martes, 30 de junio de 2015

PERETZ MARKISH [16.421]


PERETZ MARKISH

Nacido en Polnoe, región de Volinia, Ucrania, en 1895,  y ejecutado el 12 de agosto de 1952,  en  secreto  por   orden  de  Stalin  en  el  sótano de  la  prisión de  Lubyanca  en Moscú.

Provenía de una familia de artesanos. Comenzó escribiendo poesía en ruso pero en 1918 se unió al grupo de escritores de ídish de Kiev, junto a Hofshtein y Kvitko. 

En 1921 viajó a Varsovia, donde permaneció un tiempo liderando el grupo Jaliastre –Pandilla— con Meilej Ravich y Uri Tzvi Grinberg; luego volvió a la URSS. 

En 1939 fue condecorado con la orden de Lenin y durante la guerra activó en el Comité Judío Antifascista. En 1948 fue detenido y juzgado como parte de la liquidación de la cultura judía, siendo fusilado en 1952. 

A su obra poética, polémica y de gran fuerza, acaba de sumarse un nuevo volumen, que permaneciera oculto e inédito durante los años de represión.


La Noche de los Poetas Asesinados

Durante La Noche de los Poetas Asesinados, el 12 de agosto de 1952,  trece escritores, poetas, artistas,  y músicos   de  la   Unión   Soviética   fueron ejecutados   en  secreto  por   orden  de  Stalin  en  el  sótano de  la  prisión  de Lubyanca  en Moscú, acusados  de  conspirar   para   crear  un   estado judío   en Crimea  desde  donde   Estados  Unidos  invadiría   la Unión Soviética, y de practicar un  nacionalismo burgués. 

Entre  las  víctimas  se  encontraban:  Peretz Markish, David Bergelson,   Itzik   Fefer,    Leib   Kwitko,    David  Hofstein,  Benjamin Zuskin,  Solomon  Lozovsky  y  Boris Shimeliovich. Solomon Bregman evitó  ser  ejecutado  porque murió poco antes. El Politburó excluyó a Lina Shtern.

Antes de la guerra, muchos judíos  se habían asentado fuera de los países nazis.  La comunidad se mantenía a salvo en la Unión Soviética y Stalin pensaba que los sobrevivientes del Holocausto se disolverían dentro de la sociedad. Durante la guerra,  la  Unión Soviética  recibía  ayuda  occidental para frenar  al  ejército  nazi, y varios literatos formaron en abril de 1942 el Comité Judío Anti-Fascista (CJA) para recolectar fondos,  ayudar a  otros  judíos desterrados,  restablecer las granjas comunitarias y fomentar su vida cultural. 

Solomon Mikhoels era el líder del cómite, un artista de renombre que inicialmente recibió el visto bueno del régimen pero cuando comenzó la Guerra Fría, Stalin temió ser traicionado por los que pactaban con las naciones burguesas haciendo hincapié a un viaje de Mikhoels a Estados Unidos en 1943. Lo mandó asesinar en 1948, decretó el cierre del CJA, y sus integrantes fueron acusados por traición y por querer crear una nación judía aliada de Estados Unidos. Los miembros del Comité fueron apresados, golpeados y torturados y se los obligó a firmar una confesión luego de varias semanas sin dormir.

El juicio de 1952 fue una parodia. Se los acusó por judíos, no por criminales, carecieron de abogados defensores y de jurado, y no importó que se retractaran.  

Peretz Markish nació en Polonnoye, Ucrania, en 1895. Se educó en el jéder y cantó en el coro de la sinagoga. Fue soldado del ejército ruso en la primera Guerra Mundial. En 1920 se unió al grupo de poetas judíos de Kiev junto con Leib Kvitko. Más adelante vivió en Varsovia y Europa Occidental. Volvió a la Unión Soviética en 1926, recibió la orden de Lenin en 1939 y el Premio Stalin en 1946. Escribió en idish y sus obras fueron traducidas al ruso por Ana Ajmatova.

Me despido de ti

Me despido de ti,
tiempo que te vas;
no te conozco, pasado,
no me perteneces,
sólo me has soñado.

¿Y tú, quien eres futuro mío,
cubierto de cabellos grises?
Yo no te pertenezco,
sólo te estoy soñando.

¡Ciego, insignificante ahora,
soy tuyo!
¡Y soy ciegamente rico!
¡Los dos a un tiempo morimos
y a un mismo tiempo nacemos!

1919 




Torre Eiffel

A

¿Y tú? ¿No eres de nadie? ¿No perteneces a la tierra ni al cielo?
¿Quién habrá de consolar tu soñadora soledad?
Murmullos, cantos tarareados e himnos ruedan hacia ti,
¡oh, ascendente, nostálgica unidad…!
Enviados de la tempestad preguntan por ti;
sobre tus soñadoras alturas crecen, musgosas, nubes de quietud;
¡quiero colgarme de tí como aspas de un molino,
oh, atleta solitario, famosa torre Eiffel!

¿Quién saldrá de entre las nubes, a recibirte?
La madrugada se hamaca sobre ti como un trozo mordido de pan solar.
¿Dónde esta tu cabeza, soñadora torre Eiffel?

Millones de pasos chapotean hacia ti por atajos y caminos,
y las calles no conocen la senda que conduce hacia los desiertos soleados.
Oh, solitario, en las alturas consuélate con tormentas.


B

Soy ahora un oscuro pensamiento en tu cabeza, torre Eiffel,
con mis cuatro hombros, un ciego búho cuatro veces giboso;
¡oh, gibosos costados del mundo! ¿Quién habrá de descubrir y entender
el interminable nudo de principios y finales?

