lunes, 11 de agosto de 2014

JORGE LUIS OVIEDO [12.806]


Jorge Luis Oviedo

Nació en La Libertad, Comayagua, HONDURAS (1957)
Jorge Luis Oviedo sobresale en la esfera literaria hondureña como uno de los más talentosos escritores contemporáneos. Su versatilidad como autor se evidencia en su incursión en múltiples campos literarios. Oviedo ha publicado poesía, cuento breve, novela corta y también ha hecho investigación bibliográfica y crítica literaria. En total ha publicado más de diez obras distintas, parte de las cuales ha sido traducida al inglés, el griego, el alemán y el italiano. Su trabajo también se ha difundido en Latinoamérica y Europa a través de trabajos suyos o sobre su obra que han sido publicados en diferentes libros y revistas, como el artículo de Claudio Soriano, “Jorge Luis Oviedo, trabajador de la cultura hondureña”, publicado en El Nacional de Ahora de República Dominicana. Revistas literarias como Ojuebey, Casa de las Américas, Insula y Hojas Universitarias también han dedicado espacio a promover al autor hondureño. Asismismo varios diarios latinoamericanos importantes como el Excelsior de Méjico, El Espectador de Bogotá y Barricada de Nicaragua han contribuido a dar a conocer a Oviedo. Oviedo también ha sido reconocido por la calidad de su trabajo con el Premio Hispanoamericano de Poesía Universidad de Panamá y el Premio Hispanoamericano de Cuento Universidad de Panamá, otorgados simultáneamente en 1982 por sus libros Aproximaciones (poesía) y La muerte más aplaudida (cuento).
Originario de La Libertad, en el departamento de Comayagua, Oviedo ha estado en contacto con la literatura desde temprana edad. El autor reporta que de niño tuvo “acceso a lecturas generales de todo tipo” (Ramírez 77). Más tarde, como estudiante de secundaria 14 dedicaba sus horas libres a la lectura de autores latinoamericanos. Sin embargo, no fue sino hasta que ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras que decidió dedicarse al estudio de la literatura, para lo cual rechazó una beca de la escuela de medicina y se inscribió en la carrera de letras. Actualmente desarrolla su actividad literaria en adición a sus responsabilidades como maestro de educación media y catedrático universitario.



Lamento por todos 


A los desaparecidos de la década de los ochenta del siglo XX,
 en Honduras y otros sitios del planeta, a  los millones de indígenas
 que murieron  en nuestro continente como consecuencia de la llegada de los europeos



dónde estará josé
el brazo mayor de juan de tena
el mejor carpintero del pueblo
armará mesas y sillas
con los huesos rotos de los esqueletos vecinos

y joaquín ortega
en qué angostura opaca reposará su estatura de pino
anclaría sobre tierra firme
y afloraria entre la hierba
-como quilla de barcaza herida-
su esternón interoceoánico

y octavio -el hermano de berta-
el hijo del tabaltero ramón
el primer maestro graduado del pueblo
qué lecciones dará
hablará de los misterios de la vida
de las luchas de los hombres
y del salto del conejo
con las misma facilidad con que hablaba de la muerte

y prudencio -mi compañero de escuela-
ese flaco que no hacía ni sombra
parecía una hebra de hilo agredida por el viento
dónde encallaría su carne ausente
su pálido esqueleto
inundado de huesos y esperanzas

y rodolfo mi compañero de colegio
al borde de que hondonada
en la garganta de qué abismo
reposarán sus sueños
su inocencia
su ternura
o en la ribera de que río de aguas turbulentas
esperará a caronte
para que lo haga llegar a la otra orilla

y oswaldo mi amigo de la infancia
estará anclado en el lomo azul de alguna colina
desde donde contemplaba desplayarse el mar
como una mujer dormida
o habrá sido su cuerpo pasto de las balas
carne de los zopilotes
y yacerá con los dientes calcinados
-dura la risa de su calavera-
en la dura piel de un despeñadero

