Carmen Chazzin. Poeta venezolana nacida en Valencia en 1989. Licenciada en Educación, mención Lengua y Literatura por la Universidad de Carabobo (UC). Ha participado en talleres con Laura Antillano en la Fundación La Letra Voladora, Taller de Poesía convocado por Monte Ávila Editores Latinoamericana dictado por María Clara Salas, Taller de Apreciación Literaria dictado por Luis Alberto Crespo y con Rafael Cadenas también realizó otro promovido por la Fundación del Valle de San Francisco. Conforma el Grupo Literario Voz Creativa, donde se adscribe al grupo de Coordinación Estudiantil de las Jornadas de Creación Literaria UC. En 2011 publicó su primer poemario: Alrededor.
No crezco
No crezco en la tierra que te sostiene
pero conozco el temblor que llevas
y lo hago mÍo
¿Cómo reconstruir una abadía sin fe?
¿Cómo reconstruir una abadía sin fe?
ella comprimida, opaca
proclama carencias de vida
hay quien juega a lavarla con la mirada
llueve el verano en su piel
el almanaque le cambia palabras por traviesas realidades
niña vulnerable a las caídas
el destierro gritó en sus rodillas
intento traerla aún sabiéndolo inútil
apostar a su absurda paz
LEXOTANIL
Dime si
después de tanto leer Blancanieves
dibujaste los enanos
o si fue otra niña quien los pensó
en ese jardín
II
Esa es una puerta breve
de la que no pendes
verduga es aquella donde
cierne tu casa
todo lo que sé de ese lugar es azul
III
Hablas
te pones los lentes
preguntas por el periódico
nadie lo ha traído
el dolor no ofrece lecturas
IV
Te piensas
en los ojos llevas una esquina
donde te hincas por fuerza
la mano en el cabello
asientas tu feminidad
el amor es la vasija que forman
las manos en oración
V
La habitación te duele
y tú a ella
el cuerpo es un trigo
que desgranaron los años
con collares de espinas
VI
Tu nuevo closet son líneas
estrechas
inconexas con lo que llevas
el gusto de otro
los colores de otro
el tacto de otro
hasta tus rodillas
sobre ti
VII
Que el cuerpo obedezca
mientras mece su respiro
duerme
Mi abuela cortó la sombra
Mi abuela cortó la sombra
que caía sobre su espalda
prefirió el zaguán como una entraña caliente
quieta
para regresar
para hacer su casa
y preguntar la hora entre dientes
cuando la luna se trepa en sus muros
ella lamenta la raíz sola
el horizonte herido por la mata
Diré a mis hermanos que miren el pájaro de cera
Diré a mis hermanos que miren el pájaro de cera
que le busquen los ojos
quiten el polvo en sus alas
y alcen el rostro por las mañanas al cielo
así sabrán cuando la casa tiene un corazón lejos.
En la madrugada
En la madrugada
con los ojos tocas la casa
te nombras
te rozas los talones
animal doméstico
que balancea el rastro en la losa
y dibuja barrotes en tibias
puertas
surco en sábanas
dejas la horma de tu cuerpo en la cama
caminas
inclinado al lavamanos
eres un mar arrancado
que asiste a afeitarse
para escuchar que no te has ido
tras tu propia noche
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