RAQUEL HUERTA-NAVA
(Ciudad de México, 1963). Licenciada en Historia por la UNAM. Poeta, ensayista y editora.Poeta, ensayista e Historiadora por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Heredó de sus padres el gusto por la lectura y la escritura, además de una inmensa cantidad de papeles que algún día terminará de organizar.
Obra publicada
Biografía novelada: Alexander von Humboldt, Santillana, 2005. || Bernal Díaz del Castillo, Santillana, 2005. || Diego Rivera, Santillana, 2005. || Gonzalo Guerrero, Santillana, 2005. || Nezahualcóyotl, Santillana, 2005. || El guerrero del alba. La vida de Vicente Guerrero, Grijalbo, 2007.
Poesía: Canto a la pasión, UAEM-La Hoja Murmurante, 1994. || Arena turquesa, Los Domésticos, Mexicali, 1996. || La plata de la noche, IMC, Cuadernos de Malinalco, Toluca, 1998. || Tramontana, BUAP/LunArena, Puebla, 2004. || Primera historia del viento, Página, León, 2005.
Febrero en la tormenta
a Efraín Huerta
Para encontrar un nombre diferente,
es necesario borrarnos la memoria
como olvida el fósforo a la llama que lo incendia
como el pájaro se olvida del asombro
cuando el grito de la vida es un silencio
y la mar se puebla de desiertos,
cenizas de los hombres
en el atardecer de las hogueras.
El aire se enrarece, se ilumina
la tempestad rueda por los cielos
estallan en coléricos relámpagos
como un viento de febrero enloquecido,
todo es luz, la sombra es luz
como luz
es tu cuerpo hecho cenizas.
Aliento de la luz
Tras el dolor, el cambio,
ese signo celeste de la gloria
traza el sendero más firme el más difícil.
la ruta de los astros para siempre,
camino de sangre y soledad.
Sólo la redención puede lavarnos
del veneno en el espejo
estéril soledad amortajada.
Tras el dolor, la paz
esa cosecha de esfuerzos absolutos
plena de sueños
semillas de esperanza.
Luz del viento
Esta adicción al fuego de la carne
llama que devora y purifica
el lamento de la piel enfebrecida,
el agua viva de tus labios.
Manjares suculentos: la belleza
sed del cuerpo, cadena cegadora
instrumento del aliento que me inunda
más allá del placer y sus confines
es el viento el que engendra tempestades.
Rue de Saint Michel
Sombra entrepernada con la carne
tu cuerpo que en el mío se estremece
qué infiernos de la fiebre
qué soledades nos habitan
en la cúspide absoluta de la llama
atajo de la muerte
retorno de la piel humedecida
(era preciso hundirse
para lamer el fondo del pantano)
estallan ardientes los jilgueros
destilan la semilla de la luz:
un glande cubierto de rocío
suculento fruto contenido
flor de incendios
saeta helada
bala expansiva del deseo.
Lembranza
Hoy he visto pasar a una mujer
con su carga de siglos en la frente
y la niebla del olvido en la mirada.
Un atril de inconclusas partituras
guarda voces de ciudades invisibles
en mis labios se teje interminable
un rosario de preguntas.
(vuelos de luz
bosquejos de la sangre)
Esa mujer está hecha de la materia de los sueños
con que se crean los territorios de la vida.
Recinto de sombras
a la ciudad de México
Las formas del aire son tus penas
cristales de ciudades enmohecidas
por el peso brutal de tanta historia
el hastío de vivir en un país sin alma.
Las formas del aire son tus besos
flameantes como el aire de mayo
como la tarde en la ciudad ardiente
desierto de lágrimas amargas
sembrado con perlas de silencio
de ese inmenso amor en el vacío
la calle sin memoria del absurdo
tus manos tu vehemencia son la nada.
El aire gran señor de los espacios
aparente persistencia de la niebla
ausencia del soplo en el espejo
transparencia del mundo
en la fuga del viento tempestuoso.
Naturaleza muerta vegetal
Perfilo aromas de cantárida
en el código de la extrañeza:
letras muertas
al filo de una sábana.
Tu cuerpo calcinado de deseo
martirio de la carne
tatuaje de la restricción
(pulir la imperfección
en los instantes)
Florezco en tu cuerpo desnudo
donde el azul furtivo
es el canto de las alas
que hiere la dorada piel de los desiertos.
Apuntes de alquimista
Todo se vuelve luna
amuleto de lágrimas
aliento del viaje de la vida
Todo se rompe estalla
rituales de la sangre
atadura de la voz
prolongación del grito
corazón envenenado
Todo se vuelve polvo
trebolación del alma
crepitan los trozos de mi cuerpo
palpita lento el vaho
destila los jugos esenciales
Todo es lento calmo
metalurgia de la plástica en el lienzo:
huellas de saliva y llanto
mi terco corazón enfebrecido
en este breve lapso en que vivimos.
Vuelo de tus besos
para la ciudad de León
Suave doncella, madre de celeste manto
recibo los pétalos de tu amor inmenso
para vencer a la pantera negra
a la bestia enrarecida
que me habita.
Madre Santísima de la Luz,
bajo tu media luna
todo se transfigura:
bajo tus pies, mi llanto
bajo tu velo, el alba
bajo tu amor, mi vida.
Profecías para el segundo linaje
a la memoria de Octavio Paz
i
Árbol afuera me detengo vuelo
árbol adentro a la raíz del sueño:
florecen azucenas encendidas
el linaje del tiempo se aproxima.
ii
La luz de la palabra laberinto
constelación de imágenes palomas.
Para alabar a Dios no tengo prisa
repito sílabas conjuros versos.
iii
En la sexta comarca de los cielos
los ángeles aguardan
la inminente ruptura de su sello
inicio del cambio de las eras.
iv
Principio y fin del amor es el canto
en su música fluyen los colores.
Lenguaje: encarnación del mundo
pozo y resguardo
tiempo de la luna.
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