y martín rodríguez dónde andará
con su cara triste
encontraría al fin alguna sonrisa
para colgársela en al punta de la lengua
al borde de los labios
a los lados de la cara
para mirar la muerte con los juveniles ojos de la vida

qué habrá sido del cartero julián
desapereció una mañana durante un eclipse solar
y ante el asombro de todo el pueblo
dicen que dios lo castigó
por repartir cartas indebidas
que mandó sus ángeles de la guarda dicen
durante un eclipse solar
y ante la asombro de todo el mundo
brotarán acaso sobres y sellos de sus manos
serán sus dedos
un manantial de mariposas mensajeras

y pedrucho -la oveja negra-
renunció muy joven a la herencia
y a las becas familiares
se marchó de casa a las dieciséis
los pantalones chingos todavía
la cabeza hechando fuego
en la espalda de qué montaña
en que roquerío desnudo
reposarán sus coléricos ardores
en la orilla de que río
sembraría el germen de sus luchas

dónde estará susana armijo
la menor de las hijas de tomas armijo y joaquina baires
tenía un cuerpo que obligaba al silencio
y una larga cabellera
que le caía dócil y ondulante
como una catarata
unos ojos tan bellos
que con sólo verlos endulzaban la vida y sus caminos
qué habra sido de esa rosa carnal
que se marchitó a los diecisiete

y berta la niña mimada de los agurcia
la del maquillaje perfecto
que quedaría de sus vestidos importados
de sus raros encajes bordados a mano
de insustituible cara de muñeca extranjera
será su rostro postizo una estúpida máscara de polvo
frágil como el polen maduro

y silvia mi primera novia
recordará mis húmedas caricias
cuando los gusanos transitan sus múltiples caminos
con el desesperado ardor
con que yo me apoderabade sus espacios prohibidos
le morderán los labios
naufragarán en su mina de placer
en su calle de débil angostura
escalarán sus montículos de miel
y beberán hasta saciarce
como de una fuente encantada
qué quedará del redondo sello de sus labios
de sus grandes ojos negros
donde naufragaba la noche
harán surgir ventanas hacia el mar
conspirarán contra la sombra todavía
nacerá el arcoirisde sus amplios agujeros

qué habra sido de tiburcio carías
y sus más cercanos colaboradores
sobrevivirá algún vestigio de su sombra
algun vestigio de su gloria
qué quedará de esa presencia de poder
que irradiaba su cuerpo monumental
en qué cementerio estarán exiliados
todos sus enemigos políticos
a través de qué sendas subterráneas viajará
en algún ataud blindado
para que no lo sorprenda la vida
como muchas veces lo quiso sorprender la muerte
en la esquina menos pensaba
en el sitio menos probable
y la hora menos indicada
será oscuro y fúnebre como sus acorazado negro
desde donde ordenaba la muerte de sus paisanos
y la comida de sus canarios

qué habrá pasado con todos los verdugos
conservarán los huesos integros
morirían todos de muerte natural
o seguirían todos inmunes
que los gusanos habrán huido
entre la bruma y el espanto
a buscar otros cadáveres

dónde andará don luis castillo
violín al hombro
tejiendo canciones con su varita mágica
haciendo buena la noche buena

y víctor cáceres -el cantor-
qué hará para hacer la muerte más llevadera

y enrique hernández -el albañil-
el maistro quiqui como le decian
hizo todos los mausoleos menos el suyo
la muerte lo sorprendió trabajando ajeno
construiría sueños con su cuchara albañilera

y leonor castillo -la costurera-
tejerá mortajas con sus falanges

y toribio -el santero-
andará de cementerio en cementerio
recetando la fórmula de la muerte eterna
que pantonimas hara queriendo remendar
los huesos rotos de los muertos vecinos

que será de josefino ulloa -el sacristán-
se hizo viejo tocando las campanas
encendiendo las velas del altar mayor
y recogiendo la limosna los domingos
se le oscureció la mirada antes de los cuarenta
a los cincuenta la barba se le pobló de telarañas
y le aparecieron musgos en la piel

