Sándor Márai
Sándor Márai; Košice (hoy en Eslovaquia; en húngaro: Kassa) 11 de abril de 1900 - San Diego, 22 de febrero de 1989) fue un novelista, poeta, periodista y dramaturgo húngaro.
Sándor Károly Henrik Grosschmid de Mára, conocido como Sándor Márai, nació en Košice (hoy en Eslovaquia; en húngaro: Kassa), una pequeña localidad del antiguo Reino de Hungría, en el entonces poderoso Imperio Austrohúngaro, desaparecido tras su derrota en la primera guerra mundial. Descendiente de una familia acomodada de origen sajón, su infancia y su pubertad fueron algo conflictivas, ya que se escapó de su casa varias veces y por ello fue ingresado en un internado religioso. Posteriormente se instaló en Leipzig para estudiar periodismo, carrera que abandonó. Durante su juventud viajó por Europa, sobre todo por Europa Central, y visitó París, la capital cultural de la época, donde convivió con algunos de los representantes más destacados de las vanguardias estéticas del momento.
Tras decantarse en un principio por escribir en alemán (lengua que dominaba desde pequeño), se decidió finalmente por su lengua materna, el húngaro. En diversas obras, y también en disquisiciones de personajes de sus novelas, Márai exaltó la belleza que atribuía al idioma húngaro, especialmente por su fonética. En 1928 se instaló en el pequeño barrio de Krisztinaváros, en Budapest.
Durante la década de 1930 se labró un gran prestigio por la claridad y precisión de su prosa de estilo realista, prestigio que pocos años después era casi comparable al de Thomas Mann o Stefan Zweig. Sus obras se traducían a numerosos idiomas.
Si bien alabó con entusiasmo los Acuerdos de Viena, en los que la Alemania nazi obligó a Checoslovaquia y a Rumanía a devolver a Hungría parte de los territorios perdidos por ésta en el Tratado de Trianon, escribió contundentes artículos en contra del nazismo y se declaró "profundamente antifascista", algo poco recomendable en la Hungría del momento. No obstante, su inmensa fama lo tuvo a salvo de represalias de calado.
Su estrella empezó a apagarse con la ocupación soviética de Hungría y con el establecimiento del régimen comunista. Tildado de "burgués" por los comunistas, Márai abandonó definitivamente su país en 1948 y, tras una breve estancia en Suiza e Italia, emigró a Estados Unidos en 1952, instalándose en Nueva York. Recibiría posteriormente la nacionalidad estadounidense. Con la llegada de los comunistas su obra fue prohibida en Hungría lo que hizo caer a Márai en el olvido -en ese momento estaba considerado uno de los escritores más importantes de la literatura centroeuropea-. Así, habría que esperar varios decenios, hasta el ocaso del comunismo, para que este escritor fuese redescubierto en su país y en el mundo entero. Durante sus primeros años en Estados Unidos -período de 1952 a 1967 trabajó para Radio Euopa Libre. En 1968 se trasladó a Salerno (Italia) y en 1979 volvió definitivamente a Estados Unidos, a San Diego, California donde viviría el resto de su vida. En 1989 Márai se quitó la vida con un arma de fuego que él mismo había comprado con ese fin. Habían pasado 4 años desde la muerte de su mujer Ilona y faltaban pocos meses para la caída del Muro de Berlín.
Aunque Sándor Márai destacó sobre todo por su obra narrativa, también escribió poesía, teatro y ensayo, además de múltiples colaboraciones periodísticas, entre las que se encuentran algunas de las primeras reseñas sobre las obras de Franz Kafka. En sus novelas, escritas originariamente en húngaro y cuidadosamente desarrolladas, Marai analiza la decadencia de la burguesía húngara durante la primera mitad del siglo, en títulos como Divorcio en Buda, El último encuentro o La herencia de Eszter. Además de sus novelas, Márai escribió libros de memorias que retratan las convulsiones sufridas por Hungría durante la primera mitad del siglo XX, como la Primera Guerra Mundial (retratada en Confesiones de un burgués) o las invasiones del ejército nazi, primero, y soviético, después (en ¡Tierra, tierra!).
