

(Panamá, 9 de abril de 1847 - 6 de septiembre de 1907) fue un poeta romántico panameño. Estudió en Chile, donde se graduó como ingeniero civil. Representó en el consulado de Chile en Panamá y trabajó para la Compañía del Canal Francés.

Sus poesías se caracterizaban por su sencillez y humildad. Su obra está dispersa en los diversos semanarios y revistas de la época, sin embargo sus mejores versos los compuso cuando era estudiante.

La importancia de este poeta está primordialmente en ser autor de la letra del Himno Nacional de Panamá, donde se denota un pronunciado acento patriótico. También escribió el poema «La fuente del paraíso». Hoy en día, Jerónimo De La Ossa es considerado como unos de los grandes poetas panameños del siglo XX.

Nació en la Ciudad de Panamá el 9 de abril de 1847. Fue el menor de sus hermanos, entre los cuales también se destacaron María De La Ossa (Esposa de Manuel Amador Guerrero) y José Francisco De La Ossa (Quien fue Alcalde del Distrito de Panamá). Jerónimo falleció el 6 de septiembre de 1907, cuando contaba con sesenta años de edad.

Desde temprana edad fijó su residencia en Chile para hacer estudios universitarios. En la Universidad de Santiago obtuvo el título de Ingeniero Civil y de Profesor de Matemáticas y se desempeñó como profesor en Chile por algún tiempo, antes de regresar a Panamá.

Escribió versos desde la adolescencia y los primeros de ellos fueron publicados en Valparaíso cuando era un estudiante universitario, se interesó igualmente en el periodismo y según su propia confesión la prensa de Chile recogió de ese mismo periodo muchas de sus colaboraciones.

Colaboró con las publicaciones de su época, en cuyas páginas se hallan dispersas sus producciones. El prestigio mayor de Jerónimo Ossa se apoya, sin embargo, en su condición de autor de nuestro Himno Nacional. Porque el panameñismo sentimental de Ossa desembocó naturalmente, creada ya la República, en las estrofas simbólicas que garantizan la perennidad de su nombre:


Alcanzamos por fin la victoria
en el campo feliz de la unión;
con ardientes fulgores de gloria
se ilumina la nueva nación.


Jerónimo regresa a Panamá en 1879 y el 5 de julio de ese mismo año contrae matrimonio con Angélica Bergamota, hija de un acaudalado comerciante italiano que vivía en el barrio de Santa Ana. Desde esa fecha, Jerónimo tomó la decisión de transformar su apellido y en vez de De la Ossa, decidió denominarse simplemente Jerónimo Ossa, así aparece en su registro matrimonial celebrado en la parroquia de Santa Ana.

Se vinculó al movimiento del liberalismo y fue amigo entrañable de Buenaventura Correoso y de Mateo Iturralde.

El 29 de diciembre de 1879 formó parte de una Comisión de Honor para recibir a Fernando de Lesseps y en esa fecha leyó un largo poema dedicado al Canal Francés. En 1880 fue objeto de un reconocimiento por parte del Gobierno de Colombia, que le confirió una Medalla de Oro, con motivo del inicio de los trabajos de excavación del Canal de Panamá.

Se sintió atraído por la actividad política, y en el año de 1880, conjuntamente con Mateo Iturralde y Francisco Ardila, participó como orador en un mitin popular celebrado en la Plaza de Santa Ana en una actitud de rechazo por la intervención de los Estados Unidos en asuntos de política interna. En 1881 fue designado como Inspector de los Puertos de Panamá, ese mismo año fue designado como único orador del acto que rindió homenaje a Lucien Napoleón Bonaparte Wyse. En 1895 fue presidente del Consejo Municipal de Panamá.

Fue miembro fundador del Instituto de Ingenieros de Santiago de Chile. Ingeniero Jefe del Servicio Marítimo de la Compañía del Canal Francés. Jefe de varias expediciones al interior de la misma compañía y otros servicios muy importantes, que presto, en unión del eminente Ingeniero Panameño Pedro J. Sosa. Durante esos días en las obras del Canal dio muestras de afición por el dibujo, especialmente por la caricatura.

Por muchos años desempeñó con aplomo e inteligencia, el Consulado General de Chile en Panamá. Rodolfo Aguilera en su obra Galería de Hombres Públicos del Istmo nos menciona: «Chile, al darle el alto puesto, no ha hecho más que corresponder al puro afecto que por esa noble nación abriga el distinguido amigo y compatriota, de quien escribimos esta pálida semblanza con particular placer».




La Fuente Del Paraíso

De una colina en la gentil ladera,
al fin de una quebrada primorosa,
hay oculta una fuente misteriosa
bajo un bosque de crespa enredadera.

Feliz vive el amor en su ribera,
el genio del placer allí reposa
y en su linfa escondida y milagrosa
calma su sed la humanidad entera.

Desde su fondo de pulida grama
en vívida corriente inagotable
la ardiente savia de los goces mana.

Produce una embriaguez inexplicable.
Y aunque suele dar muerte su bebida
en ella está el principio de la vida.

Soneto tomado, por Rodrigo Miró,
de una colección de ciento trece poemas que 
guarda la familia de Don Jerónimo Ossa





3 de Noviembre

El Sol bajo las ondas escondía
Su cortejo de nubes y colores,
Y entre espumas de nítidos albores
La Luna majestuosa aparecía.

Toda una historia terminó ese día!
Nueva Virgen de plácidos amores,
Entre laureles y preciosas flores,
Al cariño del mundo se ofrecía.

