José Manuel Recillas
Ciudad de México, 1964. Poeta, ensayista, crítico literario, traductor, editor y melómano. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores en 1991. Ha publicado los libros de poesía La ventana y el balcón (1992) y El sueño del alquimista (1998), el volu-men Aproximaciones al expresionismo (ocho fascículos, México Volitivo, 2004), así como las traducciones Insec-tos y poesía griega (Verdehalago, 2004) y Proverbios budistas japoneses (Verdehalago, 2006), de Lafcadio Hearn;Walter Raleigh (Verdehalago, 2000), de Robert Louis Stevenson; así como Trayectoria de un intelectualista (Verdehalago, 2000), Aforismos. La palabra es el falo del espíritu (Verdehalago, 2000) y Poesía (unam, 2006), de Gottfried Benn. Está incluido en la antología El sol ama-rillo del escombro (Montevideo, 2002). Ha sido considerado como “el último aristócrata del espíritu” (Efraín Bartolomé) y de él ha dicho Tomás Segovia: “La estirpe que Recillas elige es la de Odín —como habría dicho Thomas Mann—, y con ella una breve parentela que entre nosotros acaso sólo incluya a Jorge Cuesta, por su temperamento, y a Juan Carvajal, por su gracia estética. En cuanto a actitud, bascula entre la brida religio-sa de un Eliot y la espuela militante de un Pound.” Sus traducciones de Benn han sido consideradas “notablemente hermosas y dignas” (Eduardo Lizalde) y “muy hermosas” (Claudio Magris). Juan José Miranda (Universität der Kunste, Berlín) ha señalado que “las traducciones que ha hecho de obras de poetas expresionistas alemanes son las mejores que existen en nuestro idioma, y su trabajo lo distingue —para quien de literatura con la L mayúscula entiende— como uno de los mejores poetas contemporáneos en lengua castellana”. En 2009 se estrenó la obra Sidereus Nuncius (de la cual hizo la concepción lírica general), comisionada por el Festival Internacional Música y Escena y el Festival Internacional Cervantino (fic), hecha en coautoría con Javier Torres Maldonado (música) y Claudia Lavista (coreografía), considerada por la prensa que dio cobertura al fic2009 como la obra más importante presentada en los últimos tres años (Christa Cowrie).
Tres
En el texto hebreo la usura se llama Nesee, esto es mordedura, serpiente.
Observaciones históricas sobre la usura
Colección de documentos eclesiásticos
Tomo V # 10, México, mayo 22 1886, p. 76.
Tolerancia, la nueva mierda
que la academia ofrece a todos,
y que la prensa hipócrita repite
pues así mejor oculta su inmundo ser,
sus odres viejos y su vino rancio.
Mejor hipocresía, ocultar
el odio o la sospecha, y desviar
la mirada como si nada,
ocultar la verdad con mutilada lengua:
no tullidos ni inválidos, no viejos ni ancianos,
no putarracos, no putas ni putos
sino una inmunda lengua balbuceante
que mejor sería morder y ver sangrar
en vez de usar sensatamente
el caudal inmenso de una lengua viva.
Mejor llamar las cosas por su nombre
que babear al abrir la boca mutilada:
he escuchado a putos decirse putos,
maricones, fucking faggots, ¿qué hay de malo en eso?,
algunos de ellos hasta afirman
que les gusta la gasolina.
14.diciembre.2005
Der Tod und Das Mädchen
para Claudia Mastache
El infierno es haber dejado de amar.
Georges Bernanos
Gib deine Hand, du Schön und zart Gebild!
Sei guten Muts! Ich bin nicht wild,
Sollst sanft in meinen Armen schlafen!
Matthias Claudius
Escuchaba La muerte y la doncella
como quien en silencio su sino calla y sella:
de su mutismo nació un violoncello
como un jardín que guarda el alma de ella.
Y de la nada surgió su cabello
¾ese reposo de luz en su cuello¾
como un corcel magnífico que a Troya
fatídico dejara en un destello.
Brilla cansada la noche su joya
sobre un collado de luz sin muralla.
Quede lo núbil brillando, igual que un amor que se calla.
