Juan Seoane Fernández
(Orense 1958) poeta.
Ha colaborado con infinidad de revistas literarias.
Ha publicado Poesía reunida (1993), El oxígeno de los garabatos (1994), Materia variable (1995), El agua que ha de caer (1997), El libro de los espejos (2000), Vacío (2002) y su obra completa reunida bajo el título Nadie (2004), Ocultación del fuego (2006) y The end
(2013).
Actualmente regenta una librería en Vigo.
El agua que ha de caer (1997)
LA HERENCIA no es un maquillaje,
está entre la luz y la sombra,
escondida, misteriosa...
hecha de fuego,
sepultada en el viento,
impresa en la carne;
y también sucede
y es tiempo...
y espera
de montañas dobladas
que tejen aguas marinas;
y en tu voz estás.
Material variable [Alternativa] (2001)
TUVE UNA NUBE MUY TRISTE
y una flor marchita en el ojal,
el peso de unaluz maqueillada
y un sueño aplastado por la oscuridad.
Hoy, sin embargo,
mi estancia
reclama la luz de la noche
escrita en tus ojos;
y de ese silencio evoco
lo más útil que tu mujer inspiera:
la honda simetría de los cuerpos
Poesía reunida (1993)
Los muertos que yo conozco
no tienen olor,
todo ha pasado y ya no estamos
déjame amanecer sintiendo así a las garrapatas
que nos cruzan la sombra
en busca de sangre
como ese amor que aún se apega
a lo que sueñas.
Si existe esa luz ciega
Que me has dado
Para dormir los sueños
En mis manos,sinceramente,te quiero."
Juan,Juancito,con profunda emoción y la evocación constante de los septiembres de nuestra
infancia a la sombra de la parra que nos ampara,te recuerdo con amor.Te lo mereces.Entre tú y
yo jamás ha conseguido pasar el Tiempo.
Sinceramente,te estimo.
"LA ALDEA CONOCIDA"
(Poema de EL AGUA QUE HA DE CAER,contenido en su Poesìa Reunida bajo el tìtulo
de NADIE)
En el sendero
que iba a dar a casa de los abuelos
había una puerta
en la que siempre me detenía,
aquella puerta,
abierta,
carcomida,
de goznes orinecidos
daba a una fuente fría
donde flotaban silabarios,
entumecidos renacuajos,coleòpteros...
Recuerdo bien todo,
el humo de la aldea,
sus bosques húmedos y fríos,
los barcos lejanos que nunca vimos,
(si bien es cierto que sabíamos de su destino).
Tiempo pasó,y volvieron,llegaron
los señores que hicieron las américas;
y en la ociosidad de sus días,
en la penumbra,
removían con sus báculos el follaje
de muchos años pasados,
estrechando quizás un lugar
para sus ya incómodos cuerpos.
He de saber también que
el puerto,los barcos,América
un destino
con el que siempre regreso a la aldea
tiene en mi
esa supuesta ignorancia
de quien no lo ha vivido;
sin embargo,la cercanía,
esa vecindad que los sueños parecen otorgar
buscan en mi
aquello que algún día tuve presente.
EPIGRAMAS.
(De su libro OCULTACION DEL FUEGO)
I.
Los elegidos muy pocas veces se encuentran,
el mar es demasiado grande para bebérselo de un trago.
II.
La masificación es como una mariposa sin polvo
herida y humillada,
un metal viejo y apagado.
III.
La puerta de la amistad
se cierra a la mínima corriente de viento,
la amistad fue vendida honestamente
al primer joyero de plástico.
IV.
No llores por los desamores
Porque el río es más grande que tus lágrimas.
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