Obras traducidas al castellano
Música en Florencia, ed. Destino, 1951 ISBN 978-84-233-0421-9
A la luz de los candelabros (A gyertyák csonkig égnek, 1942), ed. Destino, 1967 ISBN 978-84-233-0408-0
El último encuentro (novela)|El último encuentro (A gyertyák csonkig égnek, 1942), ed. Salamandra, 1999; Círculo de Lectores, 2001 ISBN 978-84-7888-601-2
La herencia de Eszter]] (Eszter hagyatéka, 1939), ed. Salamandra 2000 (Quinteto, 2003) ISBN 978-84-95971-70-8
Divorcio en Buda (Válás Budán, 1935), ed. Salamandra 2001 (Quinteto, 2004) ISBN 978-84-95971-79-1
La amante de Bolzano (Vendégjáték Bolzanóban, 1940), ed. Salamandra 2003 (Quinteto, 2005) ISBN 978-84-96333-32-1
Confesiones de un burgués (Egy polgár vallomásai, 1934) (memorias), ed. Salamandra, 2004 (Quinteto, 2006) ISBN 978-84-96333-78-9
La mujer justa (Az igazi, 1941) ed. Salamandra, 2005; Círculo de Lectores, 2005 ISBN 978-84-9711-048-8
¡Tierra, tierra! (Föld, föld, 1972) (memorias), ed. Salamandra, 2006 ISBN 978-84-9838-000-2
La hermana (A nővér, 1946), ed. Salamandra, 2007 ISBN 978-84-9838-089-7
La extraña (A sziget 1934) ed. Salamandra, 2008 ISBN 978-84-9838-147-4
Diarios: 1984-1989 (Napló 1984-1989) ed. Salamandra, 2008 ISBN 978-84-9838-193-1
Los Rebeldes (Zendülők, 1930), ed. Salamandra, 2009 ISBN 978-84-9838-213-6
La gaviota (Sirály, 1943) ed. Salamandra 2011 ISBN 978-84-9838-357-7
Liberación (Szabadulas, 1945) ed. Salamandra, 2012 ISBN 978-84-9838-423-9
Principales obras
Emlékkönyv (versos) 1918
Emberi hang (versos) 1921
Männer (interpretación de un papel) 1921
Panaszkönyv (esbozos) 1922
A mészáros (relato) 1924
Istenek nyomában (libro de viajes) 1927
Bébi vagy az első szerelem (novela) 1928
Idegen emberek (novela) 1930
Mint a hal vagy a néger (versos) 1930
Zendülők [A Garrenek műve I.] (novela) 1930
Műsoron kívül (esbozos) 1931
Csutora (novela) 1932
Teréz (historia corta) 1932
A szegények iskolája (estudio) 1933
A sziget 1934
Bolhapiac (relatos) 1934
Egy polgár vallomásai (novela) 1934
Naptárcsere (folletín) 1935
Válás Budán (novela) 1935
Kabala (narración) 1936
Féltékenyek [A Garrenek műve II.] (novela) 1937
A négy évszak (pensamientos) 1938
Eszter hagyatéka; Déli szél (dos pequeñas novelas) 1939
Napnyugati őrjárat (novela) 1939
Kaland (obra de teatro) 1940
Szindbád hazamegy (novela) 1940
Vendégjáték Bolzanóban (novela) 1940
Az igazi (novela) 1941
Jó ember és rossz ember (prosa disertante) 1941
Kassai őrjárat (estudio) 1941
Mágia (narraciones) 1941
A gyertyák csonkig égnek (novela) 1942
A kassai polgárok (drama) 1942
Ég és föld (prosa lírica ) 1942
Röpirat a nemzetnevelés ügyében (estudio) 1942
Füves könyv (epigramas prosaicos) 1943
Sirály (novela) 1943
Vasárnapi krónika (artículos) 1943
Napló 1943–1944. 1945
Varázs (obra de teatro) 1945
Verses könyv (versos) 1945
A nővér (novela) 1946
Ihlet és nemzedék (estudio) 1946
Medvetánc (folletines) 1946
