RICARDO LIMASSOL
Ricardo Limassol (México, 1987)
Ha colaborado en Cuadrivio, Letroactivos, Días fantasma, El Culo del mundo, y la antología Acapulco en su tinta. Su primer libro Jóvenes sin futuro, les habla su capitán fue editado por Juan Malasuerte Editores. Su siguiente libro Todo menos trabajar también saldrá bajo la misma editorial en el 2015.
Días de vinos y rosas
No pienso tener un hijo
No quiero heredarle mi neurosis
Mi padre fue un borracho
Y yo soy un borracho
Me gustaría estar en la cima de una montaña
Me gustaría saber poder controlarme
Estoy frito
Soy un buen hombre pero irresponsable
Solo espero que el tiempo me vuelva un poco sabio
Estoy cansado de mí mismo
Algún día escribiré una buena novela o no
Algún día plantaré un árbol
Y con eso me conformaré.
Una calavera usada como maceta
Leer es más importante que escribir es la verdad.
Uno debe de tener cuidado de no contaminar más al mundo.
De suicida quiero pasar a ser comediante.
Me han dicho lo peor por ser simplemente callado.
Todo es una treta para vender libros.
¿Qué es lo que estoy pensando?
Debería cabalgar un jirafa
Raparme la cabeza
En la barbería donde sirven ginebra
Hacer lo que yo quiera
Que es leer mientras voy caminando.
Cataclismos del cosmos
Estoy de nuevo con la ansiedad
Se aferra a mí como niño a la pierna de su madre porque quiere un juguete nuevo
¿Qué voy a hacer?
Fui a terapia en el hospital psiquiátrico y salí regañado por la doctora
Yo que culpa tengo de ver el final de las cosas
Si estoy arriba, estoy demasiado arriba
Si estoy abajo, parece que llego al centro del mundo
Quiero descansar de mí mismo por al menos una hora
Ser nada sentir nada tener nada
Una hoja en blanco
Me reta
Y salgo perdiendo.
La poesía mata
No pienso ser
Esclavo de mi talento
Conseguido por pura casualidad
La suerte abunda
Pero no importa
Cuando despierto
Con la cara trabada
Recordando cómo caminar
Estático
Frente a otra realidad:
Si miras
El tiempo suficiente
El espejo comienza a mostrar demonios.
Sobre todo los que no leyeron esto
Podría escribir
Un poema de amor
Pero
Acabaría siendo muy malo.
Y
La culpa
No es mía
Mucho menos
De ella.
La culpa es de los demás.
Esas personas de allá
No son peligrosas
Solamente son feas.
Denme una manzana y convenceré
a Dios para que nos regrese al paraíso
a Dios para que nos regrese al paraíso
La edad perfecta para tener
delirios de grandeza en la
cima de un ladrillo;
para rechazar las buenas
intenciones y defender a
muerte los prejuicios.
Enemistades imaginarias
sucumbirán ante rabietas
gratuitas de este mal humor
permanente;
la caída es una habitación
forrada de culpas y melodías
estridentes.
Cada oportunidad de
estimular la producción de
ideas no será
desaprovechada;
la inestabilidad prevalecerá
porque provee con dignidad
la paz anhelada.
Con poca energía puedo
hacer muchas cosas, pero
pocas cosas valen la pena;
la felicidad poco dura,
poco enseña y solamente
produce problemas.
Yo no lanzo piedras para escuchar el ruido
que hacen, lo hago para demostrar
la buena puntería que poseo
que hacen, lo hago para demostrar
la buena puntería que poseo
Las tardes de Abril no son
hermosas,
las putas no son ángeles
redentores,
el viento no tiene la
respuesta,
la muerte no persigue,
espera,
sentada
leyendo el diario vespertino.
Escribir no es la salvación:
Nadie es tocado por Dios
porque Dios no existe.
La lluvia no quema,
tampoco enferma,
mucho menos escribe poemas.
Son las bajas defensas.
Ezra Pound pone una toalla sobre mis hombros
y da instrucciones
y da instrucciones
¡Cuánta terquedad!,
cuando decidiste ser
condenaste a tu familia;
sepultaste a tu madre antes
de tiempo.
Pocos pensamientos suicidas
acaban en el hospital
pero el tuyo
fue una pesadilla
de un lustro.
Provocaste a las amistades
como se provoca a un
batallón de fusilamiento
-vaya fino entretenimiento-,
la traición te puso lejos
y borró el pasado de la
historia.
Qué suerte tuvo esa pobre
mujer
de que no la mataras;
una fractura en su mano
derecha
y al día siguiente
decía que te amaba.
A pesar de las nubes negras
que son sombras de tu
sombra
y de las veladoras
que nunca fueron prendidas...
Recuperaste la
conciencia
y descubriste que
lo puedes
soportar todo.
Sueltas tanta leche que tu ombligo
es un lago y los gatos beben de él
es un lago y los gatos beben de él
Eres tan ligera como una hoja
blanca y vacía como ella;
palabras necesitas
pero no las quieres:
¿Cómo puedo amar de ésta manera?
.
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