Salvador Valverde
(Buenos Aires, Argentina, 10 de enero de 1895 - Buenos Aires, 5 de septiembre de 1975). Poeta, autor de novelas, cuentos, comedias, zarzuelas, operetas, guiones de películas, programas para radio y televisión, comediógrafo y periodista pero su mayor éxito fue como autor de canciones andaluzas, como "Ojos verdes", "María de la O", "María Magdalena", "Triniá", "Ay, Maricruz", "La Cruz de Mayo" o "Castillito de arena", entre otras.
Salvador Valverde nace en Buenos Aires, Argentina, pero la salud del padre aconseja que la familia vuelva a su Andalucía de donde son originarios. La familia se embarca entonces, de regreso a España, en febrero de 1899. El sueño de "hacer la América" duró sólo 4 años, los mismos que tiene el pequeño Salvador, cuando llega a Málaga, a la Andalucía que será su patria adoptiva y su inspiración. Pocos meses después, el 4 de junio de 1899, fallece su padre. Y sin poder superar esa pérdida, en 1902, muere Isabel, su madre, a los 36 años.
Su tío José Valverde, se hace cargo de los niños, Salvador e Isabel, y viven en un piso de la Calle Feria en Sevilla. Salvador, el futuro poeta, hace sus estudios primarios en Sevilla y sus juegos transcurren a orillas del Guadalquivir, en el Parque de María Luisa, recorriendo los rincones tradicionales de la ciudad, el barrio de Santa Cruz, el barrio de Triana, la Catedral de Sevilla y su Giralda, el Alcázar, la Torre del Oro, el barrio del Arenal, el Museo de Bellas Artes, la Alameda de Hércules, la calle de Sierpes... Asiste a los patios en que se celebran las Cruces de Mayo (algo que inspirará luego una de sus más famosas canciones, "La Cruz de Mayo"), vive la Feria de Abril y la Semana Santa de Sevilla.
Años después termina su carrera de magisterio, que nunca ejercerá y sigue empapándose en el ambiente sevillano, en la esencia y espíritu de la ciudad, que le acompañará toda su vida. Sevilla, y en algún modo la influencia de Rubén Darío y el modernismo, inspiran su versos.
Vida artística
En 1912, con 17 años, ha escrito ya ocho cuadernillos, con versos y cuentos breves. Entre ellos encontramos un poema en homenaje a su admirado Rubén Darío. En 1913, ya le publican algunos poemas en modestas revistas literarias. Y en 1914, cuando estalla la Primera Guerra Mundial, Salvador se inclina apasionadamente por los aliados y ya muestra su definitiva inclinación social en defensa del pueblo.
Así llega 1916, un año fundamental para ir concretando su vocación literaria y su carrera. Una editorial de Barcelona le publica, en su colección Los noveles, su primera novela, titulada "Sol de la tarde". Casi al mismo tiempo se celebran en Huelva unos Juegos Florales conmemorando la salida de las Carabelas de Colón, del puerto de Palos. Valverde envía al concurso un poema titulado "La Canción de la Carabela", y el 1º de agosto de 1916 le conceden el Premio de Honor y Flor Natural, el máximo galardón. Enseguida el poema es publicado en La Esfera, de Madrid, y el Picktorial Review, de Nueva York.
Con 21 años se siente tentado por probar fortuna en Madrid, pero le resulta muy difícil dejar Sevilla, ciudad de la cual se siente hijo. De la calle Feria se ha mudado con su tío y hermana a la Plaza de los Terceros, y ha conseguido un puesto como periodista en "La Unión", un popular periódico sevillano. Su imaginación y estilo le han valido que le nombren enseguida secretario de redacción. Seguramente también le ancla en la ciudad alguna sevillana, como esas Maricruz, Triniá o María de la O, que años después darán nombre a sus canciones.
Carátulas de las ediciones de las comedias “María de la O” y “María Magdalena”, que Salvador Valverde y Rafael de León escribieron inspirándose en sus canciones homónimas, y con ilustraciones musicales del maestro Manuel Quiroga. “María de la O” también fue llevada al cine, en 1936, con Carmen Amaya y Pastora Imperio.
