DAVID TRASHUMANTE
Heterónimo de David Moreno Hernández (Logroño, 6 de septiembre de 1978). Es persona, poeta, performer, creativo freelance y agitador cultural. Cursó estudios de Publicidad y RR. PP. en la Universidad Complutense de Madrid pero nunca terminó la carrera, actualmente es el poeta de la agencia de comunicación Nociones Unidas.com
Fue editor de las desaparecidas La Nada Ediciones y Ediciones Trashumantes. Dos de las colecciones (Poemas Desechables y Pulgar) de ésta última fueron seleccionadas dentro de la categoría de mejor colección dentro de los Premios Nacionales Daniel Gil de diseño editorial.
Coeditó el fanzine John Holmes Underground (La Nada Ediciones. Logroño, 1997).
Se ha autoeditado poemas en la plaqueta Parole, Parole (La Nada Ediciones. Madrid, 2002), el libro conjunto Vaso de Agua (La Nada Ediciones. Segovia, 2001) del cual fue coordinador y el poemario Parole, parole y otras palabras (Ed. Tarashumantes, Col. Poemas Desechables.Valencia, 2006).
Ha publicado El Amor de los Peces (Unaria Ediciones, 2014), Tacto de Texto (Ediciones del 4 de Agosto, 2014) y A Viva Muerte (Baile del Sol, 2015).
También ha publicado poemas (textuales, visuales y objetuales) revistas como Azaranía, Papel Elefante, El Tejedor de Palabras, La Más Bella: manual de instrucciones; La Lata: Souvenir y Mucho ruido; Mombaça: cárcel/panópticos/ciudad/límites; Vulture nº 32; Elefante Rosa Fanzine nº 21; Ícaro Incombustible nº16; Infierno Suave Fanzine, Cataclistics, Revista CGT y Al Margen, ente otras.
Ha sido incluído en las antologías Las Noches del Cangrejo: antología de poetas en Platea (Cangrejo Pistolero Ediciones, 2008); Todos o casi todos: antología de poesía visual de Julian Alonso (2003);Voces del extremo Madrid: Poesía y resistencia (Amargord, 2013) y La Violencia aquí (Pensaré cartoneras, 2014) y Voix Vibes (Unaria, 2014).
Su poema objetual/propuesta Poema desechable ha sido incluído en el libro de educación primaria Lengua Castellana 5<º Curso de la editorial Elkar, proyecto Txanela, como ejercicio que acerque la creación poética a los niños y niñas.
Ha expuesto dos series de poesía visual, Cultura Container y Poegramas en la sala Radiocity (Valencia, 2005). Ha ilustrado el poemario de Román PC Epitelios (Ultramarina Cartonera. Sevilla, 2012).
Formó parte de la tertulia sobre literatura infantil de la librería Diagonal de Segovia (Premio Nacional Librero Cultural 2000).
Ha sido coordinador de eventos culturales de todo tipo para el Bar Agustito (Madrid) en 2003 y del ciclo Recitales Totales: el único ciclo de poesía que no te entiende en El Bendito (Madrid) en 2004, coordinó los encuentros literarios del desaparecido Café Blue Moon de Logroño en 1998 y más recientemente ha coordinado el ciclo Dekibusados: poesía en vivo de poetas perdidos para público con vida para el café librería UBIK (Valencia), el ciclo de recitales La Gran Siesta de la Poesía, dentro de los comedores domingueros de L'Escola del Cabanyal (Valencia) hasta junio de 2013 y el ciclo Poesía desde la otra orilla hasta junio de 2014. Junto a lxs poetas Luci Romero y Raúl Lago coordinó el ciclo de poesía oral, spoken word y polipoesía Preferiría No Vociferar para la Librería Bartleby de Valencia también en 2014.
Fue recompensado con el Primer Premio de poesía Día del Libro de Logroño en 1998 y el Segundo premio de narración breve en la edición de 1996. Ha sido Finalista en el Concurso de Jóvenes Creadores de Madrid en la sección de poesía en el 2003. En 2012 fue seleccionado su poema objetual Insomnio en el XI Premio de Poesía Experimental de la Diputación de Badajoz y en la edición de 2013 del mismo premio su poema visual Sin Miedo. Ha sido ganador en 2014 del Slam poetry Madrid, especial Día de la Poesía en la Casa-Museo Lope de Vega, del SLAM VLC y finalista en el IV Poetry Slam Nacional celebrado en Mallorca.
