K. SATCHIDANANDAN
Kerala (India), 1946
K. Satchidanandan es un destacado poeta indio que escribe en malayalam, la lengua madre. Nació en Pullut, una aldea en la región de Kerala Thrissur, y ha estado viviendo en Delhi desde 1992, visitando Kerala a menudo. Completó una Maestría en Inglés en la Universidad de Kerala y doctorado en teoría post-estructuralista literaria en la Universidad de Calicut. Posteriormente, trabajó como profesor universitario hasta que se unió a Sahitya Akademi (Academia Nacional de Letras, India) como editor de la revista Literatura India. Desde 1996 hasta 2006, fue Secretario de la Akademi. Luego regresó a la docencia, se retiró como Director y Profesor de la Escuela de Estudios de Traducción y Capacitación en la Indira Gandhi National Open University en Nueva Delhi en 2011.
La carrera poética de Satchidanandan dura medio siglo. Fue uno de los fundadores de la "post-modernista" Malayalam poesía, como se le llama localmente, que se caracteriza por su vocación universal y la apreciación de la poesía de todo el mundo, constantemente abriendo las puertas para él y para los demás. "En Satchidanandan, se nota una gran modernidad, una terminología elegida, pero sencillo de comprensión inmediata, algo así como un diálogo no retórico con él mismo y con el lector, una gran cantidad de simbología, una suavidad fascinante de los versos, una ironía sutil" escribió el crítico Carlo Savini en una introducción a la traducción italiana de la poesía de Satchidanandan. Satchidanandan ha sido traducido al árabe, asamés, bengalí, Inglés, Francés, Alemán, gujarati, hindi, kannada, el letón, el marathi, oriya, punjabi, sueco, tamil, telugu y urdu.
Un abanderado de la revolución socio-cultural que redefinió la literatura Malayalam en los años 1970 y 80, Satchidanandan siempre ha defendido los derechos de las minorías oprimidas, marginadas castas y clases y las mujeres. Es un pionero en los estudios de la mujer en Malayalam y es famoso por su invención del término "pennezhuthu ', en referencia a la escritura de las mujeres. "La poesía tal como yo lo concibo", según ha dicho, "no es un juego combinatorio simple, sino que se eleva desde el mar de lo indecible, trata de decir lo que no se puede quedar, por nombrar lo innombrable y para dar voz a los sin voz. Continúa su activismo por una sociedad justa e igualitaria.
Satchidanandan tiene 60 libros en Malayalam, incluyendo 21 libros de poesía y un número igual de traducciones de poesía, así como obras de teatro, ensayos y de viajes y cuatro obras críticas en Inglés. Él es el ganador de 35 premios, premios y honores, que incluyen cuatro Kerala Sahitya Akademi (premios de poesía, drama literatura de viajes, y la crítica), tres Premios Nacionales, la Medalla de la Amistad por parte del gobierno de Polonia, el título de caballero de la Orden de Mérito del Gobierno de Italia, y la Medalla de Dante desde Italia.
En su revisión de la traducción al alemán de la obra de Satchidanandan, Ich Glaube Nicht un Grenzen, Wolfgang Kubin mejor ha resumido a Satchidanandan como poeta: "K. Satchidanandan definitivamente no es un poeta que se mantiene al margen del mundo. Él es un poeta en un viaje constante. La poesía es para él un grito contra todos. Es su cosmopolitismo lo que hace que la poesía de Satchidanandan sea interesante más allá de la India ".
Bibliography
In Malayalam
Anchu Sooryan (Five Suns) 1971
Atmagita (The Song of the Self) 1974
Kavita (Poetry) 1977, 1982, 1984
Indian Sketchukal (Indian Sketches) 1978
Ezhuthachan Ezhutumbol (When the Poet Writes) 1979, 1985, 1987, 1989
Peedana Kalam (Times of Torment) 1981, 1989
Venal Mazha (The Summer Rain) 1982
Randu Deergha Kavyangal (Two Long Poems) 1983
Satchidandandante Kavithakal 1962-82 (Poems) 1962-82, 1983, 1987
Socrateesum Kozhiyum (Socrates and the Cock) 1984
Ivanekkoodi (Him, too) 1987, 1989, 1990, 1995, 1997
Veedumattam (Changing House) 1988
Kayattam (The Ascent) 1990
Kavibuddhan (The Poet as Buddha) 1992
Ente Satchidanandan Kavitakal (Selected Poems; ed. Balachandran Chullikad), 1993
Desatanam (Going Places) 1994, 1995
Malayalam 1996, 1998, 2003
Apoornam (Imperfect) 1998
Theranjedutha Kavithakal (Selected Poems) 1999
Sambhashanathinu Oru Sramam (An Attempt to Converse) 2000
Vikku (Stammer) 2002
Sakshyangal (Witness) 2004
In English
Summer Rain: Three Decades of Poetry, ed. RD Yuyutsu. Nirala Publishers, New Delhi, 1995
How to go to the Tao Temple. Har-Anand Publications, 1998
Imperfect and Other New Poems. Olive Publications, Calicut, Kerala, 2000
So Many Births: Three Decades of Poetry. Konarak Publishers Pvt Ltd, Delhi, 2001
(Traducción de Armando Ibarra)
LOS LOCOS
Los locos no tienen casta
ni religión. Están por encima
de los sexos,
habitan ideologías proscritas. No
merecemos su inocencia.