En 1918 y en el Teatro Reina Victoria de Sevilla le aceptan un sainete andaluz, "La varita de nardo". Es su primera obra estrenada en un teatro profesional. Al mismo tiempo, en Madrid, le publican ya poemas, en las más importantes revistas y diarios: "Blanco y Negro", "ABC", "Nuevo Mundo"... Todo ello le anima a probar fortuna en la capital de España. En 1919, ya en Madrid, se da cuenta de que la bohemia dorada es cosa de la literatura más que de la realidad y para sobrevivir logra dos empleos, de redactor en un periódico y desempeñándose como secretario en la productora cinematográfica Patria Films. Comienza entonces a conocer gente del ambiente cinematográfico y literario y frecuenta diversas tertulias en hoy legendarios cafés de Madrid.
Ya en 1920 el periódico le manda a hacer un reportaje que cambiará su vida. Debe ir al "Trianon Palace", donde esa noche debuta una cancionista italiana llamada Olimpia D’Avigny. Valverde escribe una crítica entusiasta sobre el arte de la cancionista y ésta, agradecida, le invita a cenar en su casa. Pronto nacerá una tierna y apasionada amistad entre el joven poeta y periodista y la opulenta y madura italiana. Una noche en que Valverde visita a Olimpia, encuentra a ésta escuchando una melodía que toca en el piano el músico, también italiano, Francisco Sanna. El tema fascina a la diva, pero no tiene letra. Le propone entonces a Salvador que escriba un poema sobre la música, para algo es poeta. Aunque él se resiste, la insistencia de Olimpia puede más y... así nace "Olvídame". Este tema, escrito en 1920, es la primera canción de Salvador Valverde y al mismo tiempo, un éxito fulminante que al poco tiempo cantan todas las cupletistas de España.
Poco tiempo después de escribir la letra, Valverde viaja a Sevilla, ciudad de la cual no puede estar alejado mucho tiempo y allí vuelve a vivir la Feria de Abril y la Semana Santa. Y cuando regresa a Madrid, y a su tertulia literaria, se encuentra con que todos lo acusan despectivamente de "cupletero". Se ha descubierto que ha escrito un cuplé para Olimpia D’Avigny, quien lo estrenó en el Trianon. El se disculpa como puede, porque aquello de escribir canciones, por entonces, era vergonzoso para un escritor, pero pronto va a reincidir. Por vergüenza elige un seudónimo, Pandolfo, y escribe temas para los músicos Bódalo, Orejón y Yusto, pero sus mejores éxitos del principio de su carrera los va a lograr junto a un sevillano.
En otra escapada a Andalucía, Valverde conoce a Manuel Font de Anta, un excepcional músico sevillano, que ya ha logrado varios éxitos con canciones en las que se refleja toda la gracia y el espíritu de su tierra. Este le propone que colaboren y en 1921 nacen tres grandes éxitos: "Vaya usted con Dios", "Sol de España", y especialmente "La Cruz de Mayo". Este tema, tan sevillano, lo cantaron todas las estrellas de la época: La Goya, Amalia Molina, Pastora Imperio, Paquita Escribano, Salud Ruiz, Carmen Flores, Mercedes Serós, Dora "La Cordobesita" y Teresita España.
A estas canciones le seguirán, siempre con Font de Anta, "La rifa del beso" y "Prisionera". Ese año 1921 también lo pasará entre Madrid y Sevilla, para estrenar en esta ciudad, en el Teatro del Duque, su primera zarzuela: "La Virgen del Rocío", con música de María Rodrigo. Y en 1922 estrena en el Teatro San Fernando sevillano, otra zarzuela en dos actos, "El manto de la Virgen", con partitura de López del Toro. Su carrera se afirma, y lanza con Font de Anta otro éxito: "Varita de nardo", creación de La Goya, gran estrella de la época.
En 1923, la vida de Salvador va a cambiar fundamentalmente. Conoce a una madrileña, Antonia Calvo, y se casa con ella. Eso no significa que deje de escribir canciones. Otro éxito es "Mañana de niebla", con música de Francisco Sanna, el italiano con el que escribió su primer tema, "Olvídame". Pero lo que ahora más le atrae es el teatro y, aceptando el ofrecimiento del empresario del Teatro Nuevo de Barcelona, se traslada a la Ciudad Condal y allí escribe un libro para los músicos LLoret y Muñoa. Es una zarzuela titulada "El niño mudo" y enseguida, también para el Teatro Nuevo, sobre música de José María Tena, crea otra historia de ambiente andaluz, "El alma de la copla". En mayo de ese año, la esposa de Valverde, da a luz en Barcelona, un varón, al que siguiendo la tradición de varias generaciones le ponen por nombre Salvador. Y un par de meses más tarde la familia regresa a Madrid, donde Valverde es reclamado para estrenar su tercera zarzuela en el mismo año: "Gitanas del Sacromonte", con música de Vicente Quirós, que se da a conocer en el Teatro Romea.
