miércoles, 19 de marzo de 2014

FRANK STUART FLINT [11.281]



Frank Stuart Flint 

(December 19, 1885 – February 28, 1960), poeta inglés, era un joven ilustrado de  29 años al comenzar la guerra del  14,  conocido no solo como traductor de poesía francesa sino también como  precursor junto con Erza Pound y T.E. Hulme del imaginismo, actividad que compatibilizó con su trabajo como   funcionario desde el año 1904.

F.S. Flint se alistó en el ejército pero no conoció el frente durante la guerra al ser excluido del servicio en el extranjero por problemas de vista. Su servicio en el ejército  lo realizó en Inglaterra y Escocia, en trabajos de cocina y jardinería salvo al final que ejerció  como profesor de francés a oficiales que esperaban la desmovilización. Su repuesta poética a la guerra se encuentra en su libro Otherworld (1920).

En el poema traducido –The Lament-  F.S. Flint no describe rostros o gestos en las trincheras, ni la pesadilla de los fuegos artificiales en la noche, ni el miedo ante el ataque, ni la amistad que se teje en acecho y en  el peligro, sino que remarca el destino histórico y bíblico al que sus padres condenaron a esta generación de  jóvenes soldados que fueron al frente. Se refiere a su destino como  una condena no por  errores suyos sino por los de  la generación anterior que les mandaron a una guerra de forma tan banal;

En las palabras de F. S. Flint  el sacrificio gratuito conecta  con  la extraña fuerza que puede llevar al hijo a cumplir la voluntad de los padres, por incongruente que sea su voluntad, y nos habla con   evidentes    referencias  bíblica, algunas -como el sacrificio de   Abraham que se encuentran  también en otros poetas-, y otras más específicas como las referencias a  las bienaventuranzas del Evangelio de San Mateo.

Y mientras lo leía pensaba que en la guerra y fuera de ella,   los padres pueden llegar a condenar a los hijos a un sacrificio inútil, y en menor intensidad establecer reglas, comportamientos, pautas, más o menos justificadas; pero  los hijos  encuentran con demasiada frecuencia problemas  para   culpar a un padre  por cualquier error. A veces incluso para reconocer  algún defecto,   como si quisiera que toda voluntad del padre fuera correcta. Pensaba mientras leía el poema cómo incluso en caso  de actitudes de rebeldía  frente al padre –o madre- ,  el  hijo necesita tarde o temprano de una reconciliación; llama la atención la extraña  culpabilidad que puede generar en un hijo el conflicto interno entre la libertad propia y el fatum de  cumplir el deseo de los padres. La fuerza de esa huella, la de la voluntad de los padres, tanto  para ser afirmada o negada, y  en aspectos tan diversos como la identidad, la profesión, el medio social elegido…; en fin, quizás todo lo que hacemos no sea sino una forma de diálogo con nuestros padres, reclamando su libertad y  a la vez su reconocimiento.   He visto padres  inflexibles con los hijos,  y he visto hijos agresivos que han sufrido la condena de la orfandad, de la falta de referencia, de la soledad de su destino.  A cuántos hijos he visto que creyéndose eruditos y libres he percibido cómo su incesante  lectura e  interpretación de la vida  no ha sido una justificación de las ideas heredadas en  su infancia.

El fatum y la pietas decía T.S: Elliot es un sello que Virgilio y luego el cristianismo incorporó a la cultura occidental (que en el poema de Flint aparecen en un baile acompasado)  y sin embargo no hay palabra en el Evangelio que me llame tanto la atención como  la advertencia  de Jesús de  que nadie debe hablar  por boca de sus padres, su insistencia en el sé tú mismo, busca en el espíritu interior, libre de prejuicios,  de herencias culturales, al margen por tanto  de  deseos ajenos, de  padres y madres, ni en contra ni a favor, en la sola búsqueda de la libertad absoluta interior  como fuente de las propias palabras, como si el  verdadero Padre fuera esa libertad interior absoluta, ese estar sin ideas preconcebidas, de apertura total al mundo.

Nota bibliográfica y traducción: Ignacio Pemán
http://anglopoesia.wordpress.com/




Lamento 

Los jóvenes de todo el mundo
Están condenados a muerte.
Ellos han sido llamados a morir
Por el crimen de sus padres.