Como cortometrajista ha realizado La Contemplación (Madrid 2003) y Córtate el pelo (Arnedo, La Rioja, 2006). Y como videocreador ha participado con diversos trabajos en los festivales Bang (BCN), El Rescate Del 7<º Arte (BCN) y KAPA.
Como locutor de radio ha realizado La Luna para Radio Libre Segovia y Verbo//Antimonio para Radio Malva Valencia.
Como activista formó parte de la comisión de poesía del 15M VLC. http://poesiavlc.wordpress.com/
LLeva más de diez años recitando en todo tipo de superficies. Ha tenido diversas experiencias escénicas reseñables: No Recital, Adversoس y Tuttipoeti (esta última compartida con el grupo efímero -compuesto para un único recital- "Piña, Coñote y Guinda") y los espectáculos de polipoesía y performance I'm a fucking poet y Mixer poetry con el grupo POETIKS: junto a los poetas Eddie (J. Bermúdez) y Pedro Verdejo.
Ha participado como poeta (en solitario o con el grupo POETIKS) en numerosos festivales y encuentros, entre ellos, 2007 y 2008 poetas por Km cuadrado Madrid, Yuxtaposiciones Madrid, Edita Punta Umbría, Edita Nómada, Voces del Extremo Moguer, Voces del Extremo Madrid, FILA: feria internacional del libro africano Tenerife, Perfopoesía Sevilla, Incubarte Valencia, Festival de la Paraula de Abrera, PAN Morille, Inv3rs Carcaixent, Liberis liber Besalú, Llavoretes Valencia, Vociferio Valencia, Elixir Tarrasa, Voix Vibes Toledo, Ciberpoem Barcelona, Periferic Poetry San Boi, Mostra del Libro Anarquista Valencia y Castellón, Carxofa Falaming Alicante, Flexió Verbal Denia, Spoken Orality Barcelona, La Fiesta de la Boca La Eliana, Cabanyal Intim Valencia, Rusafart Valencia, Agosto Clandestino Logroño, Artefacto Logroño, Poekráticos Elche y Granada, Frikoño Logroño, Expoesía Bilbao, Valiente Iverso Madrid y Aqueteleo Arnedo, así como en innumerables ciclos de poesía, recitales...
Actualmente desarrolla diversos proyectos de poesía desde la lateralidad del libro:
- El blog Trashumanar y organizar www.davidtrashumante.blogspot.com
- El espectáculo de poesía escénica A Viva Muerte junto al músico Alejandro de Sousa.
- Coordina las JA!MUSEU: les jams de poesía del café Museu (Valencia) y, junto al poeta Pedro Verdejo, los SLAM POETRY VLC del Kaf Café (Valencia).
- Desde 2013 es incluido dentro del staff de organización festival de poesía escénica de Valencia VOCIFERIO. Y es el coordinado del área de poesía del festival de arte Intramurs de Valencia.
- Con el artista plástico Nicolás de Maya y la comisaria independiente Marisol Salanova desarrolla el proyecto poético intradisciplinar War in progress y el expositivo No Fear/No Fiera.
Y, desde el libro: dirige la colección de poesía "Gafas de ver" para la editorial El Búho de Minerva.
