ERINA DE LESBOS
Como Safo, su amiga, nació en Lesbos, y formaba parte de aquel grupo de mujeres distinguidas que poseían talento poético y se agrupaban alrededor de su maestra. Parece que Erina fue la primera y la mejor dotada de todas ellas. Se sabe que compuso un poema de trescientos versos hexámetros, que se titulaba “La rueca”. De todas sus obras solo se han conservado fragmentos breves, pero que rinden honores a su talento. También escribió una oda que parece un elogio a la fuerza, aunque algunos eruditos la consideran, no sabemos por qué, un elogio de Roma*, y que no pasa de ser una realización mediocre, quizá no suya.
A Erina se la ha comparado con Safo. De ella se dice en la Suda que “era de la isla de Teos, Telos, Rodas o de Lesbos”. En realidad el hecho de que se considere la posibilidad de que fuera de Lesbos hay que ponerlo en relación con la corriente que hace a esta poetisa contemporánea y compañera de Safo. Esta comparación es normal si tenemos en cuenta que no hay muchas poetisas y menos de la calidad de Erina. Pero lo cierto es que su obra y su lengua muestran que es más moderna, de época clásica y además su dialecto no es el de Safo. “Era compositora de cantos épicos”, esto se refiere a que escribió en hexámetros dactílicos, en el mismo tipo de verso de Homero, pero no escribió versos épicos. “Escribió La rueca de 300 versos, el poema está en dialecto eólico y dorio. E hizo epigramas. Muere a los 19 años. Y sus versos fueron tenidos por iguales a Homero. Era compañera y coetánea de Safo”. En cuanto al dialecto en que escribió su poema, es un claro dato de que no podía ser compañera de Safo, ni siquiera de Lesbos. Debía pertenecer a otro dominio lingüístico donde hubiera presencia doria.
La verdad es que la calidad de sus versos no corresponde con su muerte temprana, quizá la noticia se deba a un error, y la muerte a los 19 años se refiera a la de Baúcide.
Sólo se han conservado 54 versos de su obra, que son distintas partes del poema original, en ellos habla de muñecas y un juego (tortitortuga), de los recuerdos de la infancia, de la madre, de la lana y preparación de una fiesta.
Pero el tema principal es Baúcide, primero de su boda y luego de su muerte.
Resulta curiosa la utilización del hexámetro para un poema de lamentación, pero fue por los hexámetros por los que se ganó su reputación.
Tiene cierto parecido con Safo en cuanto al tema del amor homosexual, la emoción con la que habla de su amada.
También se han conservado otros tres fragmentos atribuidos a ella, dos están dirigidos a mujeres y el tercero es un retrato, un epigrama epidíctico.
Oda de Erina de Lesbos a la diosa de la fuerza
Hija de Ares, belicosa Fuerza,
Mitra de oro tus cabellos ciñe;
Diosa potente, en la estrellada cumbre
Moras de Olimpo.
Salud, oh reina; concedió a ti sola
Poder inmenso la vetusta Parca,
Para que el cetro universal temido
Rija tu mano.
Y tú encadenas con robustos lazos
Mares y tierras al imperio tuyo,
Y así dominas, de temor segura,
Pueblos y reyes.
El tiempo mismo, que ligero vuela
Y corta el hilo de la humana vida,
No te conmueve, y, al tocarte, exhala
Plácido aliento.
Porque tú sola los varones crías
Armipotentes en la lid sañosa,
Como de espigas Démeter fecunda
Cubre los campos.
Estudios poéticos
Marcelino Menéndez Pelayo
Poco se sabe con certeza sobre la vida de Erina de Telos. Algunos afirman que fue amiga y discípula de Safo, aunque esto es dudoso pues se cuestiona si fueron contemporáneas o si Erina habría vivido en el siglo IV a.C.
La obra que nos ha llegado es escasa y mutilada, aunque se tiene noticia por referencias de la época bizantina que escribió numerosos epigramas y un hermoso poema en trescientos hexámetros titulado La rueca, del cual han sobrevivido algunas partes y que la poetisa habría compuesto a los quince años.
Los fragmentos que aun podemos leer de este poema nos hablan de su dolor por la imprevista muerte de su querida amiga Baucis, cuando iba a ser desposada.
Con su amiga también se ha ido la candorosa infancia con sus juegos - la tortuga, las muñecas, las madres…Ahora sólo le queda la pena por un mundo perdido y el recuerdo nostálgico del pueril miedo a la ogresa Momo.
Dicen algunas fuentes antiguas que Erina no sobrevivió mucho tiempo a Baucis.
Quién sabe si el mismo pez al que le rogaba en un epigrama que guiara a su amiga hasta el Hades, le habrá indicado también el camino a ella.
LA RUECA (fragmentos)
(...)
Yo soy de la novia Baucis.
Al descender con disimulo, y con disimulo acercarte a la tumba
bienamada, llorando, bajo tierra, dirías a Hades:"¡Cruel hechicero!"
Porque tú, Himeneo, que reconoces los portentos de la hermosura
y eres capaz de anunciar la suerte, tan temprana, de Baucis
viste abrasarse la fiesta de bodas en piras, antorchas y fogatas,
y así tornaste las dulces canciones nupciales en lamentos.
(…)
De los blancos caballos a las olas profundas
te abalanzabas tú con pies enloquecidos,
mas yo entonces gritaba: “¡ya te tengo, mi amiga! “
Y, cuando eras tortuga, corrías dando saltos
a través del recinto del gran patio.
Esto es lo que yo lloro, desventurada Baucis,
con profundo pesar: estos vestigiostuyos
en mi corazón yacen aún ardientes, muchacha.
Cenizas son ahora nuestros gozos de entonces.
De niñas, en los cuartos, junto a nuestras muñecas,
jugando a ser las novias y libres de cuidados.
Y, al despuntar el alba, la madre, que entregaba
la lana a las sirvientas tejedoras,
venía, y te llamaba para salar la carne.
¡Ay, de pequeñas cuánto miedo nos daba Mormo,
la de grandes orejas, que andaba a cuatro patas
y que mudaba de una cara a otra!
Pero cuando marchaste hacia el lecho de un hombre,
mi Baucis, olvidaste cuanto habías oído
de tu madre en la infancia, que Afrodita
el olvido metió en tu corazón.
Y yo que te lamento no asisto a tus exequias:
no tengo pies profanos para dejar la casa,
no conviene a mis ojos contemplar un cadáver
y no puedo llorar con los cabellos libres.
Sin embargo, me araña un rubor de vergüenza...
EPIGRAMAS
Pez piloto, que escoltas la navegación de feliz curso de los marinos
Da escolta a mi dulce amiga desde la popa.
www.ladeliteratura.com.uy
Así, el eco del llanto penetra en el Hades vacío,
el silencio, en los muertos, y los ojos maldicen,
todo el tiempo, la oscuridad, la noche.
todo el tiempo, la oscuridad, la noche.
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