Los jóvenes del mundo,
La sazonada, la madura fruta,
Han sido arrancados de sus ramas,
Mientras la memoria de la flor
Es dulce en los corazones de las mujeres;
Ellos han sido arrojados con crueldad
A un horno y a una  prensa para macerar.

Los jóvenes de todo el mundo
Se miran a los ojos,
Y leen allí las mismas palabras:
¡Todavía no! ¡Todavía no!
Pero pronto tal vez, y tal vez seguro.

Los jóvenes de todo el mundo
Ya no poseen el camino:
El camino  les posee.
Ya no heredarán la tierra;
La tierra les heredará.
Ya no son los dueños del fuego:
Es el  fuego  su amo;
Ellos le sirven, él les destruye.
Ya no dirigen  las aguas:
El genio de los mares
Ha inventado un nuevo monstruo,
Y vuelan desde  sus dientes.
Ya no respiran libremente:
El genio del aire
Ha ideado un nuevo terror
Que los desgarra en pedazos.
Los jóvenes de todo el mundo
Están abrazados a la muerte
Es todo uno con ellos
En un círculo de trincheras y bayonetas.

Llorad, llorad,  mujeres ,
Y vosotros   ancianos  se rompan  vuestros  corazones




Lament 

The young men of the world
Are condemned to death.
They have been called up to die
For the crime of their fathers.

The young men of the world,
The growing, the ripening fruit,
Have been torn from their branches,
While the memory of the blossom
Is sweet in women’s hearts;
They have been cast for a cruel purpose
Into the mashing-press and furnace.

The young men of the world
Look into each other’s eyes,
And read there the same words:
Not yet! Not yet!
But soon perhaps, and perhaps certain.

The young men of the world
No longer possess the road:
The road possesses them.
They no longer inherit the earth:
The earth inherits them.
They are no longer the masters of fire:
Fire is their master;
They serve him, he destroys them.
They no longer rule the waters:
The genius of the seas
Has invented a new monster,
And they fly from its teeth.
They no longer breathe freely:
The genius of the air
Has contrived a new terror
That rends them into pieces.

The young men of the world
Are encompassed with death
He is all about them
In a circle of fore and bayonets.

Weep, weep, o women,
And old men break your hearts



EL CISNE

A la sombra de la azucena
y el oro
y el azul y el malva
que la aulaga y el lilo
vierten en el agua, 
los peces se estremecen.

Sobre las verdes hojas frías
y la plata que se riza
y el cobre deslustrado
de su cuello y de su pico, 
hacia el agua negra y profunda
bajo los arcos, 
lento flota el cisne.

El cisne flota entrando en la oscura arcada, 
y en la hondura negra de mi dolor
alumbra una rosa blanca en llamas.



EL MENDIGO

En los arrabales,
silbando su tristeza
vive un viejo,
ajado y encogido,
barba rastrera,
ojos muertos.

Ovillado y pobre
tirita bajo sus ropas raídas - 
golpeado por el viento,
mordido por el hambre,
desamparado, un silbato entre sus manos,
sonando.

Escucha! La extraña cualidad
de su música triste,
desde un vientre vacío, viento
forjado mágicamente
dentro del viento, -

dibujo de plata sobre bronce.

Traducción: Natalia Fernández Pérez y Christian T. Arjona 



THE SWAN

Under the lily shadow 
and the gold 
and the blue and mauve 
that the whin and the lilac 
pour down on the water, 
the fishes quiver.

Over the green cold leaves 
and the rippled silver 
and the tarnished copper 
of its neck and beak, 
toward the deep black water 
beneath the arches, 
the swan floats slowly.

Into the dark of the arch the swan floats 
and into the black depth of my sorrow 
it bears a white rose of flame.



BEGGAR

In the gutter
Piping his sadness
An old man stands,
Bent and shriveled,
Beard draggled,
Eyes dead.

Huddled and mean,
Shivering in threadbare clothes -
Winds beat him,
Hunger bites him,
Forlorn, a whistle in his hands,
piping.

Hark! The strange quality
Of his sorrowful music,
Wind from an empty belly
Wrought magically
Into the wind -

Pattern of silver bronze.










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