Ferrán Sánchez Talavera
Ferrán o Ferrant Sánchez de Talavera o Calavera (entre 1370 y 1385 - antes de 1443) fue un poeta castellano del Prerrenacimiento, perteneciente a la Escuela alegórico-dantesca
No está resuelta la denominación de su apellido, a causa de la frecuente confusión entre T y C en los manuscritos de la época. Las fuentes de sus textos inclinan a pensar que fue judeoconverso. Desde luego fue poeta cortesano en la época de Enrique III y Juan II de Castilla, y sus obras refieren que pasó por frecuentes problemas económicos. Según Juan Alfonso de Baena, uno de los primeros coleccionistas de sus versos, un día se cansó de la vida en la Corte y tomó el hábito religioso-guerrero de la Orden de Calatrava. En efecto, una persona de su nombre fue Comendador de la Orden de Calatrava en Villarrubia en tiempos del maestre Luis González de Guzmán, que lo fue entre 1407 y 1443. Por tanto, Pedro José Pidal concluye que debió morir antes de 1443.
Obra
Talavera cultivó sobre todo una poesía de tipo moral y teológico. Su obra muestra una constante preocupación por el problema de la justicia divina. Según Marcelino Menéndez Pelayo, por su poesía pasan ráfagas de escepticismo, de pesimismo y aun de fatalismo. Él fue quien propuso a los demás trovadores la terrible cuestión de predestinados y precitos. (Antología, I, 382).
Se trata de un debate poético con el canciller Pero López de Ayala y otros seis poetas sobre el tema de la salvación y la predestinación, aunque también escribió poemas amorosos. Lo formula así:
que Dios es causa e ocasion de mal, / pues sabe tal omme que será perdido, / e fázelo e quiere que sea nascido / para pena e cuyta cruel, desygual (Cancionero de Baena, DXVIII)
Su lírica está marcada por este talante meditativo y una contradicción interna que ha sido explicada por su condición de converso. Al respecto, Fraker estudia la poesía de Talavera como un producto intelectual típico de un judío converso a causa de su preocupación por difíciles cuestiones teológicas (la predestinación, el origen del mal, el misterio de la Santísima Trinidad, la Encarnación, el sufrimiento de Cristo, etc.), su racionalismo averroísta y su crítica social, que aparece clara en este pasaje:
Veo los nobles andar por mal cabo; / los simples alcançan honras, ofiçios, / los nesçios, honrados en sus benefiços; / doctores muy pobres andan en su cabo; / buen homne de armas non alcança razión; / peligra inoçente por grande ocasión / e muere en su cama probado ladrón.
Sin embargo, su crítica social se contiene en el marco más general de sus preocupaciones filosóficas y teológicas de retribución; se deja notar el ámbito cortesano de una época influida por el modelo estético que ofrecía Francisco Imperial. El Marqués de Santillana lo recuerda en su Proemio y carta al Condestable de Portugal, al hacer un repaso por la poesía en lenguas romances, con estas escuetas palabras:
Fernán Sánchez Talavera, comendador de la orden de Calatrava, compuso asaz buenos decires.
Dieciséis son los poemas de que consta la producción poética de Calavera contenida en el Cancionero de Baena. Sus números en el mismo son: 517, 525. 526, 529. 530, 531, 532, 533, 534, 535, 536, 537, 538, 540, 542 y 544. El 530, el decir a la muerte de Ruy Diaz de Mendoza, se halla también en el Cancionero de Fernán Martínez de Burgos, y el 538, un decir a una doncella y la respuesta de ella, aparece en el Cancionero de Ramón de Llavia.
Este desir fiso e ordenó Ferrant Sanches Talavera, Comendador, susodicho cuando murió en Valladolid el honroso e famoso caballero Ruy Dias de Mendosa, fijo de Juan Furtado, mayordomo del Rey, el cual es muy bien fecho e bien ordenado e sobre fermosa invencion, segunt que por él paresce.