Európa elrablása (libro de viajes) 1947
Sértődöttek [A Garrenek műve] (novela) 1947
Libros aparecidos durante su emigración:
Béke Ithakában (novela) 1952
San Gennaro vére (novela) 1957
Napló 1945–1957. 1958
Egy úr Velencéből (obra de teatro en verso) 1960
Napló 1958–1967. 1968
Ítélet Canudosban (novela) 1970
Rómában történt valami (novela) 1971
Föld, föld…! (memorias) 1972
Erősítő (novelas) 1975
Napló 1968–1975. 1976
A delfin visszanézett (antología lírica) 1978
Judit… és az utóhang (novela) 1980
Jób… és a könyve (piezas de teatro) 1982
Harminc ezüstpénz (novela) 1983
Napló 1976–1983. 1985
A Garrenek műve (novela) 1988
Libros póstumos así como antologías:
Napló 1984–1989. 1997
Ami a Naplóból kimaradt 1945–1946. 1991
Ami a Naplóból kimaradt 1947. 1993
Ami a Naplóból kimaradt 1948. 1998
Ami a Naplóból kimaradt 1949. 1999
Ami a Naplóból kimaradt 1950–1952. 1991
Ami a Naplóból kimaradt 1953–1955. 2003
Szabadulás (regény, 1945) 2000
Az idegenek; Sértődöttek [A Garrenek műve III-IV.] (novela) 1996
Jelvény és jelentés; Utóhang [A Garrenek műve V-VI.] (novela) 1996
Lucrétia fia (relatos, 1916-1927) 2004
Lomha kaland (relatos, 1928-1937) 2004
A régi szerető (relatos, 1938-1947) 2004
Összegyűjtött versek (versos) 2004
Műsoron kívül (folletines) 2004
MADRE
Lo que una mano secreta causa ser escrito:
los rasgos tejidos de tu ablandado rostro
son un nudoso, desdibujado trozo de escritura;
lo miro y las letras comienzan a ocupar sus lugares:
¿qué es lo que los años y la vida inscriben?
Este soy yo mismo, este es mi destino, también;
esta profunda linea en tu entrecejo.
Perdóname,
esto no es lo que elegí, esto es lo que terminó siendo,
¿el destino de quién, el mío o el tuyo, es el que veo?
Simplemente no sé.
En cuartos de noche, en frente del extraño
rostro de tu hijo que ya ha comenzado
a parecerse al tuyo, tan semejantes,
y -desgastándose, desmoronándose, pelándose-
nuestros dos cuerpos se convierten lentamente en polvo-
se convierten en un solo cuerpo, un solo polvo, una arcilla madre.
LA CALLE MIKÓ
Amaba esa hilera de castaños.
Pensaba: ahí, algún día, he de construir
Algo que cerraría con una masiva
Llave en un cerrojo gigante.
Y jugar a la vida. Pero me reí fuerte
Toda la cosa parecía, y entonces tuve que reírme...
Triste y pretencioso... ¿Qué es esto?
Sobre esta tierra sólo puedes construir,
Sobre arena, no importa donde; eso es todo
Lo que quiero, sólo vivir sin afeitarme,
Para despertar en cuartos oscuros y yacer
Quieto durante un largo rato, callado, filtrando
Palabras, solo, pasando el tiempo
Curioso, en alguna tarea quiero que sea
Superflua. Desde entonces he vivido
Aquí, apaciguado, conociendo el mañana,
También, un tren parte hacia algún lado,
Y nada me ata, ni cama
Ni mesa, no hay castillo mágico
Sobre la tierra- y por qué mi guía telefónica conserva
Mi nombre, y la gente piensa que es verdad.