Arropada en almidonadas neblinas compuestas de tramas nocturnas,
Así, envuelta en mantos otoñales de marchitas pieles de oveja,
Estás rodeada con hebras de tristeza, noche y día,
¡oh, solitario prisionero, descarriado Mefistófeles!

He aquí ahora la ciudad tendida a tus pies, como una telaraña
donde trepan y sucumben moscas atrapadas, sin salida ni esperanza;
¿quién roe? ¿quién es roído? ¿quién es una vez y quien tres veces?

¡Oh, erguida solitaria idea!
¡Oh, solitario, descarriado Mefistófeles;
ahora soy un oscuro pensamiento en tu cabeza, torre Eiffel!

1922 




Afuera

Las lavadas tapias se secan al viento
y blandamente se amasa bajo mis pies la negra tierra.
Que mas puedo pedirte todavía
viento travieso, empapada tierra revuelta;
es como si recién hoy por primera vez te viera sobre el mundo…
Hoy le pertenece toda entera solo a mi, a un niño…
Veo las rojas vacas tendidas en el negro valle embarrado
con traseros manchados y ubres repletas,
y quedamente inunda mi corazón una joven alegría
de tibia mañana silenciosa
con heno seco del año pasado
y caballos desatados…

De pronto me asaltan ganas de abrazar a las vacas,
y de tenerme a su lado sobre la tierra
a mugir como ellas.

1919




¡Cielo y tierra!.

¡Cielo y tierra!
¡Padres de las ferias y abuelos de las fosas!
Helos aquí sentados ante las montañas de trapos como profetas ante ruinas
hojeando ropas, como biblias…

Vuestras sombras no se despliegan ya por los caminos;
los días saltan de vosotros como zunchos partidos;
el sábado se gasta contra una empalizada, contra pensativos postigos
como después de un incendio; el sábado esta ennegrecido…

¡Dobláos en tres, dobláos tienduchas!
¡Tal vez aun aparezca, con su carro polvoriento, un gitano
que pague por los trapos viejos con aretes de plomo
o con anillos de zinc para mercar y trocar!

¿Os falta algo en el mundo acaso?
¿Qué otra cosa os entristece por los caminos?
¡no volváis a preguntar por mí,
no contéis más conmigo! 




Ruinas

Ahora, cuando retorna la visión,
desgarra abrir los ojos y ver aquí con cada víscera,
precipitarse mi corazón como un espejo sobre una piedra
y con un repique de cristales rotos, hacerse trizas.

Y desde ya que tampoco esta libre cada trozo
de dar testimonio sobre mi, hasta mis cuatro ultimas predestinadas yardas.
solo tu no me pisotees, oh tiempo, juez mío,
hasta que recoja de entre los escombros las partes desperdigadas.

He de intentar recogerlas una a una
y coserlas entre si hasta que la aguja haga sangrar por mis dedos,
a sabiendas de que, por hábilmente que las componga,
habré de verme siempre deforme y deshecho.

Recién ahora, tristemente, encuentro sentido
en el dolor de la metamorfosis, y ardientemente comprendo
la angustia de querer verse entero en el espejo
estando en ruinas y esparcido por los siete océanos…

1943 



Peretz Markish (1895 – 1952) was an avant-garde Soviet Yiddish poet who eventually turned to Stalinism, then was arrested and killed along with the other top Soviet Yiddish writers in Lubyanka prison, the “Night of the Murdered Poets,” less than a year before Stalin’s own death.



2 poems by Peretz Markish
translated by Amelia Glaser



Hey, what do you deal in – sorrow?
What are you selling there – despair?
I’m a buyer and a dealer,
and I’m dealing and I’m wheeling
days and nights, and even moments:
on a scale of joy I weigh them,
buy them up and then resell them,
half are black
and half in blazes,
at fairs, in markets, and on highways
who should happen in my pathway,
in whoever’s path I happen
I count Mammon!…

I’m a buyer and a dealer
and I’m dealing and I’m wheeling…

What are you selling – corpses? Rags?
Or long-since-departed dads?
Hey, a buyer’s slipped a way,
he’s dying but will be reborn.

— 1917





With lips pressed one to the other,
and eyes,
laden to their brows, silent,
and wooden bellies bound round
by rusty
iron belts,
gray rows of shops drag
across the Saturday-market gray,
like blind men, tightly clinging one to the other…

In the middle of the market
stands an overloaded wagon,
under the wagon a tall Gentile is stretched out
like a slaughtered corpse, snoring, ruminating, he gnashes and spits.
The horses chew, heads turned toward the wagon,
tails left dangling into infinity…

— 1919




Sample 

Out of frayed sackcloth - breasts of filthy cataracts, 
Like raw potatoes, branched with rooted blue veins. 
What shall we trade? Salt? How much do you want? 
There's a dead child's hat still here.
In the marketplace, a surveyor dozes like a white skull- 
A homeless dog sniffs him as he would an old cadaver. 
What shall we trade? Bread? How much do you bid? 
A pack of dogs in the street tears a heap of rusted brains into bits.
And birds in the air flap like scattered black hats- 
A disheveled tuft of wind keeps trying them on- 
Is there a deal? Wind? What do you bid for a windmill? 
There, across the foothills, they aimlessly quarrel over eagles' wings. 
Making a trade? Wind? What do you bid?

1920

Translated by Leonard Wolf, "The Penguin Book of Modern Yiddish Verse" 1987




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