Pamela Romano Aliaga. La Paz, Bolivia, 1984. Poeta, crítica de arte y artista audiovisual. Licenciada en Literatura por la Universidad Mayor de San Andrés. Hizo una tesis sobre la expresión neobarroca en Bolivia desde distintos soportes como la literatura, el cine y la pintura contemporáneas de su país. Ha publicado el libro “Lengua Geográfica” (Plural, 2009) con el que obtuvo Mención de Honor en el Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”. Su obra poética está recogida en varias antologías latinoamericanas. Actualmente realiza estudios de cine y fotografía en Buenos Aires. Próximamente publica el libro de poemas “El silencio en la espuma blanca de cerveza”.
Luisa II
Pensemos, si no, un solo momento, en esos tigres que revolotean
en su jaulita colgada del muro, junto al geranio.
S. Sarduy
el empeño de la luz en cada cosa: los restos juegan a hacer la sombra / y eso es todo
cuando necesariamente haya que esforzarse por librarte de mí: los gusanos
que se arrastran guardados en una pequeña caja en medio de otras tantas cajas
o eso hermético y conexo —Espaliú en “Luisa II”— justamente cuando dijiste
la palabra prolongada en la u (lo último): jaula / esto es una jaula
entiendo
basta mi mano para tal caso y —recapacito— tendrá que haber algo —algo—
de placer en la obra manca cuando sólo quede la pluma gris (tuya)/ el odio a las palomas entonces no habrá sido en vano: se justifica cada vuelo o verso frustrado y sus piojos
a veces la repartición de migajas que dábamos a ojos cerrados para que nos aturdan más
y finalmente se vayan cuando empiece a oscurecer / en ese banco de plaza obsoleta
(siempre regreso) quizás quede el escombro de tu escombro
—recogerlo / sus piojos
o un cartón con qué cubrirse
razones del pelo largo y suelto
por lo demás
se rastrean migajas en la mesa después de la cena:
hubo
buen apetito y postre —y no es por nada y no es
suficiente: que te vayas prevenido te digo / esa señora
ha sacado de las mechas a su hija después del berrinche
el performance de la noche —grandioso— indicio del fin
en este local que cerrarán pronto / y yo no sé nada / no me importa
pagar esa fabulosa cuenta después de los cubiertos recogidos
a manera de señal (posiblemente
ahora los enjuagan y no hay mayor problema: cita apenas —el que refriega
a Clarke: spoon and fork):
es que afuera no hay nadie
que pague ni siquiera por un dulce / y saber que después de todo
tuvo algo lo nuestro en el rincón de esta mesa: escribir como si se jalara
hasta dar con la calvicie cuando se es la madre y la hija (mal parida)
a la vez
muy mal parida
a carbón o a pluma o a tiza se es a la vez —pataleando: interesante
espectáculo que siempre resulta eficaz para salir airosos
digamos satisfechos —escribiendo o ese berrinche— sin pagar ni un centavo:
aquel proverbio tropical muy sabio que decía (música de fondo): si del cielo
caen limones aprende a hacer limonada
un regalo pérfido que no deja de ser —añado discretamente a tu oreja
agrio
estás viendo la sombra de tu cuerpo proyectada allá abajo en el suelo subiendo la curva de estos lugares empedrados. tu corazón se alegra, no se sabe de qué, mirando así como vas caminando. con sus manos calientes te empuja de tu espalda el sol: en ese cuerpo de allá abajo, en ese cuerpo que parece imagen que eres vos, estás viendo la forma de las piedras deformando tu cuerpo. Lo que sientes de la piedra es lo que sientes del tiempo. subiendo despacio esa sombra que se mueve contigo está en las piedras y por eso tu corazón está en ellas para entregarse a nadie –sólo a las piedras. y esa es tu suerte. y tu condición.