CANTO DE DESVESTIRSE
Ahora te digo esto, todo lo mismo. Porque es precisamente
el pesado y doloroso
Secreto de nuestro contrato: vendrá un tiempo en el que deberemos
[devolverlo todo-
No tan sólo la amistado, o el dinero o el silencio.
Tampoco los estruendosos trenes, ni los paisajes a los que te
[llevé conmigo.
Aún más remoto: mientras con tus dos ojos grandes como los
[de una criatura
Tú ya estabas mirando hacia atrás en tu vida- a través de mil
[kilómetros-
Del modo que un aventurero mira el paisaje desde un tren. Y
[viste
Pequeñas ovejas entonces, pastando, sus pequeñas vidas, y
[con sonrisas corteses
Las dejamos pasar y fuimos al coche comedor, o a un hotel.
¡Uh, cuántos hoteles, cuántos paisajes, cuánta gente, mi querida!
Como un viajero nervioso alcanzando su delgada billetera, así
[yo también, a menudo, iba a vos
Asustado. Y eventualmente nos dijimos todo el uno al otro
También aprendimos a estar callados. Algunas veces la noche
[descendía sobre nosotros
Y enormes sombras caían entre nosotros, la modestia de nues-
[tras palabras. Una enroscada
Capa: no éramos poetas y no íbamos
Entre las palabras porque le temíamos a las palabras- cómo les
[temíamos;
¡Estábamos familiarizados con ellas, las conocíamos! Y ahora
[que de todas maneras,
Me quito esta pobre, andrajosa
Palabra, es muy pesada esta desnudez final. Por eso es que
[tiendo esta palabra
Tan medrosamente, su chispa podría explotar, enceguecer
[nuestros ojos como los grandes, indescriptibles
Fuegos que la naturaleza enciende a la noche aleatoriamente.
Y desnudos, nos acomodamos juntos tiritamos,
Porque está oscuro y hace frío,
Mi amante.
Sandor Márai. The Withering World. Traducido por John Rid-
land y Peter V. Czipolt. Alma Books, 2014.
Y un poema, dedicado a la muerte de su único hijo, que falleció de hemofilia, afección que compartía con la madre cuando tenía un mes y medio de vida.
POR LA MUERTE DE UN NIÑO
¿Qué ha quedado de él? Su nombre.
En este cepillo, el perfume de su cabello, nada más.
Un paño manchado de sangre y este poema.
El mundo está hecho de espíritu y de locura de poder;
No, no comprendo por qué me han hecho esto
No pienso disputar. Sólo guardar silencio y seguir viviendo,
Ahora es un ángel, si es que hay ángeles -
Pero aquí, abajo, todo es banal y vacío.
No soy capaz de perdonar. A nadie y nunca más.
Este poema está incluido en la biografía del gran escritorhúngaro, Sándor Márai, Una vida en imágenes, escrita por Ernö Zeltner, con traducción de Elisa Renau, que publicasela Universitat de Valencia en 2007.
Lo que una mano secreta causa ser escrito:
los rasgos tejidos de tu ablandado rostro
son un nudoso, desdibujado trozo de escritura;
lo miro y las letras comienzan a ocupar sus lugares:
¿qué es lo que los años y la vida inscriben?
Este soy yo mismo, este es mi destino, también;
esta profunda linea en tu entrecejo.
Perdóname,
esto no es lo que elegí, esto es lo que terminó siendo,
¿el destino de quién, el mío o el tuyo, es el que veo?
Simplemente no sé.
En cuartos de noche, en frente del extraño
rostro de tu hijo que ya ha comenzado
a parecerse al tuyo, tan semejantes,
y -desgastándose, desmoronándose, pelándose-
nuestros dos cuerpos se convierten lentamente en polvo-
se convierten en un solo cuerpo, un solo polvo, una arcilla madre.
