jueves, 3 de mayo de 2012

MIGUEL DONOSO PAREJA [6.693] Poeta de Ecuador



Miguel Donoso Pareja 

(Nació en Guayaquil, Ecuador Julio 13, 1931 – Murió en Marzo 16, 2015)

Es acaso el escritor contemporáneo ecuatoriano más polifacético. Después de publicar un libro de cuentos en 1962, Krelko (editado por la Casa de Cultura, Núcleo de Guayas), Donoso Pareja salió del Ecuador como exilio y pasó los próximos dieciocho años viviendo y escribiendo en México.

En México D.F. Donoso Pareja pronto se estableció como crítico, escritor y defensor para la literatura y la cultura ecuatoriana. Servía como Supervisor Nacional de talleres literários para el Instituto de Bellas Artes y enseñaba como profesor en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. El recipiente de una beca de investigación Guggenheim, también vivió en Barcelona, España.
Donoso Pareja regresó al Ecuador en 1981; ha vivido y ha trabajado en su ciudad natal de Guayaquil desde entonces. Uno de sus actividades más importantes desde su volver es el establecimiento de los Talleres Literários de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, a través de que ha promovido las carreras de los escritores más jóvenes. Donoso Pareja ha estado activo en círculos literários ecuatorianos e internacionales, y sus talleres han ayudado escritores jovenes hacia la publicación y la creación de audiencias nuevas para sus trabajos.

Un escritor prolífico, Donoso Pareja publica poesía, novelas, cuentos y ensayos críticos en asuntos diversos.

Obras

Obras de que hay selecciones en este sitio son enlaces subrayados.
Krelko (1962, cuentos)
Henry Black (1969, novela)
Núnca más el mar (1981, novela)
Lo mismo que el olvido (1986, poesía)
Sin ánimo de ofender (1989, ensayos)
Todo lo que inventamos es cierto (1990, cuentos)
"La mutilación"
Última canción del exiliado (1994, poesía)
Hoy empiezo a acordarme (1994, novela)
Antología personal (1996, cuentos)
Ecuador: identidad o esquizofrenia (1998, ensayos)




En su amplia trayectoria de escritor, se destacó también por sus novelas, ensayos y artículos periodísticos. En tierras mexicanas formó parte de un grupo de escritores que editó la revista Cambio, que la integraron también Juan Rulfo, Pedro Orgambide, Julio Cortázar y José Revueltas. Donoso enseñó literatura, desde la década del setenta, a jóvenes de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El Fondo de Cultura Económica publicó hace pocos meses la recopilación de todos sus cuentos. El escritor guayaquileño recibió diversos reconocimientos. Uno de ellos fue el Premio Nacional Eugenio Espejo, en el año 2007. Asimismo, el doctorado Honoris Causa de las Letras le fue otorgado por la Universidad Eloy Alfaro de Manabí (Uleam), en el 2012, por su trayectoria literaria y por el trabajo formativo desarrollado en sus talleres literarios.



Regreso

a mi Madre


Estamos hoy muy cerca y sinembargo lejos.
En mis grises designios de amargas latitudes
fui dejando tus besos sepultados de olvido.
Y me he quedado solo,
mirando la verticalidad pretérita
de un poste desplomado,
o la horizontalidad en crisis de los senos
de una moza olvidada.
Y como dos extraños,
sin besos y palabras hermosas,
separando un abismo nuestro amor verdadero,
vov alargándome hacia ti
por el cordón umbilical de una mirada perdida,
como este puerto mío que se alarga en su ansiedad de océano
vengo a rogar tu amor y a dejar mi promesa
por un mejor mañana.

Tengo la sal de mi naufragio, tengo
una piedra en el alma y en los ojos
una ansiedad preñada de caminos,
una implacable sed; en las entrañas
v sobre el corazón y en el cerebro
tengo el azúcar de la tierra porque tú me la has dado.

Hay tantas cosas.
Tantas verdades que se escapan a los ojos
porque un beso nos amarra, en la distancia, la mirada.
Tantas verdades que se niegan,
porque hay un mar que llora abrazado del alma,
… y un doler
y una borrachera en la que vivo un mundo inaccesible,
inalcanzable,
como la ingenua sonrisa de una niña loca.

Madre hoy vengo a ti angustiado.
Con la angustia de un libro maltratado por un torpe
o un hombre esperando en una esquina
a la mujer de otro.
O el que escucha en la sala de una clínica,
su alimentado semen en el llanto de un hijo.

Vengo tímido y vengo avergonzado.
Con la timidez y la vergüenza de una sonrisa sin dientes
o un joven masturbándose.
Con la vergüenza de una niña desnuda
por primera vez ante los ojos de un hombre.
Con la vergüenza de un libro en la vitrina
que no es comprado nunca.
Vengo llorando.
Dejando al viento mis lágrimas de hijo
para que se unan al inmenso sistema de tu tanto
formado por tus lágrimas de madre.

Estarás orgullosa porque seré otro hombre
y he matado mi triste soledad y mi llanto
y ahora son las distancias y las acciones buenas
y aunque estamos muy cerca y sinembargo lejos
yo haré que esta acidez se convierta en dulzura
y de esta despedida sin viaje volveremos
para darnos un beso cuando estemos de vuelta.




Distante

Estoy distante,
con la distancia atormentada de los hombres.

Triste como una cruz sobre las almas,
proyectado en oscuras longitudes de fiebre,
… Viajo distante,
con extensión de enorme espectador llorando
la tragedia del mundo.