estará en el seno del señor la niña ramona
lleno la iglesia con hermosas vírgenes de palo
y cuando el sacristán estaba enfermo
ayudaba a oficiar la misa
será su esqueleto un campo inexplorado
por las lagartijas
crecerían líquenes sobre su vientre de pedernal
qué habrá ocurrido con su cinturón de castidad
lo devoraría el óxido
la protegería de la voracidadde los gusanos
y los malos pensamientos
conocería los placeres de la carne
cuandoya no le quedaban más que huesos
quedará por lo menos
un reguero de polvo de su cuerpo maltrecho

dónde estará ricardo flores -el soldado-
partió a la guerra entre los discursos
de los gobernantes
y las bendiciones del obispo
y el llanto de las madres
regresó su nombre en la piel de una placa metálica
y en el rostro de una medalla
que su madre cambió
por dos arrobas de frijoles
en la tienda del turco simón
en que fosa común quedarían amontonados
sus dieciseis años no cumplidos
junto a muchos que no conocía ni odiaba

qué será de pompilio -el poeta del pueblo-
qué haría con las ocho resmas de papel
que le acomodaron en su caja métálica
se les terminaría la tinta a los doce bolígrafos
que le colocaron en su guayabera blanca
tendrá en su tumba el mismo rótulo
que tenía en su casa:
"se hacen y se reparan versos"
conservará el repertorio de poemas de ocasión
declamará sus clásicas octavas reales
qué le ocorriría a sus treinta y cuatro mil poemas
enterrados a su izquierda
en una caja tres veces más grande que la suya
tropezarían las polillas con esa inesperada
mina de versos

dónde estará el cura anselmo
de qué hará esos bocaditos pálidos
que no se deben masticar
se libraría al fin de la tentacion de la carne
no sufrirá ahora por la tentacion de los huesos

dónde están todos carajo
juancito -el cojo-
amilcar -el peluquero-
checho madrid -el sastre-
doña tina martínez -la partera-
don nayo -el zapatero-
justiniano -el que hacía de médico-
y domingo rodríguez -el enterrador-

dónde están todos carajo
dónde quedarían los despojos de julián
y ana maría bustillo
los huesos rotos de manfredo
con su reguero de vértrebas
y su mirada superlativa

dónde estara la calavera de alberto
despoblada de aliento
y llenas sus ranuras de orquídeas en flor
reconocería tomás su propia calavera
cuando despertó mucho después de la muerte y la tortura
reconocería ese rincón de ausencia
que le crecía bajo el pecho
reconocería ese oscuro nudo de silencios
que le crecía bajo la lengua
sus dedos enraizados bajo la tierra
su nombre creciendo verde
entre la maleza y los malos espíritus

o serán todos un solo cuerpo
le importará a juan tener los brazos de josé
o lo que queda de ellos
y josé tener los húmeros de mirtila
y a mirtila los fémures de ruth
y a ruth las costillas de juan
les importará no distinguir sus partes más elementales
el principio y fin de sus huesos enmohecidos
por el odio y las aguas subterraneas
les importará tener que limpiarce
la pegajosa tierra
con una mano ajena
les importará estar confundidos
como en una especie de orgía perpetua

qué quedará de todos
carajo
de esteban -el borracho-
de su trayectoria de ilustre bebedor
llevará su nombre alguna cantina
llevará el nombre de jesus trejo -el asesino-
alguna calle de mala muerte

dónde están todos
acaso han hecho de la muerte
algo más bello que la vida
algo más noble que la noche
que el rostro de un despeñadero
acaso ha dejado de importarles el brillo del oro
su nombre casi sin cuerpo
su piel desplumada
su amarillo total
acaso crecen verdes entre la yerba
y alargan su aliento entre las flores nuevas
y yo desde mi rincón y nos los alcanzo

qué quedará de todos
la marca de que pasos
el canto de que musicase empoza
en la memoria de las cosas
qué sombra desnuda
se enreda en rostro de los astros
qué signos crecen bajo la tierra
donde se maduran los huesos
los nombres de todos
junto al nombre de la patria
donde se añora el mar
marazul por la mañana
verdemar cuando la tarde muere
mar de todos formas cuando amanece
mar sin mar en tierra firme
y floja la risa se seca al viento
viento sin alas
el de la muerte
viento sin cuerpo
bajo las cruces
aire desnudo
sobre las tumbas

tumbas sin nombres
las de la guerra
fosas comunes
las clandestinas
fosas sin fondo
las de la mar...
dónde estan todos
carajo
dónde