POEMA MUERTO
A lxs hijxs asesinadxs en Gaza
Me arde la frente, se me amoratan los labios, se pudren mis muelas,
se retuerce mi lengua, hierbe mi saliva, castañean mis dientes,
relucen mis pómulos, se afiebran mis sienes, resbalan mis mejillas,
pesan mis párpados, se inyectan mis ojos, supuran mis orejas,
se tapona mi nariz, se anula mi pituitaria, se atraganta mi garganta,
se inflaman mis anginas, se inflan mis carrillos, se seca mi boca,
se acelera mi pulso, se espesa mi sangre, se estrechan mis venas,
se infarta mi corazón, se infectan mis granos, se seca mi piel,
se eriza mi bello, se agranda mis calva, sudan mis poros,
se duermen mis brazos, me rascan mis uñas, tiemblan mis manos,
convulsionan mis piernas, se rampan mis músculos, se arquea mi espalda,
se hincha mi vientre, se contrae mi estómago, se raja mi esófago,
se punzan mis riñones, se irrita mi colon, se contrae mi pene,
se llenan mis testículos, se canceriza mi próstata, se encharcan mis pulmones,
estalla mi apéndice, crujen mis articulaciones, palpita mi cerebro,
se pinzan mis nervios, cortocircuitan mis neuronas, se rompe mi cadera,
se parte mi espalada, se arquean mis pies, se esguinzan mis tobillos,
me engorda mi grasa, se marcan mis costillas, sangra mi ano,
se trenza mi nuca, se parte mi cuello, me devora mi insomnio,
se funden mis plomos, se apagan mis ideas y este poema no nace
-feto muerto flotando en mis entrañas- me mira
como un niñx cadáver mirando a mi cámara.
SOBRE A VIVA MUERTE
A viva muerte no es la última colección de poemas del poeta y performer David Trashumante sino que pudo ser la definitiva. Y es que, uno puede morir en vida pero sobrevivir a la muerte nunca. Pero eso es lo que ha hecho David, sobrevivir a una escritura obsesiva y contestataria durante dos años para contarnos qué es eso de la muerte y, sobre todo, a dónde vamos cuando vivimos. Algo a todas luces fundidas. Porque ciegos caminan por el limbo los versos de gran parte de la poesía que se escribe hoy.
En cambio, A viva muerte, se nos aparece como un libro de poemas lúcidos, ácidos y sorprendentes que giran entorno al tema de la muerte desde la imposibilidad de su vivencia física. Morimos solos, pero todos somos cómplices de los que mueren en cualquier parte del mundo por la guerra, la pobreza, la pena de muerte, la enfermedad… Pero para cómplices, poetas como Dionisio Cañas, David Benedicte, Raúl Zurita, Ángel Guinda, Antonio Orihuela, Ana Pérez Cañamares, Enrique Falcón, Pedro verdejo y Alberto García Teresa que acompañan con sus firmas en el libro de condolencias, especie de prólogo que abre este poemario.
En A viva muerte, editado por la editorial canaria Baile del Sol, el poeta se muestra como es: un navegante de múltiples recursos, un trashumante, en el sentido amplio de la palabra, siempre en busca de buenos pastos. Así transita del poema propuesta, pasando por la crónica de sucesos a la elegía o el haiku.
Y no solo trashuma por las poéticas, también lo hace por los soportes. Así este libro tiene también un alma etérea que se materializa en algunos videopoemas que lo acompañan y sobre todo, en un disco online con 14 temas interpretados junto al músico Alejandro de Sousa y grabados en los estudios valencianos de Pares o Nones Records. Un mix para reivindicar que la “lectura” de poesía no debe ser exclusivamente literal.
Si este libro es cuerpo y alma, el espectáculo homónimo, que se estrenará allá por abril en el teatro Círculo, es la carne. Porque la poesía también es acción, movimiento y todo lo demás.
LO QUE HAN DICHO DE A VIVA MUERTE
David Trashumante ha escrito un libro en espiral. La escritura en espiral es aquella que no empieza ni termina nunca. La poesía en espiral es la que hipnotiza y arrastra al lector hasta sus últimas consecuencias: volver a leerlo. La poesía en espiral es la palabra centrífuga, como las lavadoras, que te hace dar vueltas interminables hasta dejarte casi seco, que te lleva de la experimentación a la elegía del supermercado de las imágenes, de la imagen a la música, del video a la poesía participativa, de la ironía a la lágrima. Entusiasmado con A viva muerte, digo: David Trashumante ha borrado la muerte de las interminables listas de espera de la fétida poesía española, ha creado una muerte viva, un libro libre. Te toca leerlo.
Dionisio Cañas
Cada cierto tiempo necesitamos un gran libro que nos desmienta la muerte de la poesía. A viva muerte es uno de ellos.
