viernes, 21 de diciembre de 2012

LOLA RIDGE [8901]



Lola Ridge, 1935

LOLA RIDGE
(12/12/1873 – 19/05/1941)
Lola Ridge nació en Dublín, Irlanda y se mudó a Nueva Zelandia y Australia con su madre donde pasó sus años de formación. Su madre volvió a casarse con un minero escocés violento cuando alcoholizado. Ridge relata cómo su padrastro destrozaba los muebles “durante sus furiosos ataques de borrachera”. En 1895, aún en Nueva Zelandia, Ridge se casó con el gerente de una mina de oro, del que se separó en 1907 y emigró a EE UU a los treinta y cuatro años. Finalmente se estableció en Nueva York. Ridge se ganaba la vida trabajando como modelo, ilustradora y como trabajadora en una fábrica. Asistía a reuniones políticas de la Asociación Ferrer, donde conoció a su segundo marido, David Lawson, con quien se casó en 1919.

En la primera mitad del siglo XX, fue una conocida poeta y defensora de los inmigrantes y de la clase trabajadora. Ridge fue considerada “la poeta del pueblo”, por haber sido una inmigrante que creció en circunstancias económicas adversas.

Escribió cinco libros de poesía, fue editora de las revistas de vanguardia Others y Broom. De 1908 hasta 1937 publicó unos 60 poemas en revistas como Poetry, New Republic, y The Saturday Review of Literature. Su primer libro, The Ghetto and Other Poems, fue bien recibido, y sus poemas aparecieron en varias antologías. The Publishers’ Weekly la llamó “una de las principales poetas de EE UU,” y el Wilson Library Bulletin la consideró “una de las poetas estadounidenses de la más completa sensibilidad”. En 1918 fue considerada “el descubrimiento del año”.
Ridge rechazaba los conceptos de que la mujer no podía participar en la política, que se apoyaban en un determinismo biológico. También expuso cómo los roles de género construidos socialmente impedían el desarrollo de la mujer. En una trilogía de largos poemas Lola Ridge aboga por los inmigrantes al refutar los prejuicios y la xenofobia estadounidenses contra las víctimas del desarrollo industrial, inmigrantes del sudeste europeo, considerados racialmente y culturalmente inferiores.
Ridge también retrata la comunidad judía en Nueva York, pero evita los estereotipos étnicos que retratan al extranjero como un “intruso” en el mundo del grupo dominante, al mismo tiempo de que habla de los efectos del capitalismo, y los conflictos de género y generacionales.
También escribió Sun-up and Other Poems (1920), donde incluye reflexiones de su niñez y Red Flag (1927) un libro de poesía política y personal. Como activista, Ridge fue detenida por protestar con la ejecución de los anarquistas Sacco and Vanzetti en 1927. A pesar de sufrir de mala salud, continuo escribiendo y en sus trabajos posteriores, Firehead (1929) y Dance of Fire (1935), Ridge trató temas más filosóficos.  In Firehead explora las paradojas del poder y cómo éste puede ser responsable del desequilibrio.
Ridge dejó una obra considerable. Varios críticos elogiaron su obra al considerarla una poeta importante en la historia de la poesía estadounidense. Su obra muestra que las mujeres poetas participaron activamente para moldear la sociedad, a pesar del silencio subsiguiente sobre su valía como mujer, poeta y activista.




…Las jóvenes pasan en grupos,
convergen en los foros y los vestíbulos,
para elevarse indomables, lentas
entre la maleza burda del calor.
Sus cabezas descubiertas ante las estrellas,
mientras responden a los jóvenes y a sí mismas
con libre camaradería.
Sólo sus ojos son antiguos y están solos… 

L.R.


Los hombres mueren…
Los sueños sólo alteran sus casas. 

L.R.





NUEVA ORLEÁNS

¿Recuerdas
el melón dulce de la luna
goteando espesa miel de luz
donde Canal Street va correteando sola entre árboles
dormidos?
Y el leve aroma rancio de patchoulí,
fragancia de Nueva Orleáns...

Nueva Orleáns,
como marchita tuberosa
sostenida en la cálida atmósfera...
maravillosamente intacta.







A Memory

I remember
The crackle of the palm trees
Over the mooned white roofs of the town…
The shining town…
And the tender fumbling of the surf
On the sulphur-yellow beaches
As we sat… a little apart… in the close-pressing night.

The moon hung above us like a golden mango,
And the moist air clung to our faces,
Warm and fragrant as the open mouth of a child
And we watched the out-flung sea
Rolling to the purple edge of the world,
Yet ever back upon itself…
As we…

Inadequate night…
And mooned white memory
Of a tropic sea…
How softly it comes up
Like an ungathered lily. 





A Toast

Not your martyrs anointed of heaven - 
The ages are red where they trod - 
But the Hunted - the world's bitter leaven - 
Who smote at your imbecile God - 

A being to pander and fawn to,
To propitiate, flatter and dread
As a thing that your souls are in pawn to,
A Dealer who traffics the dead;

A Trader with greed never sated,
Who barters the souls in his snares,
That were trapped in the lusts he created,
For incense and masses and prayers - 

They are crushed in the coils of your halters;
'Twere well - by the creeds ye have nursed - 
That ye send up a cry from your altars,
A mass for the Martyrs Accursed;

A passionate prayer from reprieval
For the Brotherhood not understood - 
For the Heroes who died for the evil,
Believing the evil was good.

To the Breakers, the Bold, the Despoilers,
Who dreamed of a world over-thrown…
They who died for the millions of toilers - 
Few - fronting the nations alone!

- To the Outlawed of men and the Branded,
Whether hated or hating they fell - 
I pledge the devoted, red-handed,
Unfaltering Heroes of Hell! 





A Worn Rose

Where to-day would a dainty buyer
Imbibe your scented juice,
Pale ruin with a heart of fire;
Drain your succulence with her lips,
Grown sapless from much use…
Make minister of her desire
A chalice cup where no bee sips - 
Where no wasp wanders in?

Close to her white flesh housed an hour,
One held you… her spent form
Drew on yours for its wasted dower - 
What favour could she do you more?
Yet, of all who drink therein,
None know it is the warm
Odorous heart of a ravished flower
Tingles so in her mouth's red core… 





After Storm

Was there a wind? Tap… tap… Night pads upon the snow with moccasined feet… and it is still… so still… an eagle's feather might fall like a stone. Could there have been a storm… mad-tossing golden mane on the neck of the wind… tearing up the sky… loose-flapping like a tent about the ice-capped stars?

Cool, sheer and motionless
the frosted pines
are jeweled with a million flaming points
that fling their beauty up in long white sheaves
till they catch hands with stars.
Could there have been a wind
that haled them by the hair….
and blinding
blue-forked
flowers of the lightning
in their leaves?
Tap… tap…
slow-ticking centuries…
Soft as bare feet upon the snow…
faint… lulling as heard rain
upon heaped leaves….
Silence
builds her wall
about a dream impaled. 







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