LA CALLE MIKÓ
Amaba esa hilera de castaños.
Pensaba: ahí, algún día, he de construir
Algo que cerraría con una masiva
Llave en un cerrojo gigante.
Y jugar a la vida. Pero me reí fuerte
Toda la cosa parecía, y entonces tuve que reírme...
Triste y pretencioso... ¿Qué es esto?
Sobre esta tierra sólo puedes construir,
Sobre arena, no importa donde; eso es todo
Lo que quiero, sólo vivir sin afeitarme,
Para despertar en cuartos oscuros y yacer
Quieto durante un largo rato, callado, filtrando
Palabras, solo, pasando el tiempo
Curioso, en alguna tarea quiero que sea
Superflua. Desde entonces he vivido
Aquí, apaciguado, conociendo el mañana,
También, un tren parte hacia algún lado,
Y nada me ata, ni cama
Ni mesa, no hay castillo mágico
Sobre la tierra- y por qué mi guía telefónica conserva
Mi nombre, y la gente piensa que es verdad.
CANTO DE DESVESTIRSE
Ahora te digo esto, todo lo mismo. Porque es precisamente
el pesado y doloroso
Secreto de nuestro contrato: vendrá un tiempo en el que deberemos
[devolverlo todo-
No tan sólo la amistado, o el dinero o el silencio.
Tampoco los estruendosos trenes, ni los paisajes a los que te
[llevé conmigo.
Aún más remoto: mientras con tus dos ojos grandes como los
[de una criatura
Tú ya estabas mirando hacia atrás en tu vida- a través de mil
[kilómetros-
Del modo que un aventurero mira el paisaje desde un tren. Y
[viste
Pequeñas ovejas entonces, pastando, sus pequeñas vidas, y
[con sonrisas corteses
Las dejamos pasar y fuimos al coche comedor, o a un hotel.
¡Uh, cuántos hoteles, cuántos paisajes, cuánta gente, mi querida!
Como un viajero nervioso alcanzando su delgada billetera, así
[yo también, a menudo, iba a vos
Asustado. Y eventualmente nos dijimos todo el uno al otro
También aprendimos a estar callados. Algunas veces la noche
[descendía sobre nosotros
Y enormes sombras caían entre nosotros, la modestia de nues-
[tras palabras. Una enroscada
Capa: no éramos poetas y no íbamos
Entre las palabras porque le temíamos a las palabras- cómo les
[temíamos;
¡Estábamos familiarizados con ellas, las conocíamos! Y ahora
[que de todas maneras,
Me quito esta pobre, andrajosa
Palabra, es muy pesada esta desnudez final. Por eso es que
[tiendo esta palabra
Tan medrosamente, su chispa podría explotar, enceguecer
[nuestros ojos como los grandes, indescriptibles
Fuegos que la naturaleza enciende a la noche aleatoriamente.
Y desnudos, nos acomodamos juntos tiritamos,
Porque está oscuro y hace frío,
Mi amante.
Sandor Márai. The Withering World. Traducido por John Rid-
land y Peter V. Czipolt. Alma Books, 2014.
Y un poema, dedicado a la muerte de su único hijo, que falleció de hemofilia, afección que compartía con la madre cuando tenía un mes y medio de vida.
POR LA MUERTE DE UN NIÑO
¿Qué ha quedado de él? Su nombre.
En este cepillo, el perfume de su cabello, nada más.
Un paño manchado de sangre y este poema.
El mundo está hecho de espíritu y de locura de poder;
No, no comprendo por qué me han hecho esto
No pienso disputar. Sólo guardar silencio y seguir viviendo,
Ahora es un ángel, si es que hay ángeles -
Pero aquí, abajo, todo es banal y vacío.
No soy capaz de perdonar. A nadie y nunca más.
