sábado, 3 de septiembre de 2016

PENTADIO [19.104]


Pentadio

Pentadius, poeta latino del siglo III d. C.

Poco se conoce sobre su vida. Se presume que es el destinatario de la dedicatoria de Lactancio en sus Instituciones divinas. Nos quedan de él seis composiciones transmitidas a partir del Codex Salmasianus, así llamado porque fue propiedad del humanista francés Claude de Saumaise (1588-1653, latinizado en Salmasius): tres elegías (De Fortuna, De adventu veris y Narcissus) y tres epigramas (otro Narcissus, Chrysocome y De femina). Se encuentran en estos poemas ecos clasicistas de Virgilio, Horacio y Ovidio, y algunas reminiscencias de Catulo. De adventu veris trata sobre la llegada de la primavera. Los otros son eruditos poemas mitológicos. Su estilo es muy elegante y emplea la forma de los dísticos ecoicos, en los cuales la primera parte del pentámetro es igual a la última, por ejemplo: Sentio, fugit hiems, Zephyrisque moventibus orbem / iam tepet Eurus aquis; sentio fugit hiems.




Por lo que respecta a su obra conservada, quizá el poema más hermoso, junto con los dedicados a Narciso, sea el titulado De advenía veris, poema que trata un tema de cierta solera en la poesía latina (el de la llegada de la primavera):



La llegada de la primavera

Huye el invierno, lo noto; al soplo de los céfiros templa ya
el Euro la tierra con sus lluvias: huye el invierno, lo noto.
Brotan de nuevo todos los campos, siente la tierra en sus entrañas el calor
y con las nuevas semillas brotan de nuevo todos los campos.
Crece el verde alegre, se viste el árbol de hojas;
en los valles soleados crece el verde alegre.
Llora ya Filomela con sus cantos, la impía madre; a Itis
ofrecido como festín en la mesa llora ya Filomela.
El agua tumultuosa cae en el monte por rocas lisas
y desde lejos se oye el agua tumultuosa en el monte.
De flores innumerables pinta los campos el soplo del Eolo
y los valles exhalan el olor de sus flores innumerables.
En las rocas cortadas suena Eco a los mugidos de los rebaños
y su voz, devuelta por las montañas, suena en las rocas cortadas.
Las nuevas viñas trepan, injertadas, por los olmos próximos,
unidas en la fronda trepan las nuevas viñas.
Las tejas conocidas recubre ya la golondrina que no cesa de trisar;
mientras reconstruye el nido, recubre las tejas conocidas.
Bajo el verde plátano se disfruta un sueño grato a la sombra
y se tejen guirnaldas bajo el verde plátano.
Éste es el momento, según la dulce costumbre, de que volváis, hilos, al huso;
entre abrazos, éste es el momento, según la dulce costumbre.

Pentadio en De adventu veris, incluido en Antología de la poesía latina (Alianza editorial, Madrid, 2010, selec. y trad. de Luis Alberto de Cuenca y Antonio Alvar).




Sentio, fugit hiemps; Zephyrisque animantibas orbem
iam tepet Eurus aqais: sentio, fugit hienips.
par/uní omitís ager, persentil terna calores,
germinibusque novis parturil omnis ager.
laeta virecta tument, folio sese indail arbor: 5
vallibus apricis lacia virecta tamení.
iam Philomela gemil modalis, Ityn impia mater
oblatuin mensis 1am Phi7omela gemir
monte tumaltus aqaae properal por levia saxa,
el late resonal monte tamaltus aqaae. lO
floribus innumenis pingil sola flatus Fol,
Tempeaqae exhalanífloribas innameris.
per cara saxa sonat pecudam magítíbus Echo,
voxqae repalsa iugis per cara saxa sonal.
riba masía tumení Vicinas iancta per almos, 15
fronde maritata vitea musta tumení.
nota tigilla linil iam garrula luce chelidon;
a’um recolií nidos, nota tigilla linil.
sah platano viridi iacundat somnus in umbra,
seríaque texuntar sab platano viridi. 20
uunc quoque dalce mori, tunc fila recurritefusis:
mier el aínplexas íunc qaoque dalce mori.







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