si se ha hundido
es porque se ha hundido
y no hay nada que hacerle
por eso no tienes que estar aquí
porque aquí
inundado está
y cuando se inunda
hay cosas que se salen de curso
el lodo aparece y entonces quizás después
no pueda nombrarme no pueda
nombrarte el nombre
no haya
por eso si te apuras
reconstruiremos la ciudad
la ciudad con ladrillos de este barro
y los buenos usos del fósforo la ciudad habrá
por eso aunque te apures
la ciudad no se reconstruye
la cosa está en asumir el cuerpo
o pensar que tu cuerpo es tu casa
o nunca
la casa,
nunca tu cuerpo será mi casa
porque todo
todo todo
se ha hundido en lo inundado
las paredes
las grietas de las paredes
las pretensiones de la suciedad
y ciertos animales que nunca quisimos ver
se han hecho visibles
me miran
te están mirando
me he quedado ciego
visiblemente ciego pero los animales allí de qué color
son sus ojos mis ojos han perdido nada
han demolido
algo que todavía no se ve porque ya nos estamos yendo
vamonós
inundado está aquí y allá
se ve un cuerpo que no es de muerto sino de vivo que es peor
peor y todavía más aquí y allá
algo como una sombra de abuelo
que si viene preguntará por qué se están yendo
vamonós
por eso yo no puedo irme
por eso me he quedado ciega y tengo que irme
completamente ciega entonces cómo no yo me voy
realmente me voy desde allá en la ciudad
la ciudad que es un desalojo que no logras entender
que nadie ha entendido que es un desalojo y que se ha inundado
precisamente cuando decíamos en aquellas noches que las aguas
muy precisamente y las grutas se abran: a ver
si la virgen glamorosa sale terrible
y danzando a ver si vestida de gasa y de peine y algo dice
si dice todo lo que nunca ha dicho a nadie
a nadie
siempre ha estado callada como piedra como tú bien sabes
(y por eso
eso hasta ahora ha estado bien
pero ahora
lo último que necesitamos es el silencio
porque algún ruido deben hacer nuestros pasos
en lo inundado algún ruido deben hacer nuestros pasos
al salir de él)
Estás lejos devolverte tronco:
no tienes ningún amparo ante tu movilidad
hasta el pelo huele a hierba en la lentitud de la montaña y los fuertes vientos.
A diferencia de ti, hay un árbol en la montaña
cae del árbol una hoja de un lado a otro
sin impacientarse
lejos de ser tronco te duelen las rodillas y las manos
-que lo que suelte caiga, que me caiga dices
sin impacientarme
Vuelve todo sin volver inmutable.
I
aclarece -es verdad-/ algo se sabe del sol:
y recuerdo que el sol es redondo según lo aprendimos
en esos primeros años de escuela en que se empezaba a reconocer
el perfil de las calles: sus nombres: sus veredas mugrientas
hasta dar con la arquitectura simplista de nuestra escuela / y claro
no lo es
imposible que sea redondo
II
aquí
hay algo de informidad o contrageometría / sino
cómo sería viable el secado de esas ropas con gancho
en las cuerdas flojas de los patios de este sector de la ciudad / aquí
donde se escucha -y eso ya advierte- una gota que cae
por su proximidad
o quizás apego amoroso al vacío /mínimamente
entonces aplaudir
aplaudir frente a esta proeza de lo mojado a lo seco
la forma de la no forma (extendida) que crepita y se festeja / y por eso mismo
a la primera oportunidad que se presente
leer en la tina:
extraviar toda compaginación numeración (hermoso caos
al alcance de las manos -realmente imperdible- sería necesario
practicar lo mojado que hace pasta blanca y mohosa
para reconocer lo que nos ampara y termina ahogándonos
y eso
que sólo quisimos hacer experimentos de navegación
en carabelas enclenques de papel o ejercicios de estilo / más allá
III
y en efecto: aclarece
aclaramos las preguntas o eso que da la ceguera: ¿por qué para qué
se reúnen estos humanos alrededor del espectáculo que trae lo que llaman
brisa?
