Primera página del Cancionero de Baena
DIEGO MARTÍNEZ DE MEDINA
Poeta de Sevilla. Sus textos forman parte del Cancionero de Baena.
Cultivan una poesía teológica y moral los hermanos Diego y Gonzalo Martínez de Medina.
PRESENCIA DE LA INMACULADA
EN EL CANCIONERO DE JUAN ALFONSO DE BAENA
Por José Luis DORELLE IGLESIAS
Universidade de Santiago de Compostela
Veamos, por ejemplo, al poeta Diego Martínez de Medina, “omme muy onrado e muy discrepto e bien entendido”. Este poeta de Sevilla plantea a un clérigo franciscano (fray Lope del Monte) qué cosas debe creer en relación a la Virgen María: lo hace a instancias de
los dominicos de San Pablo de Sevilla y parte de la sospecha de:
que su conçebçion fue santa
por ser madre de quien tanta
graçia le pudo dar…(5)
5
Composición 323.
pero no quiere seguir la enseñanza de San Agustín ni la de San Bernardo que más arriba expusimos.
Este poeta sevillano debía conocer las discusiones que de temas marianos había entre dos conventos sevillanos. El interrogado, fray Lope, representa a los franciscanos que mantienen una disputa con los dominicos de San Pablo. Para situar su argumentación recurre al argumento ambrosiano del siglo IV en el que se declara que la Virgen no tuvo ningún pecado y que estuvo exenta del pecado original:
Sant Ambrosio dixo d’ella
que fue vara sin cortesa,
nombrándola él doncella
sin original vilesa
que fue santa sin mansilla,
en su conçebçion arquilla…
Este fraile menor se manifiesta conocedor de la opinión del aquinate, e incluso partidario, adelantándose con ello a la opinión de tratadistas posteriores. Estudia las opiniones de san Agustín e invita al análisis de la Biblia procurando saborear las enseñanzas que contiene y argumenta finalmente siempre a favor de la Inmaculada (6)
Lógicamente la respuesta de los dominicos no se hizo esperar y Martínez de Medina se convierte en portavoz de los predicadores y replica a su contrincante por el grave error de igualar a la Madre con el Hijo (7)
Fray Lope del Monte interviene de nuevo con una respuesta poética a la acusación anterior. Utiliza las coplas de arte menor pues; los trovadores debían mantener la misma versificación en sus respuestas. Como Martínez Medina estableció como estructura
métrica la copla de arte menor, ocho octosílabos, agrupados en 4-4, enlazados por dos rimas: abba acca. Lope del Monte se ajusta a este esquema en su segunda respuesta, pero en la primera ensaya otra variante de la copla de arte menor: ababbaab.
6
Composición 324.
7
Composición 325.
En esta respuesta acusa a los dominicos de San Pablo de Sevilla de “falsos fabladores”, se defiende de que no hizo “igualança” entre el “muy alto Mexia e la bendicta María”, y finaliza con esta conclusión, en las dos últimas estrofas:
Por la desir conçebida
sin original pecado,
non la ove egualado
con Jesu que le dio vida,
ca en él seríe entendida
exepçión iure probata
expresa, previllegiata
e esenta sin medida.
E sin obra siminal
fue el Señor conçebido,
de derecho es, si vido
que non aya original
la Virgen por seminal;
pero nunca fue culpada
por ser previllegiada,
pues esto non es igual.
Ante esta respuesta de Lope del Monte, Diego Martínez de Medina decide replicar también él. En esta ocasión establece como estructura estrófica la copla caudata que combina octosílabos y tetrasílabos. Esta estrofa lleva en el título del Cancionero lo siguiente:
“arte posada de media maestría que lleva los cuatro pies iguales”. A las afirmaciones de Martínez de Medina, a sus dudas e incredulidad Lope del Monte vuelve de nuevo a contestarle con su misma métrica y con argumentos retóricos acusándole de hacer una interpretación errónea de San Agustín:
Del pecado personal
actual
desides que ovo fablado
Agostín, el principal
doctor, tal
que de todos es onrado:
escodriñaste-lo mal,
no es tal
si no es desir lo contado,
ca él fabló general,
pues non val
lo dicho espeçificado.
Y finalmente concluye en la última estrofa del dezir:
Pecadora la llamades,
mal errades
por cual quier color viado;
a daño vos obligades
si pensades
quanto mal es tal bocado:
contra los santos trovades,
enfamade
a la Madre del untado:
yo digo-vos que creades
e tengades
que sin culpa fue su estrado.
De esta forma se finaliza la disputa entre el portavoz de los frailes menores, Lope del Monte y Diego Martínez de Medina que encarna las tesis de los frailes predicadores del convento de San Pablo en Sevilla y que fueron recogidas en el Cancionero de Baena. En él existen otras alusiones más breves y esporádicas de temática mariana y a su inmunidad de culpa original.
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