Lejana como un dios.
Lejos cerro una garra de azúcar implacable,
lejos de mi distancia de esclavo moribundo, lejos
del pan y de la vida,
está la paz para los hombres.

Esa distancia.
Esa distancia de nube apetecida para el llanto.
Aquella longitud de piedras sobre el alma
y el corazón,
como una estrella tibia de angustias redimidas,
debe brotar en vórtice de sangre y de palabras.
Sangre para ese pan que falta al mundo.
Palabras desde mi alma.

Yo quiero el meteoro azul de sus contornos.
La cercana distancia de suspiros
y hambre,
de los desamparados de la tierra, quiero
la soberana voz de los suburbios,
donde es, a veces, tan cerca la sencilla
angustia de las madres.

Y yo quiero la sangre
augusta y soberana de las calles
y un arcoiris rojo de madres solitarias
que por una soberbia distancia de cristales
rediman la tremenda esclavitud del hombre.

Y yo he estado distante.
Mirando solamente la tragedia
de los hombres del mundo.

Ahora quiero la dulce geometría de la vida
y proyectarme en tibias latitudes de llanto
sobre el suburbio triste.

Y yo quiero la sangre
augusta y soberana de las calles
y acercar la distancia de estrella solitaria
y los designios dulces y lejanos
de la paz a la tierra.

(De La mutación del hombre)




XXII

Oye la voz, recuerda
el eco,
reconoce
aquella G inventada,
sabe
que nunca llegará,
que es torpe
su andar
en el desierto.

Lleno de G,
debilitado y solo,
abierto en dos sobre la arena,
oye Gudrum,
Gudrum,
busca los restos,
el olor amarillo de su templo,
sus desgarbadas piernas
la cintura celeste,
el ojo pálido de dios
burlándose,
el cielorraso azul
de sus caderas,
su mirada burlona,
la impudicia
de su errar,
la huella ahí,
el testimonio
de su paso.

Todo perecerá,
después de todo,
siente
la desgarradura,
jura,
se promete que nunca
pronunciará
esa letra desolada.

Se duerme entonces
con suavidad y sueña
en G,
ve que regresa,
habla
sin rodeos,
le dice
que despierte,
que no cuente con ella,
que es inútil,
que ponga los pies sobre la tierra.
Gudrum, Gudrum
dice la sal
en la Chocolatera,
en los revolcaderos de Mar Bravo,
en el celeste intenso
que lo ahoga.
Calla por eso el hombre y sigue atento
a cada señal de su esplendor,
las huellas lejanas de su olvido,
la conciencia atroz de que la inventa.



LOS INVENCIBLES

I

Todos los Pueblos tienen, ángeles solitarios. 
Y Cuba tiene ahora, seis millones de ángeles.

Es verdad que en la isla hay algunos demonios 
que matan niños
y matan a los ángeles.
Pero los ángeles no es menos cierto- nunca pueden

porque ellos se proyectan más allá de la vida.


II

Ayer -en una calle- hablé con una niña, 
solamente seis años v una belleza de ángel. 
¿Quién manda aquí?, le dije
y ella 
dulcemente dijo: 
El Pueblo.

Y esos son los ángeles de Cuba.


III

El hombre en esta isla es como una montaña 
y sus manos tan anchas que te brindan
todo el amor humano de la tierra.

Es que el hombre de Cuba es sólo un hombre 
que ha matado al demonio, para vivir como ángel.

Pues donde estaba la mentira, hoy la verdad pasea 
toda la fuerza de su frente ancha.

Es que en Cuba los ángeles son hombres
y los hombres son ángeles con cartucheras.

Es que la isla es hoy una manzana
que está escupiendo todos sus gusanos.

Es que la isla tiene un nuevo canto 
que va creciendo por la noche clara.

Eso es lo más angelical de Cuba.


IV

Los niños de mí Patria, ángeles taciturnos 
se mueren todavía,
las mujeres aún conocen la mentira, el hombre 
se desconcierta, huele
la soledad y la inmundicia humanas.

Pero un fermento crece dulcemente
v la nueva canción se extiende desde Cuba.


V

Los ángeles son mudos.
No hablan, que mucho ha hablado el hombre 
y ha hecho poco
en nuestra dulce tierra americana.

Los ángeles son mudos, pero hacen 
crecer la madrugada.

Hay seis millones de ángeles en Cuba.


VI

Pero desde la hondura humana 
de la raíz v desde las entrañas 
está creciendo un corazón más grande 
que los demonios que en la tierra quedan. 
Son seis millones de ángeles en Cuba, 
pero serán doscientos en Latinoamérica. 
Hay que decirlo ahora, pero callar y hacerlo
lo más pronto que se pueda 
para que ángeles con cartucheras 
inicien su labor de repartir la tierra.

Y hay que saber que aquello es permanente, 
Y hay que saber que el ángel es el hombre 
con las raíces en la tierra.


VII

Hay seis millones de ángeles en Cuba, 
pero serán doscientos en Latinoamérica.

Porque los ángeles se reproducen
y hay unos pocos -todavía- en nuestra tierra.

Porque los ángeles son mudos y hacen
lo que no pueden los demonios 
que en la tierra acechan.

Hay seis millones de ángeles en Cuba: 
serán doscientos en Latinoamérica.

La Habana, enero 2 de 1961,

Plaza Cívica. 
(De Los invencibles )









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