Por Dios, señores, quitemos el velo
Que turba e ciega asi nuestra vista;
Miremos la muerte qu'el mundo conquista,
Lançando lo alto e baxo por suelo:
Los nuestros gemidos traspasen el cielo,
A Dios demandando cada uno perdon
De aquellas ofensas que en toda sason
Le fiso el viejo, mancebo mozuelo.
Ca non es vida la que bevimos,
Pues que biviendo se viene llegando
La muerte cruel, esquiva, e cuando
Penssamos bevir, entonce morimos:
Somos bien ciertos donde nascimos,
Mas non somos ciertos a donde morremos,
Certidumbre de vida un ora non avemos;
Con llanto venimos, con llanto nos imos.
¿Qué se fisieron los Emperadores,
Papas e Reyes, grandes Perlados,
Duques e Condes, cavalleros famados,
Los ricos, los fuertes e los sabidores,
E cuantos servieron lealmente amores
Fasiendo sus armas en todas las partes,
E los que fallaron ciencias e artes,
Doctores, poetas e los trobadores?
[p. 193] ¿Padres e fijos, hermanos, parientes,
Amigos, amigas que mucho amamos,
Con quien comimos, bevimos, folgamos,
Muchas garridas e fermosas gentes,
Dueñas, doncellas, mancebos valientes
Que logran so tierra las sus mancebias,
E otros señores que ha pocos dias
Que nosotros vimos aqui estar presentes?
¿El duque de Cabra e el Almirante
E otros muy grandes asás de Castilla,
Agora Ruy Dies que puso mansilla
Su muerte a las gentes en tal estante
Que la su grant fama fasta en Levante
Sonava en proesa e en toda bondat,
Que en esta grant corte lusie por verdat
Su noble meneo e gentil senblante?
Todos aquestos que aqui son nonbrados,
Los unos son fechos cenisa e nada,
Los otros son huesos la carne quitada
E son deramados por los fonsados;
Los otros están ya descoyuntados,
Cabeças sin cuerpos, sin pies e sin manos;
Los otros comiençan comer los gusanos,
Los otros acaban de ser enterrados.
Pues ¿do los imperios, e do los poderes,
Reinos, rentas e los señorios,
A do los orgullos, las famas e brios,
A do las enpresas, a do los traheres?
¿A do las ciencias, a do los saberes,
A do los maestros de la poetria;
A do los rimares de grant maestria,
A do los cantares, a do los tañeres?
¿A do los thesoros, vasallos, servientes;
A do los firmalles, e piedras preciosas;
A do el aljófar, posadas cosstossas,
A do el algalia e aguas olientes;
A do paños de oro, cadenas lusientes,
A do los collares, las jarreteras,
A do peñas grisses, a do peñas veras,
A do las sonajas que van retinientes?
¿A do los conbites, cenas e ayantares,
A do las justas, a do los torneos,
A do nuevos trajes, estraños meneos,
A do las artes de los dançadores,
A do los comeres, a do los manjares,
A do la franquesa, a do el espender,
[p. 194] A do los rissos, a do el plaser,
A do menestriles, a do los juglares?
Segunt yo creo sin fallecimiento,
Conplido es el tiempo que dixo a nos
El profeta Issaias, fijo de Amós:
Dis que cessaria todo hordenamiento
E vernie por fedor podrimiento,
E los ommes gentiles de grado morrien,
E a sus puertas que los llorarien,
E seria lo poblado en destruimiento.
Esta tal muerte con grant tribulança
Geremias, profeta lleno de enojos,
Con repentimiento llorando sus ojos
E de muchas lagrimas grant abondança,
Mostrando sus faltas e muy grant errança.
Quien este escripto muy bien leerá
En este capitulo bien claro verá
Que este es el tiempo sin otra dubdança.
Por ende buen sesso era guarnescer
De virtudes las almas que estan despojadas,
Tirar estas honrras del cuerpo juntadas,
Pues somos ciertos que se an de perder;
Quien este consejo quisiere faser
Non avrá miedo jamas de morir,
Mas traspasará de muerte a bevir
Vida por siempre sin le fallescer.
[Cancionero de Baena. Ed. P. J. Pidal]
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