Graciela Rincón Calcaño Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela, 13 de octubre de 1904 - Caracas, Venezuela, 21 de enero de 1987. Poetisa, narradora, articulista y autora dramática. Reconocida como la autora de la letra del himno a la virgen de Chiquinquirá, patrona religiosa del Estado Zulia en Venezuela.
En la ciudad de Maracaibo vivió sus primeros años, trasladándose posteriormente a Caracas donde continuó sus estudios. Su vocación literaria se desarrolló tempranamente, escribió su primer verso a los ocho años de edad.
Es autora de una veintena de libros, entre ellos los poemarios, Joyeles del corazón (1932), Canto de Maracaibo (1939), Clamor (1942), Vesperal (1943), Elegía e invocación a Roosevelt (1945), El Amor de la Tierra (1949) y Trashumante; el libro en prosa Raudal (1941); los libros de cuentos Los parias (1945) y La Tragedia y Nosotros; los ensayos Venezuela dentro de la órbita soviética (1945) y Realidades Dominicanas (1945) y la novela La Esclava, entre otros.
Destacada comediógrafa, cuentista, columnista, ensayista, galardonada con innumerables premios, escritora incansable, dejó inédita gran parte de su obra. Publicó en Quito, Estados Unidos de América, Haití, Cuba, Santo Domingo y España.
Vida Política
Graciela Rincón Calcaño, dejó grabado en el alma de los hombres el concepto de sus derechos y el valor de defenderlos, desde lo profundo de su ser exclamó: "Me llegó el momento de la lucha, de hacer obra por la Patria desde la editorial y por la prensa; la de batirme con intelectualidades mezquinas que se oponían a los derechos políticos de la mujer, relegada como hembra a la cocina, a la sensualidad y al tálamo". GRC
Fue diplomática de las embajadas de Venezuela en Cuba y Haití. En (1940) esta zuliana fuera de época, luchó incansablemente ante el Congreso Nacional de Venezuela hasta que logró obtener, junto a otras mujeres de la época, el derecho al voto por parte de la mujer en el país.
La cantora de la Chinita
La inmortalización de "Graciela Rincón Calcaño" para el Zulia, comenzó con el anhelo del pueblo maracaibero por obtener tres grandes aspiraciones para su venerada Virgen de Chiquinquirá: la reconstrucción del viejo templo, su elevación a Basílica y la coronación de "Nuestra Señora de Chiquinquirá", lo cual se vio consolidado en (1920) cuando "el Papa Benedicto XV" le otorgó el título de Basílica Menor a la noble iglesia y desde entonces comenzaron los trabajos de remodelación que culminaron en (1941), al año siguiente (1942), fue coronada solemnemente la patrona del Zulia, justamente el 18 de noviembre cuando se celebra el día de la querida Chinita de Maracaibo.
La letra del himno oficial para la coronación de la Patrona del Estado Zulia, escogido entre 24 composiciones, correspondió al titulado "Himno Nativista a Nuestra Señora de Chiquinquirá", cuya autora fue la poetisa "Graciela Rincón Calcaño". Composición emblemática que perdurará para siempre en el corazón de los zulianos.
¡Gloria a Ti, casta Señora!, entonación célebre del Himno a Nuestra Señora de Chiquinquirá (Creación del músico zuliano Adolfo de Pool), cantada por todos los zulianos en algún momento de sus vidas…
Regionalismo
La cantora del Himno de la Chinita; falleció en Caracas el 21 de enero de 1987, sus restos se encuentran sepultados en el antiguo cementerio General del Sur, ubicado en el Municipio Libertador de Caracas, en un panteón familiar.
EL gran arraigo a la capital zuliana de esta exponente literaria no permite desprenderla de la tierra del sol amada, su amor por la ciudad de Maracaibo y sus valores son muy profundos.
Según el periodista Jackson Peña, en cada uno de los ciudadanos del Estado Zulia, está la tarea realzar el nombre de esta maracucha, ejemplo del regionalismo, quien dejó enseñanza clara del amor a la zulianidad. Es importante trabajar arduamente para sensibilizar a las autoridades y la población en general para lograr que los restos de Rincón Calcaño, sean inhumados al Panteón de los Ilustres de la Ciudad de Maracaibo y su memoria vuelva a la tierra que la vio nacer.
“El pensamiento de esta insigne escritora debe quedar grabado en el corazón de cada zuliano”….