Este poema está incluido en la biografía del gran escritorhúngaro, Sándor Márai, Una vida en imágenes, escrita por Ernö Zeltner, con traducción de Elisa Renau, que publicasela Universitat de Valencia en 2007.
Esa abundancia desmedida
Esa abundancia desmedida,
ese fluir salvaje,
ese todo o nada del que hablaba el viejo loco
con experimentado desprecio habrán sido quizá lo mejor...
Tal vez todo lo demás
-la cautela, la sabiduría, la cordura, la inteligencia- no valga ni un comino
porque no está enardecido por la loca pasión de la juventud,
ese extraño deseo que pretende salvar el mundo
y al mismo tiempo consumirse a sí mismo,
que quiere agarrar con las dos manos todo lo que el mundo le ofrece
y que a la vez arroja a puñados todo lo que la vida le regala...
Así que es mejor que empieces a hablar de manera más sosegada.
El de hoy es un carnaval diferente, un contrato diferente,
una cita amorosa diferente. Es el final de la juventud.
Ahora empieza la edad madura del hombre,
uno de sus momentos más sabios,
como si fueran las cuatro de la tarde de un día de mediados de octubre.
La amante de Bolzano (fragmento)
Ángel del Cielo
Ángel del cielo, vé de prisa
A Budapest frío y tiznado.
Allí donde entre tanques rusos
Las campanas se silenciaron.
Donde la Navidad no brilla,
Ni hay dorado sobre los árboles.
Sólo hambre, hielo, escalofrío.
Dilo de modo que comprendan.
En voz alta desde la noche:
El milagro anúnciales, Ángel.
Haz susurrar veloz tus alas,
Vuela aprisa, que ellos te esperan.
No les vayas a hablar del mundo
Donde ahora hay velas prendidas,
Tibias casas y mesas puestas,
Cura y sermón de frases bellas,
Papel crujiente de regalos,
Palabras sabias, deseos buenos,
Y en el árbol brillan centellas.
Háblales, Ángel, del milagro.
Diles del milagro del mundo:
El árbol de un pueblo que sufre
En la Noche de Paz ha ardido,
Y ahora muchos se persignan,
Lo miran las gentes del mundo,
Unos comprenden y no otros,
Les queda grande y cabecean,
Rezan o miran espantados.
En el árbol no cuelgan dulces,
Sino Hungría, Cristo de pueblos.
Y ante ella hay muchos que pasan:
El Soldado que hirió su pecho,
El Fariseo que la vendiera,
El que la negó las tres veces,
El que se ha lavado las manos,
El que al darla en treinta monedas
La humilló, la golpeó, la hiriera:
Y comió de su cuerpo y sangre(.
Muchos, lelos, paran a verla,
Pero a hablar no se atreve nadie.
Tampoco ella habla ya ni acusa.
Como Cristo de la cruz mira.
Qué árbol de navidad tan raro-
Que trajera el Ángel o el Diablo.
Y quienes se juegan su manto,
No saben lo que están haciendo,
Sólo huelen, gimen, sospechan
El gran secreto de esta noche,
Pues está en este extrano árbol
El pueblo húngaro colgado.
Y comenta el mundo el milagro,
Los curas hablan de coraje,
Un estadista da el responso.
El Santo Padre lo bendice.
Y los pueblos de toda especie
Preguntan a qué todo esto.
?Por qué no se ha acabado Hungría
Como ellos lo demandaban?
?Por qué se partió en dos el cielo,
Cuando un pueblo dijo: Ya basta?
Tántos hay que no entienden esto.
?Qué creció aquí como un océano?
?Por qué tembló el orden del mundo?
Gritó un pueblo, y luego el silencio.
?Qué pasó? se preguntan muchos.
?Quién dio esta ley de sangre y huesos?
Y otros más preguntan, preguntan,
Balbuceando pues no comprenden,
Los que han sido sus herederos(
?La Libertad es tan preciosa?