Sopló el terral su voluptuoso aliento,
Las aves entonaron sus cantares
Y modularon su más dulce acento!

Del la alma Libertad en los altares
Levantó su estandarte al firmamento
La señora sin par de los dos mares.

Revista El Heraldo Del Istmo, No. 44
Publicado el 3 de Noviembre de 1905





Himno Nacional de Panamá


9 de Enero
Coro

Alcanzamos por fin la victoria
en el campo feliz de la unión;
con ardientes fulgores de gloria
se ilumina la nueva nación.
Es preciso cubrir con un velo
del pasado el calvario y la cruz;
y que adorne el azul de tu cielo
de concordia la espléndida luz.
El progreso acaricia tus lares,
al compás de sublime canción,
ves rugir a tus pies ambos mares
que dan rumbo a tu noble misión.
puente de Las Américas

Coro

Alcanzamos por fin la victoria
en el campo feliz de la unión;
con ardientes fulgores de gloria
se ilumina la nueva nación.
En tu suelo cubierto de flores
a los besos del tibio terral,
terminaron guerreros fragores;
sólo reina el amor fraternal.
Adelante la pica y la pala,
al trabajo sin más dilación,
y seremos así prez y gala
de este mundo feraz de Colón.

Coro

Alcanzamos por fin la victoria
en el campo feliz de la unión;
con ardientes fulgores de gloria
se ilumina la nueva nación.





A Panamá

Desde lejos admiro, patria mía,
tu cielo azul; tu claro firmamento,
y de tus cristalinos ríos siento
y en los vírgenes bosques, el rumor;
miro tu noche bella, iluminada
por la pálida luz del astro hermoso,
y percibo el aroma caluroso
que te lleva el aroma de la flor.

Hermoso es en verdad el sol, de Chile,
y hermosas por demás son las chilenas.
Pero, ay! al recordar las panameñas
un gozo siente mi alma sin igual.
y al ver del mar las turbulentas olas,
y al huracán rugir con saña fiera,
recuerdo tu bahía placentera
y sus ondas escucho murmurar.

Quiera Dios que la suerte venturosa
te devuelva al hogar de mis amores,
donde lucen, hermanas de las flores,
bellas niñas de lánguido mirar.

Entonces tornará la dicha mía
y para siempre cesará mi llanto
porque en tus playas hallaré mi encanto,
que no hay dicha distante del hogar.

Revista Lotería, Noviembre 1962, No. 84






Siempre

¡Por qué te adoro mujer,
Por qué solo en ti reposa
Toda la existencia hermosa
Que es esencia de mi ser!

Eres mi dulce consuelo:
Tu amor es toda mi historia,
Y sola encarnas mi gloria
Como cielo de mi cielo!

Si pienso en el porvenir,
Mi pensamiento me advierte
Que no me importa la muerte
Si á tu lado he de morir!

Porque rompiendo los lazos
De la vida de improviso,
Conquistaré el paraíso
Al morirme entre tus brazos.

Revista El Heraldo Del Istmo, No. 43
Publicado el 15 de octubre de 1905





Amor

Para Aurelio Máximo

Vienen de lejos las olas
A morir sobre la playa,
Cual tierno amante que ensaya
Cantar sus penas a solas.

Sobre altiva roca enhiesta,
Que desafió sus furores,
Rendidas a sus amores,
Gozan dos aves la fiesta.

Sacuden la pluma oscura,
Miran titilar la luna,
Y celebran la fortuna,
Olvidando su amargura.

Del amor en los excesos,
Sobre arena y sobre espumas,
Se escucha rumor de plumas,
Entre suspiros y besos.

Revista El Heraldo Del Istmo, No. 40
Publicado el 30 de agosto de 1905





Veritas

A Mi Hija María Emilia

Como flor entre las flores,
Hija de mi vida, luces;
Que en tu imagen reproduces
La Virgen de mis amores!

De hermosa tienes la palma:
Porque siendo mi tesoro,
Encarnas a la que adoro
Como el alma de mi alma.

Busco amoroso las huellas
De tu ilusión y tu anhelo
Porque así tendré en mi cielo
Dos primorosas estrellas.

Que vagando entre las flores,
De mi existencia dichosa,
Tengo contigo y mi esposa
El amor de los amores.

Revista El Heraldo Del Istmo, No. 39
Publicado el 15 de agosto de 1905





Post Mortem

(Del Italiano)

Si al caer las hojas muertas
Vagas por el camposanto,
Bañada en amargo llanto,
Entre inscripciones inciertas,

En el rincón escondido
De muro que se derrumba,
Hallarás mi humilde tumba
Y en ella un rosal florido.

En tus cabellos prenderte
Debes una de esas flores,
Que brotaron mis amores
Desde el seno de la muerte.

Flores primorosas son
Con perfumes de otros días!
Y encarnan mis alegrías,
Y nacen del corazón!

Piensa en mí, y habrás de oír
Que en tus oídos murmura,
Las palabras de ternura,
Que no te alcancé a decir!

Revista El Heraldo Del Istmo, No. 36
Publicado el 30 de junio de 1905




A Numa Pompilio Llona

En su Coronación

Remontándome a la alteza
De los ideales amores,
Busco laureles y flores
Para adornar tu cabeza,

Tú, Maestro, en la realeza
De juveniles ardores
Robaste los resplandores
Del alma Naturaleza.

Dónde encontrar armonía
Dónde concentrar talento,
En una música sola.

Si te llamas Poesía
Y encarnas el sentimiento
De la América-Española.

Revista El Heraldo Del Istmo, No. 18
Publicado el 15 de octubre de 1904







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