Mómcilo Nastasíjevic. (SERBIA 1894-1938)
Uno de los autores más originales del “entre dos guerras” es Mómcilo Nastasíjevic; su poética -neosimbolista con fuertes marcas expresionistas- refleja una visión mística y religiosa. La voz, arcaica, condensada hasta el hermetismo, podemos apreciarla en el poema Al Progenitor:
¿Quién eres?
Quién y adónde yo,
el fruto tuyo sin fruto
y en mí, esta fatal palabra?
Yo, hijo, abro los ojos.
Muriendo en vida/
me quito el signo ciego del nacimiento.
Y no como tú
precipitado a fecundar
ciegamente a la fiesta.
Mas con voluntad, que no me creó
abro aquí el camino
para mi destrucción,
para la paz de los no nacidos.
El fruto tuyo sin fruto: Yo,
y en mí, esta fatal palabra.
A la Señora
Siempre más solo.
En el sueño me vienes ajena.
Al llamarte soy más pecador.
Los niños ajenos desde ti lloraron.
Ten piedad.
Tu remedio no cura, envenena.
Me atraviesa con un mal violento.
Mi pobre vida, señora,
la gasto en cantar.
Imploro,
mas la voz ondea.
En una estrella es melodiosa la salvación
que el cantor doliente abajo balbucea.
Porque no hay mano que desate el nudo.
¿Pero allí y para siempre
tu rayo dolerá?
¿Amaré los seres ajenos desde ti?
Ten piedad.
Tu remedio no cura, envenena.
Me atraviesa con un mal violento.
Mi pobre vida, señora,
la gasto en cantar.
La Huella
Extraño es cómo esto me libera
aún más cómo me ata.
Flameo en ti, ardiente confluyo,
es escalofrío, escalofrío.
Y tu huella en los caminos
que me enciende.
Pero extraño teme mi corazón
y me hielo.
Besando ¿qué cosa mato,
qué despierto?
Porque los vientos dispersarán también la ceniza
y no hay desenlace.
Se hunden sin hundimiento,
sin fondo en la búsqueda,
sin fondo se pierden los seres.
Y en la huella donde se quemaron
siempre más dolorosas son las desnudeces.
Ardiente confluyo,
pero extraño teme mi corazón
y me hielo
Besando ¿qué cosa mato,
qué despierto?
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