Su lenguaje no es de sueños sino
de otra realidad. Su amor
por la luz de luna se desborda
en las noches de plenilunio.
Cuando miran hacia lo alto ven
dioses que desconocemos. Cuando
sacuden las alas nos parece
que encogieran los hombros. Para ellos,
hasta las moscas tienen alma
y el dios verde de los grillos
salta con ambas piernas.
En ocasiones ven sangrar los árboles
y escuchan rugir a los leones en las calles.
Hay momentos que ven el Cielo
brillar en los ojos de un gatito,
tal como nosotros. Pero sólo ellos
pueden escuchar el coro de las hormigas.
Cuando dan palmadas al aire
es porque están calmando un ciclón
que azota el Mediterráneo. Y con
sus pies de plomo evitan
la erupción de un volcán.
Tienen otra proporción del
tiempo. Nuestros siglos
son sus segundos. Veinte segundos
y alcanzan a Cristo; otros seis,
y están con el Buda.
Sólo necesitan un día para llegar
a los inicios del big bang.
Se la pasan caminando sin descanso
porque la tierra todavía hierve.
Su locura
no se parece a la nuestra.
TARTAMUDEO
El tartamudeo no es una limitación.
Es una forma de hablar.
El tartamudeo es el silencio que cae
entre la palabra y el significado,
así como la cojera es el
silencio que cae entre
la palabra y el hecho.
¿Qué fue primero, el tartamudeo
o el lenguaje?
¿Es tan sólo un dialecto o tiene
la talla de un idioma? Estos interrogantes
hacen tartamudear a los lingüistas.
Siempre que tartamudeamos
estamos ofreciendo un sacrificio
al Dios de los Significados.
Cuando toda la gente tartamudea
el tartamudeo se vuelve la lengua materna:
como nos ocurre ahora.
Seguro que Dios tartamudeó
cuando creó al hombre.
Por eso todas las palabras humanas
tienen diferentes significados.
Por eso, todo lo que articula,
desde oraciones hasta órdenes,
tartamudea,
como la poesía.
My Body, a City
My body, a city,
My eyes, its cantonments.
In them the eternal vigilance of observing sentries.
A railway station between my ears—
There the unceasing tumult of crowds
That wait for a mate or a prey
and fall asleep, tired:
folks who always miss their trains,
orphaned thoughts gone astray,
memories lost between the chiming of bells
and the whistles of the wagons,
fire-filled dreams that pant and wait
for their green signals.
My veins are rivers, noisy with anklets,
my nerves, wires that carry music and light.
My entrails are streets busy with traffic.
The four chambers of my heart:
one, a prison, black with the solitude of the dead
one a church, white with the sterility of prayers,
one a hospital red with the groans of the sick
and the odours of medicines,
one, a courtroom blue with its prolonged trails
and dispassionate judgements.
How shall I describe
the port of my nose
where smells unfold their sails,
the untiring mills of my teeth
that grind the hardest of pains
the market of my tongue
full of noises and flavours
the observatory of my skin that records
the change of seasons in its language of signs,
the garden of my hairs where the sun never rises
the towers of my legs brimming with still dances,
the office of my hands peopled with files and clerks,
the sleepless factories of my gland
and the busy junctions of my joints?
In this city are the cries of birth
and the groans of death,
the temptings of the pimp
and the gospels of the saint,
the bargaining of the merchant
and the detachment of the monk
caged forests and chained springs,
clouds that rain at a touch
and cuckoos concealed in mothers of pearl,
the wounds of departures
and the wonders of arrivals,
the inns of kisses
and the zoos of emotions.
Remember:
When you burn this body
You are burning a city.
Remember:
When you bury this body
You are burying a people.
Translated from the Malayalam by the poet. This poem was originally published in India.