En los últimos años de la década del 20, el poeta, autor de canciones, comediógrafo y periodista, no detiene su producción. En Teatro estrena "La Corte del Rey Poeta" (Romea de Madrid, 1925, música de Lloret y Muñoa, 300 representaciones), "La novela de la playa" (1926, Romea, música de Lloret y Muñoa) y "Feria de Abril en Sevilla" (1927, Romea, música: E.de la Torre y Miranda). Sigue escribiendo canciones con Font de Anta y con Bódalo ("¡Oh, el campo!" y "Esperame en Sakuska", para Luisita Esteso) y continúa su labor periodística en "El Liberal".
Y así llegamos a 1930, cuando la muerte de un famoso pintor, Julio Romero de Torres, va a cambiar el panorama profesional de Valverde y, en cierto modo, parte de la historia de la canción andaluza o lo que en el postfranquismo, no sabemos por qué, se dio en llamar "la Copla".
Nace el trío Valverde, León y Quiroga
En 1930, poco después de morir el gran pintor cordobés Julio Romero de Torres, una cancionista llamada Rosarillo de Triana, fue a buscar a Valverde y le pidió que le escribiera la letra para una canción-elegía dedicada al pintor. Al poeta no le entusiasmaba la idea, pero el empeño de Rosarillo le conquista. ¿Quién puede ponerle música? Valverde recuerda entonces que poco tiempo atrás, (a fines de 1929) llegó a Madrid un joven músico sevillano, que ya había instalado una academia, y le pidió que le llevara alguna letra para convertirla en canción. Decide entonces ofrecerle "Adiós a Romero de Torres", el título que ha puesto al poema, Manuel López Quiroga es el músico.
Quiroga y Valverde tienen muchas afinidades, especialmente su amor por Sevilla y por Andalucía toda. Se ponen fácilmente de acuerdo y así nace su primera canción: "Adiós a Romero de Torres". Rosarillo de Triana va a escucharla, se queda entusiasmada con el tema y les dice que la estrenará en cuanto debute. Al día siguiente, caminando por la Gran Vía, Valverde se encuentra con Conchita Piquer, figura que surge como gran estrella de la canción española. Ella le pregunta si ha escrito algún nuevo tema y el poeta le responde que sí, pero que está comprometido su estreno con otra intérprete. La Piquer igualmente se empeña en escucharla y esa misma tarde, a principios de 1930, él la acompaña a la academia de Quiroga y los presenta. No podía imaginar el músico sevillano que aquella hermosa mujer y gran artista, iba a interpretar sus canciones durante más de treinta años.
Quiroga, ante el pedido de Conchita, trató de tocar otros temas, pero ella se empeñó en escuchar el dedicado a Romero de Torres. Quiroga cedió, la Piquer se entusiasmó y prácticamente le arrancó la partitura. Y días después la estrenó en el Teatro Romea, en un homenaje a la cancionista Ofelia de Aragón. Lo peor fue que el terrible padre de Rosarillo de Triana, al descubrir lo sucedido, agitando un garrote que siempre llevaba, lanzó amenazas contra Valverde y Quiroga, que por fortuna no cumplió.
Poco después el maestro Quiroga pone música a su segunda canción con Valverde: "Lucerito de Sevilla". La tercera será "Pena Gitana", a pedido de Imperio Argentina que enseguida la incluye en una película. La pareja sigue componiendo canciones, pero no tienen ningún compromiso de exclusividad. Por eso, cuando llega a Madrid un joven poeta sevillano, Rafael de León, y le lleva a Quiroga unas letras de canciones, éste les pone música. Los temas son "Manolo Reyes" y "Rocío", pasodoble que se convierte en un fantástico suceso.
A finales de 1930, un día se encuentran en la academia, Valverde, Rafael de León y Quiroga, el músico, encantado con sus dos letristas, les propone que formen un trío, con un compromiso de exclusividad. Ninguno hará canciones con otro colaborador. Y los tres aceptan. En ese momento Valverde es el mayor, tiene 35 años, Quiroga ha cumplido 31 y Rafael sólo tiene 21. Por eso Salvador, con su experiencia en el medio, lo tiene como a un hermano menor. Se juntan así dos sevillanos nativos y un adoptivo que van a producir, sin duda, uno de los más importantes capítulos en la historia de la canción andaluza. En esa década del 30, el trío, se convierte en una "fábrica" de producir éxitos. Las grandes estrellas se pelean por estrenar sus canciones y que su foto aparezca en la tapa de las ediciones musicales.
