miércoles, 17 de octubre de 2012

ELIZABETH ALGRÁVEZ (8069)



Elizabeth Algrávez, poeta, traductora y editora nacida en Mexicali, Baja California, MÉXICO en 1972.

Egresada del Centro de Estudios Literarios (CEL), es Licenciada en Lengua y Literatura de Hispanoamérica por la UABC, y Maestra en Mercadotecnia por la UAA. Becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes (Baja California, 1996-97, 2001), fue Directora del Instituto Municipal de Arte y Cultura de Tijuana (IMAC), de 2001 a 2004; ha sido docente en la Universidad Autónoma de Baja California impartiendo las materias de Mercadotecnia Editorial, Introducción a la Literatura, Creación Literaria, Promoción Cultural, y Literatura Erótica, entre otras.

Obras

Entre su obra publicada se encuentran: "Cantos buranos. Traducción de los Carmina Burana" (Ediciones Los Domésticos, Mexicali, BC., 1993), "Arenario" (ICBC, Mexicali, B.C., 1994), "La mujer habitada" (La hoja murmurante, Toluca, Edo. de México, 1994), "Trilogía de arena" (Conaculta-Monte Gargano México, D.F., 1999), y ¨Venenos¨ (El Grafógrafo: ediciones-ICBC, Tijuana, B.C., 2011).

Asimismo ha sido antologada en las publicaciones ¨Al otro lado/Across the line¨ (San Diego, C.A., 2002); la antología bilingue de poesía erótica ¨Nuestra cama es de flores/Our bed is made of flowers¨ (CONACULTA-CECUT, 2005); Delta de voces, muestra literaria de egresados del CETYS Universidad (CETYS, Mexicali, B.C., 2009); y ¨Cinco siglos de poesía femenina en México (siglo XVI al XX)¨ (2011, publicado por el Gobierno del Edo. de México).
Actualmente es editora en una importante trasnacional en el rubro de educación.





La perra muerta

Oiga usted
que anda diciendo por ahí
que yo estoy muerta
porque le di mi corazón
y a usted se le salió de la bolsa
en el primer descuido

y ahora que me entero
viene a decirme
que no se ha perdido nada 
que yo estaba muerta hace mucho tiempo

que estaba herida de batalla
y llegué a usted como un perro
a buscar en su casa
una esquina propicia
para tender mi cuerpo enfermo

que cuando me ofreció su mano
yo tenía sarna
el hocico roto
y la cola entre las patas

que gemía lastimera
cuando usted superó el asco
para acariciarme la cabeza
y me trajo las sobras de su plato

y que por mi causa
hubo de justificarse diciendo:
"me siguió hasta aquí
¿puedo quedármela?"

Pues sepa que sí
que estaba muerta
y así muerta como estaba
le di mi corazón

así muerta
herida de batalla
sentí por usted
todo lo que usted
tan vivo
no quiso sentir nunca

y aquello que perdió
-mi corazón de perra herida-
era un corazón intacto
que guardé para usted
porque era suyo

y que si tenía
los ijares golpeados
la mirada triste
y las patas quebradas
fue porque salí a buscarlo

y nadie quiere a una perra
que se guarda el corazón
y que muerde la mano

nadie quiere a una perra
que no reconoce más amo
que aquel
a quien anda buscando

Y ya ve
no se ha perdido nada
mi corazón
apenas
de perra añosa y malherida.






NO SÓLO DE PAN VIVE EL HOMBRE

Al amor
que lo cacen los perros
que le ladren en la cara
que lo ensucien con sus fauces de bestias inauditas
y le hundan los colmillos en la carne blanda.

Al amor
que lo acechen en las veredas
y apenas se eleve le lancen la flecha
para interrumpir su vuelo
y ver con gusto los últimos estertores en la caída.

Al amor
que le tiren el anzuelo
y lo atraigan con engaños
para sentirlo debatiéndose con furia en la lucha inútil.

Yo estaré aquí
esperando a que lo traigan
para quitarle la piel y sacarle los adentros:
lo serviré en mi mesa
aderezado y cocinado como se merece,
en la mejor de las fuentes
y acompañado de un vino fuerte y aromoso
que oculte su infame procedencia.

Después del festín
(sentimental como soy)
me guardaré un hueso pequeño en el bolsillo
con un gesto rápido
sin que se note.





                                                                                                   
1

         Reparte, arenario
Serpiente nohayarena surcada por tu paso                                                                    
                          que no escurra
         reloj
                      de mano a mano
                                             retenerte.


2

         Apenas lo tocas, el desierto se abre,
se entrega curva escurridiza de arena, que aprisionas entre las manos;
se desborda          se derrama         húye y tú
lentamente reconstruyes sobre la superficie nuevas fisonomías
castillos, fortalezas, cuevas profundas, oscuros abismos salados,
secos, no secos, mojados, cálidos.




3

        No hay aves, no hay cantos,
sólo rumor seco de la piel contra la arena;          
el paso del reptil es sutil zizageo,
el árido ronroneo del reptil que barre la piel del desierto.
Y el reptil va barriendo la piel del desierto.
Y el reptil va, barriendo la piel del desierto
Y el reptil, baba riendo, la piel del desierto    
Y el reptil,baba, ríe en do la piel del desierto
que es curva y honda, y es seda y se da.




4

       El sol calienta sobre la piel del desierto
descubre su geografía de mujer incierta
las dunas        los abismos    hendiduras y huellas                     
                huellas del reptil.
Serena     resbala por los granos de arena
la piel del reptil sobre la piel del desierto.
5
       El reptil surca la piel del desierto
la descubre, busca, corre y corre sobre, bajo y tras la arena abierta
que se desploma y se recompone
se da, se quita, se abre y se cierra.
       Conforme el paso del reptil se va adentrando
entre las dunas, entre las piedras,
se goza, se regodea,                                                                      
con la piel del reptil que es acero y escama
y la cama que no para
y sube y baja, como el reptil
que alcanza tan merecida presa, y la apresa.







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