Raúl Zurita
De lo que no se puede hablar mejor guardar silencio, dice Wittgenstein en su Tractatus. El extremo opuesto sería el de David Trashumante, de lo que no se puede hablar: divagar, merodear, revolotear, desembuchar, disparar, ironizar, desmontar y destrozar. Con la muerte ocurre algo así. Es imposible acercarse a ella más que como simulacro, pues cuando uno está ella no está, y cuando ella está uno ya no está. No es una cuestión de límites lingüísticos, como demuestra bien a las claras David en este A viva muerte, sino físicos. Es decir, que David escribe este libro sobre la muerte de la única manera posible, en ausencia de ella, por eso A viva muerte, es un libro escrito desde el lleno absoluto de la vida, desde su misma entraña mineral, desde el valor del que ha hecho de su vida un merodear atento sobre la existencia, un desmontar y un destrozar la realidad impuesta y sobrevenida, y un tejer pequeñas conspiraciones con los demás donde ensayar el mundo que nos debemos. Esto es A viva muerte, un libro que cuestiona la vida que llevamos, la que vendemos al capital, la que malgastamos para comprar su muerte. Como David, también yo la descubrí siendo un niño, con un Cheiw en la boca, regresaba del primero de los centros de exterminio y destrucción con que nos preparan para una vida adulta de trabajo servil y obediencia sobrevenida cuando tomé conciencia plena de que todos nos moriríamos un día y, por lo tanto, qué mejor podía hacer que mascar chicles de fresa ácida, apurar la hora del recreo, sentir la libertad sobre una bicicleta, huir de imposiciones, desertar de toda servidumbre y vagar por el mundo, intenso y pleno. Bien es verdad que, a pesar de esta toma de conciencia, ni a David ni a mí nos va saliendo todo como nos gustaría, pero creo, de nuevo con Wittgenstein, que quienes se lanzan a la aventura de vivir A viva muerte, repetirán con él, en nuestra hora final: Diles a todos que mi vida fue maravillosa.
Antonio Orihuela
Desde una actitud radicalmente inconformista, en constante búsqueda, que desafía continuamente lo establecido, lo demarcado, lo esperable, David Trashumante continúa retorciendo temas clásicos (en esta ocasión, la muerte) explorando y jugando con diferentes acercamientos y posibilidades expresivas, haciendo de lo incómodo estímulo para el cuestionamiento de la realidad y de nuestra manera de comunicarnos. La inquietud formal se une a una perspectiva disidente, a un aliento antagonista, para, desde el respeto por la memoria, confeccionar un original mosaico donde convive la irreverencia, la denuncia, la chispa cómica, la angustia existencial, la rabia y la indagación lingüística. A viva muerte, en definitiva, nos empuja a defender con ahínco la vida, la dignidad y una mirada desembelesada que nos mantenga aún humanos.
Alberto García-Teresa
Hay que ser muy valiente, o tan lúcido como un loco, para escribir desde la paradoja. David Trashumante es todo paradoja, todo lucidez, todo locura. Todo amor, todo rabia. Escribe de la muerte desde la vida más apasionada, desde el yo invoca un nosotros, desde el nosotros nos señala a la altura de la conciencia de cada uno. En este repaso de muertes famosas y de muertes anónimas nos está diciendo tú también vas a morir. Lucha, por tanto, por tu vida. Lucha por la vida digna que le dé sentido a la muerte. Vive tu vida que ya vivirás la muerte. Combate la muerte y acéptala. Rebélate contra la muerte y entrégate a ella. No olvides nada, que ya lo olvidarás todo. Sé tú para compartir la humanidad antes de abandonarla. Tu muerte y la muerte de aquel es un asunto de todos. La muerte es el último verso que escribe la vida.
Con una poesía que traspasa el papel, con arrebatos de humor y desgarros de dolor entreverándose hasta la lágrima confusa que no sabe si viene de uno o de otro.
La vida le va en ello, dice. Al acabar este poemario lo comprendemos. La vida nos va en ello, David.