Como pide en su Anhelo Inmortal:
“Qué importa que yo torne ceniza dentro del tiempo, si hay alguien que en el futuro siempre diga mis poemas y piense: ¿Cómo era ella?, ¿tal cual la pintan sus versos?... y se quede pensativo sin esperar la respuesta...”
Alucinación junto al mar, de Clamor
Con la espalda reclinada sobre rocas calcinantes
que el mar barre en turbulentas, negras noches de huracán,
yo he soñado un amor loco, con vaivén de tempestades,
fragoroso cual la ola, como el cielo, alucinante,
con olor de algas yodadas y sabor acre de sal.
Un amor de torbellinos, de aluviones y de trombas;
de horizontes infinitos sobre el mar y bajo el sol,
que al reflejo misterioso del crepúsculo me arroje
en la gélida caverna que la luz jamás visita
donde aguarda mi llegada, fiero y ágil, un tritón.
Y en su torso resbaloso por el limo de los siglos
sobre el lomo de las ondas cabalgar y cabalgar,
hasta ser arrebatada por el dios de los abismos
y en sus brazos musculosos, y en su amarga, fría boca
el amor que está vedado a los hombres, succionar...
Con la espalda reclinada sobre rocas calcinantes
yo he soñado ser ondina, domadora de la mar;
pernoctar en las entrañas de los piélagos eternos,
adornarme con tesoros como chispas del averno
y jamás a flor de tierra dura y recia, regresar...!
Poema de medianoche, de Trashumante
Ahora corre el silencio como gota de agua
sobre muro de piedra insensible al sonido,
como rayo de luna sobre un lago sin ondas,
como aroma de nardos enredado en la brisa,
es la hora del alma que sufre en el desvelo,
la hora de las lágrimas, de las evocaciones,
la hora en que se espera la llegada del alba
para que se disuelvan los difusos fantasmas
de seres y de cosas ya muertos y extinguidos.
Hora de media noche sin cantos ni campanas,
de almohadas empapadas de sudor y de llanto,
muda angustia se tiende sobre todas las cosas;
el sueño huye cobarde de los ojos cansados;
una voz misteriosa nos murmura al oído
frases que se apagaron en bocas ya cerradas,
en vano procuramos entender sus razones,
ya no tienen vigencia, ni importancia, ni ruido,
aunque el alma se esfuerce por captar su sentido.
Mi poema se alza sobre toda tortura,
sobre todo silencio, sobre toda tiniebla,
y da sus balbuceos como dan los segundos
sus "tic-tacs" desolados en la noche vacía;
no hay quien los escuche, pero ellos se deslizan
corriendo en el silencio como gotas de agua
sobre un muro de piedra.
CANTO A MARACAIBO
Porque soy cobríza como caciquesa,
-azucena criolla que bruñera el sol-
Porque en mis pupilas arde la pavesa
Tenaz e inquietante de intenso carbón;
Porque un ritmo suave llevo en los andares
Como los vaivenes de grácil palmar;
Por esa nostalgia que hay en mis cantares
Y esa fantasía que hay en mi ensoñar;
Porque soy altiva, por que soy ardiente,
Toda impulsivismo, toda corazón;
Porque el que me mira, rápido presiente
Mi nítido origen indiano español;
Po eso: “Que tierra tan maravillosa,
-me inquiere rendido galán de ultramar-,
Caldeó tu materia de hembra animosa,
Mansa y agresiva, tierna y brava a la par?”
Y yo respondo vibrante de orgullo
En la majestuosa lengua castellana
Que España, a manera de materno arrullo,
Nos legó a los hijos de América Hispana..
Bajo los rigores del sol, suda….suda…
Ciudad, cual Minerva, clásica y aguda
En el sentimiento y en la concepción.
Colonial y rancia matrona que anuda
En un solo broche, mente y corazón.
Sultana despótica que abate y levanta
Con un majestuoso desdén imperial;
Artista inspirada que rima y que canta
La estrofa del himno y del madrigal:
Que al místico arrobo de Teresa iguala
El rojo erotismo de Safo la griega;
Que en la orgía el vaho del deleite exhala
Y en el tabernáculo se arrodilla y ruega;
Villa populosa…y múltiple…y varia…
Y cosmopolita…y típica…y única;
Ya envuelta en las sayas de la millonaria
O en el burdo liezo de goagira túnica;
Violenta y discreta, loca y comedida,
Rebelde y pasiva, delicada y fuerte;
Dinámica cuando la apremia la vida
Y contricta cuando le rinde la muerte.
