Teódulo López Meléndez (Barquisimeto, VENEZUELA1945), abogado, novelista, ensayista, editor, poeta y traductor de poesía. Ha ejercido cargos diplomáticos en Portugal, Italia y Argentina. Su obra literaria ya se extiende a la treintena de libros publicados. Actualmente colabora con diversas publicaciones de Europa y América Latina. Su obra poética ha sido recogida en la antología Viaje en la comedia (Editorial Ala de cuervo, 2000). Ha traducido a Ungaretti, Montale, Quasimodo y Pessoa. Entre sus ensayos destacan Por el país del hombre (Primera lectura del nuevo milenio) y El último texto (Segunda lectura del nuevo milenio) . Entre sus novelas cabe mencionar En agonía, donde lleva a la narrativa la actual conflictividad venezolana y Fin de la comedia (2007), donde recoge cinco poemarios que había mantenido inéditos. Reside en Caracas.
COMO SI EL TIEMPO SE ACABARA
Vejo estas piedras
de fondo inevitable
en el carcaj
la vetustez la carcoma
la sustancia viscosa
desollada
como si el tiempo se acabara
AUNQUE LEJOS ESTOY
En aleteo
me dejarás
de la cal
de tu presencia omnímoda cual boca
COLMENA
Las marcas en la lluvia
los vidrios sucios
aún así las ovejas sin jaula
De venas la colmena
y este olor penetrante de las redes
rotas
La primavera fue fea
las palabras
escamas de pescados descompuestos
La muerte tarda
DANZA
Ella danzó
desde la carne sin piel
sobre una mano mía
que la alzaba
a buscar
el tímpano del tiempo
Mi cabeza
se hacía vientre suyo
y mi otro brazo
cabalgaba las plantas
Ella resplandecía
clorofila desmayo
boca que bajaba
buscándome adentro
DESDE EL OTRO LADO
Sin peso
los escalones
de lapislázuli
y los hierros imantados
hacen de la muerte
conocimiento de lo humano
La tragedia de este día oscuro
ha venido desde fuera
desde el otro lado
DESDE LA MUERTE
Desde la muerte
la mirada cambia
una palabra
ELLA, EN LOS REFLEJOS
1
Sobre mi brazo izquierdo una polvareda, hormigas. La luz ciega la hendidura del sol y el sombrero. Un racimo se acoda en una baraja. Caen del vino tatuajes en franjas. Sobre el edredón, nada.
2
Los ladridos me sobresaltan, no sé si el agua ha engullido los cuerpos o si se llama a los perros al festín de los lamentos. Descubro entre árboles el miedo y me yergo en la tarde de la luz que engaña.
3
Una gota se desliza sin alcanzar las letras. Me detengo a mirar los árboles de esta calina pavorosa. Vidrios, sobre el ras del suelo. Ella, en los reflejos.
ESPEJISMO
Me exaspero
verde que se pierde
agua inválida
dátil que no vierte
Extremo mi sequía
la piedad
se evapora como un espejismo
FALTA
Cada palabra se ha ido
hacia allá
peregrina la oración
en larga fila. Faltan en mí ahora,
como consuelo.
PARADOJA
1
Desde el mar oración de lo que sé, clara oscuridad.
2
Emerjo la plegaria, oscura claridad. El diálogo renace en la clausura.
PRISIÓN
1
El disparate de los meandros hizo prisión, estoque en las costillas. Atados al miedo, los metales. Las cigarras ulularon mentol, desatino.
2
Abatí las hormigas. Quebré las bombillas a pedradas. Cuando emergí, perdido el dolor, ya no era.
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