Tegucigalpa, 1985







RETRATO DE MI PADRE

yo nunca sufrí por frío
yo nunca sufrí por hambre
porque vos eras mi dios
en mi pequeño y seguro paraíso
por eso nunca me  fui
al temprano exilio
como Adán y Eva
a buscar el pan
que nunca ha faltado en casa
(otros hijos de sus padres
jamás podrán decir lo mismo)

bajo tu sombra
fresca
como el aroma
que el viento arrastra de los pinos
era fresco el verano

con tus abrazos
tibios y tiernos
era cálido  el invierno
quién si no tú me enseñó
lo que es el paraíso
bastaba con alargar la mano
para encontrar los frutos
y ninguno era prohibido
mangos magníficos
enormes
y de un amarillo encendido
la concha parecía de oro
y la pulpa jugosa

los delataba el olor

la casa jamás olía a rincón
a la humedad de las aguas podridas
sino a frutas
a frutas de todos los días
a frutas de tu paraíso escondido
cosechadas de los árboles
que tu mismo habías plantado
y les habías dado un nombre incluso
para distinguirlos
para que supieran que les tenías afecto
para que se distinguieran
de los otros árboles
de los que crecieron solos
sin padre y sin cariño
como niños  huérfanos
a la buena de Dios
y que tratabas como a hijos

y los árboles
como si entendieran de amor
para devolver el cariño
los cuidados
la tierra aporcada
el estiércol
que vos mismo cargabas
y a veces yo
(entonces era tan chico
pero te seguía más que tu sombra
por aquellos caminos)
te ayudaba a estorbar
para que comieran los árboles
y les brillaran las hojas
y olieran más intenso sus flores

y al final
al cabo de los años
mientras yo seguía
pequeño
ellos habían crecido
y daban más frutos
todos los años
contentos contigo

y tú nos decías:
“son agradecidos
los árboles
y los animales
son agradecidos
el mundo es agradecido”

yo recuerdo un árbol
de aguacate
vos mismo lo injertaste
y luego que salió el retoño
me lo enseñaste
y no había día
que no lo mimaras
como si fuera un niño
como me mimabas a mí
como mimabas a Cito
a Bel
a Luz
a Ceci
a Francisco 

cargabas el agua
( el agua es la vida decías)
cuando de sed y tristeza
se le apagaban las hojas
y se ponía marchito
en los días más secos del verano

y cuando se hizo grande
dio unos frutos enormes
que la gente decía:
“pucha, don Tito
son tan grandes como los que
Chimayo inventa en sus cuentos”
y era cierto
y les brillaba  el verde en la piel
tan fuerte
tan profundo
tan de sí mismo
como el de una esmeralda
hecha fruto

yo me los comía vacíos

yo conocí el paraíso
en aquel huerto
que llamábamos El Solar

después me preguntaba ¿por qué
un nombre sin nombre
un nombre tan vago
para un lugar tan hermoso?