Estrellita Castro estrena "María de la O" y esta zambra la canta toda España. Luego llegarán "María Magdalena", "Triniá", "Ay, Maricruz", "Soleá", "Candelaria mía", "Carcelera", "Doña Sol", "Salomé", "Rosa de Pasión", "Samaritana", "Te quiero", "Bajo los puentes del Sena", "Ya no te quiero, gitano", "Ojos verdes" (después de 1940, la censura franquista prohibiría la expresión "de la mansebía", supliéndolo por "de mi puerta un día).
El éxito de algunas de estas canciones es tal que van a convertirse en comedias y luego en películas. Los dueños del Politeama de Barcelona, les piden a Valverde y León que escriban una comedia basada en "María de la O". Los autores la escriben, con ilustraciones musicales de Quiroga, y se estrena el 19 de diciembre de 1935, con la compañía de María Fernanda Ladrón de Guevara. Es tal el éxito, que una docena de compañías la representan al mismo tiempo en distintas ciudades y poblaciones de España. Y luego la Ladrón de Guevara la reestrena el 17 de marzo de 1936 -cuatro meses antes de la Guerra Civil- cumpliendo 300 representaciones.
La Productora Ulargui Films, les pide también en 1935, a Valverde y León que le escriban un guion cinematográfico para un filme que se llamará "María de la O". Y elige un reparto con Carmen Amaya –en el papel protagónico-, Julio Peña, como galán, Antonio Moreno, actor que acompañó varias veces a Greta Garbo y Pastora Imperio. Valverde convence a Quiroga, de que deben crear su propia Editorial musical, para cuidar personalmente sus obras, y aunque el músico teme que anteriores editoriales que publicaron sus canciones puedan tomar alguna represalia, la insistencia de Salvador hace que se funde "Ediciones Quiroga". Durante años se dedicará con entusiasmo a esta empresa y a conectarse con editores de toda Europa y América, para difundir las canciones del trío.
Valverde y León están escribiendo una nueva comedia, "María Magdalena", de la cual ya han terminado el primer acto. Ahora esperan finalizarla en Barcelona. Existe gran expectativa sobre esta obra y ya se la han solicitado varios empresarios. Mientras, en unos estudios de Montjuich, en Barcelona, se termina de filmar "María de la O". El 18 de julio, Rafael, Valverde y su familia, están almorzando en un restaurante de la Barceloneta cuando un tiroteo callejero les confirma los rumores que venían circulando con creciente insistencia: se ha producido un alzamiento militar -el cual, cierto es, había tenido su precedente en el dramático levantamiento de izquierdas (descubriento de importantes alijos de armas en Madrid, destinados a los revolucionarios, intento de revolución social en Asturias, con la UGT al frente, y la rebelión del presidente de la Generalidad de Cataluña, Companys, de octubre de 1934, contra las instituciones de la República Española.
Al día siguiente sabrán que Franco ha tomado el mando del Ejército de Marruecos y que, en Sevilla, Queipo de Llano domina la situación. Rafael de León, sufre el inmenso dolor que le provoca la noticia del fusilamiento en Granada de su gran amigo Federico García Lorca. Si bien la mayoría de sus amigos, empezando por Valverde, apoyan entusiásticamente la República, Rafael muestra indefinición, la cual, unida a su origen aristócrata, hace que alguien lo denuncie en Barcelona y vaya a parar a la cárcel. Valverde entonces, inmediatamente se mueve para demostrar que ha sido injustamente encarcelado y logra su libertad. Luego, Rafael, se afiliará a la CNT, la Confederación Nacional del Trabajo, y forma parte de un comité de lectura que selecciona obras para representar en los teatros de Barcelona.
Mientras tanto, Manuel Quiroga permanece en Madrid, en su academia y Valverde y León le envían nuevas letras para que les ponga música. La Guerra se prolonga, llega a su tercer año, y dentro de la tragedia que significan la muerte, el hambre y la destrucción, algunas actividades, por raro que parezca, no se detienen. Por ejemplo "María Magdalena", la comedia en tres actos que terminaron en Barcelona, se estrena en plena Guerra, en 1937, en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. Y algo que muy pocos recuerdan, es que en el segundo acto, el recitador y cancionista Rafael Nieto, interpretaba una nueva canción del trío: "Ojos verdes". Quiere decirse que quienes atribuyen su estreno a Concha Piquer o a Miguel de Molina (que hicieron dos grandes creaciones de ella), no están en lo cierto.