acalorados / sudorosos
vestidos con poleras de manga corta
esas poleras donde se ha estampado
de manera optimista a ese sol de arriba
esta vez: (risible)
con cierta caballera ligera y larga amarilla en el aquí abajo / esos estampados
que ayudan tanto en las crisis más profundas
frente a ciertas páginas de Benjamin (pp. 67-70)
también una flor
un cuadro de Escher o Kandinsky —las más vendidas / y por eso mismo
o a la inversa
mira ese cielo
míralo
pero en serio
míralo:
la copia fabulosa y barata
de la eminencia de lo que sujetamos tapándonos los ojos: a tientas
después de una larga noche de alboroto en que desbordaron todos los ríos
esa noche (la de ayer) cuando se inauguró una exposición pictórica
y hubo -antiquísima práctica
(quizás lo más apropiado para ese museo y evento)
vastas cantidades de vino
es honroso emborracharse emborracharse hasta el hartazgo
saber que la planta es por fin en nosotros -su gran triunfo- llegar
de la trasnoche
atareados por la demolición de toda raíz (sugeriste
que empiece por mi escuela) y aquí
o ahí -sabes muy bien lo que ha sido llegar hasta aquí
el cielo
cantidad de bolsas negras
no aparecen en vano las cosas: sólo desaparecen
-si place
reciclarlas:
bolsas negras que se irán amontonando
con lo vislumbrado cerrado por un ojo
di mis buenos deseos
desesperadamente di mis buenos deseos: que todo vaya bien cuídate
a la par que una pareja de árabes
salía de las oficinas de migración
con papeles y sellos a cuestas sin entender nada
es decir
irse es un encuentro -lo que no se sabe
sabiendo que has llegado absolutamente tarde
no importa en qué idioma sea dicho: algo que foi
por que é que não é? / ser é não ser? por ejemplo -ya no
“ser o no ser”: to pee IS not to pee / o sea irse de cualquier manera
sin mucho combustible con esta lentitud
mientras te pedía que me esperes en la fila
los autos de una avenida que seguían pasando las bocas
que se ensuciaban en los mismos comedores lo mismo
porque hace un año era lo mismo
excepto que no leíamos a Pessoa con profundidad
no conocíamos la hora absurda detallada ni tampoco
esos días en que ambos nos regalarnos a nosotros mismos
libros que se leen a solas
por lo demás
mi pelo a estas alturas ha crecido
y recuerdo con tristeza lo que tengo delante de los ojos
nada
es tan irreal como habitar un espacio
justamente
el vazío como alguna vez ya comenté
o vazío: diría yo
desde ese brasil lejano
desde donde recogimos una foto y mirarme para decirme fue
el mundo que se concentra ahí /esa imagen del todo (aleph: diríamos)
el mundo que sabemos que no (tokonoma: mejor) ¿dónde?
sería necesario (e insulso) pero ¿dónde?
NO
no importa
el lugar
es la mejor manifestación de nuestra fe
distancia no simplemente lecturas
la madre el padre los hermanos
desde entonces se escriben conocen
la guerra y el placer
tragan al enemigo en cuanto se miran en un vaso
y las cosas que recogen las cosas que arrojan son sus pieles
relevante eso que no dicen (que nunca dicen)
el secreto
de estirar el brazo y hacer una mueca -vaya uno a saber cómo
y aparecer
preparativos para la fiesta de fin de año
(primera parte)
…nuestra locuacidad es prenatal.
Raza de charlatanes, de espermatozoides verbosos…
E. M. Cioran
en esa acrobacia de hablar reconocemos:
la genética la llevamos en el nombre-
allí cuando decimos confiados mucho gusto
me llamo tal cosa por ejemplo en la calle (que de hecho es callejón) / sí
es todo un evento además firmar en esa nota pública inscribirse
en el registro de los grandes libros / déjà vu del amanuense pre-moderno
que escribe por y para otro con su caligrafía(en esta línea dirá alguien
que lo que importa es la lectura: cuestionable) / aun así
sobra ya puntualizar mi nacionalidad a estas alturas
y por eso toma esa tinta y has algo con mis marcas digitales
estas manos
dirígelas como gran viaje —safari en todo caso— al papel en blanco
resultado:
la mañana se aproxima
nada más espantoso (digo excitada / ¡oh!)
