lunes, 29 de junio de 2015

MOISHE IUNGMAN [16.393]


MOISHE IUNGMAN (MOSHÉ YOUNGMAN)

Nacido en 1922 en Jodorov, Galitzia Oriental, se encuentra radicado en Israel, en Kiriat Tivón, desde 1947, donde ejerce como director de una escuela primaria. Fue fundador de la revista del grupo literario Iung—Isroel (Joven Israel) que apareciera en Haifa entre 1954 y 1957. Autor de una vasta obra poética de calido aliento en la que el paisaje israelí encuentra expresión lírica.
Falleció en Israel en 1983.



Moshe Yungman/In land fun Elijahu Hanovi (Poems)



Para mi hijo

Mi hijo se me escapa de las manos.
¿Es que podría acaso darle algo
fuera de mi luna agotada?

Botas de siete leguas tiene mi hijo
¿cómo podría retenerlo yo
con mi pequeño burrito mesiánico?

Mi hijo tiene horizontes azules ante si
¿de que podría servirle mi plegaria
que alcanza apenas para la punta de su lengua?


*


Cada piedra que desgastó mi paso
vuelve a renovarse para él.
¡Qué alma enorme tiene la piedra!

Cada hoja que el viento arranco de mi,
ya tiembla de nuevo –verde—
en sus ojos.

Yo continúo corriendo aun
tras el sol poniente,
mientras que en su sangre
vive y se debate el sol en plena juventud.


*


Probó el mundo
y le queda a medida.

Ni un poema siquiera
ha de ser necesario retocar sobre él.

Ni una brizna de paja
habrá que quitar de entre sus cabellos.




Melones

Traen soles en pequeños asnos.
Oro en melones que rompe las alforjas.
Los asnos andan a paso lerdo, con rostro somnoliento,
Y van perdiendo sones de campanilla, trino a trino.

La calle devora el sabor a melones desde portones y graneros;
se detienen de a uno y por parejas.
De pronto el mundo entero esta descalzo y repleto de sol,
de un sol pequeño, grato, cálido al tacto.

La gente anda borracha de sol de melones.
Las alcantarillas aparecen regadas de oro, con montes a lo lejos.
Con pequeños soles cabalgan hacia la tarde.

De pronto, se acabó. Las alforjas quedaron vacías, apagadas.
El vendedor se afana alrededor del asno
y aguarda, como antes, a que venga alguien y lo redima.




Vendedores de frutas

Llenan sus canastas con fruta prestada;
se hacen nudos en el corazón para no olvidar.
Arrastran la tarde a casa, hinchada de maldiciones
y sientan, a codazos y empujones, a los chicos a su alrededor.

Y cuando la luna escapa de los tejados
a mojar con telarañas azules la desnuda callejuela
extienden latas con sueños ante cada transeúnte
y no les alcanza para comer. 




Ladino

Sótanos
donde se habla ladino;
donde manteles floreados
miran a través de rejas;
donde pulidos narguiles
recuerdan fiestas
sin atuendos verdes
y sin Shabetay Tzvi.
Sótanos con majestuosidad
de señoras 
vestidas de negro,
gatos de angora
y pequeñas muchachas pálidas
de ojos almendrados.
Aquí hecha raíces un silencio
de tiempos de Doña Gracia todavía,
con relumbres de plata forjada
sobre un emblema.
Con dedos finos
atesoran el orgullo
en el arca familiar.
Hombres de espalda morena
y pecho tatuado
son aquí, de noche,
después del trabajo,
pequeños de nuevo
y no se atreven
a alzar la voz.
De noche se sientan
alrededor de la lámpara verde
tal como estuvieran sentados
abuelos y bisabuelos.
Se habla ladino.
Y llevan sobre sí
sedosos nombres
de flores. 




Canto sobre treinta y seis vacas 

…De los establos nocturnos he de echar mis vacas fuera,
Mis treinta y seis vacas con sus plateadas frentes.
¡Ya rumiaron suficiente sol y rezaron bastante en sueños!

¡Que las patas os resulten ligeras cuando, con luminosas ubres,
salgáis pesadas para llevar salud al mundo;
patas ligeras de alegría y pesada de blanca bendición caudalosa!

He de perseguirlas con mi corazón de vecino en vecino;
golpear las puertas como –salvando las diferencias— para slijes 
—Levantaos, judíos, llegó el Mesías.

Id, vacas mías; llevad por el mundo vuestra misión
de luminosas ubres y ojos bondadosos;
llevad de noche el astro recién consagrado, vuestra blancura.

Oh, vacas mías plateadas; que vuestro don sea piadoso
y repleto de dicha vuestro exilio, cuando la estrella del norte
introduzca, como perlas, vuestra luz en las chozas dormidas… 



EL RESPLANDOR
DE LA PALABRA JUDÍA
Antología de la poesía
ídish del siglo XX
Selección y versión de

ELIAHU TOKER 









No hay comentarios:

Publicar un comentario