Entrevista a K. Satchidanandan, y algunos poemas
Muchos de los que asististeis a ExPoesía en Soria os quedasteis prendados de la voz y la palabra de K. Satchidanandan, el poeta en lengua malayalam. Para que conozcáis mejor su obra, hemos preparado esta entrevista en la que nos habla de su concepción del lenguaje, su concepción de la cultura, de las fronteras, y en la que despliega todo su ingenio y erudición. Los acompañan algunas versiones de su poemas en traducción de la versión inglesa del propio autor. Dentro de poco empezaremos a colgar poemas suyos traducidos directamente de la lengua materna por nuestro nuevo fichaje, Manjula Balakrishnan.
ARAVALI: El objetivo de nuestra colección, Aravali, es dar espacio y voz a las lenguas mal llamadas vernáculas del subcontienente indio, que en ocasiones se encuentran en conflicto con la preponderancia del inglés. Y usted es el mayor poeta vivo en lengua malayalam pero al mismo tiempo tiene una profunda relación con la poesía en inglés, que enseñó durante más de 25 años. ¿Cómo surgió todo esto, y cómo se fue desarrollando?
K. SATCHIDANANDAN: No estoy seguro de ser el mayor poeta vivo en malayalam. Es un fardo demasiado pesado para mi, pues hay autores ya maduros a los que quiero y respeto mucho.
Es cierto que escribo poesía exclusivamente en malayalam, mi lengua materna, pero me parece algo completamente natural. Creo que prácticamente todos los poetas escriben en su lengua materna, excepto cuando hay razones o circunstancias especiales que los persuadan a elegir otra. Kerala tiene una tasa de alfabetización del 100%, y una vibrante cultura escrita . Mi postgrado y doctorado fueron en inglés: fue una elección para saber más sobre la literatura universal. Creo que el inglés actúa como una ventana al mundo, si bien no encuentro la literatura inglesa particularmente interesante, con la excepción de algunos escritores como Shakespeare. Yo enseñé literatura inglesa durante 25 años, y he leído la gran mayoría de los poetas del mundo en su traducción inglesa. También he traducido unas 1600 páginas de poesía en malayalam usando como base la versión inglesa, aunque siempre con la ayuda de académicos de esas lenguas. Unas veces me junté con los poetas e hice las traducciones con ellos, como en el caso de mi colección de poesía sueca.
El caso es que no tengo problema alguno con el inglés: hoy en día, es una lengua india más. Siempre hemos convivido con muchas lenguas y que haya una más no va a cambiar mucho, si bien continuaremos resistiendo la hegemonía del inglés con todas nuestras fuerzas.
Yo tengo muchos amigos indios que escriben poesía en inglés, mayormente porque tienen más fluidez en esa lengua. Por varias razones: el haber sido educados en un medio anglófono, o haber sido separados de sus lenguas regionales -pues la mayoría son poetas metropolitanos que viven en Bombay, Delhi o Calcuta, o fuera de India.
Escribir en malayalam es mi elección personal, pues las raíces de mi poesía están en la infancia que viví en mi pueblo y todos mis recuerdos están por tanto en malayalam. Empecé a traducir mis propios poemas al inglés cuando me lo pidieron amigos que no lo hablan, y editores de revistas en inglés. Y al hacerlo, algunos editores incluyeron esos poemas en antologías de poesía india en inglés, pues consideraron que mis poemas caían dentro de su ámbito de acción. ¡Y quizás tengan parte de razón!
Cactus
Mi lenguaje es de espinas.
Anuncio mi presencia
con un toque ensangrentado.
Hace tiempo, estas espinas fueron flores.
Detesto a los amantes que traicionan.
Los poetas han abandonado desiertos
para regresar a los jardines.
Sólo quedan aquí camellos y mercaderes,
que hacen polvo mis flores a patadas.
Una espina por cada escasa gota de agua.
No atraigo a las mariposas,
ningún pájaro me canta.
No me doblego ante la sequía.
Yo creo otra belleza,
más allá del claro de luna,
a este lado de los sueños,
un lenguaje afilado,
lacerante, paralelo.
A: La lengua malayalam, comparada con otras lenguas de India, es hablada por un número 'pequeño' de personas (unos 38 - 40 millones; claro, si lo comparamos con Europa...). ¿Qué espacio ocupa en términos de su relevancia cultural?
KS: Debido a su tasa de alfabetización del 100%, en Kerala hay multitud de bibliotecas y un hábito de lectura muy asentado. Esto hace que el panorama literario en malayalam sea muy vibrante y variado, lo que le ha llevado a ocupar una posición envidiable entre las lenguas de la India. Además, ha habido una importante labor de traducción de obras en lengua malayalam (ficción más que poesía, es cierto) al inglés y a otras lenguas de la India como el hindi. Se puede decir, por tanto, que los lectores indios en general reconocen este estatus.
