Mario Jaime
Poeta de México.
Estudió en la escuela de escritores de la SOGEM y teatro por parte del INBA.
Biólogo y Maestro en Ciencias marinas. Poemas publicados en revistas nacionales e internacionales Autor de las obras de teatro: ‘La Diosa de los juguetes’, ‘El Tardígrado’, ‘El ángel de las tinieblas’. ‘Rukinasilmë, el trance del cisne azul’, ‘La nereida enamorada’ y ‘Lilith’ estrenadas diversas ciudades de México. Guionista y director del documental poético ‘Diosa en el silencio azul’ primer documental sobre el tiburón blanco en México. Premio nacional de dramaturgia 2007 en México por su obra ‘Lilith’.
Ha buscado transmutar la poesía en la Diosa, desde las selvas a los océanos, en el Amazonas y los ojos del tiburón blanco.
E-mail:
carcharodonmaritus@yahoo.com.mx
A un árbol que arrancaron
Hoy, mismo
la máquina segó tus raíces
Árbol mártir
Árbol bueno
El motor sin alma, engranaje sin savia
te arrancó del suelo, había paseantes
Yo dije: ¡Pinche mundo!
los automóviles no dijeron, sólo saben roncar
mientras agonizabas
mudo para el sordo y tú, planeta de miles
Árbol puro
Árbol sano
Apocalipsis de nematodos y catarinas
Algunos nidos en tu memoria, hoy un abismo
Árbol hermano
Árbol moribundo
Estorbabas a los constructores
Estorbabas al progreso
Al dueño de tu tierra
Al dueño de tu espacio
que se erigió, él mismo, dueño de tu cosmos
le estorbabas al asfalto
Árbol verde
Árbol hogar
Y yo me detesté
Pues no tuve los huevos
para ir y romperle la cara al pilotín de ese tractor
Y no tener músculos para trozar los hierros
como un Heracles antimundo
Árbol solitario
Árbol muerto
Y solo, mientras escucho profesores atildados
postular vacuidades
no supe con que honrarte
y te hice un pinche poema
Árbol de dolor
Árbol de mi dolor
El llanto de Calipso
Te di todo
Un cuerpo de diosa y un orgasmo infinito
Una gruta de mareas con aroma a vida
Las branquias del beso
El color en mis piernas
Y te vas, añorando la necia arruga de una mortal
con hedor y pechos lactados
que teje
que habita los muros
Yo soy eterna y libre
Te ofrecí la aventura
y el silencio musical de los fondos
vete
mediocre
vete
No vale la pena llorar por quién desdeña lo sublime
Fractal
Tú ves sin ver
El mar como una mancha sin alma
Pero el mar
Es mar
Y dentro de cada gota un mar
Y sus enlaces covalentes son tormentas
Y sus hidrógenos sonrientes son ballenas
Y afuera de ese mar lo cubre un cielo con estrellas
Que es la superficie de otro mar
Donde navegan los cometas
Y el fondo de ese mar es un átomo acendrado
Y su fuerza de atracción es una gota y una brisa
Que despeina diosas y la calma
Y tú eres un mar
Y tu pasión un tiburón enamorado
Y tu sangre geostrófica corriente
Que confunde el mar con amar y con amado
El mar
Todo es el mar
Y el mar es todo
Año del gato
Una sangre espesa de infinito
Se destila desde este corazón enfermo
Mis arterias son cuerdas de guitarra
De barniz recién
Y sin embargo no busco la noche fría sino el sol
Que no depara nada
Un poema sin pulir
Que no ejerza en los concursos
Más que un maullido
Pues este es el año del gato
Y en sus garras hay deseo por la ronda
Mis sueños me guían fuera del tiempo
Que no es mío más que por un atraso cósmico
Busco en rincones sonrisas sin romper
Y mejor me voy al azul del Caribe
A olvidar policías y torturas que mi país que no escogí se nutre de ellas
Y una ramita de olivo, un pólipo sereno, un dientecillo fósil
Un atardecer azul
Y un beso a las nubes
A la luna
Que todavía no comprende porque aún existen armas
En un mundo iluminado
El canto
En los confines cósmicos hay un espectro que rige el caos
Mueve las esferas y colisiona bloques de hielo
Besa los campos electromagnéticos, enloquece asteroides
Trae pasiones de no sé que galaxias intrincadas
El amor que flota entre un sol y dos lunas
El suicidio de una estrella
Eso que llamamos Música y que vaga entre sonrisas
Cosechando lágrimas.
Más allá de los neutrones y los quarks todo es de ondas
La materia vibra en nueve dimensiones
en octavas diseñadas por la Diosa
la ansiedad por ser
la necesidad de un azar irreversible
que nos colma
el espacio entre dos astros es un tímpano de pájaro invisible
la propia luz resuena antes de cualquier memoria.