Ángel del cielo, da la nueva:
Siempre dará vida la sangre.
Ellos antes ya se encontraron
(El pastor, el asno y el Nino(
En las pajas, junto al pesebre,
Al parir la vida a un viviente,
Ellos cuidan hoy del Milagro,
Montando guardia con su aliento:
Arde una estrella, brota el alba(
Díselos todo, Ángel del cielo.
Nueva York, 1956
Traducción de Rodrigo Escobar Holguín y Vera Székács
Mennyből az angyal
Mennyből az angyal menj sietve
Az üszkös, fagyos Budapestre.
Oda, ahol az orosz tankok
Között hallgatnak a harangok.
Ahol nem csillog a karácsony,
Nincsen aranydió a fákon,
Nincs más, csak fagy, didergés, éhség.
Mondd el nekik, úgy, hogy megértsék.
Szólj hangosan az éjszakából:
Angyal, vigyél hírt a csodáról.
Csattogtasd szaporán a szárnyad,
Repülj, suhogj, mert nagyon várnak.
Ne beszélj nekik a világról,
Ahol most gyertyafény világol,
Meleg házakban terül asztal,
A pap ékes szóval vigasztal,
Selyempapír zizeg, ajándék,
Bölcs szó fontolgat, okos szándék.
Csillagszóró villog a fákról:
Angyal, te beszélj a csodáról.
Mondd el, mert ez világ csodája:
Egy szegény nép karácsonyfája
A Csendes Éjben égni kezdett -
És sokan vetnek most keresztet.
Földrészek népe nézi, nézi,
Egyik érti, másik nem érti.
Fejük csóválják, sok ez, soknak.
Imádkoznak vagy iszonyodnak.
Mert más lóg a fákon, nem cukorkák:
Népek Krisztusa, Magyarország.
És elmegy sok ember előtte:
A Katona, ki szíven döfte,
A Farizeus, ki eladta,
Aki háromszor megtagadta.
Vele mártott kezet a tálba,
Harminc ezüstpénzért kínálta,
S amíg gyalázta, verte, szidta:
Testét ette és vérét itta -
Most áll és bámul sok ember,
De szólni hozzá senki nem mer.
Mert ő sem szól mar, nem is vádol,
Néz, mint Krisztus a keresztfáról.
Különös ez a karácsonyfa,
ördög hozta, vagy Angyal hozta -
Kik köntösére kockát vetnek,
Nem tudják, mit is csefekesznek,
Csak orrontják, nyínak, gyanítják
Ennek az éjszakának titkát,
Mert ez nagyon furcsa karácsony:
A magyar nép lóg most a fákon.
És a világ beszél csodáról,
Papok papolnak bátorságról.
Az államférfi parentálja.
Megáldja a szentséges pápa.
És minden rendű népek, rendek
Kérdik, hogy ez mivégre kellett.
Mért nem pusztult ki, ahogy kérték?
Mért nem várta csendben a végét?
Miért, hogy meghasadt az égbolt,
Mert egy nép azt mondta: "Elég volt?"
Nem érti ezt az a sok ember,
Mi áradt itt meg, mint a tenger?
Miért remegtek világrendek?
Egy nép kiáltott. Aztán csend lett.
De most sokan kérdik: mi történt?
Ki tett itt csontból, húsból törvényt?
És kérdik, egyre többen kérdik,
Hebegve, mert végképp nem értik -
Ők, akik örökségbe kapták-:
Ilyen nagy dolog a Szabadság?...
Angyal, vidd meg a hírt az égből,
Mindig új élet lesz a vérből.
Találkoztak ők már néhányszor -
A gyermek, a szamár, a pásztor -
Az alomban, a jászol mellett,
Ha az élet elevent ellett,
A Csodát most is ők vigyázzák.
Leheletükkel állnak strázsát,
Mert csillag ég, hasad a hajnal,
Mondd meg nekik -
mennyből az angyal.
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