Un yerto resplandor toda la tierra enjoya.
No hubo gloria ni Helena… ni triunfo sobre Troya…
sólo el eco final de otra batalla.
julio 14-19, 1997
(El sueño del alquimista)
a José María Pérez Gay
Tocados por un mismo sol de invierno
los astros llaman desde un cielo yermo
Algunos dan palabra y otros callan
-- en ellos los sentidos sólo encallan
Cenizas y perfumes en sí funden
lo que es de otro silencio sólo apunte
Oh, alma, apenas puedes con el peso,
oh, noche, del mensaje del poseso
Así es como el augurio aquí quedó
-- del alma sólo queda este temblor.
Mortuus est Philippus Rexet fleverunt eum omnis populous planctu magnoet lugebant dies multos, et dixerunt:Quomodo cecidit potens, qui salvum facebiat populumIn exequiis Catholici Regis Philippi ijValencia, 1598 [Ha muerto el rey Felipey el pueblo entero le llora con gran dolory muchos días se han lamentado, y han dicho:“¿Cómo es que ha muerto el poderoso, el que había salvado a su pueblo?”]
Ha muerto el rey Felipe, el Prudente,
y bajo su mandato un más alto sino cumplido ha
dejando al pueblo por herencia vuestra majestad
y la conquista nuevamente de Su reino
ya no más por salvajes moros drogados
e infieles luteranos amenazado.
Dejó tras de sí un reino en sangre unido,
con fe y en esperanza renovadas de un mejor futuro
sabiendo que la unión de la patria asegurada queda.
Maestro y protector de las artes y humanista sin par,
un día se dirá que nos legó un siglo de oro y renacer,
y habrá Lepantos a granel que poetas canten,
y loas recordando su gestión y entrega
dando cuenta de su empeño intelectual
hacia un gremio que supo preservar
en su memoria y proceder la bien ganada gratitud
del que todo dio sin aguardar
más que el honor del buen actuar y el mejor decir.
Un día otro Cervantes su empeño
y su memoria con su obra honrará.
Vuestras exequias, oh magnánimo Felipe emperador,
recordadas de una generación a otra serán,
y tu reinado señalado con el purpurado laurel
con el que soñaste, y tu nombre recordado por haber
a tu pueblo dado, generoso, el triunfo sobre huestes enemigas
que por acechanzas y tentaciones no cejaban.
¡Has muerto, rey Felipe, Señor de la sangre!
¡Que la patria dé a tu nombre fiel memoria,
y el pueblo en cada hijo suyo te salude!
Nota: el poema toma el título del gran motete a siete voces del mismo título, obra de Ambrosio Cotes (c. 1550-1603), presumiblemente interpretado en El Escorial a la muerte en 1598 del rey Felipe II, quien con sanguinaria fuerza luchó contra los árabes en Granada y los turcos en Lepanto en defensa de la fe católica y su ortodoxia. Se le llamaba, en efecto, Felipe el Prudente. Sin muchas bases, se le considera un patrón de las artes musicales, aunque en realidad podría deberse a su celo guardián por controlar todo lo que sucedía en territorio español por su deseo de mantener vigentes los acuerdos a que el Concilio de Trento había llegado.
Der Tod und Das Mädchen
para Claudia Mastache
El infierno es haber dejado de amar.
Georges Bernanos
Gib deine Hand, du Schön und zart Gebild!
Sei guten Muts! Ich bin nicht wild,
Sollst sanft in meinen Armen schlafen!
Matthias Claudius
Escuchaba La muerte y la doncella
como quien en silencio su sino calla y sella:
de su mutismo nació un violoncello
como un jardín que guarda el alma de ella.
Y de la nada surgió su cabello
ese reposo de luz en su cuello
como un corcel magnífico que a Troya
fatídico dejara en un destello.
Brilla cansada la noche su joya
sobre un collado de luz sin muralla.
Quede lo núbil brillando, igual que un amor que se calla.
Un yerto resplandor toda la tierra enjoya.
No hubo gloria ni Helena… ni triunfo sobre Troya…
sólo el eco final de otra batalla.
julio 14-19, 1997
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