A: En tu labor de poeta y traductor has defendido siempre una forma de poesía que integra en la lengua malayalam autores procedentes de otras lenguas y culturas. Me pregunto: ¿cómo puede la poesía en malayalam, y la tuya en particular, tener relevancia para un público global? ¿Es posible en tu opinión ir más allá de las fronteras culturales, las distancias geográficas y las limitaciones lingüísticas? ¿Y si es así, cómo?
KS: La verdad es que yo no pienso en un público global cuando escribo; habitualmente, no pienso en el público para nada. Escribo porque debo, guiado por una obsesión interior. Es natural que aquello que uno lee, y las culturas con las que se familiariza, tengan impacto en lo que uno escribe. La historia de Kerala, seguramente, tenga también algo que ver. Tenemos, o hemos tenido, casi todas las religiones del mundo aquí. Tuvimos budistas, jainistas y judíos, y aún conservamos importantes grupos de cristianos y musulmanes -junto a la mayoría hindú. Es decir, que tenemos cierta idea de esas culturas y sus textos fundamentales; por ejemplo, las referencias a la Biblia son comprensibles para cualquier lector de Kerala. Kerala tuvo también relaciones comerciales con Grecia, Roma, los árabes y otros pueblos de Oriente y Occidente. Una parte de Kerala fue gobernada por los franceses; los portugueses construyeron un fuerte muy cerca de mi pueblo natal; el primer diccionario y gramática completos del malayalam fue escrito por un misionario alemán; el primer manual histórico, por un recaudador de impuestos británico; y los británicos y escoceses jugaron un papel decisivo en la educación en Kerala. También se traduce y se lee mucha literatura mundial, hasta el punto de que cuando a un escritor se le preguntó quién era el autor en malayalam más popular, ¡respondió que Gabriel García Márquez!
Con esta sangre corriendo por mis venas, no puedo evitar ser global de manera instintiva. Y mis lecturas de otras literaturas han confirmado mi creencia de que la poesía es un lenguaje común, que puede cruzar fronteras con facilidad cuando toca el núcleo íntimo de la experiencia humana, incluso si está basada en experiencias fuertemente locales. En toda mi obra sólo hay un 30% aproximadamente que es intraducible, pues son articulaciones de ritmos y asociaciones lingüísticas tan fuertemente regionales que no se pueden transportar a otras lenguas. Esto incluye mi poema sobre mi propia lengua, 'Malayalam', y una serie de poemas dedicados al paisaje de Kerala y a sus poetas.
Frío, calor
En el frío de Delhi,
pienso en mi madre.
La primera calidez
en envolverme.
No pude llevar a mamá a Kasi,
ni siquiera a su arrullo.
Este remordimiento tiene un asiento reservado
en cada tren que viaja
entre Delhi y Benarés.
De pie, a la orilla del Ganges,
con mi compañera
pensé 'podría haber traido
las cenizas de mamá'.
No es que hubiera escasez de cenizas
ni de cadáveres allí
pero mamá había vivido
y muerto en la lengua malayalam.
'Ram nam sach hai'
le habría alienado.
Pero el Señor la comprendía
en su tranquilidad.
¿Acaso no se escondía ella
entre su pelo desordenado?
Aquí, fluye frente a mí
me deja lavarme en ella los pies
quizás no expíe mis pecados
pero es fresca como el afecto, manchado.
Al llegar a casa en Delhi,
abro el grifo:
aquí está el Ganges, purificado.
¿Cómo consiguió mamá
pasar por la tubería?
"Oh, tomé una poción mágica: la Muerte.
Ahora puedo tomar cualquier forma,
ir a cualquier parte".
La alcé entre mis manos.
Y me calmó,
en el calor de Delhi.
A: Se que has leído y traducido a muchos poetas en español: Pablo Neruda, Federico García Lorca, César Vallejo... ¿Cuál es tu relación personal con el mundo hispano y sus poetas?
KS: Para mi, España es como la patria de la poesía. He leído a muchos autores españoles en traducciones, y autores sudamericanos que escriben en español. Tengo una antología de poesía latinoamericana en malayalam que incluye poemas de Octavio Paz y César Vallejo, y una colección de poemas de Neruda. He traducido muchas baladas de García Lorca y su 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías', junto a poemas de Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda y otros. ¡Pero por desgracia es la primera vez que visito España, mientras que ya he estado en casi todos los demás países de Europa!
