lunes, 16 de febrero de 2015

CARLOS CIRO [14.908] Poeta de Colombia


Carlos Ciro

Nació en Medellín, Colombia en 1974 y tiene formación en Filosofía e Ingeniería de Sistemas. Ha traducido poetas de lenguas portuguesa, francesa, alemana, italiana e inglesa para el Festival Internacional de Poesía de Medellín. En el año 2010, coordinó el curso “Pensar y poetizar” de la Escuela Permanente de Poesía de Medellín.
Fue cofundador y miembro del equipo editorial de la revista de filosofía Euphorion, en la que han aparecido traducciones suyas. Ha dedicado varios años de su vida al estudio sistemático y a la traducción de las obras de Fernando Pessoa, difundidos a través de diversos espacios virtuales bajo el nombre de “Pessoas de Pessoa” desde 1996.
Sobre el hecho de la escritura manifiesta: «El escribir está hecho de tiempo. Escribir es custodiar el fuego engendrado por el rayo, su llama en la médula del segundo, el anhelo. Pensar y poetizar, sabiéndose simples tránsitos, pasajeridad encarnada, se aferran al borde de la grieta marcada por el rayo con sus imágenes hechas palabra que se amotinan al borde del abismo para entregarse a un nuevo giro del olvido. El olvido es aquello que brota en la palabra, la sangre que mana de su herida glaciar.»
«Poetizar y pensar asumen la esencia errante de la palabra que, volcada en su intimidad, designa el espacio abierto, distendido, exterior que sólo tiene lugar dentro de ella, en el vacío de su centro enclavado entre muros de silencio donde un eco anticipado guarda cual baza elátomo del tiempo, su temblor huidizo.»
http://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/




Huella


                                              A mi padre

Huella soy de un paso más firme
                                              sobre la ígnea arena
son sus surcos mis venas
sus bordes, mi coraza de silencio
                                              ante el bullicio del mundo.

Huella soy de un paso más firme
                                              sobre la ígnea arena
sus oquedades acunan mi llanto
las puntas de sus dedos
                                              señalan mis caminos.

Huella soy de un paso más firme
                                              sobre la ígnea arena
el humo de su ustión
es la tinta de estas letras
                                              su temblor huidizo.

Huella soy de un paso más firme
                                              sobre la ígnea arena
el hielo de su pie
vibra en el fuego de mi voz
                                              canta en mí su tierna mudez.

Huella soy de un paso más firme   
                                              sobre la ígnea arena.




Grieta

Desde los bordes el polvillo solar cae eternamente cubriéndolo todo; otorgando infinita su patina. Nada fructifica en la arena que pisotean
nuestros desesperos: las plantas se secan con la sal de nuestras lágrimas y las paredes continúan sin desgaste a pesar del incesante roce. Sigue
floreciendo el vacío.




Gruta

Piedras que con el vértigo de lo eterno amenazan con perforarnos el cráneo, proyectan sus lenguas frías queriendo lamer el suelo que
extiende sus brazos lustrales: lenguas y brazos se buscan en la oscuridad para intercalar sus silencios en el estrépito de quebrarse. Un eco sin voz serpentea entre montículos de sal: lágrima en la hoja.




Caverna

En sus oquedades guarda la piedra su sueño. Dormida, espera nuevamente al agua que habrá de poseerla, de penetrarla para alcanzar el éxtasis de la luz cavando en las tinieblas. Gota a gota el agua ha buscado en ella su rumbo; sombra tras sombra hemos querido develar en ella el camino. En ella recorremos el cauce de la inagotada espera del signo: la senda de la luz es la de lo oscuro.







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