viernes, 25 de mayo de 2012

6912.- JORGE GÓMEZ JIMÉNEZ


Jorge Gómez Jiménez. Escritor venezolano (Cagua, Aragua, 1971). Dirigió entre 1989 y 1990 la Peña Literaria Cahuakao, en Cagua y, entre 1990 y 1993, el semanario El Tabloide, de la misma ciudad. Desde 1996 edita en Internet la revista literaria Letralia.com,  la primera publicación cultural venezolana en la red, y desde 1997 desarrolla actividades culturales en la Asociación Civil Pie de Página, de Maracay.

Ha obtenido el primer lugar en los concursos de narrativa Semana de la Juventud (Ateneo de La Victoria, 1996), Poeta Pedro Buznego (Casa de la Cultura de El Consejo, 1997) y en el X Concurso Anual de la Universidad Central de Venezuela (Maracay, 2002), así como el Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007 por la revista Letralia.com (Caracas, 2009).

Además, obtuvo el segundo lugar en el 3r Concurso de Mini-Cuentos Los Desiertos del Ángel (Secretaría de Cultura del estado Aragua, 1998), una mención honorífica en el XXIII Concurso de Relatos Ciudad de Zaragoza (España, 2005) y ha sido finalista en dos ocasiones, con la revista Letralia.com, de los premios Stockholm Challenge (Estocolmo, Suecia, 2006, 2008). Su novela El rastro, publicada en Internet en 1996, recibió en 2007 el puesto Nº 32 en la lista “Las mejores 100 novelas de la lengua española de los últimos 25 años”,  de la revista Semana, de Colombia.

Escribe narrativa, ensayo y poesía, aunque también ha incursionado (en menor medida) en la dramaturgia. En narrativa ha escrito novelas y cuentos; en ensayo, ha abordado investigación literaria y reflexiones sobre la influencia de las nuevas tecnologías en la literatura; en poesía se decanta por el verso libre. En cuanto a la temática, ha escrito literatura fantástica pero también mucho de realismo, y en uno y otro caso suele enfocar el texto alrededor de las relaciones humanas.

Los autores que decididamente han influido en su obra son Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Boris Vian, Franz Kafka y Roberto Bolaño.
Ha publicado el ensayo La educación secundaria venezolana: un muerto sin dolientes (Editorial El Tabloide, Cagua, 1985), el libro de cuentos Dios y otros mitos (Senderos Literarios, La Victoria, 1993), la novela Los títeres (Baile del Sol, España, 1999) y la antología de narrativa venezolana Próximos (Embajada de Venezuela en China, 2006). Además, textos suyos han aparecido en las antologías Narrativa de Aragua (1970-1996) (Secretaría de Cultura del Estado Aragua, 1997), Mini-cuentos de Aragua (Secretaría de Cultura del Estado Aragua, 2001), Cuentos premiados (Universidad Central de Venezuela, 2002) y Relatos (Ayuntamiento de Zaragoza, España, 2005).






Tu vertical desvista

a francy

Te siento en mis rodillas y es amor platónico
entre mis ojos y todos tus ojos.
Mis rodillas tiemblan presionadas
y tus manos acarician los rastrojos
que antiadornan mi cabeza.
Mi boca, sucia de tu boca,
socia de tu placer,
se estremece de placer.
Mi risa se pierde en tu vertical sonrisa
e inventas palabras impronunciables.
Chapaleamos en nuestros jugos de vida.
El caballero importuno se yergue en tu ser
y te ordena: no hables.
Suspiramos una explosión.
Hay algo extraño: lenguas, dientes,
hombros desnudos, carrillos fulgentes.
¿No es tu pecho rasgado
el que sangra sudor hacia todos lados?
¿No es tu mente la que en tus ojos me mira
cuando explotas en mis llamas?
Me has hecho al fin bailar
en tu punto de vista y de desvista.