A: Has publicado más de 25 libros de poesía, de modo que es muy difícil caracterizar tu escritura. Sin embargo, me da la impresión de que hay un aspecto de denuncia, de dar voz a los que no la tienen, que permanece. ¿Cómo llevas esto a cabo en tu escritura poética, y en tu obra en prosa?
KS: Uno no puede evitar expresar las contradicciones de la India en su propia escritura: un país rico espiritualmente y pobre materialmente, lleno de discriminaciones por razón de casta, creencia y género; en ocasiones, un país con regímenes autoritarios. Siempre he creído que una de las funciones de la poesía ha de ser hacer visible lo invisible, audible no inaudible, dar una voz a los que no la tienen y expresar lo no-expresado, incluso lo inexpresable. Que un escritor se declare o no 'comprometido' no es importante: si es alguien auténtico, el dolor y la indignación de su pueblo traspasarán a su escritura, más allá del elemento de juego que es consustancial al uso creativo del lenguaje. Después de todo, los escritores nos hablan de la condición humana -que hoy en día, por cierto, incluye también a la naturaleza-, y no pueden evitar escribir sobre los marginados. Yo introduzco estas preocupaciones en mi poesía de manera bastante sutil, y de forma más explícita en mi obra en prosa.
Gandhi y la poesía
Un día, un esbelto poema
llegó al ashram de Gandhi
para vislumbrar al hombre.
Mientras hacia girar el hilo
hacia Ram, Gandhi no percibió
el poema que lo esperaba
en la puerta
avergonzado por no ser bhajan.
El poema se aclaró la garganta,
y Gandhi lo miró de reojo,
por esas gafas
que habían visto el Infierno.
'¿Has hilado alguna vez?', preguntó
'¿empujado el carro de un cartonero
soportado el olor de una cocina
a primera hora de la mañana
has pasado hambre alguna vez?'
El poema contestó: 'nací
en el bosque, de la boca de un cazador.
Un pescador me llevó a su aldea.
Es cierto, no trabajo, sólo canto.
Primero canté en las cortes de los reyes:
era entonces rollizo y hermoso.
Pero estoy en la calle ahora,
hambriento'.
'Eso está mejor', dijo Gandhi
con una sonrisa traviesa, 'pero tienes que abandonar
ese hábito de hablar en sánscrito a veces.
Vete al campo, escucha
el hablar de los campesinos'.
El poema se transformó en semilla
y se quedó esperando en los campos
a que viniera el arado
y revolviera el suelo virgen
húmedo con el rocío nuevo.
A: En 'Los locos', hablas de algunos 'locos' que no están locos como nosotros, y que pueden 'alcanzar el big bang, al comienzo de todo' y 'escuchar a las hormigas cantar a coro'. ¿Quiénes son estos locos y locas, y cómo podrían enseñarnos lo que saben y ven?
KS: En mi casa, ha habido muchas personas caracterizadas como 'locos'; gente con brotes de locura, incluyendo mi abuela, que amaba profundamente a sus hijos y nietos. De camino a mi escuela, solía sentarse un 'loco', un antiguo profesor de malayalam, que recitaba poesía y explicaba las estrofas. Aprendí mucho de él y solía llegar tarde a mis clases, pues me quedaba como engatusado por sus charlas en la acera.
Las normas de la cordura no son fijas, cambian según cambia la sociedad y sus ideas respecto a cuál comportamiento es cuerdo y cuál es loco. Sabemos esto desde Foucault, al menos. Y parece claro que una persona del siglo X, o incluso del siglo XIX, consideraría el comportamiento de una persona del siglo XXI como completamente 'loco'. De modo que los que llama 'loco' podrían perfectamente ser personas con un nivel de conciencia superior al normal, con visiones y una comprensión que no son accesibles a la media. Conviene recordar que no son los 'locos' quienes han convertido al mundo actual en un lugar invivible, pero los 'sabios', los 'tecnócratas', los 'especialistas en desarrollo y en gestión', los 'políticos'. Han creado desigualad, desastres ecológicos, discriminación racial, nacionalismos ciegos y orgullosos con su subproducto más importante: la guerra.
Muchos de mis poemas hablan de la gente habitualmente catalogada como 'anormal': el loco, el tartamudo, el transexual, el homosexual. Tenemos que aprender a respetarlos. ¿No habló acaso Antonio Gramsci del "pesimismo del intelecto y el optimismo de la voluntad"? Pues es precisamente lo que los autores actuales necesitan: una comprensión realista de lo inhumano que se ha vuelto el mundo, y la esperanza de que aún puede cambiarse.