Escucha dentro y fuera
hay una sinfonía en la mitosis demoníaca y colisiones estelares
cada supernova es un crescendo
y el silencio un fulgor precedente a la ignición
Todo canta
las señales de radio en las lunas de Urano
el soplo mineral de los diamantes
los sapos en la lluvia
el sordo plañido de la Muerte y su presencia
ritmo arterial , ritmo crepitante
ha bajado desde evos hasta anidar en cada poro
en cada cromosoma de gusano y de bacteria
hasta llegar a los delfines y a las orcas
está en las olas sempiternas
y en la sal decantada por los mares
pulsó con frenesí en la imaginación humana
hasta volverse traducción entera de si misma
ahora puede ser
desde los prados
desde el caminar sereno hasta el orgasmo
como un suspiro del océano
heredamos las notas y los trinos
ahí la Voz
El Amor absoluto
Ahí el canto
Detente
El espejo te muestra un huracán
Sin esplendor
Un sarro arcaico
Un fuego triste que no incendia pero quema
Tus manos de sarcasmo
Cada huella es una cicatriz que deja tu memoria
No naciste, tiburón, para obtener amigos
Ni sembrar amor
Las sombras son tu dignidad
Dirígete hacia ellas
El abismo es tu hogar
Tu sepulcro y tu derrota
Mas, levántate poeta
¿Para qué los necesitas?
Tú eres, sólo tú eres
Los demás apenas se revuelcan en un fango con banderas
Mar negro
Mar de llanto derramado por el viento roto
Mar insano que devuelves huesos
Mar de nata y piedras
Mar loco, con ondas eléctricas
Bentos de sangre
Profundidad ignota
Nereidas corruptas
Tiburones tristes
Pulpos fantasmas
Delfines de pus
Coleccionista de náufragos
Carbonatos y ataúd
Mandíbula fresca
Moscas ahogadas
Tablas, gusanos hundidos
Ratas que no pudieron saltar
Tus remolinos invadieron mi cabeza
Se comieron mi corazón y lo defecaron
Apagaron mi espíritu
Ahora soy cimarrón de los astros
Solo en esta isla enferma
Atento a las algas secas
y un imposible azul.
Anarquismo
¿No has visto político, una medusa de luz?
¿Te has sumergido, soldado, en un océano de besos?
Quizá convendría mirar un instante hacia el sol.
El ocaso de un ave fragante.
Analizar, muy quedito, la telaraña fugaz.
Entonces, político, renunciarías al gobierno.
Entonces, soldado, arrojarías tu fusil.
No quiero ser poeta...
Pululan también escritores
Que desde el teclado
Van clamando a voz muy queda:
No se requiere ser genio, no se requiere sino trabajo para hacer poesía
No un talento especial
Se requieren reuniones y talleres
Lenguaje sencillo
Sin estilo, sin pasiones
Hablad de lo nimio, de lo cotidiano
¿Dónde está lo sublime?
¿Dónde el niño sádico que se amamanta de pus?
¿Dónde la sed de infinito y el desprecio a lo burgués?
Si ser poeta hoy es ser mediocre
Yo no quiero ser poeta
Necesito traducir el pensamiento de los monstruos
Inventar un lenguaje de nereidas
Descubrir los jeroglíficos en el aullido de las orcas
Cantar la viscosidad oceanográfica
y temblar al ser los tentáculos del Kraken
en la eterna noche del abismo
llorar junto a Satán para olvidar los falsos besos de un hadita
Los poemas son enigmas
Estremecimientos de terror
Nostalgia por orgasmos
Indagar por las grutas de la muerte
Sí
Un café bajo la lluvia después de la certeza
de que ellas están hechas para amar
y si embargo amor no encuentran
no un poeta de salón y de escritorio
no un poeta de instituto o columnista
no una rata citadina a tres comidas
la poesía se adquiere por la ronchas
por las liendres de colchones rebuscados
en la nieve y la narcosis de los fondos
en el trino, en la lepra, en la agonía de nuestros sueños
en la tortura y en la mano del mendigo
lo sublime en la gota y el relámpago
hasta en la sonrisa de una niña
un poeta es una antena, un arpegio y mucha sangre
No un académico que se jacta de su cheque
Ni banderas ni falsos esplendores
Ni patria, ni nación
Ni raza, ni suelo, ni cultura
Mucho menos ejércitos absurdos
-todo ejército es una larva criminal-
Todo soldado una polilla sin espíritu
Ni épica, ni ideas por las cuales morir
Yo soy agua
espuma purificada por mi sangre
Soy la negación de los valores
Escupo a la historia
Abrazo a las nubes
Desprecio la muerte
Mi hogar está en el color
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