Ana Pérez Cañamares
David Trashumante sabe que la muerte vive tanto como la vida mata. Y, contra la muerte del conocimiento, se atreve a comparecer ante los hechos que amenazan convertirnos en desechos, ante los muertos vivos. Por fin encuentro a un gran poeta joven. Poeta que escribe una poesía violenta, buena y nueva; violenta de talento, sensibilidad, conciencia, amor, compromiso humanitario, metáforas, imágenes, amargo realismo y agudo humor somarda. Sigámosle, abracemos sus poemas, y no nos perderemos.
Ángel Guinda
ALGUNOS POEMAS DE A VIVA MUERTE
A VIVA MUERTE
Lo único que dejamos las personas
cuando nos esfumamos son las palabras.
Antonio Orejudo
Aquí el paredón que vaticina el eco de las balas,
el gran muro sin sombra que oculta las lamentaciones;
aquí la mano que tiembla agarrada a la valla
y el manantial sin alma donde abrevan los buitres.
Aquí donde planea el bombardero del sueño eterno,
donde acontece el calor de la sangre en los charcos,
donde el silencio come sus raciones de miedo,
y caen del árbol las frutas albinas.
Aquí el delta negro, aquí la grieta del mundo
que muestra su entraña que asciende en el humo
que oculta las rejas.
Aquí el butrón en la pared del alma,
la encrucijada ahogada entre alambres de espino.
Aquí los aljibes llenos de agua cruel,
las mordazas manchadas con petróleo reptil.
Aquí los fósiles milenarios de los ejecutados,
el látigo inflamado que todo lo asola,
los zulos estrechos como lombrices ciegas.
Aquí que se oxidan las lluvias de clavos
y supuran veneno por las grietas los nichos.
Aquí donde el polvo da náusea, donde
tanto todo que Hierro dijese para nada;
aquí donde sin lápida la trinchera, la zanja,
la estela, la fosa, la cuneta, la tumba.
Aquí donde se aviva el fuego frío.
Aquí donde se grita a viva muerte.
LA CITA
Siéntate ya a contemplar la muerte.
Antonio Gamoneda
No apagaré mi cigarro sobre el cenicero impoluto,
no correré la silla ni soplaré el polvo del escritorio,
no tocaré la comida humeante del plato
ni usaré los cubiertos, mucho menos
el lavabo para lavarme las manos
ni miraré por la ventana para apreciar las vistas,
no tiraré de la cadena de la cisterna,
no me ducharé, por tanto, no me secaré
ni pulsaré el botón del spray del desodorante,
no doblaré la ropa ni ordenaré mi cuarto ni los libros
siquiera abriré o cerraré los cajones del dormitorio,
no haré la cama, no buscaré bajo ella los zapatos,
no me miraré en el espejo de la entrada,
no abriré la puerta ni bajaré las escaleras,
no moveré un dedo, no daré un solo paso,
y, aún así, no llegaré tarde a
la cita.
ME MUERO
Me muero
Luis Buñuel,
antes de expirar
Me muero.
(alguien deja la ventana abierta y el niño come naranjas)
Me muero.
(una mano sujeta la mía entre las ruinas mientras siguen cayendo los misiles)
Me muero.
(una mariposa se posa sobre mí, enamorada de mis iris quietos)
Me muero.
(siento mis pies rígidos como ladrillos, listos para engrosar el gran muro)
Me muero.
(sorda por los mosquitos se queda la ciénaga)
Me muero.
(pero fue el diagnóstico meses antes el que acabó conmigo)
Me muero.
(mi cerebro segrega hormonas eternas, siento arder un fuego)
Me muero.
(se aleja la Mamba Negra, mi machete tiembla clavado sobre la tierra)
Me muero.
(quiebra mis costillas alguien que intenta reanimarme)
Me muero.
(una lágrima resbala por mi mejilla, la enluce como el barro)
Me muero.
(mis venas son neones en la noche sublimadas por un chute)
Me muero
(alguien me suplica quédate papá aquí conmigo)
Me muero.
(soy un amasijo de carne entre los hierros, suena el claxon)
Me muero.
(arriba queda el temporal, mi cuerpo se hace marea de lo profundo)
Me muero.
(los ojos de mi asesino se me clavan más que su cuchillo)
Me muero.
(alguien me dice que me quiere mientras desconectan la máquina que me mantenía vivo)
Me muero.
