Claudio Du Lac
(Milagro, ECUADOR 1979)
Ha recibido dos menciones de honor en dos diferentes concursos nacionales de poesía. Integrante del grupo cultural Buseta de Papel.
Bre-mu-hom-jer
El hombre es donde empieza la mujer.
I
Llora sufriendo,
como las mujeres cuando usan sus rodillas de hombre;
Se acongoja como cisne
frente a un espejo como mujeres sin ser ellas;
Compone la noche sin ningún ruido acorde,
sin ser broche,
ni guiño,
sin ser grito de mujer en el perfume
—que se levanta en la ce niza como hombre sin fuerza.
II
Un hilo en la espalda...
como cólera que se rompe en la cabeza de los hombres.
Novia de caer en el vidrio:
esa flor golpeada es la mujer:
Cascada que llena el vaso
y un sudor para cuando tiene alas el hombre.
III
La mujer que usa es como el hombre que llora;
El hombre que llora es como la mujer cuando ríe;
La mujer cuando ríe es como las nalgas del hombre;
Las nalgas del hombre es como una pequeña mujer;
Una pequeña mujer es como el más grande de los hombres;
El más grande de los hombres es como la más pequeña de las lluvias;
La más pequeña de las lluvias es como la mano de una mujer;
La mano de una mujer es como el columpio de un parque;
El columpio de un parque es como una mujer —sólo si hay un hombre—;
La soledad del hombre es como una prostituta;
Una prostituta es como la verdad borracha de una mujer;
Una mujer borracha es como una venganza;
Una venganza es como un pedazo de carne de hombre.
La carne de hombre es como un martillo;
Un martillo es como la locura de una mujer;
La locura de una mujer es como el hombre callado;
El hombre que calla es como la mujer cuando obliga;
La mujer cuando obliga es como el más pequeño de los hombres;
El más pequeño de los hombres es como una ventana;
Una ventana es como los senos de una mujer;
Los senos de una mujer son como precipicios;
Un precipicio es como la altura de una vagina;
Una vagina es como un pasadizo que pierde a los hombres;
La mujer es donde termina el hombre.
Recreación telúrica en tu ceja
“Lo ideal es quedarse junto a la naturaleza...
Ignora de nuestros desastres”
Jean-Luc Godard
Mi bosque etéreo
bifurca en la noche
sus raudos mimbres de alambre...
...da al alabeado astro
sus formas indisolubles:
de un cometa sobre el río;
de la recreación eléctrica de un parque;
del llanto de un minino
en la mitad de un dibujo.
Esta hondura prolongada de cerrar tus ojos;
calma el joven dolor de mis ripios,
cada vez que decido
elevarme como un sauce.
Spleen
Me mudaré a una playa...
...aquí sólo se me ocurre escupir sobre los puentes.
Chu-Chu el tren con síndrome de Down
“Chu-Chu tiene la cara sucia” exclamó mamá
De la garganta de carbón
—cual punta acre de los trenes—
surge el murmullo de un sufrimiento acelerado...
Chu-Chu
La memoria perturbada y lejana
de un afable gordito...
Preso en el restringido espacio de los rieles.
Tiene el alma de un colibrí
y alcanzar el cielo es su deseo hueco;
Tiene de hierro las mejillas
y es un torpe adorable en el pedaleo...
Estornuda a ratos,
tose a veces
Chu-Chu
Chu-Chu
La fumarola exquisita
ríe de los pies en la hierba y juega con el hongo feo.
Chu-Chu
Los lentos ruidos del viaje;
Un grito que rasguña las rodillas sangrantes del mocoso.
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