martes, 18 de marzo de 2014

FRANCISCO GUITA JUNIOR [11.267]


FRANCISCO GUITA JUNIOR 

Poesía. MOZAMBIQUE





TIERRA

Es sutil el rocío al erizar la piel
de brazos cruzados el anhelo va escaseando
invento niebla en lugar de ardor al traspasar
el yermo de la mirada cansada resignada hasta
sitiado el anhelo de todo es un casi nada
las rocas también se desgastan
el alma aunque de acero cede
a la intemperie más finita que nunca
depositamos flores en los ideales que nos fueron
moldeando —cimientos, andamios y vacíos
pero a cada instante a cada ahora
están los niños las más perfectas cobayas
para el festín de la macroeconomía
para el banquete de las estadísticas de papel
que nos rigen amordazan enclaustran
y adultos en su eterna infancia vagan
en busca de tierra y templo prometidos a la luz
de la luna aunque sea de día aguardando
el próximo cometa o peste o tempestad
víctima o victoria el último dolor el último amor
contundente es pender el alma de un hilo
la vaina y el sable entre la pared y el pecho
déjenme tragar de la lava del tiempo que aletea
aún y vomitar cuanto pueda de esta angustia
de permanecer inmóvil entre los destrozos en brasa
y sin delito me meo en el pecado de tener que existir
en flagrante afrenta en los convenios de ustedes
señores me cago en los pantalones sin orden
expresa y por hoy no te beso amor
hay mucho escarnio y sarcasmo dentro de alegrías
con las que me voy descontentando y así
me voy quedando ya pierdo incluso la balsa
sé un día ha de tener que volver a regresar
voy orillándome a la esquina de tener por cerca
la soledad repleta de mí ahora plenamente vacío







TERRA

É subtil o orvalho a arrepiar a pele
de braços cruzados a vontade vai escasseando
invento névoa no lugar de ardor a trespassar
o deserto do olhar já cansado resignado até
sitiada a vontade de tudo é um quase nada

as rochas também se desgastam
a alma mesmo que de aço cede
às intempéries mais finitas de sempre
depomos flores nos ideais que nos foram
moldando – fundações, andaimes e vazios

mas a cada instante a cada agora
há as crianças as mais perfeitas cobaias
para o festim da macroeconomia
para o banquete das estatísticas de papel
que nos gerem amordaçam enclausuram

e adultos na sua eterna infância vagueiam
à procura da terra e templo prometidos à luz
do luar ainda que seja dia aguardando
o próximo cometa ou peste ou tempestade
vítima ou vitória a última dor o último amor

é contundente ter a alma por um fio
a bainha e o sabre entre a parede e o peito
deixem-me tragar da lava do tempo que adeja
ainda e vomitar o quanto possa desta angústia
de permanecer imóvel dentre os destroços em brasa

e sem delito mijo no pecado de ter que existir
em flagrante escarro nos convénios de vós
senhores cago-me nas calças sem ordem
expressa e por hoje não te beijo amor
há muito sarro e sarcasmo contidos nas alegrias

com que me vou descontentando e assim
vou ficando por aqui perco ainda a jangada
sei há-de um dia ter que tornar a voltar
vou abeirando-me da esquina de ter por perto
a solidão repleta de mim agora plenamente vazio







FUEGO

Tengo la última cerilla de una caja de fósforos
rasco el amorfo y la pólvora explota respira
ahora débil la llama me alumbra el rostro
y antes de encender el cigarro que me sobra
siento que las ideas se confunden tropiezan inflaman
sombras que se agitan y multiplican
pasos presurosos suben bajan peldaños
pasos en los corredores que hay en mi pecho
que empieza a jadear
tengo los ojos abiertos camino
me tambaleo hacia un enorme lienzo rojo que arde
las palmas de las manos laten se humedecen
transpiran hay algo que arde presiento
estantes y libros en llamas sirenas
coches cancillas porras canallas
dictaduras antiguas madera que estalla antes
del estruendo del miedo que se desmorona
una multitud aglomerada selvas e indios
de la mano en llamas calcinan
ciego siento sensación ceniza
en manos y pecho y rostro y cuerpo entero
hay un llanto manso de niño lejano
que camina hacia el lado de allá







FOGO

Tenho o último palito de uma caixa de fósforos
risco o amorfo e a pólvora explore respira
agora branda a chama alumia-me o rosto
e antes de acender o cigarro que me sobra
sinto que as ideias se confundem tropeçam inflamam
          sombras que se agitam e multiplicam
passos apressados sobem e descem escadas
passos nos corredores que há em meu peito
que começa a arfar

tenho os olhos abertos caminho
cambaleio para uma enorme tela vermelha que arde
as palmas das mãos latejam humedecem
transpiram há algo que arde pressinto
estantes e livros em chamas sirenes
carros cancelas cassetetes canalhas
ditaduras antigas madeira que estala antes
doestrondo do medo que desaba
uma multidão aglomerada florestas e índios
de mãos dadas em chamas calcinam

cego tenho a sensação de cinza
nas mãos no peito e rosto no corpo todo
há um choro manso de criança ao longe
que caminha para o lado de lá


Del libro Los aromas esenciales, publicado por Ediciones Baile del Sol. Tenerife, Islas Canarias.
Traducción de Silvia Capón Sánchez y Francisco Manhaes Monteiro.




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