(me arde el pecho, la acera es un tobogán negro por donde resbalan sombras de niños)
Me muero.
(no sé cómo decir adiós en el idioma de la traqueotomía)
Me muero
(una hiedra espinosa se enrosca a mi columna más rápida que el trueno)
Me muero.
(no llegan mis brazos alzados al otro lado del océano)
Me muero.
(mi cuerpo suda hielo a los pies de mi verdugo)
Me muero.
(huelo el amor de la mañana con mi cara hundida en el huerto)
Me muero.
(disparo al aire mientras me arrodillo, escapa mi enemigo)
Me muero.
(y yo sin hacer la cama, quién limpiará mañana esta casa)
Me muero.
(qué rápido ha dibujado el suelo la caída abajo del puente)
Me muero.
(mi último suspiro sabe a uno de sus besos)
Me muero.
(dejo toda mi riqueza a los cuervos de mis hijos)
Me muero.
(un haz luminoso se abre desde mi ombligo, a través de los cartones, hasta el cielo)
Me muero.
(muerto en vida dentro de la celda al fin correré libre por las galerías)
Me muero
(un sauce me cierra los párpados con sus hojas)
Me muero.
(me duerm...)
FRESA ÁCIDA
Nada sino la muerte.
Jane Austen
Fue a los 9 años que entendí
que algún día me moriría.
Mascaba un chicle de fresa ácida,
regresaba del colegio.
Pensé en que el tiempo pasaría,
en que iría perdiendo el sabor,
me haría viejo.
Sentí que yo dejaría de ser yo,
y que todo lo que hubiera
dicho o hecho a lo largo de mi vida
daría igual.
El chicle rechinaba entre mis dientes
como una flema insípida y al escupirla
pensé en el alma y en eso
que me decían de que al morir
uno se va al cielo si ha sido bueno.
Pero si yo dejaba de ser yo
¿Qué más daba a dónde fuera?
Aquel chicle sin duda me había dado
todo su sabor y ahora yacía
aplastado contra el suelo.
Comencé a llorar y seguí haciéndolo
todo el camino hasta casa.
Cuando llegué le conté a mi madre
de mi trance metafísico,
ella no supo como consolarme,
pues la misma cuestión le afligía
profundamente
y se le humedecieron los ojos.
Lo mismo le pasó a mi hermana y a mi padre.
Entonces, no pudiendo soportar
ver a mi familia
sufrir de esa manera, saqué
mi bolsa de chicles y les ofrecí.
Y allí nos quedamos sentados,
mascando aquellos chicles
que, desde entonces,
solo me saben a nada.
MEMENTUM MORI
(…) Algún día
se pondrá el tiempo amarillo
sobre mi fotografía.
Miguel Hernández
Un diente de leche,
unas zapatillas de danza,
una medalla oxidada,
un frasco con tierra roja,
o renacuajos de río,
un caramelo, una bola loca,
un cromo de fútbol,
un patito de goma,
una diadema azul,
un libro de vacaciones Santillana,
un monopatín o mejor una bicicleta,
un walkitalki, una pistola de agua,
un murciélago o una lagartija
o unos gusanos de seda,
una canica o un trozo de cuarzo,
una canción de Nino Rota
silbada, siempre silbada.
Algo, por favor, lo que sea, algo
que me devuelva de nuevo a la infancia
antes de morir.
LA REENCARNACIÓN
Mantened la sangre fría hermanos.
Malcom X
Morí bajo el látigo abrasador de Amón Ra
por no querer arrastrarme más
sin beber un poco de agua.
Morí desangrada a manos de mi padre
por negarme al derecho de pernada de su señor.
Morí en la hoguera por tener fe
en la ciencia y en el saber o por ser bruja, por ser.
Morí en la playa bajo los truenos
de aquellos dioses de plata que llegaron
en casas flotantes y que montaban sobre
enormes cerdos.
Morí colgado del palo mayor,
extraña fruta en agraz,
por romper las cadenas de aquel barco negrero.
Morí ensartado por una bayoneta tomando La Bastilla
y semanas después, también morí dentro de mi madre
cuando le cortó la cabeza la guillotina.
