jueves, 14 de mayo de 2015

TIGRAN PASKEVICHYAN [15.970] Poeta de Armenia


TIGRAN PASKEVICHYAN 

Tigran Paskevichyan, poeta, periodista, guionista. Nació en el año 1965 en Erevan. Publicó el libro "Rezo independiente" en el año 2001. Algunos poemas suyos fueron traducidos al francés, inglés, albano, georgiano, rumano y catalán. Paskevichyan es columnista del periódico "Haykakan Jamanak" y escribe en el blog personal del diario "Tert.am". Es autor de guiones de unas dieciocho películas  documentales que fueron filmadas entre los años 1999 y 2012.



COMO MUESTRA

Soy el silencio del desierto y también el de los peces.
Soy el absurdo de la palabra "nuevamente".
Soy la distancia mantenida
entre los copos de nieve.
Soy la extensión del camino,
Soy la diferencia entre
los varones y las mujeres.
Soy la soledad de las islas.
Soy el objeto.
Soy la predicción de las gitanas.
Soy la tarifa de transporte.
Soy el hábito del canario.
Soy el primer sorbo de cerveza.
Soy la desviación del incrédulo.
Soy la inmortalidad del muñeco de nieve.
Soy la chatura de los cuadros.
Soy el borrador de Tigran P.
Soy la inutilidad de la mercancía.
Soy la trayectoria de la caída.
Soy la encrucijada.
Soy el perímetro de los lagos pequeños.
Soy la orilla opuesta de los grandes mares.
Soy la inmovilidad de los monumentos.
Soy el ciclista yendo del punto A al punto B.
Soy la seguridad de la pesa.
Soy casi mi fotografía.
Soy la lisura del canto rodado.
Soy la convulsión de las ciudades.
Soy Babilonia.
Soy la ciudad-fortaleza del Erebuní
Soy el valle de Vayq:
Soy el carro encontrado en Lchashen.
Soy el salario de las putas.
Soy los camiones de la basura.
Soy la libertad de los sindomiciliofijo.
Soy la coima dada a los jueces.
Soy el roce del trineo y de la nieve.
Soy la habladuría.
Soy la estupidez del Artavazd.
Soy la monótona rima de los ashugh.
Soy el ciclista
volviendo del punto B al punto A.
Soy el parecido de alguna cosa.
Soy la vidriera de los negocios.
Soy la inexactitud de la palabra 'maravilloso'.
Soy el tiempo lindo del año pasado.
Soy el dorso del papel blanco.
Soy la sala de espera de la estación.
Soy la telaraña.
Soy la imagen perdida de los ancestros.
Soy la gaviota Juan Salvador de Richard Bach.
Soy un estúpido.
Soy el momento antes de la madrugada.
Soy el guarda horas.
Soy el intérprete de los sueños de los estúpidos.
Soy el vagabundo.
Soy el último caso.
Soy el corcho del vino de cíen años.
Soy la hierba curtida.
Soy la duración de la paz.
Soy el momificante del cuerpo del faraón.
Soy los dos puntos.
Soy 'La carroña' de Baudelaire.
Soy la medida del miedo.
Soy el precio del agua.
Soy el gruñido del perro.
Soy el corte de los viejos robles.
Soy la divinidad que muere-resurge.
Soy el minutero del reloj.
Soy Ardjuna.
Soy el ajo, colgado en el balcón.
Soy la causa de la muerte de Abovyan.
Soy el pibe que jura "en nombre de la vida del padre"
Soy el tren que sale a las seis.
Soy el prado del Gandzasar.
Soy los pétalos del crisantemo blanco.
Soy Horacio.
Soy los cincuenta drams caídos en el camino.
Soy la oscuridad de la aldea.

(Traducción: Alice Ter- Ghevondian
Versión poética: Ana Arzoumanian)
(Edición no bilingüe)




TIGRAN PASKEVICHYAN | The seventh day



HANGOVER

Lend me a hand, my dears and nears,
I have run out of my wine
in the cup of my three and thirty years.
I get sober from
the morning bolls; lend me a hand.
Does the wind blow late, or
Won’t your hand find me anymore?
I depart unhurriedly in a slow pace, of course.
Catch up with me, if you want to make me yours,
My body avoids warmness,
Burn it, if your faith is growing dim.
Don’t resent the locomotive hooter, but
disappoint from the sadness of the waves.
I am your secret dream. “To be nothing.”
I am your life’s presence in a bird.
Carry that cross—from your dear brothers and sisters.
Remember them with pleasure at leisure.
If it’s not late (it’s never late)
recall a piece of chalk
draw a deep blue sky one the wallpaper
of the world—and go for a walk.





NOWHERE

I built my house
on the foothill
The mountain gave way
And I am homeless, now.
I built my house
on a peaceful seashore,
There was a tempest, and
I am homeless, now
I built my house
by a virgin forest
There was a fire, and
I am homeless, now.
I built my house
in an abundant steppe
The land quivered, and
I am homeless, now.
I am homeless, now.
Homeless am I, now.
I have a home, though my
home is nowhere now.





THE SEVENTH DAY

The rest is silence—ever,
if death’s conceived whenever,
each next step doesn’t sever
from the former life whatever.
Each existing’s not life–never,
but it has to be lived over,
drunk from a cup of poison
as deep as the horizon.
And if there’s nothing in it,
the rest is the same as ever,
dope’s silence at this minute
conceived, as the pace, in a fever
of the one who lives—never…
AN OVERLY PERSONAL SONG
To write about love
is equal to paying
for the chill
and the dark,
the famine,
as well as friends
who have died with us
in the bed of stamina
during three months
of an ephemeral winter
of nineteen hundred
and ninety two
and nineteen hundred
of ninety three.
To write about love
is equal to re-writing
about an excessive
attenuation
of the poetized burgeoning
of the wind, spring, cloud,
flower, bird, light,
autumn, and the color of leaves.
To write about love
is equal to not writing
a terrific article
on the country’s political
social economic
deviations
of everyday route—
full of abbreviations
and favorably rewarded
and paid.
To write about love
is equal to noticing
all the particulars
of the plummet of the SELF—
to put then down
for the sake of
generations to come.
To write about love
is equal to not being
the TOMORROW of presaging
and swashbuckling time.
To write about love
is equal to sketching
a teapot,
another teapot, smaller,
still a smaller one—
a teapot
dreamed by
an off-the-wall
artist.

Translated by Samvel Mkrtchyan







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