Allá en la Conquista, “macama” aborigen
El hijo de Mara solía empuñar
Contra el que intentaba su tierra de origen,
Cual cándida virgen indiana violar……
Y el indio era astuto: el bélico hispano
En sus emboscadas mil veces cayó
Y en ella la zarpa del León Castellano
En más de una hazaña las uñas dejó.
Así, el marabino, en la trayectoria
Que trazan los siglos no cambia jamás;
Cauto y aguerrido lo admira la historia:
Es noble su alma, pero suspicaz….
Si huraño se muestra con el enemigo.
Con amplia hidalguía cobija en su hogar
Al que invoca el nombre sagrado de amigo
En el infortunio o en el bienestar.
Compleja estructura del hombre zuliano,
Escéptico a veces; otras, soñador….
Pero en todo caso, portando en la mano
Cual péñola incólume:La prez del honor!
Y como las palmas, juncal y ligera,
Por prado y riberas, en campo y ciudad,
Pasea risueña la maracaibera
Su lánguido talle de grácil deidad….
Son hondos y oscuros sus ojos indianos,
Su voz, cantarina como un cascabel;
Su pié de andaluza; dos nardos, sus manos;
Sus labio granadas; de ámbar, su piel….
Es a un mismo tiempo, mansa y altanera;
Matizan su espíritu, malicia y candor;
Los celos la truecan en ágil pantera
Y en arrulladora paloma el amor!
Casta y precavida si es Virgen Prudente,
Si matrona, es tierna y estoíca a la vez;
Ingenua y graciosa cuando adolescente,
Se torna discreta con la madurez.
Y porque en la angustia su alma atempera
Y en los placeres venusina diosa,
Entre las austeras es la más austera,
Con las voluptuosas, la más voluptuosa!
Rugir de cañones, piafar de corceles!
Fulgir de banderas en el cielo de brasa!
Chocar de tambores….desfiles….tropeles…
Vibrar de clarines: la Epopeya pasa!
Y pasan los Héroes de enhiestos talantes,
Los pechos de bronce, los hombros de oro:
Avanzan en fila sin fin, arrogantes!
Erguidos, los nimba procero decoro!
Son tantos, son tantos! Pero, a uno contemplo
Con más complacencia:miradle pasar!
Su cuna es mi cuna….La Historia es su templo
Corona su sienes, le erige un altar!
Ya llega: bizarro, marcial, esforzado,
La Fama lo besa con beso inmortal;
¿ quén es ese Hombre? La Patria le ha dado
Su más claro nombre lo llaman “el Leal”….
Rugir de cañones….piafar de corceles…..
-tocad los tambores, tañid la corneta-
Se alejan los Héroes….desfiles, tropeles…
Izad las banderas que pasa Urdaneta!!!!
La musa doliente del canto aborigen
Al coro de musas se viene a integrar;
La queja del indio lloró en su cantar…
¿Qué labios terrenos su nombre invocaron?
¿qué sien ha encendido su aliento inmortal?
¿en qué lejanía ignotas hollaron
Sus breves sandalias caliente arenal?
Sus manos empuñan el arco y la flecha;
Pasadas grandezas inspiran su acento
Y en fragil figura “guarura”modula, deshecha
En trémula nota, indiano lamento!
De dónde ha surgido? La raza extiguida
Que grito de agustia prolonga en su voz?
Qué vagos caminos transita, perdida
En las multitudes, sin rumbo y sin dios?
Queréis contemplarla? Queréis, si delira
Con tiempos pretéritos,oír su canción?
Miradla! Es aquella que templa la lira
Y besa la lírica frente de Udón……..!
Los cielos se nublan….El Lago ondulante
Sofrena sus voces: impera el dolor!
Y surge el Apóstol: he ahí a Bustamante
Que viene a vencerle con Ciencia y Amor.
Bendita la tierra que dá tales hombres,
Orgullo y presca de la humanidad;
Sus nombres magnánimos, sus ínclitos nombres
Los graba en futuro la Celebridad.
Bendita la cálida flor de Occidente
Que abrasan los tórridos rayos del sol
Risueña mestiza, dorada y candente,
De nítido origen indiano español.
Fue ella quien me hizo nacer poetisa
Y ella quien dá alas a mi fantasía;
Ella me hizo buena, ella es la que atiza
De mis sensaciones la vida jauría…..
Su nombre preclaroque al bravo cacique
Le rinde homenaje pereene y sin par,
Mi labio lo ensalce….y lo dignífique….
Y nunca en la vida lo pueda olvidar!
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