yo crecí con los arboles
yo despacio
ellos ligero
hay una foto mía con ellos
mi cabeza era aún más chica
que las enormes naranjas
y tú  siempre pendiente
y nos alcanzabas las más jugosas de todas
y con una navaja le quitabas la cáscara
y la cortabas de forma
que uno exprimiera el jugo con ganas

cómo no recordar los días
cómo no recordar las noches
cuando llegabas cansado
de reparar  las cercas
de curar las vacas
de buscar los caminos del agua
para que los animales
tuvieran siempre donde guarecerse
en los días más secos
y  nunca  te ibas
por ahí
como  los otros
sino que te quedabas
leyendo
siempre leyendo
a la luz de una lámpara
devorando página tras página

tú me enseñaste a creer
sin muchas palabras
sin grandes discursos

tu ejemplo
bastó y sobraba
por eso hoy
hasta Dios
a veces
me sobra y me basta
porque me enseñaste
cómo se planta un árbol
cómo se levanta una casa
cómo se sostiene una familia
cómo se quieren los hijos
y se lucha para que sobresalgan

y cómo
sin grandes hazañas
un poco hoy
y otro poco mañana
se transforma el mundo
sin recurrir a las armas

qué habría sido de mí
débil como era
inocente como era
ciego de todo saber
sordo de toda luz
si no te hubiese tenido
padre
por la mañana
para desanudar el alba
y por la noche
para anudarla

qué hubiera sido de mí
niño como era
temprana carne liviana
frente al río de las aguas bravas
ante la imprevisible arena
si no hubiese tenido en ti
el brazo fuerte
que no fallaba
y la confianza
la fuerza interior
la seguridad
que tú me dabas

qué habría sido de mí
si una mañana no te encontrara
padre
quién me habría dicho entonces
cuál era la estrella
que yo buscaba

que Dios te bendiga
padre
que te renueve fuerzas
que te dé el vigor aquél
que te sobraba
cuando yo era niño
y conmigo jugabas

que Dios te prolongue
padre
hasta que tú lo quieras
la vida
que te la prolongue buena
que te la prolongue alegre
que te la convierta en fiesta
porque te lo mereces

te mereces también
 la gloria
aquí en la tierra
para que disfrutes
la sangre nueva
de toda la descendencia
en que te proyectas

dónde está
la sombra más amplia
de dónde bajan las mejores aguas
las más puras
las más claras
dónde el frío no cala
ni en las más duras madrugadas
dónde el verano se aquieta
y el calor se apaga
y renuevan las fuentes
los caminos del agua
dónde es que no llega la peste mala
y corren libres los niños
con plena confianza
y suben los cerros
bajan las verduras 
de la tupida montaña
dónde es que uno está
como en las riberas de un río
de cristalinas aguas
y soplan los vientos
los íntimos vientos del alma
dónde es que más cantan los pájaros
y ríen los niños
y danzan las aguas
y trinan los aires
y silban los árboles
y dan sus frutos con más ganas
solamente a tu lado
padre
abuelo 
del alma

octubre - diciembre, 1998







Las Gloriosas

Oh gloriosas Fuerzas Armadas,
Las más temibles,
Las más amadas.

Oh glorioso ejército de Honduras
Que tantas victorias tienes,
Contra indefensas creaturas.

Oh gloriosas Fuerzas Armadas
Que derrocando presidentes
Y reprimiendo a la más humilde gente
Son -del mundo- las más afamadas

Siempre han ganado la guerra,
Cuando se trata de derrocar
A un Presidente popular.

Cuando se trata de echar por tierra
Los sueños de un pueblo entero
Siempre madrugan primero
Para los sueños truncar.

Muy buenos con la bayoneta,
Magníficos con el fusil;
En junio como en abril
Y al son de la trompeta,
Hacen rodar las tanquetas
Sobre cualquier manifestante;
Y con sus eme diez y seis
Matan en un instante
Cuantas cabezas encuentren;
Por eso es que son valientes.

Aquellos que los adoran tanto,
Sin que les asome espanto,
Les derraman bendiciones
De sus dorados corazones;
Y con la vista elevada al cielo,
Mientras de rojo se tiñe el suelo,
Los pastores y los cardenales,
Al pueblo le predicen males;
Y lo llaman haragán
Y turba mal educada.

El mundo no ha conocido
Ejército más victorioso
Cuando de reprimir se trata
A un pueblo desprotegido

Desde mil novecientos cincuenta y seis
En dos cosas han triunfado
Traicionar al pueblo de Honduras
Y en dar golpes de Estado 











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