En algunos aspectos

a maría

En algunos aspectos
mi memoria es creativa:
pienso en tus ojos
y ella hace un atardecer;
pienso en tu cabello
y ella surca un río;
pienso en tu piel
y ella hornea el pan;
cuando pienso en la luna
que no viste conmigo
ella construye puentes de carne
escancia sudor en las copas
fragmenta tu voz en gemidos
me hierve la sangre
y morimos






No más poesía ante ti

a maría

No más poesía ante ti.
No más versos que lucen floridos
y sensuales
y locos.
No más palabras vanas
que realmente nada dicen.
No más metáforas
que ocultan lo que realmente
quiero decirte.
Ante tu presencia
la poesía será una mirada
y una caricia
y una locura.
Ante tu ausencia
la poesía será una nostalgia
y un recuerdo
y la fiebre.





Cuando estás lejos

a aurolina

Cuando estás lejos
eres dolorosa,
se te sufre,
se te rinde el tributo
de la nostalgia,
se te atribuyen
todos los desasosiegos,
se te pierde
en un mar de recuerdos.







Sufrir tu ausencia

a aurolina

Sufrir tu ausencia
a todo su largo y ancho;
morir de tu ausencia
deshaciéndose mi cuerpo
llagas una tras otra;
acudir a tu ausencia
con los ojos bien abiertos
para eludir
el fuego de tu ausencia,
infierno de mí.




Si es que nada digo

a nineth

Si es que nada digo
y sólo te miro
y te acaricio
si es que sólo sonrío
y me vuelvo un poco tierno
jugando con tus labios
todo entonces te digo
y tu mirada sonríe
y soy feliz
al descubrir
en cada encuentro
que sin hablar
felices
la misma lengua
hablamos.





Bolero del humo

a marinés

Es en este
el último cigarrillo de la noche
donde me aferro
como un loco a tu cabello amado
y te espero
aunque nada salga de tus labios
Y este humo
metáfora vil de la nostalgia
hace olas
como las que amé de tu mirada
y me arrastra
al trepidante abismo de tus besos

Y esta brasa
labra insomne apenas una imagen
de tu fuego
que consumió mi faz cansada
de hurgar
en el desierto hasta encontrarte

La ceniza
gris se oculta entre mis dedos
cual restos
sombríos y tristes del pasado
que consigo
te arrastra al abismo del ayer






Noche enferma

a marinés

Noche enferma
plena de frío, aspirinas
y tu ausencia;
tiritando de añoranza
por el abrigo de tu piel
sobre el lecho verde de tus ojos,
agonía minuciosa
a través de la fiebre espesa
de tu memoria.





Con qué nombres

a nineth

Con qué nombres
debo desde la noche
invocar tus ojos
para que iluminen
y abriguen
y acaricien
y susurren
a mis insomnios
frases como pétalos
tactos incendiarios
cobijo de miradas
luz de tus besos




Con el tiempo

a marinés

Con el tiempo
me doy cuenta
de que es preciso
volver sobre mis pasos
hasta el principio
dar con todo al traste
y empezar de nuevo
hasta encontrarte.






Tu voz oculta

a marinés

Tu voz oculta
en los resquicios de la noche
refresca mis candiles
con el rocío de tu aliento;
el recuerdo en cambio
de tus ojos de fuego
seca mis lagos
y evapora,
libertario,
la muerte.





Te aclaro amor que no siempre soy el mismo

a marinés

Te aclaro amor que no siempre soy el mismo.
En ocasiones soy no más que alguien
que piensa en ti y se entristece.
Pero además otras veces
soy alguien que te mira en la calle
y recuerda.
He sido también el predicador insomne
de tus verdades,
el holgazán que sueña sonriente
con tus ojos,
el fino melómano
de los tonos de tu voz,
el enfermo incurable
que se droga
con la memoria incendiaria
de tu piel.
Te aclaro igual que siempre
bajo cualquier circunstancia
nosotros todos
te amamos.



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