Mónica Albizúrez Gil
(Guatemala, 1969)
Escritora. Licenciada en Letras. Abogada y Notaria por la Universidad de San Carlos
Ha publicado el poemario Sola, Guatemala: Palo de Hormigo, 2002, 66 págs.
CARNICERA
dedos
desgajando
las penas de la infancia
allí
la carne viva
la carne fresca
y el cuchillo
escarbando
por fin
el recuerdo
DINOSAURIA
Hay algo de dinosauria en mí
de ojo limpio y torpe pisada
de piel resistente llamada al exterminio
en el cuello alto
en los roncos gemidos
en el espasmo
algo de fósil cavernaria
de saliva inmóvil
de ternura y asco
INFORMÁTICA
Cuando ya no esperé encontrar tu nombre en la pantalla
y no me asustó el silencio
cuando ya no fuiste referencia en el tiempo
cuando la lejanía fue real
el olvido había borrado nuestros mejores archivos
éramos dos usuarios anónimos
en una intemperie infinita
MUJER SOLA
Mejor signo de libertad
no encuentro
que esta noche a solas sin miedo al teléfono
babeando deliciosamente
la almohada
la pierna atravesada
el camisón enrollado
oscuridad total como me gusta
y la seguridad
de que nadie perturbará
mis sueños
hasta que yo misma lo determine
noche autónoma de absoluto silencio
en la que empiezo
como nunca antes
a gustar de mí
SERPIENTE
Repto en mi cama
me enrosco
tiro el veneno
cambio de piel
y duermo
porque aquí está el paraíso
y no hay evas ni adanes
ni dioses
sola yo
y mi deliciosa
manzana.
DON JUAN TRASNOCHADO
qué luego llegaste al panteón
del arrepentimiento
qué afán de penitencia ahora
levanta el telón don tenorio
la escena anterior fue tu engaño
deja ya el ridículo
te lo exigen
estos tiempos
Inés
sobre la tumba
te lo ordena
EN EL PARQUEO
entonces
no encontré la contraseña
y revolví
y busqué
y volví a revolver
y tiré la bolsa
y maldije
y lloré
porque algo
estaba fuera de control
abandonado en el sueño
despojado y mudo
como mi bolsa
INDEPENDENCIA
Estrangulada
entre dos tiempos
ella frente a la puerta
el cordón umbilical
revirtiéndose
impredecible vínculo femenino
atando fuertemente
como nunca antes
MI BÚNKER
este
es mi búnker
mi refugio subterráneo
el de estructuras firmes
el incognoscible
lo he bautizado
SILENCIOS
mi palabra es de pronto el vacío
la inhóspita biblioteca por las tardes
los corredores hondos del metro
las esperas con asepsia de martirio
y la pantalla negra
spéculum inconfundible
de un tiempo para siempre perdido
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