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Muchos de los que asististeis a ExPoesía en Soria os quedasteis prendados de la voz y la palabra de K. Satchidanandan, el poeta en lengua malayalam. Para que conozcáis mejor su obra, hemos preparado esta entrevista en la que nos habla de su concepción del lenguaje, su concepción de la cultura, de las fronteras, y en la que despliega todo su ingenio y erudición. Los acompañan algunas versiones de su poemas en traducción de la versión inglesa del propio autor. Dentro de poco empezaremos a colgar poemas suyos traducidos directamente de la lengua materna por nuestro nuevo fichaje, Manjula Balakrishnan.
ARAVALI: El objetivo de nuestra colección, Aravali, es dar espacio y voz a las lenguas mal llamadas vernáculas del subcontienente indio, que en ocasiones se encuentran en conflicto con la preponderancia del inglés. Y usted es el mayor poeta vivo en lengua malayalam pero al mismo tiempo tiene una profunda relación con la poesía en inglés, que enseñó durante más de 25 años. ¿Cómo surgió todo esto, y cómo se fue desarrollando?
K. SATCHIDANANDAN: No estoy seguro de ser el mayor poeta vivo en malayalam. Es un fardo demasiado pesado para mi, pues hay autores ya maduros a los que quiero y respeto mucho.
Es cierto que escribo poesía exclusivamente en malayalam, mi lengua materna, pero me parece algo completamente natural. Creo que prácticamente todos los poetas escriben en su lengua materna, excepto cuando hay razones o circunstancias especiales que los persuadan a elegir otra. Kerala tiene una tasa de alfabetización del 100%, y una vibrante cultura escrita . Mi postgrado y doctorado fueron en inglés: fue una elección para saber más sobre la literatura universal. Creo que el inglés actúa como una ventana al mundo, si bien no encuentro la literatura inglesa particularmente interesante, con la excepción de algunos escritores como Shakespeare. Yo enseñé literatura inglesa durante 25 años, y he leído la gran mayoría de los poetas del mundo en su traducción inglesa. También he traducido unas 1600 páginas de poesía en malayalam usando como base la versión inglesa, aunque siempre con la ayuda de académicos de esas lenguas. Unas veces me junté con los poetas e hice las traducciones con ellos, como en el caso de mi colección de poesía sueca.
El caso es que no tengo problema alguno con el inglés: hoy en día, es una lengua india más. Siempre hemos convivido con muchas lenguas y que haya una más no va a cambiar mucho, si bien continuaremos resistiendo la hegemonía del inglés con todas nuestras fuerzas.
Yo tengo muchos amigos indios que escriben poesía en inglés, mayormente porque tienen más fluidez en esa lengua. Por varias razones: el haber sido educados en un medio anglófono, o haber sido separados de sus lenguas regionales -pues la mayoría son poetas metropolitanos que viven en Bombay, Delhi o Calcuta, o fuera de India.
Escribir en malayalam es mi elección personal, pues las raíces de mi poesía están en la infancia que viví en mi pueblo y todos mis recuerdos están por tanto en malayalam. Empecé a traducir mis propios poemas al inglés cuando me lo pidieron amigos que no lo hablan, y editores de revistas en inglés. Y al hacerlo, algunos editores incluyeron esos poemas en antologías de poesía india en inglés, pues consideraron que mis poemas caían dentro de su ámbito de acción. ¡Y quizás tengan parte de razón!
Cactus
Mi lenguaje es de espinas.
Anuncio mi presencia
con un toque ensangrentado.
Hace tiempo, estas espinas fueron flores.
Detesto a los amantes que traicionan.
Los poetas han abandonado desiertos
para regresar a los jardines.
Sólo quedan aquí camellos y mercaderes,
que hacen polvo mis flores a patadas.
Una espina por cada escasa gota de agua.
No atraigo a las mariposas,
ningún pájaro me canta.
No me doblego ante la sequía.
Yo creo otra belleza,
más allá del claro de luna,
a este lado de los sueños,
un lenguaje afilado,
lacerante, paralelo.
A: La lengua malayalam, comparada con otras lenguas de India, es hablada por un número 'pequeño' de personas (unos 38 - 40 millones; claro, si lo comparamos con Europa...). ¿Qué espacio ocupa en términos de su relevancia cultural?
KS: Debido a su tasa de alfabetización del 100%, en Kerala hay multitud de bibliotecas y un hábito de lectura muy asentado. Esto hace que el panorama literario en malayalam sea muy vibrante y variado, lo que le ha llevado a ocupar una posición envidiable entre las lenguas de la India. Además, ha habido una importante labor de traducción de obras en lengua malayalam (ficción más que poesía, es cierto) al inglés y a otras lenguas de la India como el hindi. Se puede decir, por tanto, que los lectores indios en general reconocen este estatus.