Morí gritando viva Atahualpa, gritando viva Tupac Amaru,
gritando viva Simón Bolivar y viva Zapata, cabrones,
antes de que al galope me desmembraran vivo dos caballos.
Morí electrocutado en los vestuario de aquel estadio,
boqueando dentro de una bolsa en un oscuro calabozo,
enterrado vivo en una cuneta después de cavar mi fosa.
Morí acribillado a tiros en la Plaza de Tian'anmen, en Amritsar,
en Katyn, en Tlatelolco, en Badajoz, en Lonmin, en Vitoria,
en Casas Viejas, en Napalpí, en Guinea, en Zemla, en Génova, en Tahrir...
Morí de hambre por ser Armenio, por ser Kurdo, por ser Palestino,
por ser disidente cubano, tibetano, ucraniano, gitano o Mapuche.
Morí lapidada por querer a otro hombre,
morí desfigurada con ácido por mi pelo suelto,
violada por querer estudiar, acuchillada por querer votar.
Morí apaleado por la policía en cualquier parte del mundo,
desaparecido en Chiapas por militares sin insignias,
torturado en Guantánamo, condenado a la horca en Chicago.
Morí en mayo y en cualquier otro día,
morí por la heroína guiando al pueblo,
roto en mil pedazos por cañones de agua
en una sentada pacífica.
Morí carbonizado frente a la sucursal bancaria,
arrojado al vacío desde el balcón de mi casa desahuciada,
morí de pena, morí con rabia, morí en la jungla
a machetazos contra las máquinas de acero
que me obligaban a abandonar mi pueblo.
Morí de un tiro en la nuca
la única forma de hacerme olvidar las razones
por las que me negaba a ponerme de rodillas.
Morí tantas veces
que tengo la piel en carne viva de reencarnarme
y parece que nunca llegará el día
en que viva en un Mundo Nuevo y viva
para contarlo.
LA PREGUNTA
La muerte no da nada
mas que miedo.
Batania
¿A, ante,
bajo, cabe,
con, contra,
de, desde,
en, entre,
hacia, hasta,
para, por,
según, sin,
so, sobre,
tras la muerte?
LA REENCARNACIÓN
Mantened la sangre fría hermanos.
Malcom X
Morí bajo el látigo abrasador de Amón Ra
por no querer arrastrarme más
sin beber un poco de agua.
Morí desangrada a manos de mi padre
por negarme al derecho de pernada de su señor.
Morí en la hoguera por tener fe
en la ciencia y en el saber o por ser bruja, por ser.
Morí en la playa bajo los truenos
de aquellos dioses de plata que llegaron
en casas flotantes y que montaban sobre
enormes cerdos.
Morí colgado del palo mayor,
extraña fruta en agraz,
por romper las cadenas de aquel barco negrero.
Morí ensartado por una bayoneta tomando La Bastilla
y semanas después, también morí dentro de mi madre
cuando le cortó la cabeza la guillotina.
Morí gritando viva Atahualpa, gritando viva Tupac Amaru,
gritando viva Simón Bolivar y viva Zapata, cabrones,
antes de que al galope me desmembraran vivo dos caballos.
Morí electrocutado en los vestuario de aquel estadio,
boqueando dentro de una bolsa en un oscuro calabozo,
enterrado vivo en una cuneta después de cavar mi fosa.
Morí acribillado a tiros en la Plaza de Tian’anmen, en Amritsar,
en Katyn, en Tlatelolco, en Badajoz, en Lonmin, en Vitoria,
en Casas Viejas, en Napalpí, en Guinea, en Zemla, en Génova, en Tahrir…
Morí de hambre por ser Armenio, por ser Kurdo, por ser Palestino,
por ser disidente cubano, tibetano, ucraniano, gitano o Mapuche.
Morí lapidada por querer a otro hombre,
morí desfigurada con ácido por mi pelo suelto,
violada por querer estudiar, acuchillada por querer votar.
Morí apaleado por la policía en cualquier parte del mundo,
desaparecido en Chiapas por militares sin insignias,
torturado en Guantánamo, condenado a la horca en Chicago.
Morí en mayo y en cualquier otro día,
morí por la heroína guiando al pueblo,
roto en mil pedazos por cañones de agua
en una sentada pacífica.