Vida fuera de España
Valverde y Rafael de León, pasan juntos toda la Guerra Civil en Barcelona, hasta los últimos momentos. Pero cuando las tropas de Franco se aproximan ya a la Ciudad, rotos los frentes, Valverde decide partir a Francia y organiza la evacuación de la gente del espectáculo, afiliada a la CGT, en un tren especial que saldrá rumbo a la frontera. El tren es bombardeado en Figueras y en él mueren varios de sus compañeros. Rafael de León prefiere quedarse en Barcelona y sus antecedentes como hijo de aristócratas, que le complicaron la vida en la zona republicana, le sirven ahora de salvoconducto. Valverde y Rafael se despiden con un abrazo. No sospechan que no volverán a verse.
A Valverde, el haber nacido en la República Argentina, lo salva del campo de concentración. Se encuentra con un cónsul de ese país en la frontera y éste le otorga un pasaporte argentino. Ello le permite trasladarse a Paris y allí gestionar el cobro de algunos derechos de autor que estaban retenidos en la SACEM, la Sociedad de Autores francesa. Con lo que le pagan puede comprar una maleta y alguna ropa, porque salió de Barcelona estrictamente con lo puesto y las manos en los bolsillos. Lo mismo sucedió con su mujer e hijo, que después de sufrir más de cien bombardeos en Barcelona, primero se refugiaron en una masía de Ripoll, en el Pirineo y al aproximarse las tropas franquistas, pasaron a pie la frontera por Perpiñan, con la ropa puesta, sin una sola maleta.
La familia se reúne en Orleáns. Se traslada luego a París y allí, en un modesto piso de la Rue de Martyrs, aguardan los acontecimientos. Cuentan con lo justo para comer y pagar el alquiler. Viven con la angustia de haber tenido que dejar su tierra, su familia, y el dolor de ver cómo sufren en los campos de concentración de Francia millares de españoles.
Por eso son muchos los que tratan de escapar a América, de la nueva justicia y algunos de su propia conciencia. Valverde, por su parte, se traslada a Burdeos con su familia, y allí, juntando sus últimos francos, consigue tres pasajes en tercera clase para el "Massilia", un trasatlántico francés, que partirá rumbo a Buenos Aires. El barco sale de la Rochelle-Palisse, el 19 de octubre de 1939. Un afiche reúne los últimos éxitos de Valverde, León y Quiroga, reproduciendo las tapas de las ediciones, y en ellas la imagen de las más populares artistas de la época que fueron sus creadoras. El "Massilia", después de escapar a la persecución de submarinos alemanes en el Atlántico Sur, llega a Buenos Aires, el 5 de noviembre de 1939.
Valverde y su familia, con sus pasaportes argentinos, no tienen problemas, pero la mayoría de sus compañeros de viaje, los españoles exiliados, encuentran dificultades para quedarse en la Argentina y parecen destinados a seguir viaje a Chile. Pero gracias al tesón de Natalio Botana, el propietario del periódico "Crítica", que desde el comienzo de la Guerra Civil tomó apasionado partido por el Gobierno de la República, se logra que la mayoría sean admitidos.Y en Argentina encontrarán los brazos abiertos de la gente e instituciones privadas, para que puedan iniciar una nueva vida. En el caso de México, ha sido el gobierno de Cárdenas quien abrió sus fronteras a todo exiliado español que deseara radicarse allí. En Argentina es la gente, más que el gobierno, quien abre sus brazos. Valverde logra inmediatamente ser admitido en Argentores, la Sociedad de Autores de Argentina, entidad a la que pertenerá durante 35 años y que administrará sus derechos de autor dramático. También ingresará en SADAIC, la Sociedad de Autores y Compositores, que le va a recaudar y administrar lo correspondiente a sus canciones.
Mientras tanto en España, se le declara una especie de "muerte civil". Cuando se transmite por radio alguna de sus canciones, tan populares como "Ojos verdes", se dice que es de León y Quiroga. Valverde ha desaparecido del famoso trío. Se lo borra de cualquier publicación. Los escritores que editan historias de la canción, del cuplé, desconocen que haya existido. Esto dura 40 años y hace que, incluso cuando llega la democracia, por desconocimiento o costumbre, su recuerdo se haya extinguido.Por otra parte Rafael de León y Quiroga, han instaurado otro nuevo trío, incorporando a Antonio Quintero. Juntos, a partir de los años 40, crean numerosas y excelentes canciones, y el público -ayudado por la "muerte civil" de Valverde- se han acostumbrado a que todo parece ser de Quintero, León y Quiroga. Por lo menos muchos periodistas y escritores desinformados, les atribuyen casi toda la producción de los años 30.