y aun así hacer de estas manos masas pulcras necesariamente
: rosearlas
con insecticida para que dejen el olor de uno en lo uno
sabiendo que desde remotos tiempos son cinco los dedos ¾si no me crees
cuéntalos / y sin embargo no me pusieron este clarín en la boca
para hacer cuentas y decir te amo (Guthmann)
contar los amores bastardos: hay que señalarlos someterlos
en la necedad agresiva del cuerpo que se toca así mismo:
la más fabulosa violación (sobre uno mismo)
encarnada en eso escrito y -en imagen significativamente cliché
apareciendo arrugada hecha un bollo en el basurero al lado de este escritorio
donde ni siquiera se ha acertado en el blanco: es lo esparcido allí en el piso
el desecho y los escombros
nunca se sabe de qué casa y pese a todo reconozco que apellido Romano
aunque recogiéndolo con pala-
“parece carnavales”
en este momento
cuál es la danza
componiéndonos
o sólo el presidente de la república hace de las suyas/ baila
con guirnaldas
los escalpelos de lo que fue (o es) el estado y
más o menos
una trompeta se escucha a la redonda reparte sus notas
al mar que fluye ruinoso hacia la plaza principal:
el momento
del regocijo
o un lenguaje tradicional: perder y acercarse a fondo
las señales recibidas de acabarse decirte
veámonos la próxima semana y juntos a coro repetir
“parece carnaval”
-vivíamos una fiesta (fue la pregunta) insuficiente
corroborando este escombro de bautizarnos tú y yo en el domingo de tentación
o en el sorteo de los globos con agua porque parece carnavales y aun así
cierta coreografía mantiene estos cuerpos hipnotizados por el frío
si es que estamos completamente mojados
préstame algo de ropa y no digas ni pizca/
los brindis
también hacen de las suyas y si todavía bailo
era precisamente para esperar este beso descarriado en el cuello contarte
que en un par de minutos traslado mi cuerpo hacia otra fiesta y prometo
secos mis huesos- hacer el esfuerzo de recordar tus cejas (asumiendo
que tengas cejas
porque cuando parece carnavales
nada de la visión es cierto)
las tías excéntricas del tenebrismo (siglo XVII)
a la situación siguiente acompaña una canción larga y melancólica
que en algún lugar de su melodía sugiere el contagio del tiempo y remite al peligro
dulce que supone la muerte:
todos están infectados
haciendo palmas
las tías
miran la comida -cuerpos generosos tiernos animales- en charolas plateadas relucientes entrar
abren los ojos las tías distienden sus vestidos han resuelto acabar con todo
en su deglución próxima y desvanecerse en los éxtasis del ágape ininterrumpido desde la víspera (los días de julio son demasiado largos y por eso albricias)
hasta aquí ha sido posible resumir los hechos
ahora un par de apreciaciones:
los comensales a raudales por las puertas un bienestar ya agrio soberano cuando se pintan las bocas con coloretes imposibles y el zumbido de un insecto volando
intuyendo algo de esta desmesura esperando
aterrizar en el primer cuerpo que caiga se quede dormido tieso
hay que hacerse al desentendido aplaudir
no prestar atención a los baños ocupados en el incesto hace horas
ni a los objetos brillantes las pelucas a la luz de estas velas en que el sobrino brilla
desde una esquina mustia el sobrino aprende de sus mayores
se cultiva en el deseo de las carnes firmes las carnes flácidas las carnes cristianas
yendo de aquí para allá se instruye en reír con la boca abierta
llena de uvas negras masticadasdonde entiende la grandeza de lo humano
mientras tanto
alguien se detiene
piensa en el canibalismo y la hostia ¾más tarde se pone a bailar
y todo continúa: no es tarde
es posible saltar adaptarse el sobrino
dice es posible ciertamente es posible vaciar el vaso perpendicular a la mesa
y rítmicamente asistir a las tías
girar dentro de ellas conversar con ellas desaparecer con ellas acostumbradas
a recurrir a los hombres más jóvenes de esta sala esmerilada donde el mundo es el centro y no al revés y dios está (la familia se hace)
hay (quedan) prodigios:
1. el vacío
2. el silencio
3. las naturalezas muertas que viven mueren
viven mueren viven y así sucesivamente
4. la música que nadie recuerda
Me gusta mucho... (mucho (gusta) (gusta (mucho, mucho))
ResponderEliminarQuien sabe que será de vos (deseo ponerme (en) contacto contigo (if, bestias de la malaventura (fuera))... Ohhh Alá... Me gusta mucho como escribías (Mucho, mucho) end
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