Morí carbonizado frente a la sucursal bancaria,
arrojado al vacío desde el balcón de mi casa desahuciada,
morí de pena, morí con rabia, morí en la jungla
a machetazos contra las máquinas de acero
que me obligaban a abandonar mi pueblo.
Morí de un tiro en la nuca
la única forma de hacerme olvidar las razones
por las que me negaba a ponerme de rodillas.
Morí tantas veces
que tengo la piel en carne viva de reencarnarme
y parece que nunca llegará el día
en que viva en un Mundo Nuevo y viva
para contarlo.
S.I.D.A.
Síndrome
de inmunodeficiencia
adquirida
por los laboratorios
para lucrarse.
EHAIKUCIONES
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Cesare Pavese
I
Una cabeza
en la horca se enhebra.
La muerte cose.
II
Hora de soñar,
el gas letal está en flor
respira fuerte.
III
Por la mirilla
el ojo del verdugo
guiña un disparo.
IV
Siéntate dijo.
Hoy habrá para cenar
electricidad.
V
Piedra con piedra
se hace el gran muro de las
lapidaciones.
VI
Igual de estrechas:
el pasillo, las venas,
la inyección letal.
VII
Sin esperanza
paso a paso camina
EL AMOR DE LOS PECES
Poemas e ilustraciones de David Trashumante
Edita Unaria ediciones, 2014
www.unariaediciones.com
MEMORIA DE PEZ
A Olga Esther
por los peces de tus cuadros.
Para los que nadan en el amor
sin saber que nadan en él.
Para los que se tiran al agua
sin saber nadar.
Para los que con sus dos manos,
apenas nada, construyen escafandras
para buceadores.
Incluso, para los que, soberbios,
flotan sobre su mar muerto.
Para los que
caen a plomo sin carrete que recoja su sedal.
Para los que respiran hondo
con pulmones calcáreos
y alveolos coralinos.
Para los encerrados en camarotes de fango
liberados después por maremotos de dientes.
Para los que nada conocen de confines:
delfines de polvo surcando encimeras.
Para la poesía. Porque mil veces varé
en playas pedregosas y mil y una
me ayudaste a volver con tus ojos océanos.
Para los ahogados
que nos miran en silencio.
Para ti,
este olvidadizo amor de pez.
NO HAY PEZ QUE AME
LO QUE DURA UN HAIKU
¡Cuánto te quiero!
Te quiero, ¿estoy seguro?
Glups, no te quiero.
EL AMOR PEZ MORENA
El amor pez morena está oculto en su madriguera.
Es boca abierta en la oquedad,
roca viva que no sabe amarse.
De entre los dedos del mar
desciende un sedal de sol
con un gran corazón
clavado en el anzuelo.
Ajeno, el amor pez morena filtra barro
entre sus branquias tranquilas,
saborea diminutos cadáveres
del fondo marino.
Emerge de lo oscuro cuando le visitan
avisales criaturas de luz y el magma
asciende de entre las grietas.
Pulpos de ojos rojos y tentáculos ateridos
desde sus púlpitos de roca le dictan
mentiras con sus picos de pájaro.
El amor pez morena escucha desde lo oscuro
y escribe con la tinta de sus propias huidas.
Porque al amor pez morena le gustaría ser
crustáceo adherido a la rocas, pez payaso
protegido entre anémonas.
Desearía pertenecer a otra especie,
una anguila, una culebra, un atún,
una medusa, un pez espada, un mejillón,
un hipocampo... quizás enamorarse
de un pez morena.
CARTAS MARINAS
(a modo de nota al lector/a)
A Ana Pérez Cañamares
por ser brújula del lenguaje.
El océano dormido
se sueña a sí mismo.
Y el poema,
cual luz de faro,
gira en lo alto.
Abajo,
los ripios rompen
contra las farallones.
Como arena los verbos
se articulan en pretérito
sobre la playa desierta.
Entre pliegos de piélago
enmudece un arrecife
de vocablos.
Fonemas, lexemas,
burbujas que ascienden
para ser espuma
e inmediatamente
precipitase
ante el vértigo del lenguaje.
Salto
y
en
mi
caída
la noche es más negra.
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