Valverde, en Argentina, con 45 años, a fines de 1939, comienza una nueva vida y no deja de escribir en diarios, siempre luchando por sus ideales, publicando novelas cortas, cuentos, estrenando comedias, espectáculos musicales, operetas, revistas y escribiendo guiones para cine, programas de radio y luego de televisión. Todas las figuras de la canción española que llegan a Buenos Aires, sin importarles lo que puedan opinar en España, se muestran encantadas con que Valverde escriba las glosas y continuidades de sus programas de radio y TV. Así sucede con Imperio Argentina, Miguel de Molina, Carmen Amaya, Lola Flores, Carmen Sevilla o Sara Montiel, entre muchas otras.
En Argentina, Valverde ha encontrado tres excelentes músicos con los cuales crear nuevas canciones. Uno es el malagueño José María Palomo; otro es vasco, Ramón Bastida, y el tercero, valenciano: Ramón Zarzoso. Con éste compone "Castillito de arena", una creación de Carmen Sevilla, y "Si vas a Calatayud", pasacalle-jota que, editado en Francia, curiosamente se convierte en un clásico con más de cien grabaciones distintas, y decenas de conjuntos populares que no cesan de interpretarlo, después de 50 años de su estreno.
Salvador Valverde fallece en Buenos Aires, a los 80 años. Dos meses después muere el General Franco.
OJOS VERDES
Ojos verdes,
verdes como,
la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes,
verdes con brillo
de facaque
se han clavaito
en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles,
lucero, ni luna,
No hay más que unos ojos
que mi vida son.
Ojos verdes,
verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Como mínimo, esta canción data de 1940, año en que fue cantada por Miguel de Molina en un teatro de Valencia. “Ojos verdes” fue compuesta por Rafael de León, Manuel Quiroga y Salvador Valverde, y pasa por ser una de las mayores joyas del género de la copla, seguramente junto a “La bien pagá” y “Tatuaje”.
MARÍA DE LA O
Para mis manos tumbagas,
pa mis caprichos monea
y pa mi cuerpo lusirlo
mantones bordaos,
vestíos de sea.
La luna que yo pía
la luna que me dan.
Que pa eso mi payo abiya
más parnos que tiene
un surtán.
¡Envidio tu suerte!
me disen algunas al verme lusí,
y no saben, probes,
la envidia que ellas
me causan a mí.
¡María de la O!
Que desgrasiaíta,
gitana tu eres
teniéndolo tó.
Te quieres reí,
y hasta los ojitos
los tienes moraos
de tanto sufrí.
Mardito parné
que por su curpita
dejaste al gitano
que fue tu queré.
Castigo de Dió
Castigo de Dió
es la crusesita
que llevas a cuesta
María de la O
Para su sé fui el agua
para su frío candela
y pa sus besos amantes
dejé entre sus brasos,
mis carnes morenas.
Quere como aquel nuestro
no hay en el mundo dos;
¡mardito dinero
que así de su vera
a mí me apartó!
¡Serás más que reina!
me dijo a mí er payo
y yo lo creí;
mi vía y mi oro
daría yo ahora
por ser lo que fui.
AY MARICRUZ
Es Maricruz la mocita,
la más bonita
del barrio de Santa Cruz.
El viejo barrio judío,
rosal florido,
le ha dado rosas de luz.
Y desde la Macarena
la vienen a contemplar,
pues su carita morena
hace a los hombres soñar.
Y una noche de luna,
el silencio rompió
la guitarra moruna
y una voz que cantó:
(Estribillo):
¡Ay, Maricruz, Maricruz!,
maravilla de mujer;
del barrio de Santa Cruz
eres un rojo clavel.
Mi vida sólo eres tú,
y por jurarte yo eso
me diste en la boca un beso
que aún me quema, Maricruz.
¡Ay, Maricruz!, ¡Ay, Maricruz!
II
Fue como pluma en el viento
el juramento,
y a su querer traicionó.
De aquellos brazos amantes
huyó inconstante,
y a muchos después se entregó.
Señoritos con dinero
la lograron sin tardar,
y aquel su cuerpo hechicero
hizo a los hombres pecar.
Pero sólo hubo un hombre
que con pena lloró
recordando su nombre,
y esta copla cantó
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