A: En tu labor de poeta y traductor has defendido siempre una forma de poesía que integra en la lengua malayalam autores procedentes de otras lenguas y culturas. Me pregunto: ¿cómo puede la poesía en malayalam, y la tuya en particular, tener relevancia para un público global? ¿Es posible en tu opinión ir más allá de las fronteras culturales, las distancias geográficas y las limitaciones lingüísticas? ¿Y si es así, cómo?
KS: La verdad es que yo no pienso en un público global cuando escribo; habitualmente, no pienso en el público para nada. Escribo porque debo, guiado por una obsesión interior. Es natural que aquello que uno lee, y las culturas con las que se familiariza, tengan impacto en lo que uno escribe. La historia de Kerala, seguramente, tenga también algo que ver. Tenemos, o hemos tenido, casi todas las religiones del mundo aquí. Tuvimos budistas, jainistas y judíos, y aún conservamos importantes grupos de cristianos y musulmanes -junto a la mayoría hindú. Es decir, que tenemos cierta idea de esas culturas y sus textos fundamentales; por ejemplo, las referencias a la Biblia son comprensibles para cualquier lector de Kerala. Kerala tuvo también relaciones comerciales con Grecia, Roma, los árabes y otros pueblos de Oriente y Occidente. Una parte de Kerala fue gobernada por los franceses; los portugueses construyeron un fuerte muy cerca de mi pueblo natal; el primer diccionario y gramática completos del malayalam fue escrito por un misionario alemán; el primer manual histórico, por un recaudador de impuestos británico; y los británicos y escoceses jugaron un papel decisivo en la educación en Kerala. También se traduce y se lee mucha literatura mundial, hasta el punto de que cuando a un escritor se le preguntó quién era el autor en malayalam más popular, ¡respondió que Gabriel García Márquez!
Con esta sangre corriendo por mis venas, no puedo evitar ser global de manera instintiva. Y mis lecturas de otras literaturas han confirmado mi creencia de que la poesía es un lenguaje común, que puede cruzar fronteras con facilidad cuando toca el núcleo íntimo de la experiencia humana, incluso si está basada en experiencias fuertemente locales. En toda mi obra sólo hay un 30% aproximadamente que es intraducible, pues son articulaciones de ritmos y asociaciones lingüísticas tan fuertemente regionales que no se pueden transportar a otras lenguas. Esto incluye mi poema sobre mi propia lengua, 'Malayalam', y una serie de poemas dedicados al paisaje de Kerala y a sus poetas.
Frío, calor
En el frío de Delhi,
pienso en mi madre.
La primera calidez
en envolverme.
No pude llevar a mamá a Kasi,
ni siquiera a su arrullo.
Este remordimiento tiene un asiento reservado
en cada tren que viaja
entre Delhi y Benarés.
De pie, a la orilla del Ganges,
con mi compañera
pensé 'podría haber traido
las cenizas de mamá'.
No es que hubiera escasez de cenizas
ni de cadáveres allí
pero mamá había vivido
y muerto en la lengua malayalam.
'Ram nam sach hai'
le habría alienado.
Pero el Señor la comprendía
en su tranquilidad.
¿Acaso no se escondía ella
entre su pelo desordenado?
Aquí, fluye frente a mí
me deja lavarme en ella los pies
quizás no expíe mis pecados
pero es fresca como el afecto, manchado.
Al llegar a casa en Delhi,
abro el grifo:
aquí está el Ganges, purificado.
¿Cómo consiguió mamá
pasar por la tubería?
"Oh, tomé una poción mágica: la Muerte.
Ahora puedo tomar cualquier forma,
ir a cualquier parte".
La alcé entre mis manos.
Y me calmó,
en el calor de Delhi.
A: Se que has leído y traducido a muchos poetas en español: Pablo Neruda, Federico García Lorca, César Vallejo... ¿Cuál es tu relación personal con el mundo hispano y sus poetas?
KS: Para mi, España es como la patria de la poesía. He leído a muchos autores españoles en traducciones, y autores sudamericanos que escriben en español. Tengo una antología de poesía latinoamericana en malayalam que incluye poemas de Octavio Paz y César Vallejo, y una colección de poemas de Neruda. He traducido muchas baladas de García Lorca y su 'Llanto por Ignacio Sánchez Mejías', junto a poemas de Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda y otros. ¡Pero por desgracia es la primera vez que visito España, mientras que ya he estado en casi todos los demás países de Europa!
A: Has publicado más de 25 libros de poesía, de modo que es muy difícil caracterizar tu escritura. Sin embargo, me da la impresión de que hay un aspecto de denuncia, de dar voz a los que no la tienen, que permanece. ¿Cómo llevas esto a cabo en tu escritura poética, y en tu obra en prosa?
KS: Uno no puede evitar expresar las contradicciones de la India en su propia escritura: un país rico espiritualmente y pobre materialmente, lleno de discriminaciones por razón de casta, creencia y género; en ocasiones, un país con regímenes autoritarios. Siempre he creído que una de las funciones de la poesía ha de ser hacer visible lo invisible, audible no inaudible, dar una voz a los que no la tienen y expresar lo no-expresado, incluso lo inexpresable. Que un escritor se declare o no 'comprometido' no es importante: si es alguien auténtico, el dolor y la indignación de su pueblo traspasarán a su escritura, más allá del elemento de juego que es consustancial al uso creativo del lenguaje. Después de todo, los escritores nos hablan de la condición humana -que hoy en día, por cierto, incluye también a la naturaleza-, y no pueden evitar escribir sobre los marginados. Yo introduzco estas preocupaciones en mi poesía de manera bastante sutil, y de forma más explícita en mi obra en prosa.
Gandhi y la poesía
Un día, un esbelto poema
llegó al ashram de Gandhi
para vislumbrar al hombre.
Mientras hacia girar el hilo
hacia Ram, Gandhi no percibió
el poema que lo esperaba
en la puerta
avergonzado por no ser bhajan.
El poema se aclaró la garganta,
y Gandhi lo miró de reojo,
por esas gafas
que habían visto el Infierno.
'¿Has hilado alguna vez?', preguntó
'¿empujado el carro de un cartonero
soportado el olor de una cocina
a primera hora de la mañana
has pasado hambre alguna vez?'
El poema contestó: 'nací
en el bosque, de la boca de un cazador.
Un pescador me llevó a su aldea.
Es cierto, no trabajo, sólo canto.
Primero canté en las cortes de los reyes:
era entonces rollizo y hermoso.
Pero estoy en la calle ahora,
hambriento'.
'Eso está mejor', dijo Gandhi
con una sonrisa traviesa, 'pero tienes que abandonar
ese hábito de hablar en sánscrito a veces.
Vete al campo, escucha
el hablar de los campesinos'.
El poema se transformó en semilla
y se quedó esperando en los campos
a que viniera el arado
y revolviera el suelo virgen
húmedo con el rocío nuevo.
A: En 'Los locos', hablas de algunos 'locos' que no están locos como nosotros, y que pueden 'alcanzar el big bang, al comienzo de todo' y 'escuchar a las hormigas cantar a coro'. ¿Quiénes son estos locos y locas, y cómo podrían enseñarnos lo que saben y ven?
KS: En mi casa, ha habido muchas personas caracterizadas como 'locos'; gente con brotes de locura, incluyendo mi abuela, que amaba profundamente a sus hijos y nietos. De camino a mi escuela, solía sentarse un 'loco', un antiguo profesor de malayalam, que recitaba poesía y explicaba las estrofas. Aprendí mucho de él y solía llegar tarde a mis clases, pues me quedaba como engatusado por sus charlas en la acera.
Las normas de la cordura no son fijas, cambian según cambia la sociedad y sus ideas respecto a cuál comportamiento es cuerdo y cuál es loco. Sabemos esto desde Foucault, al menos. Y parece claro que una persona del siglo X, o incluso del siglo XIX, consideraría el comportamiento de una persona del siglo XXI como completamente 'loco'. De modo que los que llama 'loco' podrían perfectamente ser personas con un nivel de conciencia superior al normal, con visiones y una comprensión que no son accesibles a la media. Conviene recordar que no son los 'locos' quienes han convertido al mundo actual en un lugar invivible, pero los 'sabios', los 'tecnócratas', los 'especialistas en desarrollo y en gestión', los 'políticos'. Han creado desigualad, desastres ecológicos, discriminación racial, nacionalismos ciegos y orgullosos con su subproducto más importante: la guerra.
Muchos de mis poemas hablan de la gente habitualmente catalogada como 'anormal': el loco, el tartamudo, el transexual, el homosexual. Tenemos que aprender a respetarlos. ¿No habló acaso Antonio Gramsci del "pesimismo del intelecto y el optimismo de la voluntad"? Pues es precisamente lo que los autores actuales necesitan: una comprensión realista de lo inhumano que se ha vuelto el mundo, y la esperanza de que aún puede cambiarse.
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